05

Sehun se sentó en una de las sillas del jardín de la universidad, acababa de salir de clase de anatomía humana; una hora y cuarta analizando el cuerpo de un cadáver lo había traumado. Se arrepentía enormemente de haber escogido una carrera como medicina.

— No puedo creer que no hayas tocado algo más que la piel — se burló Kyungsoo, sentándose en una silla frente a él.

— De saber que tocaría muertos, demonios, ¡Habria escogido economía!, en la promoción de la carrera no venía algo de morgues — hizo una mueca de asco, recordando la expresión del muerto, que para completar, era de un joven.

— Eso se supone que lo sabes desde que decides pagar para el examen de admisión de medicina — Chanyeol también se unió a ellos, tomando de la mano a Baekhyun.

Sehun se hundió en sus asiento.

— Almenos no le toqué el pene como Baekhyun y Han para ver si aún sentía — se defendió viendo a LuHan y Baekhyun; ambos chicos se miraron entre sí y rieron.

Chanyeol desvío la vista hacia las manos de sus novios.

— Nos lavamos las manos Channie — LuHan le mostró las manos .

La mañana apenas comenzaba y aún con la compañía de sus amigos, no paraba de pensar en Hoseok, ¿Le habría gustado el canal de programación que le dejó en la mañana?, ¿Se sentiría solo?.

No le había contado a los chicos nada del espejo, en parte, porque temía la reacción de los demás ante tal declaración y por egoísmo.

No quería que nadie más se enterara de la existencia de Hoseok porque quería que el chico le hablase sólo a él, le compartiera su día a él y le dedicara su hermosa sonrisa solamente a su ser.

Y sin quererlo, en el mes que llevaban de conocerse había modificado gradualmente su acciones del día para llegar a tiempo a casa; terminaba mucho más rápido sus trabajos, hacía tareas en la biblioteca para no tener nada que hacer en casa. Incluso había aceptado el dinero de sus padres que había negado para ya no tener que trabajar en dos empleos.

El efecto que Hoseok tenía en él, era igual al que producía la droga a un adicto; si pasaba un tiempo largo sin él, su mente se desconectaba y sus pensamientos sólo se centraban en la hora para llegar a casa y ver a Hoseok.

Pasó el resto del día escolar junto a los demás, en las clases a las que acudía le parecían monótonas y aburridas, la única que se salvaba era historia; el maestro Wang los había cargado un trabajo respecto a la historia de Corea antigua.

— Ya no estamos en preparatoria para investigar sobre la historia del país— reclamó Baeckhyun, no quería hacer nada en las tardes.

— Lo siento señor Byun, pero lo que hago es hacer que su tiempo se ocupe en algo productivo, no en una relación polígama con el señor Lu y el señor Park.

El resto de la clase estalló a carcajadas, los tres mencionados se encogieron de hombros y enrojecieron las mejillas.

— ¿ Y si yo soy de China? — preguntó Tao.

— Pues hace el trabajo de su país

Tao, Kris y LuHan anotaron aquello en sus cuadernos, tenían una cara de pesar a cuestas; la historia de China tenía más enredaderas que la de Corea.

— Bueno chicos, pueden irse — anunció el profesor, aún cuando no sonaba el timbre.

Los chicos salieron rápidamente del salón y se separaron a sus respectivas actividades después de la escuela; Suho, Chanyeol, Kris y Sehun a sus trabajos y los demás a clases extracurriculares.

Sehun trabajaba en el restaurante de Kimchi cerca de la universidad. Se encargaba de preparar la receta de Kimchi picante. Era una tarea larga si se tomaba en cuenta que su trabajo era cortar las verduras de forma perfecta y luego asarlos y agregarles ají. Lo único bueno de aquello es que le pagaban muy bien por una tarea relativamente fácil.

Tenía que estar varias horas tras una parrilla, haciendo pedidos adelantados para ahorrarse un poco de esfuerzo. 

— Hola Sehunnie — le dijo una voz femenina detrás de él.

Era Irene, la hija del dueño. La chica era mayor, pero se la pasaba acosando a Sehun como si se tratara de una colegiala.

— Hola Joo — saludó de manera cortés. La chica llegaba a ser molesta si se lo proponía y una manera de no notarla era trabajando.

— ¿No estás cansado?

— La verdad es que... — aprovechó una orden que apenas llegaba para evadir a la chica — Tengo una orden, Hablamos luego linda, tengo trabajo y no quiero ser descortés

Irene asintió y salió del lugar, un poco frustrada por su intento fallido.

Sehun aguantó con gran cansancio las horas siguientes de su turno. Contaba en el reloj los minutos para irse a casa. Estaba sucio y sudado por la plancha, los ojos le picaban por el picante.

En cuanto terminó, salió por la parte de atrás, para no tener que encontrarse con la hija del señor Bae.
Y caminó tranquilo hasta su casa.

Entró con cuidado, sacando de manera discreta su segundo juego de llaves, con el cuál abría su recámara.
Suspiró, el chico estaba mostrando su reflejo, viendo una serie en la tele.

— Hola Sehunnie — saludó, moviendo una mano. Al principio, Hoseok saludaba a la manera antigua, con una reverencia, pero apenas entró en confianza comenzó a saludar a la forma occidental que mostraban en las series.

— Hola Hoseok. Estoy cansado — se tiró en su cama.

— Y sucio

— También, además tengo tarea a morir para el lunes.

Hoseok pensó un poco, intentando  decir algo.

— ¿Te ayudo? — sugirió, juntando sus manos — Soy bueno en matemáticas y  lo que quieras.

— Primero me baño

Buscó sus cosas y se quitó la camisa que llevaba. Notó como Hoseok abrió sus ojos de manera desmesurada y sonrió. Almenos tenía reacciones sobre él cada que lo veía.

El chico en el espejo tragó saliva y ahogó un grito cuando Sehun se quitaba los pantalones. Maldito, se la pasaba  mostrando su cuerpo para hacerlo sentir mucho más caliente.

No podía sobrevivir tocándose todo su encierro, necesitaba tocarlo, sentir su piel, sus labios y otras cosas, pero era imposible si no podía salir.

— ¡Demonios! — soltó, sin notar que lo decía en voz alta. Sin notar que Sehun lo escuchaba.

Sehun se retiró al baño, dispuesto a darse una ducha.

•••

  — No desarrolles sentimientos hacia él, por muy guapo y atento que sea contigo no debes enamorarte, es tu pase de salida para no estar encerrado nunca más — se repitió.

•|Cushion|•

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Cushion es una canción de Sonamoo, escuchenla, es súper buena. También unánse al grupo de whatsApp dejando su número o mandando mensaje directo a +52 271 176 52 99.

Emmm... Me dí cuenta de que habrá Lemon, dios, mi primer Lemon 😅.

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