🌊21. Necesito tu amor🌊


Stella

Él dejó caer el lápiz y su rostro palideció ante mi mirada, parecía sorprendido por algo que dije o hice frente a él. En ese momento me sentí incómoda y me preocupe intentando saber lo que había hecho mal.

—¿Te sientes bien? —le pregunté y él de inmediato se agachó para tomar el lápiz.

—Sí, quizá debamos dejar esto para otro momento.

—No, necesito los boletos ahora —insistí pues debía llevarle las entradas a Marina.

—Recordé que tenía algo que hacer, te daré las entradas, pero recuerda que aún me debes un favor —me hizo prometerle que lo volvería a ver pronto.

—Está bien, gracias —le dije para irme una vez que saco tres trozos de papel de su bolsillo y me los entregó.

La cultura humana puede ser muy extraña, decían que esas entradas eran como una llave, pero ¿Qué se supone que puedas abrir con tres trozos de papel?

🌊🌊🌊

Marina

Me la pase revisando libros de la casa y buscando alguna pista del tridente. No sabía como preguntárselo a Shin, así que solo decidí no hacerlo y tratar de encontrarlo por mi cuenta. No estaba segura de su relación con el tridente y si alguien más llegaba a saber, que él lo tiene lo pondría en peligro.

Stella llegó hace poco con unos boletos para la exhibición de música a donde le prometí llevar a Shin. Ella todavía no sabe nada del tridente y tengo que ser muy precavida para que no se de cuenta.
Últimamente he tenido más sueño que de costumbre, por eso debo conseguir el beso o de otro modo no se cuanto tiempo más me quedé.

Bajé a la cocina donde lo encontré tomando un vaso de agua.

—Shin, hoy habrá una exhibición de música a la quiero ir y…

—Claro ve, diviértete —dijo para volver a su habitación.

—¿Qué? ¿Yo sola? Pensaba que quizá te gustaría ir conmigo —lo seguí insistiendo en que fuéramos juntos.

—No estoy interesado, ve con alguna amiga que tengas.

—Pero… Es que en la escuela soy nueva y todavía no hecho amigas. Además últimamente he tenido mucho sueño y puede ser peligroso que salga sola.

—Si de acuerdo, iré —término por aceptar—. ¿A qué hora empieza?

—Sí, aquí dice que a las tres de la tarde ¿Qué hora es ahora mismo?

—Ya son la cuatro, ¿desde cuándo tenías los boletos?

—Los conseguí hoy; pero nadie me dijo antes —en ese momento me hubiera gustado reclamárselo a Stella.

Salimos con prisa casi olvidando las llaves de la casa, el lugar estaba cerca de la plaza a donde solíamos ir, pero aún si tardamos en llegar. Antes de entrar Shin recibió una llamada, él se alejo para contestar, pero aún así pude escuchar lo que decía.
Llamó abuelo a la persona con la cual conversaba y le habló sobre el tridente, mañana a las dos de la tarde llegaría en algo llamado embarque aéreo.
Después de colgar volvió y entramos juntos, dentro había un gran salón. La luz era tenue casi no se podía ver por donde pisar, toda la iluminación la tenía un espacio rectangular enfrente y muy lejos de nosotros.
Procuré estar al lado de Shin todo el tiempo; pero no lo conseguí. Tropecé y me topé con alguien a quien no esperaba ver ahí.

—Dylan —lo reconocí cuando tomó mi mano para evitar que cayera directo al suelo.

—Marina, ¿qué haces aquí? Me alegre verte —saludó ayudándome a retomar el equilibrio.

—Vine a ver la exhibición de música —dije haciéndolo a un lado para que me soltara.

—¿Viniste sola?

—No, yo…

Cuando volteé para señalar a Shin noté que él había desaparecido. Lo busque con la mirada, pero no fue hasta que sentí que rodeó mis hombros con su brazo que pude verlo.

—Vine con ella —respondió para guiarme hacia uno de los asientos.

Me era inevitable dejar de verlo, todavía no podía creer lo que había hecho hace unos segundos. Quería decirle lo genial que estuvo, pero no encontraba las palabras para expresarlo.

—La vista al frente —ordenó adivinando lo que hacia—. Creí que deseabas ver este espectáculo —agregó.

—¿Qué? —me sorprendí pensando que se refería lo que pasó con Dylan.

—La exhibición de música está por empezar. Pon atención —repuso y aunque me costo hacerlo traté de concentrarme en otra cosa que no fuera el beso y las escenas de celos. 

🌊🌊🌊

Lee Shin

No tenía dudas de lo que vi aquella vez, los recuerdos que aparecieron en mi mente y su presencia no podía ser coincidencia. Puede que haya perdido la cabeza, pero podría jurar que ella es la clave para saber lo que en realidad sucedió aquel día o si simplemente estoy a un paso de volverme loco.

Un beso fue lo que provocó que los recuerdos de una vida pasada o lo que sea que fuera eso volvieran a mi mente y ahora quiero averiguar la razón.
Al salir de la exhibición de música pensé en una forma de decirle todo lo que ocurría. El problema era que no había una buena manera de decir le eso a otra persona sin que pensará que estoy loco, por otra parte el compromiso entre nosotros complicaba aún más las cosas. Por un momento pensé que un beso por accidente como el anterior resolvería el problema; pero era algo tonto pedirle un beso a una persona a la que recién estoy conociendo.

🌊🌊🌊

Fue cuando salían de entre la multitud de personas cuando Stella empujó a Marina a los brazos de Shin para conseguir que se besaran. Ambos se miraron por unos segundos y aunque Marina no lo notó Shin agachó la cabeza para besarla, al mismo tiempo que ella se decidió a tirar de su chaqueta para besarlo.

Los recuerdos inundaron su mente, el pasado del antiguo Joseon y su antigua identidad tomaron forma. La chica que él veía con un largo vestido de época tenía el mismo rostro de Marina y en definitivamente, ese era el nombre con el que él llamaba en ese tiempo también. Las imágenes de los momentos que tuvieron juntos se hicieron claras, al igual que el momento de su inevitable final. Una última escena de los recuerdos que pasaban en su mente como una película, mostraban a una persona que él recordaba haber visto antes en su actual vida. Era una mujer de larga cabellera y ojos azul profundo, una sonrisa perversa asomaba su rostro, mientras observaba la destrucción que provocó en el pasado.

El beso terminó y aunque solo duro un par de segundos fue suficiente para que Shin recordará el pasado que lo conectaba con Marina y la historia del océano. Mientras tanto Marina sonrió pensando haber terminado, por fin con el hechizo que la mantenía presa en su forma humana; pero cuando reviso la marca en su hombro aún seguía ahí y ella aún estaba en peligro.

—¿Qué? ¿Por qué? —se cuestionó en voz baja y sin darse cuenta empezó a marearse, poco a poco empezó a sentir como si le faltará el aire.

En ese momento Shin se percató de la presencia de una persona encapuchada que llevaba una arma consigo, una daga con que intentaría dañar a Marina. Él la abrazo y se interpuso en el ataque recibiendo la cortada por ella. Marina no tuvo tiempo de reaccionar cuando se dio cuenta de que algo iba mal, y no pudo hacer nada. Sus fuerzas se desvanecían rápidamente y el resto de las personas no se percataron de nada antes de que ambos cayeran al suelo inconscientes.

Algo similar sucedió en pasado en una época que solo él recordaba y que se había propuesto no volver a revivir. Por esa razón juro no cometer los mismos errores.

Continuará...


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