Capítulo 1: Dentro de mi historia
Muchos jóvenes pasaban con mucho entusiasmo entre un camino pavimentado, algunos iban de dos hasta cuatro personas, números comunes que delataban la buena vida social que tenían.
Todos y cada uno iban caminando en la misma dirección.
Algunos de ellos iban con rostros felices, otros un poco asustados, ansiosos y algunos no parecían verse tan apasionados como para decir que estaban disfrutando de la juventud.
Todos llevaban un mismo conjunto de ropa demasiado familiar. El aspecto de ese conjunto de ropa que llevaban eran más académicos. Uniformes escolares para ser más exactos, aunque no recordaba que hubiera algún instituto que tuviera uniformes como esos.
Sus sacos y pantalones eran blancos, los bordes de éstos eran algunos variados, algunos de color rojo, otros verdes y otros amarillos. Por debajo llevaban una camisa negra y corbata que jugaba con los mismos bordes de los tres colores variados. Y los clásicos zapatos negros que todo alumno debe de tener.
Mientras más los veía más comenzaba a recordar de dónde venían esas ropas. Si, por supuesto que ya debía de saberlo cuando las ví, eran uniformes que venía de mí novela que había estado escribiendo por años, pero ahora…
¿Por qué la gente los está usando?
Nunca le mencionaron un merchandising como este o desconocía que hicieran está clase de promoción la novela.
Me quedé embobado mientras más miraba a los estudiantes pasar con esos uniformes que se suponía que eran de MÍ propiedad creativa. Pensé primero en buscar un abogado antes de hacer la demanda de copyright. Me estaba ofendiendo mucho con esto.
— ¿Disculpa? ¿Qué haces estando allí?
Una voz que se oía un poco lejos se iba acercando a mi izquierda, viendo a un joven que llevaba el mismo uniforme que todos los que habían pasado de antes.
Ese joven era delgado, su cabello lo tenía recogido y llevaba unos lentes circulares.
Está sería el primer el primer estudiante promedio en toda la palabra que había visto hoy, y que se dirigía a mí, a una persona mayor que él que rondaba de unos 28 años.
Pese a ser un tanto "nerd" con esa apariencia no podía decir nada negativo de su aspecto. En cierta forma se ve bien y su cara ayudaba mucho para verse algo… ¿lindo?
— ¿Hola? ¿Sucede algo?
—Oh, lo siento mucho. No es nada, solo estoy un poco cansado —confesé mientras me frotaba la nariz pensativo—. Ver a los estudiantes yendo a clases me genera cierta nostalgia de cuando iba a la preparatoria. Es vergonzoso 'ttebasa.
— ¿De que hablas? —el chico me siguió mirando con extrañeza— ¿No eres uno?
—Oye, es alargador que me digas que me parezco alguien muy joven, pero no lo soy.
— ¿Por qué lo dices?
— ¿No es obvio? Ya pasé por esa etapa. Y créeme, para alguien mayor que tú, solo puedo aconsejarte de repasar lo suficiente para los exámenes. Me lo vas a agradecer si llegas a pasar los exámenes.
—Disculpa pero… ¿Por qué hablas como si fueras un adulto?
— ¿Eh? ¿Acaso no tienes los lentes limpios? Yo soy un… ¿Huh?
Me quedé algo atónito ante la afirmación del chico. Cuando empecé a ser conciente del entorno, me di cuenta que estaba sentado en una banca de madera que estaba por la orilla del camino que iban tomando los estudiantes pasaban.
Aún así, eso no era lo verdaderamente preocupante e importante, sino más bien fue lo que noté a continuación.
Me miré de abajo y para sorpresa mía, mi ropa era completamente diferente, era MUY diferente. Sin embargo, lo que más me confundió fue en tener el mismo uniforme que todos los jóvenes que habían pasado y del que tenía aún lado.
Me sentía avergonzado e incómodo en tener que usar uniforme de estudiante después de casi más de 10 años.
No solo eso me sorprendió, mis manos estaban muy limpias, más de las que estaban hace el día de ayer. Después de todas esas botanas que había comido y no me lavé las manos…
— ¡Eeeeeh!
