La despedida de bruja y gato

Carnaval Isekai

Capítulo 12: La despedida de bruja y gato


Sintió como si el cerebro se le desconectara, incluso el estruendo de la cascada le sonó lejano en sus oídos. Solo reaccionó al ver como el poderoso brazo del anciano caballero, arrojó el cuerpo del escriba al interior de la caverna iluminada por la lámpara de aceite.

Bracamonte aulló de dolor, se abrazó las costillas y gimió de forma patética.

Malleta llevó sus dedos a su corto cabello con ánimo de desarreglarlo, quiso proferir una y mil maldiciones, pero sus labios permanecieron mudos.

Fue Antonious quien maldijo por todo lo alto, pateando piedras hacia la pared cavernosa.

—Bueno, Malleta, creo que ya resolvimos el caso del asesinato de la princesa Glorieta, y de paso una conspiración real que tendrá repercusiones por todo el mundo. ¡Qué puta felicidad!

Ante la sorna del caballero, la mujer se levantó, respiró con calma y miró con atención al escriba real.

—Entonces, señor escriba, ¿estaba en el burdel más para desahogarse ante lo que será pronto el fin del mundo que por costumbre?

—Sí, yo, sí, eso es, yo solo...

—¡Malnacido, tienes una hija! ¡Sabiendo lo que sabes, bien podrías haber tomado un barco hasta los mares del sur, más allá de las islas de Cambrosia!

—Perdón, perdón, no me haga daño.

—Miserable cobarde, sanguijuela como los otros nobles favoritos de los reyes.

—Hablando de los favoritos de la corona, ¿qué harán esos miserables? ¿Harán como que invadirán las tierras del sur y de esa forma ponerse a salvo de Zuradon, quiero decir, Isao Tanaka? —Intervino Antonious, haciendo que su comandante frenara su intento de golpear a la sabandija humana.

—No hacen nada, solo simulan que nada pasa, solo se encargan de que la verdad, ninguna de ellas salga a la luz —decía el escriba mientras moqueaba.

—Eso es tan estúpido, ¿acaso tienen mierda en la cabeza?

—Esa es la naturaleza humana, Malleta. Meter la cabeza en la arena como un ave gigante. Es un mito eso de que los gobernantes son las personas más sabias y juiciosas, por lo general, son los más ignorantes y cretinos. Mira lo que pasó con el reino de Liberica y sus reinos aliados, cuando vino la peste negra, los reyes dijeron que era solo una pequeña fiebre, que pasaría llegada la primavera. Ahora esos reinos no existen.

—¿Es que acaso no hay un sistema mejor que la monarquía? ¿Hasta cuándo seremos gobernados por imbéciles y nosotros, como ovejas, siguiéndoles? Y ahora ¿qué carajos vamos hacer contigo?

—Le pido piedad, Sir Castrato, piedad por mí y por mi hija.

—¡¿Piedad?! ¡¿Y la piedad con las personas de Dukardo y el mundo?!

Endureció el rostro, se imaginó medidas a tomar para ayudar a Dukardo, pero todas serían inútiles con la mano férrea del reino de por medio.

Muy temprano en la mañana, se encontró a las puertas de la catedral, el cadáver de Bracamonte. Su cuerpo tenía una nota de suicidio en la que confesaba la caída del héroe de otro mundo y la inminente victoria de Zuradon el impío, antes conocido como Isao Tanaka.

Pocos leyeron esa carta y no dieron fe de la misma debido a los feroces soldados del reino y la amenaza de la horca.

.

.

Cuando pensó que nada más la sorprendería, vio la nueva apariencia de Maya, la bruja: una niña de unos once o doce años.

—Apestas y no lo digo por tu disfraz de campesina.

—¿Qué esperabas, señorita caballero? Tengo muchas cosas que hacer y esta apariencia no es excusa.

—Hechicera Maya, ¿se va a volver más joven? —preguntó Antonious.

—No, este es el límite, de lo contrario Asmod renunciaría a ser mi familiar.

—Cierto, no me interesa cambiar pañales —dijo el gato que rozó las pantorrillas de Antonious.

—En fin, no sabía que también vendrías a la mansión del Marqués.

—¡¿Cómo no hacerlo?! Este asunto misterioso respecto a los estigmata de Glorieta es muy interesante. Dime, ¿averiguaste algo?

Los caballeros cruzaron miradas y agriaron el rostro.

—Veo que la reunión con el Marqués va a ser muy interesante —dijo la pequeña bruja, haciendo una mueca de burla.

Todo gesto burlón fue borrado de un tirón con el reporte de Malleta, de hecho, Maya estaba con la boca abierta, incluso su gato se mostró sorprendido, algo difícil de ver teniendo en cuenta su especie.

La bruja cerró la boca y giró el rostro hacia Hizur.

El rostro del Marqués permaneció incólume, solo su corto bigote curveado tembló un segundo. El hombre apoyó todo su peso contra el asiento de alto respaldar.

Los segundos pasaron y nadie tuvo el ánimo de interrumpir los pensamientos del noble. Hizur dio un suspiro, abrió los ojos que se le pusieron rojos y dio las gracias a todos pese a que era costumbre de aristócrata no hacer tal cosa.

