Capitulo 1

Una noche cualquiera, a las afueras de la ciudad de Kouh se puede ver el cuerpo sangrante de un joven de pelo castaño, con todo el cuerpo marcado por golpes de látigo, cortes de múltiples espadas, su antebrazo izquierdo cortado limpiamente mientras que su pierna derecha fue arrancada a la altura de la rodilla. Su mirada estaba perdida, la mujer que amo, la mujer por la que dio su brazo izquierdo para ganar la pelea, la cual perdió, lo había desechado como si no fuese nada. Su propio inquilino había aceptado marcharse de él siendo la única manera arrancando el brazo donde residía. Su pierna cercenada hacía ya tiempo que la sangre dejo de salir solo para que esta empezase a tornarse negra. Su respiración era erradica, tras tanto dolor su cordura iba y venia. Tal era el punto que entre las sombras del bosque unos ojos amarillos con bordes carmesí mirarlo de forma penetrante, únicamente para cerrar los ojos y hundirse en los brazos de Morfeo.

Tras eso, aquellos ojos avanzaron hacia el cuerpo inconsciente de nuestro protagonista mostrando la apariencia de este, una forma humanoide, alto y delgado, vestía una especie de túnica asiática de una tela extraña, su piel roja con lineas negras azabaches  y en vez de una cabellera estaba llena de pequeños cuernos curvados hacia arriba. Su paso firme acorto la distancia entre él y nuestro protagonista, cuando estuvo apenas a medio metro de él, se agacho para clavar sus ojos en su cuerpo analizando lo para acabar extendiendo su mano izquierda hacia él.

Casi al instante noto la presencia de la fuerza, con lo que solo sonrió mostrando sus dientes amarillentos.

-Llevadlo a la nave.-Su voz tétrica y grave fue el detonante para que varias figuras, las cuales vestían una armadura compuesta por placas de una especie de metal curvadas para adoptar la forma de sus portadores al igual que cascos cerrados con los visores formando una "T"- Dad le atención medica, que sus heridas las revise el droide medico.

Al instante dos de esas figuras se acercaron al cuerpo de nuestro protagonista solo para alzarlo sujetando lo por los hombros. Tras conseguir sujetarlo con la firmeza necesaria para evitar que este se cayese, avanzaron adentrándose en el interior del bosque. Sus pasos resonaban en la tranquilidad del bosque, los animales nocturnos callaban ante ellos. Silencio, era todo lo que les rodeaba, no hablaban, nada lo hacía era como si el mismo viento se hubiera silenciado ante su presencia.

- ¿Señor, por qué llevamos a este? Esta herido, es flacucho y parece muy débil. ¿qué puede darnos? -Exclamo uno de los extraños que cargaban a Issei, su armadura de tonalidades verdes y amarillas estaba adornada con distintos símbolos siendo los más llamativos dos de estas con forma de ojos en una tonalidad amarilla intensa encima del visor, su voz áspera parecía que estaba escupiendo sus palabras- ¿No seria mejor matarlo nosotros para ahorrarle sufrimiento?

-Lo que sugieres no seria una mala opción, pero hasta ahora el holocron me vislumbro la verdad-al decirlo clavo sus ojos amarillos en el cuerpo demacrado de nuestro protagonista- y si todo sigue como la visión el imperio se doblegara ante nuestros pies.

En pocos minutos llegaron a lo que parecía ser su nave, poseía forma de flecha  siendo la base de esta con una esfera. Todas aquellas figuras se dirigieron hacia la parte de la base de aquella nave solo para que la parte inferior de la cúpula se abriese dejando ver su interior iluminado por una luz rojiza. uno a uno los tres humanoides entraron en la nave arrastrando a nuestro protagonista para acabar tumbándolo en uno de los habitáculos dejándolo al cuidado de una especie de robot con una mascarilla de oxigeno quien empezó a atender al castaño empezando por limpiar las heridas de su cuerpo. Los demás se dirigieron hacia la parte superior de la esfera llegando a una sala con 6 asientos siendo dos de ellos ocupados por dos figuras que al ver el rostro del ser de ojos amarillos se levantaron siendo dos mujeres, la mujer que estaba en el lado izquierdo tenia el cabello corto, a cero por el lado derecho de la cabeza y de color rojizo mientras que la que estaba en la derecha tenia el cabello largo y negro azabache.