Mis sorpresas se acomulaban hasta hacerme pararme de pie. Me inspeccione todo el cuerpo con el uniforme puesto. Veía mis brazos más delgados de lo normal, mi condición física la sentía muy diferente a lo usual y mi cuerpo más liviano. Parece que había bajado peso inexplicablemente sin haber movido un solo dedo.
Traté de buscar en mi bolsillo izquierdo o derecho mi celular.
Para mí otra desafortunada sorpresa no lo encontré, sino otro que no reconocía y estaba mucho más avanzado y muy caro. Me asusté tanto que, hasta pasó por mi cabeza que lo haya robado inconscientemente.
En cuanto miré el reflejo de la pantalla del celular, observé el rostro de un yo más joven. Quedé mucho más pasmado.
Lentamente toco mi rostro, las mejillas, frente, mandíbula y cabello. Era como verse en una foto de hace tiempo, en mis días de juventud.
Lo trataba de asimilar todo de golpe, pero aunque sonaba y veía extrañamente increíble, no había duda que había rejuvenecido. Por alguna extraña y desconocida razón volví a ser un joven de al menos unos 16 años de edad.
La diferencia aquí era mi cabello estaba algo largo que me bloqueaba un poco los ojos. Ese aspecto era el mismo de hace algunos unas horas antes de estar en esta situación.
Hasta no hace mucho tenía unas ojeras por las veces en las que me quedaba hasta tarde por los turnos nocturnos que había tenido por mi trabajo de medio tiempo.
Mi largo cabello sin cortar era lo único que seguía estando igual, el resto estaba igual como cuando era más joven. Sus mejillas seguían teniendo esos característicos bigotes de herencia de su padre, estaba limpio. Todo se rebobino al aspecto suyo del instituto.
—No se que te pasa, pero deberías de darte prisa, o llegarás tarde a la ceremonia. Ya está por empezar.
El chico se alejó rumbo para el mismo camino que los demás estudiantes iban, pero él se fue con algo deprisa, dejándome completamente atónito mientras lo veía alejarse más.
Yo seguí sentado mirando ahora la nada con los ojos muy abiertos y llenos confusión mientras miraba ambas manos.
¿Cómo fue que pasó esto?
***
— ¡Como su directora, les doy la bienvenida a todos ustedes! ¡Nuestro siguiente orgullo para la siguiente generación!
Proclamó una mujer estaba a lo lejos, se encontraba al frente de un montón de alumnos sentados en unas gradas de cascada.
—Yo, Tsunade Senju, les hablo a todos ustedes que se el día de hoy se unen a nosostros. Como directora de esta gran institución. No tengo palabras mas adecuadas para expresar lo mucho que agradezco de corazón por tenerlos aquí.
Fuertes aplausos sonaron por todos lados.
Yo por mi parte estaba observando desde una parte del gran auditorio al aire libre. Entre donde estaba habían más de 2,000 nuevos reclutas.
Todos se tenían su atención en la mujer mayor que estaba al frente de la explanada. Ella estaba con las manos en un escritorio y con un micrófono desde su mano izquierda.
Un discurso como ese era lo más motivador para cualquiera que tuviera sueños simples y obvio que sabía que en como estaba prosiguiendo el discurso de esta mujer.
Ahora mismo no solo estaba dando la bienvenida a todos aquí. Y si estaba en lo correcto, ahora llamará a algunos reclutas de los presentes de la multitud. Específicamente, unos tres.
—Ahora. Cómo muestra del orgullo y esfuerzo de los presentes aquí, me gustaría hacer mención y llamado a algunos alumnos con la mejor calificación de ingreso.
Todos en el auditorio guardaron silencio en cuestión de segundos, absortos en la mujer mientras se escuchan que se aclaraba la garganta a través del micrófono.
—Nuevo miembro de la academia Hunters, HELCO. Recluta Rango B, Kagura Karatachi.
Llamado al escenario de donde estaba la directora, Kagura Karatachi se acercó con la cara poco rígida como si estuviera nervioso.
Todas las miradas de la gente se dirigieron hacia el chico, como si de una celebridad se tratase.
—¿Él es Kagura Karatachi? Wow.
