El chico del árbol

La música inundaba cada rincón del lugar dejándose ver que el baile de primera habia empezado.

Sabito estaba al lado de su padre mientras veia a los nobles vistiendo sus ropajes caros y sofisticados para aquella ocasión, mientras bailaban y hablaban entre ellos.

Entre toda la multitud, sobresalía unos lindos y arreglados cabellos azabaches, junto a esos ojos azules como el oceano profundo. Sabito debia admitir que aquel chico asi vestido, se veia igual a un joven noble de una familia de demasiado poder. Aparte de lindo, obviamente.

Giyuu por otro lado, estaba totalmente impresionado por todo lo que habia en ese lugar, la decoración, las diversas flores y de diferentes tipos, los olores, todo. Hasta la comida se veia bien sobre las mesas con manteles elegantes y costosos, sin duda que en ese momento se sentia como un noble, aunque por dentro no se sentia como tal y siempre seria el mismo campesino nacido de baja cuna.

Algunas chicas lindas no dejaban de mirar a Giyuu con encanto, pues a ojos de ellas, el chico a pesar de parecer de 13 años, les parecia muy lindo y guapo al punto que entre ellas estaban tratando de concordar el quien bailaria con el.

Sabito inmediatamente noto eso y trató de no soltar una risa, pues Giyuu ni estaba enterado de lo que pasaba con aquellas chicas, si no que en cambio parecia mas concentrado admirando las flores del lugar con sumo cuidado y demasiada curiosidad, como si no hubiese visto unas en toda su vida. Aunque bueno, puede que no de diferentes tipos, pues la gran mayoría de las que demoraban el salón, eran difíciles de conseguir, ya que la mayoría, se adquirian con una cantidad razonable de dinero.

El baile tendía a ser elegante y sin duda, con gracia, parecía que todos los que esaban alli bailando, sabían perfectamente lo que hacian.

— Oiga, usted, ¿Desea acompañarme a bailar en esta pieza? — Preguntó de manera delicada una joven de cabellos negros con puntas moradas. — Si no lo desea, lo entenderé.

Giyuu miraba a la chica algo nervioso, pero al final decidio aceptar para no quedar mal al frente de aquella chica tan linda y empezaron a bailar aquella pieza del baile.

Para Giyuu era algo difícil tratar de bailar bien, pues ciertamente no sabia bailar, solo trataba de copiar los movimientos que habia visto en otras parejas a pesar de que estos fueran algo torpes y sin sentido.

Al finalizar la pieza, la chica dejo Giyuu mientras se iba a hablar con sus amigas toda emocionada como si hubiera conseguido un tipo de trofeo o algo parecido. Por lo cual, Giyuu no presto tanta atención y solo se fijo en el "Chico Del Arbol" como el lo tenia apodado, viendo como este miraba serio a todos y terminaba de hablar con una chica la cual parecia haberle estado coqueteando.

Los ojos violetas de Sabito se encontraron con los de Giyuu sacandole una sonrisa llena de  complicidad a ambos y luego una tierna risa que hizo que el corazón del otro se sintiera tranquilo.

Sabito se acerco a Giyuu y lo agarro de la mano para luego sacarlo de la pista de baile y escapar con el del salón sin ser vistos por los demás, guiandolo así con cuidado a las escaleras y finalmente llegando a un balcón con unas cortinas rojas de tercio pelo. Alli, se aferraron ambos a las barandas riendo como si de dos niños pequeños se tratara.

— ¡Esta ha sido la mejor noche de mi vida! Te lo agradezco mucho, chico del arbol. — El de cabellos melocotón al escuchar esas palabras no pudo evitar sonreir.

— Sabito. Llámame Sabito. — El ojivioleta podia asegurar que luego de decir eso, pudo ver un brillo especial en los ojos de Giyuu.

— Sabito.. Tienes un lindo nombre. — Giyuu sonreia con inocencia mientras que el pelo melocotón sintio su corazón later con fuerza.

Luego de ello, ambos se fijaron en el cielo nocturno donde las estrellas brillaban con intensidad mientras la música que provenia del salón se escuchaba de fondo, haciendo que en la mente de ambos chicos hubiera paz y tranquilidad.

— Gracias. — El de cabellos azabaches lo miro confuso por aquel agradecimiento.

— ¿Por qué me agradeces? — Eso solo hizo al pelo durazno ampliar mas su sonrisa. — No he hecho nada para que me agradezcas.

— En realidad.. — Hizo una pausa para luego continuar. — Cambiaste esta noche monótona y aburrida, por una divertida e interesante. — Giyuu lo escuchaba con atención y lo volteo a mirar. — Normalmente estos bailes suelen ser muy aburridos para mi, pero con tu compañia, me siento mas tranquilo en paz, por primera vez en años, me divierto.

Giyuu solo sonrió y atrapo al contrario en un calido abrazo lleno de felicidad y paz.

— No me agradezcas, Sabito, gracias a ti es que estoy aqui, tomalo como mi forma de agradecerte.

Sabito no pudo evitar sonreir mas y corresponder a su abrazo, y sin darse cuenta, finas lágrimas empezaron a bajar de sus ojos recordando esos momentos donde Sabito solia pasar el tiempo con su difunta madre. Giyuu era como el reflejo de ella, tranquilo, sereno, con su pizca de inocencia pura, era perfecto.

— ¡¿P-porque lloras?! ¡¿Hice algo mal?! — Sabito río algo divertido por la preocupación ajena y negó.

— Solo me siento tan agradecido, lamento asustarte de este modo.

Se quedaron un rato callados hasta que Sabito le ofrecio su mano a Giyuu confundiendo bastante sl contrario.

— Este chico tan lindo, ¿me quiere conceder una pieza? — esto hizo que una risa escapara de los labios de Giyuu para luego tomar la mano ajena y asentir.

— Encantado.

Dicho esto, ambos empezaron a bailar con la música de fondo, Giyuu seguia siendo algo torpe al bailar, pero con Sabito guiandolo, era muchisimo más fácil el intentar bailar.

Pasaron varios minutos hasta que acabo la música haciendo reir a ambos muchachos quienes se habían divertido bailando. Tal cosa que solo las estrellas y la bella luna, fueron testigos de aquella danza llena de sentimientos e inocencia donde florecia sin duda una nueva amistad.

Giyuu y Sabito se quedaron alli otro rato más hasta que vieron que ya era hora de salir y regresaron con los demás al salón, bailando unas piezas más con personas "extrañas" en palabras de Giyuu, y así hasta que el baile de primavera acabo.

Los dos chicos se despidieron prometiendose el uno al otro que se volverian a encontrar en el mismo lugar donde se vieron por primera vez y así, Giyuu regreso a casa.

No cabe decir que su hermana le metió el regaño del siglo porque Giyuu casi que no llegaba a casa.

Frase del día:

"Así nuestra vida seguira,
al menos hasta el día del adios."

Hola a todos, aqui ranita reportándose!

Porfin les subi nuevo capitulo, lamento en serio la tardanza, a veces me da bloqueo y como que no se que mas escribir.

Les tengo dos noticias y un extra.

1. Estoy escribiendo un nuevo libro del ship Sanegiyuu por si alguien quiere ir a ver, se llama "Ocean eyes" (ojo que es angst, por lo tanto habra menciones de automatación).

2. Ya tengo planeado el final de este libro, no les puedo asegurar que sea feliz o triste, eso ira cambiando a medida del rumbo que tome la historia.

3. Los que sigan la playlist, busquense en ella "Lemon Boy", basado en esta canción es que hare el siguiente capitulo.

Sin nada mas que decir, gracias por leer, cuidense!

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