III
Abrió los ojos despacio, en un principio veía todo borroso, pero tras frotar un poco sus párpados, pudo distinguir su habitación. Estaba en casa. Mas no recordaba cómo había llegado, se llevó una mano a la cabeza, tratando de recordar lo sucedido en el día anterior, bajó la vista al cobertor y se topó con que su mano derecha estaba vendada.
Fue entonces cuando rememoró lo sucedido en el ejercicio de entrenamiento, en un ataque de pánico había pegado a Kirishima y a Kaminari... su expresión reflejaba el arrepentimiento que sentía de solo pensarlo. Tenía que disculparse con ellos y con Jiro por haberles causado tantas molestias el día anterior.
"¿Qué hora es?" se preguntó mientras se giraba para ver el despertador en la repisa del cabecero de la cama, aun faltaban dos horas para que saliese hacia la academia. Se levantó y se miró al espejo de camino a la puerta, dirigiendo a su reflejo una mirada de reproche, ¿por qué lo hacía? Solo había una simple respuesta a esa pregunta que hasta la propia Layra se formulaba en muchas ocasiones. Porque no era lo suficientemente fuerte. La voz de aquel tipo estaba demasiado metida en su cabeza como para librarse de ella alguna vez.
Todavía le quedaba un largo camino, en ocasiones se preguntaba si entrar a la U.A fue una buena idea. Apenas habían comenzado las clases, mas así no se sentía con la fortaleza para afrontarlo y tampoco es que desease echarse atrás. Tal vez con el tiempo podría recuperarse.
Con un suspiro de resignación, salió de la habitación para dirigirse al piso inferior, con la intención de ir hacia la cocina, mientras se restregaba los ojos, los cuales le picaban por el sueño.
- ¿Layra? -la preocupada voz de su madre la sacó de sus negativos pensamientos. La mayor se encontraba en la puerta de la cocina, mirándola fijamente antes de abalanzarse para rodearla con sus brazos.
Podía notar los pequeños temblores de su progenitora mientras la abrazaba con fuerza, ese era otro de los motivos por los que se sentía tan mal. Su familia también lo estaba pasando mal, sabía que regresaron a Japón por ella y que tuvieron que dejar muchas cosas atrás; sus padres, la agencia que les había costado tanto esfuerzo; Caleb abandonar una reputación de lo más prometedora como héroe y Alik, una relación de lo más estable. Quería echarse a llorar por los sacrificios que tuvieron que hacer.
- ¿Estás bien, cielo? -preguntó Annaisha con ternura, acariciando la mejilla de la menor.
- Sí, mamá. Siento haberos preocupado. -se disculpó la menor, dejando a un lado sus sentimientos negativos para no preocuparla más de lo que ya hizo.- ¿Por qué no has ido a la agencia?
- No queríamos que estuvieses sola cuando despertases. Alik está en la cocina. -comentó hacia el lugar donde se ubicaba dicha estancia y Layra pudo ver a su hermano en el vano de la puerta.
- Alik... lo siento... -se volvió a disculpar, agachando la mirada.
El rubio se acercó en silencio, haciéndole creer a la pequeña algo malo, pero todo lo contrario. Una vez lo tuvo delante, sintió su gentil mano sobre su cabeza mientras le revolvía el cabello.
- Lo que importa es que estás mejor. -dijo mostrando una sonrisa de lo más contagiosa para la menor, haciendo un efecto espejo.
Siguió a su hermano a la cocina para desayunar, viendo el gran festín que estaba encima de la mesa. Un auténtico desayuno japonés.
- ¿Y esto? -preguntó incrédula todavía de pie frente la mesa.
- Como ayer no cenaste, pensé que sería adecuado hacer un desayuno de verdad. Nada de café y pastelitos. Si estás en el curso de héroes tendrás que desayunar en condiciones. -aunque no la estaba regañando, su madre la miró con esa expresión que dejaba claro que no le gustaba esos hábitos de su hija.
La joven Hunter se sentó en la mesa y dijo la típica expresión de "Itadakimasu" juntando ambas palmas antes de coger los palillos, comenzando a comer y degustar aquellas delicias.
Una vez se vistió con el uniforme escolar y tener una ligera charla con su madre y hermano sobre si sería bueno que asistiese a la escuela, tomó rumbo a la estación. Decidiendo que no escucharía música, ya que pensaba que se toparía con su compañero pelirrojo por el camino.