—Tiene un aire tan elegante.
—Es tan guapo…
Varias mujeres observaban con admiración y adoración. Algunas suspiraron y otras solo acababan en un trance mientras miraban al adolescente bajando por las escaleras.
—Como quisiera tener su talento.
—…Por eso la gente dice que el esfuerzo no lo es todo…
—La gente como él termina destacando de todos modos.
—Ese tipo tuvo mucha suerte.
Y como era natural, recibió los celos y la envidia de los jóvenes adolescentes. Comprensible cuando alguien tiene un Don para estas cosas, y los que no, son los desafortunados en quedar hasta el fondo.
Aún sin dar crédito a los eventos que estaban pasando frente a mis ojos, mi atención no pasó de quién estaba teniendo la atención de todos.
Ese joven adolescente era alguien que en definitiva debía ser admirado y respetado.
Kagura Karatachi.
Un adolescente de 17 años. Alguien justo, honesto y trabajador. Aunque proviene de un entorno común, tiene un carácter y un talento sin igual con la espada. Posee un sentido de la justicia y otras características rectas propias de un héroe, como esas historias comunes del bien y el mal. Su sangre viene de una familia especial que no ha revelado a nadie.
Ese era la clase de persona que es y que será él.
—Tambien presentar al siguiente miembro. Alumna de la academia Hunters, HELCO. Recluta Rango B, Sarada Uchiha.
La siguiente persona se puso de pie y prosiguió a levantarse de su asiento mientras bajaba también las escaleras.
Ella era una persona perteneciente a una familia adinerada y su apariencia atractiva también rivalizaba como la de Kagura.
Parte de su atractivo femenino era su largo cabello suelto, sus lentes que desprendía su inteligencia y también su figura, aunque no sea tan exagerada.
El público se agitó de la misma manera que cuando Kagura se acercó al escenario. La envidia y los celos se presentaron de la misma forma, al igual que también las alabanzas.
—¿Por qué tenía que ser Uchiha?
—Se dice que sus notas fueron de las mejores este año. Debe ser muy estudiosa.
—Sí, he oído hablar de ella. Sus habilidades en combate dicen que son buenas.
—…Con todo eso sinceramente yo podría haber hecho más cosas que ella.
Al igual que antes cuando Kagura había sido llamado, fuí rodeado por los comentarios de los demás alumnos que tenía a mi alrededor de mi asiento. Fue un poco molesto, pero solo me mantuve viendo escéptico a la adolescente que iba al escenario.
Todo de ella estaba perfectamente plasmado a lo que reconocía y sabía sobre su persona.
Sarada Uchiha.
Siendo alguien de 16 años y con la media sangre de una familia importante, fue esforzándose para representar orgullo a su apellido. Es una chica energética y trabajadora. Aunque fuera siendo una chica rica y de alta clase, nunca pasó a ser alguien tan narcisista y elitista. Siempre con el objetivo principal para ser alguien como su padre. Posee también un sentido de la justicia que la llevará a la cúspide de los más altos.
Para mostrar su posición como Uchiha, subió al escenario. Su rostro mostraba lo serena que se encontraba, pero estaba claro que se encontraba feliz por dentro al ser llamada.
Los dos reclutas que han sido llamados estaban ahora a unos metros por detrás de la misma directora mientras estaban siendo el centro de atención del lugar. Las dos estrellas.
Aún así, debían de ser tres.
Faltaba una persona más que debía estar con ellos, pero obviamente no está y la directora lo menciona ahora.
—Tambien tenemos a otro recluta más, pero desafortunadamente hoy no pudo asistir por unas cuestiones personales —se oyó el lamento entre las disculpas de ella—. Sin embargo, se agradece a esa persona por su tan altas notas y ser nuestro recluta de Rango B.
—Me pregunto quién será la otra persona.
—Posiblemente sea alguien tan genial como esos dos que están allí.
—…Estoy realmente en una academia donde se ven todo tipo de genios.
Tras todo esto mi cerebro me decía que debía de aceptarlo. Lo hice, sin problemas pude mantener parte de la compostura al ver cómo las cosas iban pasando exactamente igual a como predecía.
