Sus labios se entreabren, repite mi nombre en un susurro, mis manos suben por su cadera y acaricio delicadamente su piel en el proceso, toma mi cabello y tira de él levemente para que nuestras miradas se conecten, muerde sus labios y su hermosos gestos me hacen perderme en su rostro, bajo de nuevo por su piel y acaricio con suavidad sus nalgas, lo elevo levemente y suspira, junta nuestros labios al momento que decido embestirlo, lento y constante, finalmente decido aumentar la velocidad, deslizo mis palmas por sus piernas, él se impulsa levemente en la cama y aumenta el ritmo, jadea sobre mi cuello, gime mi nombre conforme su frente se perla de sudor y sus ojos se cierran.

Giro con él en la cama, termino sobre él, levantando sus caderas moviéndome sin parar, en algún momento gime fuertemente, sé que he acertado, sé que en este momento lo estoy haciendo delirar de placer y no tiene el más mínimo deseo por hacerme parar, no puede detenerme ahora cuando lo único que desea es llegar al clímax, lo ayudo, tomo su miembro entre mis dedos y jala de mi cabello con fuerza, arquea su espalda cuando finalmente está ahí, manchando su hermosa piel con el líquido blanquecino, su interior se contrae, me aprieta deliciosamente y termino por venirme dentro de él.

Respira con algo de dificultad y acaricia levemente mi nuca con una sonrisa en el rostro, me acerco a sus labios y lo beso suavemente, acostándome a un lado él, abrazando su cadera y respirando el dulce olor de su nuca, lo amo. Pero no me pertenece.

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Lo veo a la mañana siguiente, está en el colegio, camina de la mano con su novio, ChanYeol se pavonea a su lado, él brilla, su resplandor es cegador, todos lo saben, por eso son la pareja más codiciada del instituto, y todos los saben, todos saben que BaekHyun también me pertenece, incluso ChanYeol lo sabe, pero lo ignora, porque BaekHyun no es el tipo de chico que se quede en un lugar por mucho tiempo, BaekHyun no espera ni da segundas oportunidades.

Quiere creer que soy un secreto, que me mantiene en las sombras y sus delirios de excitación con él, pero no es así, es como una llama que se mantiene encendida, se está consumiendo, es la única vela encendida que se consume, y una vez llegue al final todo terminará, no sé qué haré cuando termine de consumirse, pero por el momento, dejo que la llama siga encendida todo el tiempo que sea posible.

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  — Deja a BaekHyun en paz KyungSoo, solo te haces daño y te creas falsas esperanzas.

JongIn se sienta frente a mí, su bandeja de comida tiene arroz, sopa y pollo frito. Toma un muslo y lo muerde sin delicadeza.

  —BaekHyun es más mío que suyo.

Mi vista aún sigue en él, su hermosa sonrisa mientras sostiene los palillos de ChanYeol y lo intenta alimentar provocando que se caiga la comida.

  —Estás perdiendo a tus amigos Kyung, ChanYeol ahora te odia, ustedes eran casi pareja, estaban juntos 25/8 y ahora, ahora estás detrás de su novio.

  —Fue mi mejor amigo JongIn, pero yo le advertí que BaekHyun era mío incluso antes de conocerlo.

JongIn los mira levemente, mastica lentamente y vuelve su vista vuelve a mi, niega.

  —JunMyeon también se fue.

  —Sólo los verdaderos amigos perduran Innie.

Nuestras vistas por fin chocan, él suspira ruidosamente y sigue con su comida, yo no he tocado el tupper de mi madre desde que empezó la hora, aún, cuando se que es hora de volver, no puedo evitar verlo caminar a la salida, ChanYeol me mira con furia, sabe lo que hago y le sonrío con arrogancia, me duele, quema, es terrible ésta sensación cuando él fue la persona más importante de mi vida durante dieciséis años. JongIn se ha ido pero me paro lentamente y entro al salon de clases.