—Gracias, mil gracias. Puedo dirigir con absoluta certeza mi ira a los responsables de la muerte de mi adorada sobrina Flore. Me resultó difícil enterarme que mi odio estuvo mal direccionado, es con Danar y Marieta con quien debo impartir merecida justicia.

—Fue un honor haberle ayudado, Lord Von Tumalae —dijo Malleta, haciendo una reverencia que fue sincera.

—Lady malleta, ¿seguirá con sus intenciones de destruir a los dos demonios invocados?

—Así es, Lord, se lo dije: tengo mi orgullo.

—¿Cómo planea hacer tal cosa?

—Ya sé cuál es el patrón del demonio del mimbre y el demonio bufón. El carnaval siguiente les buscaré y les destruiré.

—Pero son enemigos formidables, inmunes a toda magia conocida. No veo cómo pueda llevar a éxito su empresa que suena a encaminarse a la perdición.

—Pensaba en recurrir a tu ayuda, Maya.

—Conmigo no cuentes. Como soy ajena a este reino o a cualquiera, no sé con exactitud cómo me va a afectar esto de que Tanaka y Zuradon son la misma persona, pero no pienso arriesgarme. Iré a los mares del sur, no planeo ir más allá de las islas de Cambrosia, hay montón de islas deshabitadas que pueden albergarme, tendré que esperar un par de años para ver cómo se desarrollan las cosas y luego decidir a dónde ir y con quién aliarme.

—Debe ser duro vivir sin poder contar con nadie, pero ¿qué hay de Lord Von Tumalae?

—Solo mire al Lord, señor caballero. Es un hombre que no busca justicia, sino venganza, y como suelen decir: "Si buscas venganza, cava dos tumbas".

—Serán tres, contando a la reina Marieta.

—¿En serio, Marqués? ¿No hay otra forma? Tiene los recursos y contactos para ponerse a salvo.

—Olvida, Maya, que ni Danar o Marieta, se irán del reino. Hasta el final mantendrán la farsa ante el pueblo. Cuando venga Isao Tanaka todo acabará, no deseo que mi venganza sea arrebatada por alguien ajeno a este mundo.

—¿Qué hay de ti, Malleta? ¿Antonious? Si son al menos tan inteligentes como un slime, huirán al sur. No le deben nada a este reino de porquería.

—Pero la gente...

—¡Olvida a la gente! ¿Qué ha hecho la gente por ti, mujer caballero? Piensan que eres un chiste o una puta. Lo mismo te digo, Antonious; un par de años más y nadie se dignará siquiera a verte, a nadie le importa un viejo vestido con viejos hierros.

—Seguro le importaré a mi comandante.

—Eso tenlo por seguro, amigo.

¡Bah! Ambos están locos, todos ustedes.

Un incómodo silencio se aposentó en el lugar, las miradas fueron las que tomaron la posta y hablaron con elocuencia, pero los labios no se separaron.

—Entonces es aquí cuando tomamos caminos separados. Actúan como los locos y los necios, nobles tal vez, pero insensatos, como los caballos que llevan el carruaje digno al desfiladero. Buena suerte a todos y buena muerte.

—Maya, espera. ¿No hay algo que me puedas aconsejar?

—Ya te di mis consejos, pero los despreciaste todos, adiós.

La bruja se fue, pero Asmod, el gato parlante les dirigió unas palabras.

—Vayan con los enanos.

—¿Los enanos? —dijo Malleta.

—Esos petizos que huelen a cerveza, siempre miran por sobre el hombro a los demás, cosa que es bien irónica tomando en cuenta que un folifante caga mierda más grande que ellos. Siempre menospreciando a las razas que viven en la superficie, pero esos barbones vivían antes bajo la luz del sol. Fueron las hordas demoniacas con sus invasiones, cuando el mundo todavía era joven, lo que hizo que se mudaran bajo tierra. Si hay una raza que sabe cómo tratar con los demonios, seguro serán ellos.

—¿Estás seguro, amiguito?

—No tienen opción, todos los humanos que practicaron la demonología fueron cazados por la Inquisición.

—¿Pero a cual reino enano ir? —preguntó Antonious.

—Pico Esmeralda —dijo la voz de Maya tras el marco de la puerta. Esa fue su despedida y consejo.

Luego de que se fuera Maya, el Marqués pidió unos refrescos y bocadillos para los caballeros.

—Me temo que mi persona también deberá tomar un camino diferente al de ustedes, sin embargo, permítanme una última cortesía.

—¿Lord?

—Sin importar lo noble de sus personas, los enanos de Pico Esmeralda no les darán paso a su reino subterráneo así como así. Sin embargo, si van como mis escoltas para un negocio de entrega de espadones y alabardas, pues eso será muy conveniente para ustedes, conveniente en el aspecto que pueden perderse en el camino.

—Entiendo, husmearíamos por allí hasta hallar algo que nos ayude.

—Creo que no, eso tomaría más tiempo y habilidad de la que disponen. No me malinterprete, Lady Malleta, usted y Von Jurgon son caballeros muy capaces y confiables, no obstante, esta labor a falta de la hechicera Maya, requiere unos dedos imperceptibles y presencia subrepticia.

Hizur no dio más detalles, solo tomó su infusión favorita sin importarle el rostro de desconcierto de Malleta y Antonious.

CONTINUARÁ...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top