3 - Podría pasar.
1.
— ¡Yeah! Gracias Nueva Jersey —gritó el niño de siete años frente a su espejo. Con el pelo en punta y un cepillo de pelo como micrófono— ¡Eres el mejor!
El pequeño Gerard miró a los animales de peluche organizados a su alrededor e hizo efectos de sonido, como si fuesen miles de personas gritando en un gran estadio.
— ¡Gracias Madison Square Garden! —el hombre de treinta y un años gritó ante el micrófono.
Estadio lleno, más de 40.000 personas. Todos ellos gritando y él estaba seguro que sus gritos podían oírse hasta en China.
— ¡Son jodidamente increíbles! —Los destellos de cámaras se veían por todas partes, era algo terriblemente masivo— ¡Buenas noches!
2.
— ¡Oh Dios mío, es Gerard Way! —dijo el pequeño Gerard imitando una voz femenina proveniente de una jirafa de felpa.
— ¡Hola fan! —Exclamó ahora con su propia voz, dedicándole una enorme sonrisa— ¿Qué tal?
— ¡No lo puedo creer! ¿Me das tu autógrafo y una foto? —entonces sacó un trozo de papel y un marcador purpura, limitándose a responder "Claro que sí, hago todo por una fan" antes de escribir su nombre acompañado de un 'xo'.
Luego de un rato le había dado su autógrafo a todos sus peluches y a su fan número uno, su hermanito de cinco años.
— ¡Santo Dios! ¡Gerard! —gritó una muchacha vestida de negro, seguida de otra. Luego otro grupo se acercó a ellos, cercando a Gerard por todos lados
— ¿Puedo tomarte una foto?
— ¿Un autógrafo por favor?
— ¿Cuál es tu color favorito? —logró escuchar, pero las voces se mezclaban.
Él hizo lo que le pedían, en la medida de lo posible. Escribió su autógrafo en varias fotos suyas y demás artículos de los fans. Y no importaba lo mucho que intentara huir, ellos seguían ahí. Y su hermano Mikey justo detrás de él.
3.
— ¿Gee, que haces? —interrogó su madre, asomando la cabeza por la puerta.
— ¡Estoy practicando para cuando sea un rockstar! —Gerard contestó con una enorme sonrisa dibujada en su infantil rostro y siguió cantando con su cepillo para el cabello. O el micrófono, como él prefería llamarle— Seré el mejor.
— Ay cariño... la oportunidad de ser una estrella de rock es pequeñísima.
— Lo sé mamá, Mikey y yo seremos famosos —el pequeño Gerard le quitó la palabra de la boca, completamente decidido de sí mismo. Ella sonrió y se dirigió a la puerta.
— Sigue diciéndote eso cariño, sigue diciéndotelo y seguro se cumple... —fue todo lo que dijo antes de regresar a sus quehaceres.
— Mamá, Mikey y yo tenemos un show esta noche y mañana... —Mikey le dijo al celular— No má... —suspiró ahora, poniendo los ojos en blanco— Vamos a tener cuidado... —masculló algo aireado— Sí mamá, Mikey tiene casi treinta años y puede cuidarse solo, al igual que yo —siguió escuchando a su madre mientras esta hablaba sin detenerse a tomar aliento siquiera, asintiendo levemente— Está bien, te amo. Adiós mamá —colgó y se dirigió a la habitación de hotel que compartía con su hermano y compañero de banda.
4.
— Gerard, quiero que con conozcas al nuevo vecino —Donna sonrió trayendo a un pequeño niño de la mano— Se llama Frankie.
— Hola —Frank dijo simplemente, mirando las zapatillas de Spiderman que traía Gerard.
— Hola —contestó Gerard cortésmente antes de volver a su dibujo mal hecho de Wolverine. Aunque para él era una obra maestra. Frank se sentó en silencio junto a Gerard, mirando de reojo lo que este dibujaba.
— Me gusta Wolverine... —susurró quedamente Frankie.