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  —Será mejor que no nos veamos, ChanYeol está sospechando muchas cosas y yo... no quiero que nada suceda —lo miró sin una expresión concreta, sabe que no desea acabar las cosas así, titubea levemente—. Amo a ChanYeol y estar contigo fue un error desde el principio, yo, lo siento.

Me quedo parado en el pasillo, aún sostengo la carta entre mis manos, la acababa de sacar de mi casillero pero ahora quema en mis manos, la estúpida carta. La escribí hace un año, e iba a ser entregada hace un año, pero justamente en ese momento ChanYeol también decidió que sería buena idea declarar sus sentimientos, así pues, fui cobarde y me hice para atrás al final, la carta se quedó en un rincón de mi casillero, justo, como en este momento, donde es colocada en su lugar y cierro la puerta para irme.

  —Te dije que debías dejarlo, BaekHyun lo haría en cualquier momento y no quisiste admitirlo.

  —Estoy bien JongIn, no siento que me estoy muriendo, gracias.

El moreno camina a mi lado en silencio.

  —Me declaré a Krystal —asiento levemente, creo que se a donde llega la historia—. Ella... aceptó mis sentimientos y creo... creo que podemos ser novios.

Paro de repente.

  —Demonios eso es genial JongIn —mi felicidad no es fingida y JongIn lo sabe, aunque no veo una sonrisa en su rostro—. ¿Sucede algo?

  —Estoy feliz por mi, pero debes dejar a BaekHyun ahora y conseguir la tuya propia.

  —JongIn...

  —No Kyung, tienes que buscar hombres solteros, que estén disponibles sin arruinar una bonita relación, tienes que superar a BaekHyun y reconciliarte con ChanYeol, KyungSoo, se alguien, no la sombra de alguien.

Sin más, camina y me deja solo en la acera.

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Mirarlo a lo lejos es una rutina común, ahora que ha deseado cortar las cosas conmigo anhelo, nunca se consumió la vela, él tenía miedo que fuera demasiado brillante y alumbrara de más el camino, decidió apagarla, soplarla y apagarla para que no volviera a encontrar el camino, dejándome caminar solo, tentando su mano en la oscuridad sin encontrarla, como si se hubiera esfumado. JongIn come con Krystal ahora, así como JunMyeon quieren decidir sobre mi vida.

JunMyeon dejó de hablarme hace mucho tiempo, cuando se enteró que lastimaba a ChanYeol desde BaekHyun, no soportó que tuviera un poco de felicidad, para él BaekHyun era mi capricho, él volvió a ChanYeol, JongIn pudo soportarlo pero ahora, ahora solamente soy el chico extraño que se sienta solo en la cafetería, el amante de Byun, el punto negro de la sociedad estudiantil, soy Do KyungSoo, el idiota que dejó ir a quién amaba por uno de sus amigos.

Salí de la cafetería en silencio, mis pasos resonaban en los pasillos, recogí mis cosas y salí del instituto con la carta en la mano, caminando por la ciudad, mirando los altos edificios, el sol que reflejaba en los ventanales y mi paso por fin se detuvo, un parque cercano, las clases seguramente continuaban en esos momentos pero eso poco podía importarme, solo deseaba olvidar de una vez, quizá embriagarme hasta que perdiera la conciencia y me violaran en algún callejón, inyectarme todo tipo de droga por desconocidos que se volvieron mis amigos, o simplemente quemar esa maldita carta y fumar un poco antes de volver al instituto.

El cigarro se consumía entre mis dedos pero todos mis pensamientos seguían donde mismo, atormentando mi mente, carcomiendo cada parte de mi cerebro hasta matarla, BaekHyun siempre había preferido a ChanYeol, aún si yo hubiera perdido el miedo a confesarme él no me aceptaría de la manera que hubiera deseado hacerlo. Cerré los ojos unos momentos, inhalé ruidosamente y regresé al instituto, llegué a mi habitación a tirarme sobre la cama, la puerta se abrió poco después, JunMyeon había vuelto, y hoy, más que nunca, me alegré que nuestra amistad estuviera tan rota que el dirigirnos una palabra fuera veneno.