Y no estaba del todo equivocada cuando escuchó una exclamación, alzó la mirada hacia Kirishima que la estaba mirando con sorpresa y se inclinó de repente, haciendo una exagerada reverencia.
- ¡Lo siento mucho, Layra-chan, no pretendía lastimarte ayer en el ejercicio! -se disculpó alzando un poquito la voz, dando la impresión de que todos los vecinos podrían oírlo.
- Ki... Kirishima, no es necesario que te inclines. Está bien. -la pobre muchacha no sabía dónde meterse, se sentía muy avergonzada mientras algunas personas se les quedaban mirando. Una vez que el contrario se irguió con una mirada de preocupación y culpabilidad hacia su mano vendada, pudo proceder a lo que pretendía decir.- Yo siento haberte golpeado... no... no tenía esa intención.
- Lo sé, no te preocupes por eso. -al igual que ella, él también parecía estar bastante incómodo. Tal vez porque no comprendía el motivo por el que se puso así el día anterior, le daba la impresión de que quería preguntarle al respecto, pero tampoco quería.- Deberíamos darnos prisa antes de que lleguemos tarde, no sería bueno que Aizawa-sensei nos atrapase con sus vendas.
- N-No... -fue una respuesta demasiado simple y el resto del camino no fue tan agradable como había pensado.
Ambos caminaban en silencio hacia la estación, pero antes de entrar en aquella estructura, ella se detuvo.
- Odio la oscuridad...
- ¿Eh? -obviamente estaba sorprendido por aquella afirmación tan repentina, pero Layra quería explicarle la razón por la que entró en pánico durante el ejercicio.
- Odio la oscuridad, no la soporto. Me agobia. Mi cabeza me juega malas pasadas, siempre pienso que hay algo o alguien con malas intenciones, por eso me dan ataques de pánico. -le explicó, sin entrar en muchos detalles de porqué tenía esa nictofobia.- Es un miedo estúpido, pero no lo puedo remediar... al menos por el momento.
- No es estúpido. -dijo Eijiro de repente con seriedad.- Procuraré tenerlo en cuenta la próxima vez.
Aquella severidad llegó a sorprenderla, puesto no se esperaba que alguien a quien acababa de conocer fuese a ser tan comprensivo como estaba siendo su compañero. Solo con decirle esas palabras, pensó que el pelirrojo era, más si cabía, alguien realmente increíble.
- Gracias, Kirishima. -le agradeció, superando el nudo de su garganta para poder decírselo.
- Para eso están los amigos. -sentenció con una sonrisa y se apresuraron a coger el metro antes de que se fuese sin ellos.
El ambiente entre ambos jóvenes se había animado bastante durante el camino a la Academia. Sabía que el de Kōka intentaba animarla en la medida de lo posible mientras se aproximaban al aula; antes de poner un pie en la estancia, se vio asaltada por unos brazos que la rodearon y presionaron con fuerza, ¿qué estaba pasando?
- Layra-chan, me alegra verte bien. -dijo Ashido mientras seguía apretando el abrazo.
- Mina... aire... por favor. -solicitó una asfixiada Hunter, aunque no le disgustaba el abrazo. Al menos le subió un poco más los ánimos.
La rosada se apartó de ella con una disculpa a la par que juntaba sus manos, detrás de ella se encontraban las demás chicas y algunos chicos con expresiones preocupadas. Sentía la necesidad de huir, poniéndose nerviosa por ser observada con tanta preocupación.
- ¿Qu... Qué pasa? -preguntó con un leve tartamudeo.
- Estábamos preocupados después de lo que pasó en el ejercicio. -Jiro tomó la palabra, aunque su expresión se suavizó y le mostraba una sonrisa.
El ánimo que acumuló por el camino, descendió a bajos niveles al escuchar eso. Le sabía extremadamente mal que hasta sus compañeros de clase se preocupasen de esa forma por ella.
- Lo siento, no pretendía... -por tercera vez en ese día, se volvió a disculpar. También dirigió su mirada al rubio eléctrico que se encontraba junto a Jiro.- Siento mucho haberte golpeado, Kaminari.
- No te preocupes por eso, no sabía que te afectaba tanto, en el futuro tendré cuidado. -le restó importancia el muchacho con un suave gesto de mano.- Tampoco es que quisiese morir por esa fuer...
El rubio fue interrumpido por la rockera, quién le había clavado un earphone antes de que ofendiese más a la pobre Layra, se le notaba mucho el arrepentimiento, mientras los demás soltaban carcajadas por la regañina que estaba recibiendo Denki por parte de la chica.
