01.11 Wolf's bane

—Hey amigo, Derek nos habló. La policía y los Argent lo están persiguiendo, Scott y yo iremos a ayudarlos, ¿tú vienes? —Stiles habló rápidamente, moviendo a Bill en su cama.

Bill gruñó, se dió vuelta pateó a Stiles hasta tirarlo de la cama y murmuró un "pizza con peperoni para mí".

—Entonces... Sí, mejor te dejo durmiendo. —decidió Stiles y pronto Bill escuchó levemente como unos pasos salían por su habitación rápidamente, trastabillando en el camino pero aún con velocidad.

Sentía sus parpados pesados y no tenía ni la más mínima intención de ponerse de pie, pero lo haría, iría a ayudar a sus amigos.

Vamos, solo unos pasos... Está bien, ya estamos de pie, ahora a vestirnos y...

Bill se quedó dormido.

La próxima vez que se levantó fue con el ruido de la voz del sheriff Stilinski, asomándose por la puerta de la habitación de invitados.

—Oye chico, hablé con tu madre hoy. Tu tía Elisa tuvo un accidente y tu mamá se quedará un tiempo ayudándola, le dije que podrías quedarte aquí el tiempo que necesites, ¿qué te parece?

Bill finalmente abrió los ojos, repasando todo lo que Noah Stilinski había dicho y debatiendose si debía o no decir la verdad.

La tía Elisa está muerta, hace tres años falleció.

—Uhm... Me parece bien, ¿y a usted? —preguntó Bill, sentándose con dificultad en la cama, sentía hambre y le ardían los ojos por estar media madrugada despierto, pero aún así logro enfocarse en mirar al hombre que le dedicó la mirada paterna más comprensiva y le sonrió amablemente.

—Por supuesto que sí, me parece increíble. Además, yo se lo propuse. Parece que te llevas bastante bien con Stiles de todos modos. —comentó Noah.

Bill asintió y lo siguiente que dijo fue un impulso que podría haber contenido si se hubiese puesto a pensarlo dos segundos—. Me gusta Stiles. —declaró, mirando la reacción del hombre que cambió a una un poco entre sorprendida y divertida.

—Sí, lo entiendo, es un buen chico. Serán buenos amigos. —dijo Noah, comprensivo.

Oh, él no entendió que me refería a gustar de gustar...

¿Tal vez debería explicarme mejor?

—Pero en fin niño, Stiles me dijo que no te sentías muy bien así que puedes quedarte hoy en casa y yo llamaré en la escuela para justificar.

Bill casi llora de la felicidad con eso.

Su mamá jamás lo había dejado faltar a la escuela.

—Muchas gracias, señor. —dijo Bill, con todo el tono más genuino y agradecido que pudo obtener aún adormilado.

—Hey, descuida chico. Y no me digas señor, a un joven como yo le sienta mal. Noah está bien. —dijo, guiñándole un ojo con diversión, de esa manera exagerada que los adultos guiñaban y finalmente se retiró de la habitación con unas últimas palabras—. Bueno, te dejaré descansar.

No tardó un par de segundos después de que Noah se fuera a que Bill finalmente termine de despertarse.

Se levantó de la cama, tirando toda la ropa al suelo en su camino al baño y prendió la ducha, hacía demasiado calor y odiaba sentirse sudoroso así que fue el mejor plan.

Por supuesto, habría sido una buena idea cerrar la cortina.

—Oye Billy, sé que te había dicho que tú casa es mi casa, y hasta le dije a papá que hoy no te sentías bien, pero dejar la ropa por todo el pasi-¡Woah...!

Bill corrió rápidamente la cortina, escuchando las risas de Stiles del otro lado.

—No diré nada si tú no dices nada. —dijo Stiles, Bill se asomó para ver como Stiles dejaba caer al suelo toda la ropa que Bill había estado tirando por el pasillo.