  —¿Estuviste fumando? Creí que lo habías dejado.

  —No tienes derecho a preguntarme nada JunMyeon.

  —Puedo ir con los directivos y van a expulsarte KyungSoo.

  —No te preocupes JunMyeon, moriré antes de que eso suceda.

Di por concluida la plática cuando decidí sumergirme en mi almohada, dormir hasta que sean las diez de la mañana y faltar a clases inevitablemente. Deseaba estar fuera de este lugar lo antes posible.

*****

Durmió hasta tarde, faltó a las clases de ese día y seguramente tendría problemas con los profesores, pero era lo que menos le importaba. Tomó su cuaderno, el cuaderno forrado de negro, aquel que tenía plasmadas muchas letras de sus canciones, no podía decir que escribía todo el tiempo, que eran su pasión, pero los pequeños párrafos que escribía los consideraba arte.

Se vistió con un pantalón elegante negro y una camisa blanca, la arremangó hasta los codos y peinó levemente su cabello, encima del tocador había una nota de JunMyeon, no se dignó a abrirla, la tomó y la tiró al bote de basura con rapidez, salió con algunos cuadernos en las manos, pronto acabarían las clases del día, buscaría a los profesores y pediría disculpas.

Atravesaba el campus a pasos lentos, a lo lejos encontró a BaekHyun, sostenía un libro, leía atentamente sin mirar al frente, nadie parecía percatarse, despistado como sólo el pequeño cachorro podía ser, no se percató del camión que se aproximaba por la vialidad, su mente se quedó en blanco algunos segundos antes de aventar los libros que llevaba en la mano y correr hasta él.

  —¡BaekHyun! —gritó con fuerza, llamó la atención de varios chicos alrededor, más específicos, sus antiguos amigos, los tres, ChanYeol del otro lado de la calle esperando a su novio, JongIn tomando a Krystal de la mano y JunMyeon a un lado de JongDae y MinSeok sentado a la sombra de un árbol.

Lo siguiente que sucedió pasó a cámara lenta para KyungSoo, BaekHyun había ignorado su llamado, volviendo su vista desinteresado al libro que seguía en sus manos, sus pasos parecían que nunca alcanzarían al pequeño cachorro, escuchó a alguien más gritar "¡Cuidado!" a lo lejos, pero era demasiado tarde, faltaban unos cuantos centímetros más, con toda la fuerza que tenía empujó a BaekHyun, el castaño giró levemente por el fuerte golpe, queriendo reclamarle inmediatamente a quién lo molestó su vista solo percatarse de la asustada mirada que KyungSoo le daba y lentamente, el camión hizo contacto con el cuerpo del pelinegro.

"¡KyungSoo!" intentó gritar, pero su voz no salía, su garganta se secó rápidamente, el libro quedó en el olvido, el tiempo volvía a su velocidad normal y KyungSoo terminó a varios metros del cruce peatonal.

  —¡¡KYUNGSOO!! —se levantó rápidamente del suelo, corrió hasta el chico y levantó suavemente su cabeza del suelo, descansaba en un pequeño charco de sangre, sus manos se entintaban, su ropa también se manchaba de sangre, sus ojos se llenaban de lágrimas, empezaba a temblar—. KyungSoo, no por favor, KyungSoo.

Su camisa blanca absorbía la sangre, se manchaba en pequeñas cantidades conforme los segundos avanzaban, reaccionó levemente, abrió sus ojos con dificultad, si esa era la última escena que vería antes de morir, era el paraíso.

  —Te amo, tanto —dejaba que la inconsciencia  se apoderara de él, aún con la desesperación de BaekHyun, quien le pedía mantenerse ¿ChanYeol se había acercado? No sólo ChanYeol, JunMyeon y JongIn estaban cerca, otros alumnos los rodeaban con curiosidad y finalmente, su vista se desvaneció por completo, aún con el lloriqueo de BaekHyun en el fondo.