- ¿Por qué has hecho eso, Jiro? -preguntó el chico, sobando la zona dolid.
- Para de decir estupideces, vas a hacer que Layra se sienta peor. -fue la única respuesta por parte de Kyoka, sorprendiendo a la susodicha por sus palabras.
- Si estáis tan animados de buena mañana, entonces sentaos en vuestros asientos. -la tenebrosa voz de Eraser Head se hizo oír detrás de Hunter y Kirishima.
Todos se apresuraron a sentarse en sus asientos mientras el sensei se dirigía al estrado, era algo aterrador cuando activaba su quirck "Eraser". Una vez captó la atención de todos los alumnos, procedió a hablar.
- Habéis hecho un gran trabajo en el ejercicio de ayer. Pude ver los vídeos y los resultados. -el héroe hizo una pausa para mirar al rubio ceniza.- Bakugō, eres talentoso, así que no actúes impulsivamente. -le regañó, recibiendo un bajo "Sí" del muchacho, luego se dirigió al peliverde.- Midoriya, deberías contenerte más cuando utilices tu habilidad, aún tienes mucho trabajo por delante. -al contrario que el primero, Izuku soltó un enérgico "Sí", pero la cosa no había acabado ahí.- Hunter.
La muchacha se encogió en su asiento, no se esperaba que Aizawa fuese a regañarla. Aunque teniendo en cuenta que en su turno el combate no duró mucho, casi es normal que lo hiciese.
- Tienes potencial. -¿había escuchado bien? ¿Su tutor la elogió?- Así que no dejes que la situación te sobrepase. -terminó de decir en ese tono monótono, dando la impresión de que tenía sueño constantemente, como si no durmiese las horas necesarias.
- E-Entendido...
Tras eso, el tutor procedió a anunciar que ese día se elegiría el presidente de la clase, haciendo que todos se emocionasen y alzasen las manos, expresando su deseo de serlo. Aquello solo significaba una única cosa para la protagonista, demasiada responsabilidad; así que cubrió sus oídos cuando todos se esforzaban por alzar la voz, aquello no era bueno para su audición.
Supo que todo se quedó en silencio cuando Iida se sobrepuso a la voz de los demás para dejar en claro que la única forma de hacer tan importante elección era de manera democrática. Solo agradecía que hubiese terminado de la forma más sencilla posible.
Un nuevo día se hacía presente, mientras los alumnos de la clase A esperaban a que su profesor les explicase el entrenamiento que llevarían a cabo. Rescates, el trabajo de todo héroe, la emoción poseía el ambiente. Minutos más tarde, todos estaban esperando para subir al autobús que los llevarían a las instalaciones donde realizarían los ejercicios. Todos lucían muy emocionados, cosas que sólo podían pasar en el curso de héroes.
- Layra-chan, ¿estás preparada?
Se giró hacia la voz de Hagakure, la cual solo se podía ver por los guantes flotantes y las botas, no podía evitar sentir ternura cuando la invisible se le acercaba. Aunque no pudiese verla.
- Sí, estoy impaciente. -respondió con una sonrisa e imitando la acción de la contraria, alzando ambos puños a la altura de los hombros.
- Yo también, me pregunto qué haremos. Quizás tengamos que ser salvadas. -vio como uno de los guantes flotantes se apoyaba en su hombro y escuchaba el suave susurro de la contraria.- Tal vez los chicos nos carguen como princesas.
Aquella suposición provocó en la morena un suave sonrojo, no había caído en la cuenta de ese detalle, inconscientemente dirigió su mirada azulada hacia donde se encontraba el pelirrojo junto a otros chicos. No quería pensar en esa posibilidad, sería una completa distracción.
- A mí me gustaría que Todoroki-kun me cargase, aunque no sería muy adecuado, ya sabes.
- No, no lo sería. -le dio la razón, ya que lo mejor que se le daba a Hagakure Toru era pasar desapercibida, por eso no tenía un traje debidamente como el resto.
Escucharon el silbato que Iida estaba haciendo sonar con entusiasmo, haciendo que la joven pelinegra diese un brinco en el sitio y se cubriese los oídos a la par que el delegado daba las indicaciones para subir al bus de manera ordenada, pero no salió como él esperaba.
Una vez llegaron a las instalaciones, fueron recibidos por el héroe Nº 13 que les explicó el peligro que supone utilizar los quircks de forma inadecuada, poniendo el ejemplo su propia habilidad "Black Hole"; dejado aclarado el asunto, el héroe procedió a iniciar la marcha hacia el complejo para poder comenzar con las actividades establecidas para el día.