—Huh, trato. —afirmó Bill, un poco aliviado de que sea Stiles quien se lo haya encontrado así y no Noah Stilinski.

—¿Cómo dormiste? —preguntó Stiles, acercándose al lavamanos para cepillarse los dientes.

—¿Mhm? —Bill volvió a asomarse con espuma del shampoo cayendo por sus ojos.

Observó como Stiles le hacía una seña de una almohada y ahí comprendió—. Oh, bien. ¿Me dijiste algo mientras dormía o soñé otra vez contigo?

—¿Otra vez? —Stiles repitió divertido, con el cepillo aún entre sus dientes.

Bill se negó a demostrar que estaba sonrojado y siguió—. ¿Y bien?

—Seh, te hablé. Hoy tuvimos una persecución con la policía.

—¿¡Qué!?

Stiles soltó una carcajada, Bill escuchó como casi se atragantaba con la pasta de dientes y el agua, y no pudo reírse bajito mientras Stiles terminaba de escupir todo el agua.

—¿Todo bien?

—Mjhm. —respondió Stiles, finalmente dejándose caer al suelo, sobre la ropa de Bill—. Entonces, nosotros teníamos el auto de Derek, con Scott, mientras Derek iba corriendo. A Scottie y a mí nos perseguía Kate Argent y a Derek mi papá y los otros policías.

—¿Atraparon a Derek? —preguntó Bill, inquieto, cerrando la llave de agua y al instante observando como Stiles le había extendido una toalla limpia por un costado de la cortina cerrada.

—Espera, niño impaciente. Estoy a punto de llegar a eso. Entonces Scott iba manejando pero no quería ir más rápido y yo seguía gritándole que acelere mientras escuchaba por la radio que perseguían a Derek a pie. Pero entonces logramos encontrar a Derek y él se subió a su auto con nosotros, sí sí, estábamos manejando su auto.

—Tiene sentido, ¿si no porqué la policía los estaría siguiendo? —preguntó Bill retóricamente.

Stiles asintió levantándose del suelo y comenzando a caminar hasta la puerta para darle espacio a Bill—. Exacto, entonces estábamos hablando en el auto con Derek, ya sabes, él gritando mientras tú intentas decir una oración completa y entonces, ups, no vi nada.

Bill se sonrojó aún más, y entornó un poco más la puerta, la toalla se había deslizado un poco hacía abajo pero Stiles rápidamente se había volteado.

—¿Y entonces? —preguntó Bill, amarrandose bien la toalla en la cintura y tocando la puerta para que Stiles la abra—. No tengo mi ropa aún.

—Oh sí, vamos. Yo te presto. —señaló Stiles su habitación, retomando una vez más lo que pasó esa noche mientras ambos caminaban hasta la habitación de Stiles—. Entonces Derek nos dijo que la última vez que habló con su hermana descubrió dos cosas. La primera era alguien llamado Harris, que por cierto es nuestro profesor de química si puedes creerlo.

Stiles hizo una pausa, esperando la reacción de Bill que alzó una ceja y murmuró con sarcasmo—. Woah, ¿un profesor de química loco? Jamás podría haberlo imaginado.

—Jaja. Bueno sí, lo sé. Está en cualquier sinopsis de una mala película de terror con experimentos humanos, pero escucha esto —Stiles se detuvo un segundo, caminando hasta su armario y comenzando a arrojarle prendas de ropa a Bill quién finalmente dejó caer la toalla al suelo—. ¡Woah, en serio Billy!

—Tengo ropa interior, exagerado. —murmuró Bill, no sin estar un poco divertido al ver los rápidos reflejos de Stiles para cubrirse los ojos. Stiles lo miró por sobre su hombro y soltó un suspiro de alivio.

—Oh, qué bien. Dudo que la mía te quede. —comentó Stiles, arrojándole un par de shorts negros, una remera gris con una mujer en un caño que decía "I support single moms" y una camisa a cuadros marrón y beige con franjas diagonales rojas.

