Una sirvienta caída y los demonios.
Para Reynare todo era borroso, con un dolor de cabeza que le daba un dolor insoportable. Como cuando bebías y tenías una fea resaca, tratando de levantarse, el ángel aún caída desorientada y confundida miró alrededor para explicar en dónde y cómo estaba ella aquí.
Lo que vio era que estaba sentado en un sofá de color blanco, junto a este otros sofás más pequeños y una mesa de madera pequeña que tenía un dolor con unas cuantas frutas en el.
Se preguntó dónde estaba y qué lugar era este, tratando de recordar, unos recuerdos del dia anterior volaron por su memoria. Recordó la cita falsa que planeó para engañar a ese humano, los lugares que vieron y los echos de la fuente, el humano, no era del todo humano. Pues grabó la paliza que recibió por querer matarlo y como la venció de dos golpes.
-!Maldito humano, cuando te encuentre te mataré lo más lenta y dolorosamente posible por hacerme esto!- Mientras seguía maldiciendo al humano que la humilló no se dio cuenta de la sombra que estaba detrás suyo.
-Valla, ¿con esa boca besas a tus padres?- Le susurró alguien atrás de su oreja.
Exaltada se giró para encontrar a la persona que tenía pensado asesinar y robar su Sacred Hear. Un Hyoudou Issei estaba detrás suyo con una expresión de arrogancia y relajación pues no presentó miedo alguno. Reynare se sorprendió de que apareció detrás suyo, pero la sorpresa pronto se convirtió en furia y tenía pensado acabar con la causa de su humillación. Con la mano alzada tratar de crear una lanza de luz, la palabra sería 'trato' pues nada apareció, con desespero trato de crear al menos una mísera lanza pero nada.
- Ya deja eso, no lograrás hacer ni una pizca de magia con esas esposas anti-magia- Le dijo con sorna y gracia caminando por la sala y tomando una manzana de la mesa.
Reynare estaba atónita puesto que estaba indefensa ante este, ¿humano?, pues lo que le hizo ayer no era la fuerza de un hombre cualquiera, enzima recién se fijó que estaba esposada con esposas que al parecer anulaban sus poderes.
Miro a Issei que estaba sentado viendo la televisión en un canal de Deportes, el canal mostraba un partido de fútbol americano. Pero eso no le importó, lo que sí le importó era como librarse de esta infeliz.
-Oye, no te quedes allí parada, ven y siéntate mientras esperamos a alguien.- Habló ofreciéndole el haciendo al lado.
La caída desconfiaba de este tipo, digo, no todos los días un extraño te esposa de manos y te invita a ver un partido en la televisión. Era sumamente sospechoso, pero no quería estar levantada todo el día, así que con cautela se acercó al otro lado del sofá y se sentó lo más lejos posible del castaño.
Pasaron los minutos y mientras veían el partido, la caída noto que Issei está sumamente concentrado en el partido, todo el tiempo se la pasaba susurrando que hacían esto o lo otro y en ocasiones la asustaba cuando le gritaba a la pantalla por que el equipo contrario anota más puntos. Reynare llegó a la conclusión de que debía gustarle o interesarle el deporte. Los minutos pasaron y el partido estaba a punto de terminar el castaño estaba muy concentrado con las manos en su boca y sus brazos en sus rodillas.
El equipo al que Issei apoyaba se ajustaron para hacer una jugada, ella no entendía el equipo de Issei parecía estar buscando posiciones pero cuando lanzaron la pelota a atrás los jugadores se pasaron la pelota sucesivamente esquivando a los contrarios y finalmente el que llevaba el balón llegó al extremo de la línea y así consiguieron anotar los puntos para superar al equipo contrario.
-!!SSSIIIIII, SIIIIII!!- Issei festejaba gritando 'Si' por todas partes, incluso la sacudió un poco y luego salió a su casa e lanzó un insulto a los cuatro vientos y luego volvió a dentro.
El castaño respiraba agitadamente pero sonriente, Reynare se sentía incómodo en estos momentos y para su salvación alguien tocó el timbre.
- Con que ya llego- Diciendo eso se levantó nuevamente y fue a abrir la puerta.
La caída se preguntó quién era la persona que tocó la puerta, con su oído superior pudo escuchar un poco de la conversación de su captor con el extraño. Escucho 'llegas tarde 'o '¿esta aquí?' y un si del castaño que se empezó a acercar junto al invitado.
