🌊36. La canción de un ángel🌊


Marina

Estaba muy cansada, ni siquiera noté el momento en que me quedé dormida, pero si pude percibir cuando todo aquello ocurrió.

Entre mis sueños escuché una melodía, era tan agradable e hipnótica que no pude evitar seguirla. Me sentía adormecida casi como si siguiera soñando, me levanté de la cama para salir de la casa. Llegué hasta la plaza cerca al centro comercial. Muchos humanos estaban ahí reunidos, rodeando un estrado iluminado con destellantes luces. La música provenía de aquel lugar, ya antes había escuchado que los humanos formaban bandas musicales y se presentaban en aquellos lugares; sin embargo no lograba entender que era lo me atraía tan fuertemente hacia ese lugar.

Pensé que me perdería. Si era una trampa me sería imposible escapar, ahora que había perdido casi la mitad de mi magia, debido a la destrucción del diamante de luna.

Una sensación de alivio envolvió mi cuerpo cuando pude divisar a Micaela en el estrado. Su voz acompañaba la melodía que oía y eso logró tranquilizarme, por lo menos por un par de segundos, antes de que me viera envuelta en un manto de luz.

Fue de improviso que terminé en un viaje al pasado, con rumbo al antiguo Joseon. Ahí pude ver la historia que había olvidado y de la cuál anteriormente nadie, había escrito correctamente. La verdad de aquella tragedia, así como sus protagonistas se me vieron revelados.
Aquellas personas que conocí en esa época y me ayudaron a encontrar el amor, estaban también ahora conmigo, pero por desgracia aquellos que nos hicieron daño, también volvieron con un nuevo odio, ajeno al pasado del que estoy segura no recuerdan nada.

La sirena que fue enviada por el tridente, se enamoró del hijo del líder pirata, que había obtenido el artefacto de manos de un traidor de la tribu del mar.
Yo era esa sirena y Shin era el hijo del pirata, al igual que ahora nos vimos envueltos en innumerables problemas, por conseguir el tridente de manos, de quien fue su padre en aquella época.
Ahí conocí a Micaela, Mirra y hasta a mi propia hermana Stella, tenían otros nombres y otra forma de actuar y vestir, pero seguían siendo ellas.

Stella era una sirena mestiza que vivía entre humanos desde su nacimiento. Ella había sido elegida como prometida de Axel. En su vida pasada fue el príncipe de la dinastía Joseon, su título como princesa heredera nos ayudó mucho a obtener aliados como el guardia del rey, Leo, él tenía en aquel puesto y aunque era humano eso no fue impedimento para combatir contra los misteriosos poderes del océano.

Micaela en aquel tiempo, era una sirena de una tribu vecina que disfrutaba de cantar. Usualmente usaba su voz para encantar a marineros y apropiarse de comida, provisiones y demás que transportaban en los barcos que hundían. Se podría decir, que su tribu fue la responsable de las leyendas de sirenas que asustaban a los humanos.
Ella era una aliada poderosa que se nos unió para enfrentar a un poderoso y malvado enemigo.

Austin y Mirra también tuvieron un papel importante en aquella época, ambos venían de una tribu unificada. La última tribu de sirenas y tritones que no se desintegró pese a las constantes guerras que hubieron en el océano. Su misión principal, era proteger la paz que se había creado tras la desaparición del tridente.

Por último estaban Layna la sirena que me instigó a hacer el hechizo de sello lunar. Estuvo en el pasado junto a otra persona; sin embargo sus objetivos en aquella ocasión eran muy diferentes a lo que son ahora. Una venganza es lo que busca en esta vida, mientras que en el pasado solo le interesaba el poder que llegaría a obtener. Todo se veía tan claro y a la vez tan confuso que por un momento quise suponer que seguía soñando, hasta que él apareció.

—¡Marina! —lo escuché llamarme y entonces esa melodía se esfumó.

Nuevamente pude mover mi cuerpo a voluntad y la sensación hipnótica desapareció completamente.

—¿Qué haces aquí? Deberías estar descansando —me reclamó.

No atine a hacer más que abrazarlo. En ese momento, realmente creí que me había salvado la vida y me sentía segura estando a su lado.

—¿Qué pasó? ¿Estás lastimada? —se preocupó y le dedique una sonrisa para tranquilizarlo.

—Todo está bien, volvamos —sonreí y me tomé de su brazo sin vacilar.

Me prometí que no volvería a dudar, haría todo lo que deseaba hacer con la persona que más quería. Incluso si algún día nos separábamos, no me arrepentiría de nada y tendría miles de recuerdos para apreciar.

🌊🌊🌊

Micaela

Para bien o para mal. No importa que decisión tomará, de cualquier modo, ellos lo habrían recordado. Solo deseo que puedan cambiar el destino que les fue dado hace muchos años.

Continuará…

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