Stiles es un fanático de las camisas a cuadros, pero para que mentir, Bill comenzó a encontrarles el encanto.

—Sí, seguro me quedaría pequeña. —Bill se burló, encogiéndose de hombros y mirando de reojo la expresión indignada que le dedicó Stiles.

—Este niño, le doy un hogar cálido, con techo, le presto mi ropa y... —Stiles se detuvo, pasando su lengua por la parte interna de su labio inferior—. Okay, eso sonó mucho a mi padre, olvídalo. ¿Puedo seguir con la historia?

—Oh sí, claro. —respondió Billy, metiéndose en la remera de Stiles y asegurándose de no demostrar demasiado su felicidad al sentir el suave perfume que encontraba en cada una de las prendas del mayor.

—Entonces, descubrió dos cosas. Algo acerca de mi profesor de química y... Este dibujo. —Stiles se acercó a enseñarle una foto en su teléfono, era un símbolo de un lobo con un sol detrás y una luna por delante.

—Oh. —Bill lo observó con atención, recordando el momento exacto en dónde lo había visto.

—La Bete du Gévaudan. —leyó Bill, observando la expresión alegre de la chica frente a él.

—Lo sé, tal vez sea un poco extraño pero parece... No te burles de mí, pero parece que mi familia mató a la bestia. —le comentó Allison alegremente, apoyando sus antebrazos sobre la mesa y acercándose más a Bill para señalar algo en el libro—. Mira allí, loup garou —leyó Allison, señalando una parte del libro.

—¿Qué significa? —preguntó Bill, observando como la palabra estaba redondeada con tinta negra.

—Hombre lobo. Extraño, ¿cierto? —le dijo Allison, Bill asintió en silencio decidiendo sus próximas palabras.

Pronto sintió un destello de sol contra su ojo, y se fijó que el collar de Allison lo estaba reflejando.

—Oh, lo siento. Es nuevo. ¿Te gusta? Es de familia, mi tía me lo regaló para mi cumpleaños. —Allison se lo enseñó más de cerca y Bill lo evaluó a detalle, sabiendo que después debería contarle a León de ello.

Un lobo parado en cuatro patas con el sol detrás y la luna por delante.

—El collar de Allison. —dijo Bill, desviando la vista del teléfono de Stiles a su rostro, que lo miraba atentamente y con sorpresa.

—Comenzaré a creer que eres un vidente o algo así, ¿cómo es que lo sabes todo? —se quejó Stiles a modo de burla, guardando su teléfono y negando divertido.

—En realidad lo ví la otra tarde cuando estaba distrayendo a Allison para que no se junte con Scott. —explicó Bill, saliendo de su estado pensativo y colocándose por último la camisa de Stiles sobre su remera, acomodando las mangas largas.

—Oh, te ayudo. —Stiles tomó uno de sus brazos, comenzando a subir las mangas hasta que sus manos comenzaron a verse y abrochando los pequeños botones que Bill siempre llevaba abiertos.

Iba a quejarse y decirle que así le gustaba, pero el toque gentil de Stiles lo mantuvo distraído hasta que ambas mangas estuvieron arremangadas y con los botones abrochados.

—Perfecto. —murmuró Stiles, observando su trabajo, Bill sonrió levemente observando el rostro de Stiles—. Bien, entonces como te decía.

Bill asintió, apartando la vista y comenzando a alejarse de Stiles, decidiendo tirarse en la cama aún desarmada del chico.

—Ponte cómodo. —se burló Stiles, pero aceptó que Bill se relaje contra su cama mientras él se sentaba en la silla de ruedas frente a su escritorio—. Entonces, Derek le pidió a Scott que busque el collar de Allison, que tal vez tenga algo escrito por detrás o algo adentro, pero aún Scott no ha logrado conseguirlo.

—¿León ya sabe esto? —preguntó Bill, colocándose de costado en la cama de Stiles para poder verlo mejor, mientras pensaba en dónde había parado su propio celular.