Al menos, ese era el plan inicial hasta que una extraña sombra apareció en medio de la plaza ubicada en el centro del complejo. Todos se quedaron paralizados mientras la sombra fluctuaba suavemente, como si fuese mecida por una suave brisa, alargándose y agrandándose; quizás fuese parte del ejercicio, pero nuestra protagonista no podía evitar pensar que algo malo estaba a punto de caer sobre ellos.
De la sombra comenzaron a salir villanos, un gran grupo de ellos, por órdenes de Aizawa se mantuvieron en su posición mientras el profesional se disponía a enfrentarse a todos aquellos enemigos.
- Muchachos, tenemos que dirigirnos al refugio. -ordenó el héroe con traje de astronauta, precediendo la marcha para que todos lo siguiesen,
La urgencia inundaba al grupo de jóvenes por presenciar en primera línea un enfrentamiento real, siendo lo más inquietante el hecho de que consiguiesen infiltrarse en los terrenos de la Academia. ¿Cómo lo habían conseguido? ¿Cuál era su objetivo?
La sombra apareció delante de ellos, cortándoles el paso a la zona segura. Se identificó con el nombre de "La Liga de Villanos" y su objetivo era darle al Símbolo de la Paz el descanso eterno; un escalofrío invadió a cada uno de los jóvenes que escucharon aquellas palabras. Sin darles tiempo a la sombra para reaccionar, Kirishima y Bakugō se lanzaron al ataque sin ningún miedo antes de que Nº 13 pudiese utilizar su quirck, en ese momento la sombra los envolvió a todos, dejándolos en una completa oscuridad.
Layra se sentía asustada y abrumada por todo lo que estaba sucediendo, sentía que el aire se iba de sus pulmones y caía en la oscuridad, sin saber muy bien si llegaría a alcanzar una superficie. Después de unos instantes que le parecieron una eternidad, cayó en una superficie dura y cálida, parecía un cuerpo. Los quejidos que escuchó bajo ella fueron la confirmación suficiente, abrió los ojos y se topó con que había caído encima de Kirishima; su cara adquirió una tonalidad rojiza más potente que el cabello del contrario, apartándose apresuradamente y notando que Mina y Bakugō también estaban en el lugar, una estancia en uno de los edificios del complejo.
- Esa ha sido una buena caída, Layra-chan. -la voz de Ashido sonaba con cierta picardía, el tono iba acorde con la mirada dirigida a sus dos compañeros.
- No digas tonterías, Ashido. Fue un accidente. -espetó el pelirrojo con molestia.
- ¡Ya dejaos de tanta mierda, tenemos compañía! -exclamó el rubio con su característico mal humor, posicionándose para atacar o defenderse de los villanos que estaban apareciendo.
Kirishima se puso en pie rápidamente para colocarse al lado de su compañero y las chicas permanecían en la retaguardia. Ninguno de los cuatro podía saber si los demás estaban también en la estructura o repartidos por diferentes lugares del campus, si los villanos también estaban repartidos o los demás profesores estaban lidiando con el mismo problema.
- ¡MUERE! -era la exclamación que más se escuchaba por parte de Katsuki, mandando a volar a los villanos que se acercaban a él o viceversa. Dejándolos completamente K.O en solo pocos movimientos.
Kirishima tenía ambos brazos endurecidos mientras se enfrentaba a otro armado con espadas, Mina lanzaba su ácido, creando paredes que la cubrían de ataques y, a su vez, a su compañera y Layra utilizaba un látigo, haciéndolo danzar en el aire para engancharlo al primer villano que se pusiese en su rango de alcance, ¿una ventaja? las descargas eléctricas que les propinaba para dejarlos inconscientes.
Una vez que el último cayó al suelo, la chica de tez rosada agito sus manos de un lado a otro a la vez que se quejaba de aquella situación, exteriorizando las mismas preguntas que sus tres compañeros.
- Si no nos hubiésemos lanzado hacia esa niebla, 13-sensei podría haberla succionado. -las palabras de Kirishima daban a notar que se arrepentía de aquella acción.
- A mí me preocupa que hayan expresado su objetivo. -la pelinegra mostró una expresión preocupada y tanto Eijiro como Mina entendieron de lo que estaba hablando.- Pero está claro que estos tipos no serían los que acabarían con All Might. -con esa afirmación dirigió su mirada hacia las personas que estaban inconscientes en el suelo.- Deberíamos intentar volver...