Pronto la preocupación y el miedo llegaron a ella, ¿qué iban a hacerle?, mil cosas pasaron por su cabeza que no se dio cuenta que Issei la llamaba con la mano sacudiéndose en frente suyo.
-Oye, aquí hay alguien que quiere hablarte así que ponte cómodo esto va para largo.- Le dijo mientras se apartaba para mostrar a quién era el extraño invitado.
Su cabeza dio un corto circuito cuando contemplo a su más grande líder parado frente a ella con una sonrisa relajada y graciosa.
- Valla pequeña Reynare, te has metido mucho en muchos líos últimamente.- Le dijo con burla, la chica aún no salía del shock.- Ahora, necesito que me digas todo lo que está pasando y quiero el principio si se puede.- Su cara ya no mostró relajación, sino seriedad la cual sacará de trance a la caída que puso una expresión nerviosa.
Unos minutos despues
Después de explicarle a Azazel todo lo que planeaba hacer, el líder se quedó reflexionando sobre qué hacer a continuación con respecto a las travesuras de su pequeña rebelde. Y una idea se le vino a la mente.
- Ya se, por la osadía de interrumpir en el mundo humano y asesinar a muchos portadores de Sacred Hears...- El caído hizo una pausa para dar suspenso a la trama.
Los dos restantes estaban esperando con anclas la sentencia del Caído mayor, una más nerviosa que el otro que sólo cruzó los brazos aburridos.
-Es que te quedará bajo la vigilancia de Issei Hyoudou hasta nuevo aviso.- Un silencio sepulcral se restablecerá en la casa. Hasta que.
- ¿¡¡¡¡¡ QUUUUUEEEE !!!!? - Exclamaron.
El grito fue tan potente que despertó a media cuadra. y algunos peros salieron a ladrar por el escándalo.
Luego de un rato todo se tranquilizó, excepto dos personas muy alteradas uno más que la otra.
-!Espera,Espera,Espera, ¿!Quién dijo que esta ramera se quedaría aquí!?- Le gritó muy enfadado negando la idea.
-!Oye, no soy ninguna ramera!- Le gritó ofendido y se volvió hizo su líder.-!Por favor Azazel-Sama, no quiero quedarme en el mundo humano, sobre todo con el, ¿!Quien sabe lo que me haría! ?- Dijo rogándole de rodillas.
-Pues eso debiste pensarlo antes de hacer lo que hiciste.- Le dijo Azazel poniendo su típica cara relajada.
El ambiente el la casa era muy tenso, Issei estaba realmente molesto solo queria que se llevaran a ese angel caído, Reynare se sintió casi igual ahora quería regresar a Grigori y hacer como que esto nunca paso.
-Bien en unos minutos tus cosas apareceran aqui, les recomiendo que empiecen a llevarse bien por que creo que estarán con la compañía de otro, mucho tiempo.- Dijo para voltear e ir directo hacia la salida.
-!Oí, espera un segundo, yo no e dado mi aprobación para eso, esta es mi casa y no quiero que esta puta se quede aquí!- Le gritó Issei enfadado deteniendolo a sólo centímetros de la puerta.
-No necesito tu permiso, es una orden- Lo dijo con calma, Issei iba a protestar pero.- Además, ¿recuerdas quién te dio esta casa?- Le pregunto dando vuelta su cabeza para mirarlo.
El castaño que iba a decir algo se quedo se quedo en silencio y desvió la mirada hacia otro lado.
-Bien con eso resuelto- Abrió la puerta para irse pero se giró y miró a Reynare.- ah casi se me olvida, tienes que hacer todo lo que él te ordene, ¿Si?- Le dijo y se marchó hacía quien sabía donde.
El lugar se quedó en silencio hasta que Reynare cayó de rodillas con la mirada perdida y asustada, su líder la había abandonado con este humano al que ahora tenía que obedecer, así que empezó a llorar por lo tonta que fue al hacer lo que hizo, todas sus decisiones tenían una consecuencia y ahora el Karma le estaba enseñando una lección.
De pronto un pañuelo apareció a un lado suyo, lo tomó y se sonó la nariz.
-Gracias.- Dijo mientras se limpiaba los ojos.-!¡- Se sobresaltó al olvidar con quien estaba, frente a ella el castaño la miraba de forma dura.
-Al menos tienes modales...- Le dijo fríamente. Reynare se puso de pie sin mirarlo a los ojos.- No hay nada que pueda hacer, le debo mucho a ese infeliz.- Dijo con molestia hizo cierto Ángel caído.