—Lo llamé ayer por la noche, dijo que no podía venir con nosotros pero se aseguraría de averiguar todo lo posible acerca del collar con unos libros que su padre le dió. ¿Parece que ahora están más unidos?

—Sí... Estoy feliz por él. —dijo Bill.

Y sí, por supuesto que estaba feliz por su mejor amigo, estaba emocionado de que León haya logrado romper ese muro que su padre había creado y que ahora comiencen a hablarse como una verdadera familia.

Pero por momentos... Y durante unos segundos que Bill no podía evitar... Sentía envidia.

No una envidia mala, no de esas que te hacían querer que la otra persona la pase mal, sufra y pierda todo lo que tú no tienes, no. Era de otra clase, solo desear poder tener algo como lo que su mejor amigo tenía.

Bill ya no tenía a su padre.

Y muy en el fondo, sabe que cuando lo perdió a él, también la perdió a ella.

Su madre más ausente que presente, que le mentiría al sheriff del pueblo con tal de que cuide a su hijo porque sabe que el hombre se hará cargo de una manera que ella ya no puede.

—Eso no sonó muy feliz. —comentó Stiles con cuidado, dejando que Bill responda si quiera pero dándole la espalda y encendiendo la laptop en caso de que Bill quiera cambiar de tema.

Y Bill lo agradeció en silencio, y aceptó el cambio—. ¿Qué estás buscando?

—Estoy pensando, que si Scott no logra llegar a encontrar el collar tal vez podríamos rastrear el mensaje que le mandaron a Allison ese día para que vaya a la escuela. —explicó Stiles, girando su silla una vez para ver como Bill frunció el ceño—. Porque no fue Scott. —aclaró.

—¿No fue Scott? León dijo que fue su teléfono. —murmuró Bill confundido.

—No, ya lo hablé con León. Él solo dijo que fue de Scott pero no exactamente de qué dispositivo. Le mandaría mensaje para que lo hackee como él sabe pero está en un exámen o algo así.

Oh, el examen de literatura.

Oh... Mañana es el examen de matemáticas que debo hacerle a Christian.

Y después tendremos una cita.

Mierda, aún no he aprendido a besar.

—¡Hey, Stiles! —llamó una tercera persona a la distancia, Noah Stilinski.

—Hey —Stiles dió media vuelta en la silla y una expresión espantada cubrió su rostro al ver a Derek—. Derek.

Bill sonrió alegre, un poco impactado de ver a Derek aparecer así de la nada, aún sin acostumbrarse a la rapidez de los hombres lobo.

Un segundo estabas allí mirando embobado a Stiles Stilinski y al otro boom, Derek Hale aparece haciéndole señas a Stiles para que vaya a la puerta a responderle a su padre, mientras también ordena que guarden silencio.

Stiles se levanta de la silla, moviéndose rápidamente para cubrir la habitación con su cuerpo y la puerta entrecerrada.

—¿Qué dijiste? —preguntó confundido Noah, del otro lado de la puerta.

Stiles titubeó—. ¿Cómo? Dije "Hey, papá" obviamente.

Bill no podía verlo, pero seguro estaba haciendo gestos con el rostro como si fuera obvio.

A Bill le gustaba lo expresivo que era Stiles.

Y el aroma de Stiles en su ropa.

Y la sonrisa de Stiles.

Y... Auch.

Levantó la vista, observando como Derek había pateado una de sus piernas.

Bill le sonrió adorablemente y con toda la inocencia que pudo juntar, Derek frunció aún más el ceño.

—¿Qué haces aquí? —murmuró Derek lo más bajo posible, escuchando de fondo como Stiles y su padre seguían hablando.

Bill se puso de pie en la cama de Stiles, sintiendo como el short negro se deslizaba un poco de su cintura pero acomodándolo mejor, Derek observó todo en silencio y se acercó aún más a él cuando Bill le hizo una ceña.