- ¿Señor hubo suerte en su búsqueda?-pregunto la pelinegra- si es así podemos abandonar esta roca del culo de la galaxia?-Su voz parecía la de una adolescente que acababa de entrar en la pubertad-.

- Ciertamente, si el holocron me a guiado hasta el aprendiz que ganara al imperio y nos vengara -Su voz resonó en la cabina de la nave mientras tomaba asiento detrás de la piloto- fija rumbo.

- ¿A que sistema señor? ¿Mandalor, Hoth o Naboo?- hablo esta vez la pelirroja- ¿o prefiere ir a Mustafar?

- Pon rumbo a Bogo Rai.

Tras decirlo todos tomaron sus respectivos asientos mientras la nave se elevaba a través de los arboles lentamente mientras los motores empezaban a tornarse verdes, solo para que empezase su avance mientas salia de la atmósfera terrestre en cuestión de minutos. En el asiento del copiloto la pelirroja estaba buscando las coordenadas del sistema seleccionado.

- Preparando viaje de 6000 parsecs hasta Bogo Rai, entrando al hiperespacio en tres........dos,........uno -Al decirlo ambas mujeres empujaron dos palancas hacia delante mostrando como las estrellas se alargaban hacia un punto fijo solo para que la nave desapareciese del espacio cercano a la Tierra adentrando se así en el hiperespacio.

El viaje fue tranquilo, los de apariencia humana se quedaron en la sala de mando mientras que el ser de piel roja se dirigió a la única habitación con puerta de la nave. Mientras que para nuestro protagonista su consciencia iba y venia sin parar solo para aumentar su miedo al ver a aquel droide medico amputarle la pierna intacta a la altura del medio muslo.

Nadie diría que 5 años después de aquello aquel que dudaban que fuese a servir para algo se convertiría en un puño ejecutor a la altura de Darth Vader. 

Cinco años, cinco largos años de entrenamiento físico y mental, adiestramiento en el lado oscuro de la fuerza y aprendizaje de estrategia tanto terrestre como espacial. Sus salvadores no solo se pasaron entrenándolo si no que forjaron una red de comercio, siendo así capaces de con las ganancias la creación de un nuevo ejercito no de droides si no de clones, no quedando se contentos  también pagaron la creación de 20 legiones "especiales", la creación de una primera flota capaz de transportar cada una de las legiones en conjunto. 

La Galaxia esta en crisis, las llamas de la rebelión fueron encendidas por toda la galaxia, La alianza Rebelde empezó como pequeñas células por el borde exterior desde Lothal hasta Coruscant. Antes de que hubieran posibles sospechas de su existencia por ambos bandos todo aquel ejercito fue mandado a las regiones inexploradas manteniéndose oculta, inactiva, hasta ahora....

En una de estas regiones se puede ver una flota compuestas por tres Destructores clase Victoria, cuatro Destructores clase Gladiador y cinco Destructores clase Nar Shaddaa. Todos eran de color grises metálicos con la cabina de color amarillo teniendo en los costales una insignia de color negro siendo una cabeza de lobo.

En la cabina de uno de los Destructores clase Victoria todo era tranquilidad y casi un silencio si no fuera por el hecho de que un comandante clon, que era un poco más alto que los clones regulares, estaba mordiendo un hueso a modo de entretenimiento. Su armadura de clase dos tenia los mismos colores que las naves, su kama tenia la misma insignia que las naves. Todo siguió con esa atmósfera hasta que las compuertas de la cabina se abrió mostrando a un hombre de 22 años de pelo castaño, sus ojos dispares siendo su ojo derecho de color castaño mientras que su ojo izquierdo era un ojo robotico de iris plateado, vestía una túnica de tela gruesa de color azabache, sus manos estaban ocultas bajos guantes de una especie de cuero negro intenso. Pero lo que más llamaba la atención eran sus piernas las cuales eran roboticas, siendo las piernas del conocido General Grievous siendo tapadas hasta las rodillas por unos pantalones del mismo tejido que la túnica.