Reynare pudo ver que a pesar de estar molesto él respetaba mucho a su líder, luego se volvió hacía allá y empezó a hablar.
-Bueno, como notarás ahora te quedarás aquí.- Le dijo de espalda.- Pero habrá reglas, número 1; Has lo que yo ordene, número 2; Si quieres quedarte contribuirás en la casa, no quiero holgazanes aquí, número 3; no me lo llames amenos que sea importante y número 4; nunca de los nunca jamás te atreva a lastimar a los humanos, si llego a enterarme que mataste a alguien me comeré toda tu carne...Capichi- Le amenazó con vos baja y ojos con pupila de reptil.
Ella con miedo entendió y luego le pidió que lo siguiera para un recorrido, le mostró toda la casa y también le comento que para mantenerla vigilada iría a la escuela con el. Algo que ella no estuvo de acuerdo pero no pudo decir ni hacer nada en su situación.
Unos minutos después sus cosas llegaron en un círculo de transporte, Issei dijo que mañana podría desempacar todo lo que tenían que inscribirla el la academia, así que llevaron todo arriba y se fueron a dormir, Reynare esperaba que fuera un mejor día mañana.
MAÑANA
Después del ajetreado día de taller ambos iban rumbo a la Academia Kuo, la pelinegra vestía lo mismo que el día de su cita, ella venía caminando hacia atrás del joven con sus pensamientos, pues no todos los días tu líder te deja al mando de un adolescente , eso y expulsarla de su hogar. Con sus pensamientos en mente no se dio cuenta que iba a cruzar estado en rojo.
-!¡- Se sorprendí de que alguien la sujetarse antes de cruzar pues si seguía caminando en auto la hubiera atropellado.
Se giro para observar como el castaño la sujetaba de su ropa para pararla.
-Ten más cuidado.- Le dijo monotonamente mirando al frente.
la chica se enderezo y junto al joven esperaron la señal y siguió su camino. La caminata era muy silenciosa y en unos minutos llegamos a la Academia. Cruzando la entrada llamaron la atención de todos los estudiantes. Tanto hombres como mujeres observaban con asombro como Issei Hyoudou venía acompañado de una chica y no cualquiera, Una chica muy dotada y de gran belleza que se comparaba con las Onne-samas de la Academia, y para dos personas esto era la tontería completa.
-!!TRAIDOR!! - Rugieron con furia dos estudiantes, eran Matsuda y Motohama quienes corrían hacía el castaño con intenciones asesinas.
El castaño vio aburrido esto, así que espero y cuando estaban a punto de teclearlo el se hizo a un lado y los asaltantes chocaron de cara con el suelo cómicamente.
-No se equivoquen, no es mi novia o algo parecía sólo me pidió que la ayudara a inscribirse aquí, vamos a ir con el director ahora mismo- Les dijo y ellos le creyeron.
Luego de hablar con el director Reynare fue inscripta en la Academia Kuo, fueron al salón del castaño la cual era de Issei y llegando allí Reynare se presentó con el nombre de Yuma Amano y cuando se acabó la clase fue rodada por las chicas que le hicieron muchas preguntas. Al castaño no prestó atención a esto él sólo miró por la ventana con aburrimiento, pronto unos gritos de niñas llamaron su.
-!!Es el príncipe de Kuo!!- Gritaron todas muy enloquecidas hasta una se desmayó, Issei no le presto atención a esto.
El supuesto príncipe de Kuo era un muchacho de su edad, rubio muy apuesto y con una sonrisa encantadora para muchas, bestia el uniforme de la Academia y se aproximaba hacia nuestra prota.
-¿Eres Hyoudou Issei?- Le preguntó sonriente.
-¿Siii...?- Le respondió con confusión.
Issei no le interesaría en nada este chico si no fuera por la rara aura que lo rodeaba así que decidió actuar.
-!Excelente!, La presidenta del club de investigación de lo oculto me envió a buscarte.- Le dijo sin sonriente.
-(Tengo un problema)- Pensó.
-¿Y La nueva alumna está aquí?- Pregunto buscando a Reynare.
-(Bueno tengo dos problemas)- Se dijo algo cansado.
-Ella también podría venir si no es molestia- Le dijo a una Reynare muy confundida y desconfiada.
-(!BUENO TENGO MUCHOS PROBLEMAS, VALE!)- Se volvio a decir fastidiado.
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