—Mamá me dejó otra vez, los Stilinski me están dando casa porque no quería estar solito en la tuya. —susurró Bill, tomando el hombro de Derek para sostenerse en la cama de Stiles y no caer, Derek aún lo miraba con el ceño fruncido.

—No ibas a estar solo... —murmuró Derek, pareciendo un poco ofendido u enojado, Bill no supo decirlo.

—No estabas allí. —explicó Bill, ahora un poco inseguro, se tambaleó en la cama de Stiles y sintió como Derek lo sostuvo rápidamente por las costillas.

—Bájate. —ordenó Derek, sosteniéndolo pero empujándolo para que se baje de la cama.

—Pero estoy alto. —se quejó Bill, haciendo un pequeño puchero, Derek bufó y lo bajó el mismo, dejando que Bill aterrice suavemente en el suelo y soltándolo.

—Te estuve esperando. —declaró Derek, apartando la mirada de la de Bill y mirando a la puerta, en dónde Stiles seguía recargado escuchando a su padre.

—¿En serio? —Bill preguntó sorprendido y un poco conmocionado. Siempre creyó que él y León eran una molestia para Derek, nunca habría esperado que el tipo esté esperando a Bill para que estén juntos en la misma casa—. Creí que no podrías garantizarnos seguridad.

Derek bufó, negando con la cabeza como si no estuviera de acuerdo con Bill, pero aún así negándose a responder.

Ambos observaron en silencio como Stiles se alejaba de la puerta para darle a su padre un incómodo abrazo, y como ambos finalmente se despedían.

Justo cuando Stiles cerró la puerta, Derek se acercó desde atrás, tomándolo por su chaqueta y estampándolo contra una pared.

—¡Derek! —se quejó Bill, acercándose hasta ellos, pero Derek le dedicó una mirada fulminante que mantuvo a Bill inmóvil.

—Si dices una palabra... —comenzó Derek, pero pronto fue interrumpido por Stiles.

—¿Quieres decir: "Papá, Derek Hale está aquí. Trae el arma? —dijo Stiles irónicamente, observando como Derek se quedaba en silencio—. Sí, eso mismo. Si doy refugio a un fugitivo como tú en mi casa, seguirás mis reglas.

Le dió un suave golpe en el hombro a Derek, Bill negó con la cabeza, sabiendo que eso no le gustaría a Hale.

Derek observó su propio hombro, allí en donde Stiles lo había golpeado y después volvió a mirar fulminante a Stiles, asintiendo lentamente, alejándose y acomodando la chaqueta de Stiles.

Stiles copió el mismo movimiento, acomodando la chaqueta de Derek antes de pasar por su lado, asustándose cuando Derek amagó con golpearlo.

—No puedo creer que prefieras quedarte con él a conmigo. —murmuró Derek, esta vez volteándose para mirar a Bill que estaba intentando acomodar su pelo húmedo hacía atrás.

—¿Eh?

—Oh, ya recordé. —dijo Derek, dándole la sonrisa más siniestra de su repertorio y haciendo que Bill tenga un escalofrío.

Bill se rindió en intentar acomodar su cabello húmedo, sabiendo que su madre sabía que hacer con sus rulos pero él nunca había logrado aprender, y mirando con curiosidad de Stiles a Derek.

—¿Qué recordaste? —preguntó Bill, mirando sospechosamente a Derek.

—La conversación que tú y León tuvieron el otro día en el bosque. —declaró Derek, observando expectante la reacción de Bill, que no decepcionó.

¡Tal vez deberías pedirle a Stiles que te enseñe a besar!

—Mierda. —se quejó Bill, dejándose caer una vez más sobre la cama de Stiles y cubriendo sus ojos con ambas manos—. No se suponía que estuvieras escuchando.

—Estabas frente a mi casa. —comentó Derek, encogiéndose de hombros.