- !!!Atención, General en cubierta!!!-Exclamo uno de los allí presentes vistiendo un uniforme de oficial de flota de la época de la República mientras se colocaba en su lugar haciendo un saludo militar a Issei siendo seguidos por todos los allí presentes, incluyendo al comandante clon-.

- Descansen -Su voz sonaba neutral, casi como si se estuviese aguantando las ganas de reír por la situación, miro en la dirección en la que estaba el que lo presento en el lugar- conecta todas las emisoras de la flota. Tengo buenas noticias.

- Si señor -Tras recibir esa orden se dirigió al panel de radio del puente mientras era ayudado por otros dos pilotos consiguiendo en apenas unos segundos conectar todas las emisoras de aquella flota siendo la emisora central ese mismo puente- conexión establecida señor.

-Bien, que empiece el show -una sonrisa se dibujo en su rostro mientras se giraba hacia la mesa de comunicación encendiendo se esta al instante- Soldados hoy es un gran día. Mi maestro nos a asignado una misión especial, nuestras sondas han descubierto un planeta virgen, su civilización apenas llega a descubrir las vibro armas, esta habitado por numerosas razas las cuales están en conflicto. Un escenario perfecto para que podamos conquistarlos o en caso de que una de esas razas se doblegue a nuestra voluntad prestarles apoyo para asegurar su supremacía y su lealtad. Esas son las ordenes mi maestro Darth Maul. Pero eso no es lo más importante, vosotros mis lobos he conseguido convencer le para que vosotros y los ángeles de sangre, mis puños, seáis quienes me acompañen en esta misión. ¡¡Seréis la punta de la lanza de nuestro ejercito, seréis los responsables de que nuestra empresa triunfe!! ¡¡Mostrad vuestros colmillos hijos del rey lobo!! ¡¡Todos vosotros se que me seguiríais hasta las puertas del mismo infierno si pidiese voluntarios, leales hasta la muerte, cazadores de nuestros enemigos y jamás abandonáis el campo de batalla hasta el final sea victoria o muerte!! -Mientras declaraba aquello se podía escuchar la risa orgullosa de muchos que mostraban sus colmillos en una sonrisa lobuna- ¡¡Pero no nos olvidemos de nuestros hermanos regulares que demostraron tener colmillos tan largos como los vuestros!! ¡¡Quienes en inferioridad de fuerza y resistencia aguantaron como cualquiera de vosotros!!

De aquellas risas ahora eran vítores de victoria, los cuales resonaban por todas las naves.

-Pero no lo haremos solos -cuando lo dijo todos se callaron- ¡¡Los ángeles Sangrientos se nos unirán!! -tras decirlo todos los vítores volvieron mucho más alto que antes- Poned rumbo al cuadrante J1 sector Velga, nuestros hermanos ya se están dirigiendo se hacia allí.

Todos volvieron a sus puestos con la moral redoblada consiguiendo empezar el salto casi al instante, nuestro protagonista solo sonrió de medio lado mientras se retiraba del puente de mando para dirigirse a sus aposentos para meditar en lo que duraría el viaje por el hiperespacio. Durante todo el viaje se la paso meditando, hundiéndose en el lado oscuro siendo guiado por esta a los tiempos del que Lord de los Siths Darth Revan. Siendo este ataviado con su ropajes Siths, incluyendo también su máscara, que al notar la anomalía en la fuerza provocada por nuestro protagonista haciendo que este gruña y empiece a meditar.

-¿Qué quieres niño? -dijo restándole importancia al viaje de Issei- estaba ocupado.

-Lo se Darth Revan pero tengo preguntas que necesitan consejo de quien me enseñó el lado luminoso y a mantenerme en equilibrio en la fuerza.

El lord de los Sith solo suspiró pesadamente en señal de que empezase las preguntas. A lo que nuestro protagonista solo sonrió leve colocándose en posición de loto frente al Sith de la antigüedad.

- He dicho lo que me dijiste, tuvo el resultado que deseaba, todos se pusieron a trabajar con más ganas que nunca, pero mis dudas siguen. Como lograré esta empresa siendo el único Sith en las naves?


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