Todo lo anterior a esos dos talentosos lo conocía muy bien, demasiado bien. De hecho, sabía "todo" de ambos y sobre que será de ellos.
Había una respuesta para eso.
Las cosas que sucedían, las personas que habían y estaban frente a mis ojos, todo eso pertenecía a la historia que yo había escrito.
Estaba dentro…, dentro de mi historia.
—Con eso dicho, una vez más me gustaría en presentarles a estos reclutas a nuestra academia y su gran desempeño en los exámenes de entrada que fueron extraordinarios.
Todos aplaudieron con fuerza. Dejando de lado la envidia, y las frustraciones, en su lugar se llenó de tantas miradas de admiración e inspiración. Y con ello todos comenzaron a aspirar alcanzar el nivel de esos dos adolescentes.
Los fuertes aplausos dieron el comienzo de una etapa para todos los presentes en el auditorio, eso incluía a los dos personajes que estaban allá abajo.
Ambos parados uno al lado del otro, los dos se miraron con confianza entre sí. Y aunque las miradas de ambos se veían amigables, dentro de ellos había una rivalidad amistosa por superar al otro con gran pasión. Todo con el fin de alcanzar la cima y el reconocimiento de todos.
Desde mi asiento podía verles de ese modo, eran exactamente a como me lo imaginé y escribi. No había lugar a dudas, estos dos eran personajes de la historia que había hecho con ella.
Sin embargo, si ellos estaban allí y toda la trama principal se posicionada en los dos, ¿dónde se suponía que me encontraba?
Bueno, sorpresivamente estaba lo más lejos del escenario del auditorio. No me consideraba como "uno de los dos mil nuevos reclutas", sino más bien era "un metiche, escurridizo, polizón o un intruso que se había colado en mi propia historia".
Un simple terciario o extra que no tenía nada que ver con los personajes que había creado, y ahora lo estoy viendo en vivo como un don nadie.
Al menos, eso es lo que yo creía.
—Son increíbles, me gustaría ser como ellos, pero solo alcancé a ser alguien de rango E… en los exámenes de entrada. ¿Tu que rango llegaste a alcanzar, Uzumaki-san?
Lo siguiente que pasó fue, que al lado mío me había dirigido la palabra el mismo adolecente que me había encontrado sentado en una banca antes de llegar a este lugar.
Dirigí mi mirada hacia él con algo de duda mientras bajaba mi mirada, inspeccionadolo de arriba a abajo. Su uniforme todo ordenado y muy cuidado.
Las características que tenía, lo eran todo para un personaje que llevaba el papel de ser una buena persona.
Antes de venir aquí revisé su placa de identificación que colgaba por encima del pecho, y cuando lo leí, tenía inscrito el nombre de Denki Kaminarimon.
En ese momento pude entender dos cosas.
Uno, al ser una persona con un nombre, eso iba significando que él tendría un papel eventual para la historia. Y dos, me había topado con uno de los tantos personajes que había hecho, pero en este caso era uno muy secundario.
Cuando apareció a mi hace una hora en aquella banca, estaba tan confundido que no me había percatado de su identidad, pero ahora que tenía la cabeza un poco más fría, estaba claro.
Todos sus rasgos eran idénticos a los que había escrito en la historia, incluso su mismo aspecto de niño bueno tan característico de él.
Un primer personaje hecho a mis manos está al lado mío.
Cómo mencioné antes, no era un personaje tan importante, ni siquiera iba a tener algo que sea digno de alabanzas, después de todo, Denki Kaminarimon solo era un secundario que rozaba un poco a ser un terciario.
Aunque no podía ser un principal por sus capacidades y habilidades físicas, tenía un Don que excepcional que ayudaba a los personajes principales.
— ¿Uzumaki-san?
—Lo siento, pero … No lo sé.
Y eso no era lo que más me sorprendió.
Lógicamente, yo debía ser alguien completamente desconocido. Un extra sin más, y lo era, pero que no debería llevar nombre. Sin embargo, tenía uno, estaba escrito en mi propia placa de identificación.
No era cualquier nombre random que podía ser puesto allí, sino más bien era el mío. Mi propio nombre con el que nací desde pequeño y que mis padres me dieron.
