Años atrás:

Elena la líder de la manada tenía una mejor amiga, una sirena hermosa llamada Layna quién tenía una hermosa voz y le apasionaba la música.

Layna era misteriosa, casi siempre estaba fuera del océano cantando para los humanos en las plazas y parques a dónde se le permitía ir, en ese tiempo las sirenas eran libres de ir y venir del mundo humano siempre y cuando siguieran las reglas que les imponían, tales como:

1. Jamás debes revelar tú verdadera identidad.

2. Nunca confíes completamente en los humanos.

3. Debes mantener distancia y no pasar más de un día con las mismas personas.

4. Jamás exponer nuestro mundo ante los humanos.

Todo iba bien y el mundo de las sirenas y el humano se mantenían alejados; pero fue entonces cuando un amor prohibido surgió. Layna había entablado una amistad cercana con un humano a quien le había revelado el secreto de ser una sirena, rompiendo así las reglas de la manada.
Su amor por el humano fue tan grande que accedió a mostrarle su mundo y expuso a las sirenas de su manada a un grave peligro.
Pues aquel humano en el que confío, deseaba apoderarse de ellas para ganar fama y fortuna.

Fue en entonces cuando se provocó la primera lucha moderna entre humanos y sirenas. El resultado final termino con la pérdida de memoria del humano, el destierro de Layna fuera de la manada y la posterior elección de dos nuevas líderes para dirigir la manada. Se dispuso que serían tres las sirenas que dirigirían la manada en lugar de una, debido a que las decisiones de Elena se vieron afectadas por proteger a su amiga y no pudo proteger a la manada correctamente.

Pasaron varios años y las líderes fueron cambiando con el paso del tiempo. En la actualidad Elena y su esposo viven viajando para reunir a las tribus separadas de sirenas y tritones de todas los océanos. Mientras que todos perdieron el rastro de Layna, aunque saben de su existencia muchos ignoran el hecho de que es sumamente peligrosa en especial las sirenas que nacieron después del conflicto como Marina y Stella, hijas de Elena.

🌊🌊🌊

—Amor con amor se paga y cuando no es así… Solo queda la destrucción —susurraba para sí misma Layna tras observar a Marina y Shin en la escuela—. Sabía que esa niña se había enamorado a primera vista de aquel muchacho, esa será su destrucción. Los humanos no son capaces de amar a nadie que no sean ellos mismos.

El odio y el rencor era todo lo que la impulsaba a seguir. Layna deseaba ver destruidas a las hijas de quien creí la había traicionado y no hizo nada para evitar que fuera expulsada. Ella quería destruir lo que Elena más amaba, sus hijas.

Continuará…