— ¡Oh Dios, me asustaste! ¡N-no mires mi dibujo, eres raro! ¡Qué raro eres! —Gerard tomó su lápiz y papel, mirando nervioso al menor que no le quitaba los ojos de encima— Eres muy extraño, Frank... —se alejó, dejando a Frank completamente sólo en la mesita multicolor.
El pequeño entre asustado y sorprendido cedió a las lágrimas, bajó de inmediato las escaleras y se pegó a la pierna de su madre, pidiendo regresar a casa. Cuando Frank se fue con sus padres, Donna llamó a su hijo para hablar.
— ¿Por qué hiciste llorar a Frankie? —Su madre le reprendió con una mano en la cadera y el ceño fruncido, Gerard se molestó aún más con el niño desconocido— ¡Dijo que lo llamaste raro!
— Mamá, era tan raro. Él solo me miraba y ya... —Gerard intento explicarse, pero sus razones lo hicieron perder como en la guerra.
— Será mejor que pidas disculpas ¡Te guste o no! —Su madre lo apuntó con su dedo índice, era una orden— Y luego de eso, serán amigos.
— ¡De ninguna manera! Nunca seré su amigo —gritó el niño, le enseñó la lengua a su madre y salió corriendo a su cuarto, refunfuñando en contra del molesto Frankie.
— ¡Gerard! —Frank rió, saltando en la litera donde dormía Gerard— ¡Despierta, es tarde!
Gerard se quejó, intentando lanzarlo fuera. Y Frank se bajó, permitiéndole sentarse.
— No sé por qué aun no te mato... —escupió entre dientes, quejándose por lo bajo ante el mal dormir y pésimo despertar.
— Porque... ¡ Who ha! Who ha! Na Na nanana nanananananaaa! Have you ever been in love? He's my best friend best of all best friends. Do you have a best friend too? —Frank cantaba una familiar melodía, saltando de arriba abajo. Aquel hombrecito jamás perdía la energía. Sus somnolientos compañeros de banda empezaban a levantarse de sus literas, haciendo muecas al ver al molesto guitarrista seguir cantando.
— ¡Cállate, mierda! —Bob gritó arrojándole una almohada— ¿Sí sabes que esa es una canción de amor, cierto?
— ¿Qué? —dijo Frank, apenas prestándole atención.
— Es una canción de amor —repitió Bob.
— ¿En serio? —preguntó Frank, mirando a Gerard.
Gerard asintió.
— Best Friend, de Toy-Box. Es como una canción de amor...
— Frank ama a Gerard... —Mikey siguió el juego y arrugó el entrecejo al ver a Frank lanzarse sobre él en su litera— ¡Me haces cosquillas! Hey... ¡Frank piensa que Gerard es delicioso...! ¡Oh mierda! ¡Deliciosoooo!
— Ustedes me enferman. —Frank se echó hacia atrás pretendiendo estar ofendido— Me divorcio de todos —declaró poniéndose de pie y golpeando el piso con un pie, ofuscado les dio la espalda y se abrió paso a la parte delantera del autobús de gira, moviendo las caderas como una diva.
— ¡Ven y admite que me amas! —gritó Gerard riendo al ver las acciones de su amigo, dejándose caer nuevamente contra la almohada en el intento de seguir durmiendo.
— ¡Los mejores amigos para siempre! ¿Cierto Gerard? —Frank gritó desde su lugar, alzando sus pies en el aire e intentando alcanzarlos con sus brazos— Para siempre...
***
¡Gerard, nunca serás famoso!
— Gerard Way es adorado por millones de fans alrededor del globo...
¡Vuelve a la realidad, no vas a ser un cantante!
— Gerard Way, cantante Nº1 en el 2008 según encuestas.
¡Ni siquiera sabes si les gustarás!
— Encuesta del mes ¿Con que cantante te casarías? Gerard Way votado como el Nº1
No seas incrédulo...
Podría pasar.
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