- Vosotros haced lo que queráis, yo iré a acabar con ese tipo. -la voz grave del rubio cenizo se hizo escuchar en la estancia, dejando ver una determinación que dejaba en ridículo la de los demás.
- ¿Eh? Pero eso sería peligroso. -exclamó la rosada con temor, pensando que tendrían que seguir al rubio en lo que, para ella, era una acción suicida.
- No sería inteligente, Bakugō. -Layra le dio la razón a su compañera, aunque en un tono más normal.
- Dejaos de gilipolleces, el tipo de la niebla es la ruta de escape de los demás. Cuando lo derrote estos debiluchos no tendrán forma de huir. -exclamó el susodicho, asustando a ambas chicas, más a la pelinegra que a la rosada.- Oye, maldita Wikipedia. -dijo ya en un tono más normal hacia Layra.
- ¿Wikipedia? -repitió la mencionada con confusión y cierto asombro. ¿Por qué ese chico sentía la necesidad de ponerle motes a los demás?
- Tienes sentidos desarrollados, ¿no? Pues utilizalos y dime dónde está la puta sombra. -aquello no parecía ser una petición, todo lo contrario, una orden.
- Bakugō, no deberías ser tan grosero. -lo regañó el pelirrojo, saliendo en defensa de la chica, quién no salía de su conmoción por recibir semejante apodo despectivo.
- Está bien... -el susurro apenas fue audible para los demás que la miraron con sorpresa de que aceptase ayudar al rubio después de tratarla de aquella manera.- Solo necesito un poco de silencio.
Sin darles tiempo a decir nada, se dirigió a una de las ventanas para visualizar el exterior, cogiendo aire suavemente, cerrando sus ojos. Siempre se decía que a falta de un sentido, los demás se agudizaban, lo único que tenía que hacer era escuchar y oler; en su mente pudo visualizar la zona en la que se encontraban, así que trato de ir más allá. Sintió algunas nauseas por el esfuerzo, pero eso no le impidió escuchar lo que estaba sucediendo y oler algo que la inquieto de sobremanera.
- Iida ha conseguido salir... -informó a sus compañeros, quienes mostraron cierto alivio al saber esa noticia, si el delegado consiguió escapar, eso quería decir que la ayuda no tardaría en llegar.- Pero...
- ¿Pasa algo, Layra-chan? -preguntó la chica ácida al ver su expresión asustada y preocupada.
- Aizawa-sensei... está herido. -soltó con cierta duda por la posible reacción de sus amigos.- Y no es que sea algo leve, he podido percibir el olor de la sangre... en una gran cantidad.
Alzó un poco la cabeza para ver los rostros de los presentes: Kirishima lucía sorprendido, Mina era una mezcla de sorpresa y miedo, y Bakugō, por un momento, le pareció verlo sorprendido, sin embargo rápidamente cambio su expresión por la habitual.
- ¿Dónde? -preguntó en un tono exigente.
- En la plaza central... -respondió con cierto servilismo, puede que hace poco que se conocían y no interactuasen mucho, pero sí podía afirmar que una vez que Bakugō decidía algo. No se detendría hasta llevarlo a cabo.
Antes de que el rubio pudiese marcharse, Kirishima lo detuvo con la nueva visión de que su compañero era alguien genial y varonil, determinado a seguirlo en su plan. La rosada no estaba tan segura de que pudiesen hacer tal cosa.
Se disponían a salir de allí, con Bakugō iniciando la marcha y Layra quedando la última; pero esta última solo pudo dar unos pocos pasos antes de caer de rodillas al suelo.
- ¿Layra-chan, estás bien? -preguntó Mina con preocupación, acercándose a ella para ver su estado.
Kirishima también se acercó para comprobar el estado de la chica.
- Lo siento, solo estoy un poco mareada. -se disculpó algo apenada de estar en esa condición, a veces su quirck le jugaba malas pasadas.
- ¿Es por usar tu quirck? -volvió a preguntar Ashido sin abandonar su preocupación, dando de lleno en cierta forma con su pregunta.
Solo pudo dar un leve asentimiento, cuando trataba de pasar el límite siempre sufría algunas consecuencias: visión doble, náuseas y dolor de cabeza. Siendo el resultado un estado lamentable.
Les iba a decir que se fuesen sin ella, pero unos brazos alzándola en el aire la sorprendieron; abrió los ojos para comprobar que Kirishima la había alzado en brazos.