¿Eso era lo extraño?
Si
¿Por qué?
Por dos razones básicas.
Una de ellas era de que mi nombre no debía de estar registrado, es como si mi propia existencia ya había estado mucho antes de que me diera cuenta, pero eso no tiene sentido.
Y la segunda razón. TODO esto viene de una NOVELA que yo mismo había estado haciendo desde internet, osea que es ficción que no debería existir y aún así yo estoy dentro de una escena de esa ficción que yo escribí desde mi computadora.
Me preocupa la forma en como es que tanto yo como mi verdadero nombre están en esta historia, y eso me está inquietando mucho.
Trato de pensar en ello, pero con todos los sonidos de los que están a mi alrededor me es imposible concentrarme.
Me parecía una clase de broma muy bien planeada si está fuera solo una forma de hacer burla a mi historia. Sin embargo, esa idea fue descartada en seguida.
Nadie podría hacer una broma como está.
Si esto está pasando, al menos…, ¿no debería ser yo uno de los dos en el escenario?
Digo, he visto esta clase de situaciones en mangas o novelas en las que uno siempre reencarna o su alma para al protagonista, pero yo solo soy uno más de la multitud de los NPC.
—Vamos, ¿en serio no lo sabes? —volví a oír a Denki Kaminarimon a un lado mío— ¿Acaso no hiciste el examen de entrada?
—No lo sé.
Una vez más, no lo sabía.
Estaba en el mundo de mi historia que escribí con mi amiga, y estaba como mi personaje propio y con mi verdadero nombre y aspecto. Aparte de ser también un recluta que está por entrar en la Academia Hunter, un escenario muy primordial para lo que irá la trama.
Con todo eso pensado yo seguí observando toda la ceremonia de entrada mientras toda la atención del público iba hacia los dos grandes personajes que serían importantes en los próximos años.
Y aquí, su mismo "padre" que les dió vida estaba viéndolos como mota en polvo entre todos los demás que al igual que ellos está por entrar a la misma academia.
Suspiré mientras levanté las manos para seguirle la corriente a todos.
PLIN
Al hacerlo momento en el que estaba por dar mi primer aplauso, segundos después una pantalla flotante apareció en frente de mí de un color azul. Tenía una especie de símbolo raro que no podía en identificar, nunca lo había visto.
— ¿Pasa algo, Uzumaki-san? —preguntó el joven Kaminarimon desde mi lado.
A juzgar por su reacción, no parece que fuera viendo lo que tenía delante, lo que me intuía que es algo que solo yo podía ver. Aún así, no dejaba de ser algo escalofriante.
Instintivamente levanté la mano, intentando en alcanzar lo que era esta ventana extraña. Esperé que mi mano lo atravesara, pero en vez de eso logré tocarlo. Se sintió como algo sólido como el vidrio y dió una sensación como los celulares de tipo touch.
Se oyó un click tras tocar eso y de pronto apareció ahora un mensaje que iba pasando por mi cara.
=> Aviso.
[Bienvenido autor.]
[Los servicios del sistema que se le dará estarán pronto a su disposición. Se recomienda terminar el tutorial para comenzar con el '???'.]
— ¿E-Estoy… Estoy soñando 'ttebasa?
Aunque mi pregunta salió de mi boca sin siquiera pensarla, no quitaba el hecho de que entendía muy bien que esto estaba pasando.
Algo muy extraño estaba sucediendo y ahora sentí que estaba atrapado luego de recibir un mensaje como este.
***
A/N: Bueno, aquí doy mi presentación para el inicio de la historia que había estado planeando hacer desde hace un año, pero por fin me atreví a publicarla.
Siempre me ha interesado hacer una historia de este género tipo sistema, al igual que estar en una especie de "simulación" que obviamente no voy a revelar en lo que es para no spoilear lo que está sucediendo.😆
Seguiré publicando unos capítulos más el día de hoy, ya que los tengo unos dos listos, solo me falta darle un poco de cosas y ya los iré sacando.
Además, está será mi primera vez haciendo una historia completa desde la perspectiva (POV) de Boruto sobre lo que irá narrandose la trama🙏🏻
¡Nos leemos después!
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