- K-Ki-Kiri... -de los nervios ni siquiera podía articular bien las palabras, parecía Midoriya.- ¿Qu-Qué haces...? -pudo decir finalmente tras varios intentos que resultarían cómicos, pudo hacer la pregunta.
- Llevarte, por supuesto, no vamos a dejarte aquí sola. -habría sonado bastante serio de no ser porque él también estaba comenzando a sonrojarse.
- Si que os lleváis muy bien. -la voz de Ashido sonaba con sagacidad, en su opinión estaba viendo lo que podrían ser los inicios de un gran noviazgo.
- No es nada de lo que piensas, Ashido. -el de Kōka apartó la vista a cualquier parte que no fuese la rosada o la chica que estaba en sus brazos.
- Dejaos de putas cursilerías. -la voz de Bakugō les sacó a los tres de su conversación para luego seguirlo cuando echó a correr fuera del edificio.
Aún había un buen trecho para que llegasen a la plaza central, por lo que tendrían que correr un poco.
- Peso mucho... -susurró la de orbes azulados al contrario, un intento de que la bajase y de esa forma no se sintiese tan avergonzada.
- Qué va, eres sorprendentemente liviana. -fue el comentario que soltó Eijiro, dejándole ver una sonrisa.
Quizás fuese por la perspectiva de la chica, pero le parecía bastante genial.
- ¿Sorprendentemente? -repitió al caer en la cuenta de lo que había dicho en realidad, sintiéndose repentinamente ofendida.
¿Cómo que "sorprendentemente"? ¡No estaba gorda!
- Kirishima. -lo llamó Ashido con un tono de regañina.- Nunca le digas eso a una chica. Está mal.
- ¡Qué os calléis, hostia! -exclamó el rubio, haciendo rechinar sus dientes por el enfado que tenía encima por escuchar a sus compañeros con esas estupideces.
Mientras tanto, Midoriya intentaba salvar a la chica rana de ser desintegrada por la habilidad de aquel villano cuando un gran estruendo se hizo escuchar. La gran puerta de entrada había sido arrancada de sus visagras y una gran cortina de polvo se hizo presente únicamente en esa zona, a medida que este se iba dispersando, se pudo apreciar una alta y musculosa figura; con un firme paso al interior, se hizo ver el nuevo individuo. Las miradas de alivio y admiración aparecieron en los jóvenes rostros que estaban presenciando aquella entrada.
- Ya todo está bien, porque... ¡yo estoy aquí! -exclamó el gran héroe con una feroz mirada hacia los villanos.
- ¡All Might! -gritaron todos, algunos con expresiones de alivio y otras con lágrimas en los ojos.
- ¡Estamos salvadas! -proclamó Ashido mientras lloraba y dejaba oír unos pequeños sollozos.
Más lágrimas se podían ver en el rostro de la ojiazul, pero ella no sollozaba como su amiga, simplemente observaba al héroe con alivio. Sabiendo que podría acabar con los villanos fácilmente.
El héroe profesional se movía a tal velocidad que el ojo humano no podía seguir la trayectoria de sus acciones, los villanos que quedaban caían como moscas tras un golpe de sus puños; así como también salvo a los tres estudiantes y a un inconsciente Eraser.
- Yo me encargo a partir de aquí, jóvenes. -sus palabras fueron pronunciadas con una seriedad que iba acorde con la mueca que se había formado en su rostro, no era la típica sonrisa que mostraba en los medios o en las clases.
Los adolescentes procedieron a cargar con su profesor de aula para llevarlo a una zona segura, incluso Midoriya se detuvo para advertir al héroe sobre los villanos, en concreto de aquel que detuvo uno de sus golpes sin salir ileso.
- Todo estará bien, Midoriya my boy.
【 𝓟𝓵𝓾𝓼 𝓤𝓵𝓽𝓻𝓪 】
Hallo~
Aquí dejo resubido el capítulo 3, espero que os guste.
La Liga de Villanos hace su aparición y los jóvenes de la clase A deben enfrentarse por primera vez a una situación real.
Por otro lado, se ve un poco más los sentimientos de la protagonista por lo ocurrido en el episodio anterior y por todo lo demás; espero haber podido plasmarlo debidamente, así como las otras escenas.
Vuestras estrellitas siempre son bien recibidas.
𝚄𝚗 𝚜𝚊𝚕𝚞𝚍𝚘, 𝙻𝚊𝚢.
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