—¿Qué está sucediendo? —preguntó Stiles confundido, mirando con sorpresa como Derek está teniendo una conversación normal y sin gruñidos.

—¡Nada! —gritó Bill, señalando a Derek para que guarde silencio, el hombre lobo se encogió de hombros.

—Nada. —siguió Derek, mirando finalmente a Stiles—. ¿Scott consiguió el collar?

—No, lo sigue intentando. —respondió Stiles, finalmente sentándose una vez más en su silla—. Pero hay algo más que podemos probar, justo se lo estaba diciendo a Billy.

Derek colocó ambas manos en los bolsillos de su chaqueta de cuero y hizo un movimiento interrogante, mirando en silencio a Stiles.

—Cuando quedamos atrapados, Scott envío un mensaje de texto a Allison para verlo ahí.

—¿Y? —preguntó Derek confundido.

—No fue Scott.

—¿Puedes descubrir quién fue?

—No, yo no. Pero creo que conozco a alguien que sí. Ya debe estar por llegar, le envié un mensaje de texto hace rato.

Y como si Stiles lo hubiera invocado, el timbre de la planta baja sonó.

—Esperen aquí. —dijo Stiles, mirando con sospecha a Derek antes de salir corriendo de su habitación.

Una vez que ambos se encontraron solos, Bill observó de reojo como Derek se encontraba mirándolo con atención—. ¿Qué?

—¿Lo besaste?

—¡Oh por Dios, Derek! —se quejó Bill, volviendo a cubrir su rostro con ambas manos.

—¡Oye, no me mires a mí! Tú eres el que huele como Stiles. —reprochó Derek.

—¿Huelo a Stiles? —preguntó embobado Bill, comenzando a sonreír alegremente.

—Y luego te quejabas de Scott. Sí, sí. Hueles demasiado a él. Y encima recién bañado, es como sí... Espera, ¿ustedes no habrán...?

—¡No lo digas! Oh Dios, por supuesto que no. —se quejó Bill, dándole la espalda a Derek y mirando la pared de la habitación de Stiles, completamente sonrojado.

—Solo digo, si estás bañado el aroma de otra persona suele desvanecerse pero es como si tú y Stiles se hubieran estado revolcando toda la semana. —explicó Derek con tranquilidad, cuando Bill asomó su rostro para verlo se encontró con esa sonrisa malvada marca Hale.

Solo quiere hacerte pasar vergüenza, no se lo permitas. Una voz dijo en el fondo de su mente, pero Bill no pudo hacer más que dar vueltas en la cama de Stiles, completamente avergonzado.

—Entonces, ¿qué quieres que haga? —una nueva voz se escuchó, entrando por la puerta y siendo seguido por Stiles.

Derek y Bill observaron en silencio desde el rincón, Derek se había movido hasta una silla al final de la cama y se encontraba con un libro abierto entre sus manos.

—Que rastrees un mensaje. —pidió Stiles en su tono más suplicante.

—No, yo vine a estudiar. Es lo que hacen los compañeros de estudio. —declaró el tipo, que Bill aún no sabía como se llamaba pero tenía un rostro familiar.

—Y eso haremos, después de que rastrees el mensaje.

—¿Y por qué crees que sé cómo?

Stiles le dedicó una sonrisa traviesa al tipo, como si hubiese hecho algo que no debería, Bill lo observó embobado mientras Stiles respondía—. Es que... Ví... Vi tu informe del arresto y...

—Yo... tenía trece años. —se excusó el tipo, Bill pensó en la posibilidad de ilegalidades que podría haber hecho a esa edad y no aprovechó la ocasión—. Abandonaron los cargos.

—Como sea. Pero podrías...

—¡No! Vamos a estudiar. —dijo el tipo, acercándose una silla al escritorio y por primera vez volteando en dirección a Derek y Bill.

Derek se encontraba leyendo un libro y Bill también estaba leyendo, solo que en vez de un libro estaba leyendo todas las reacciones y movimientos que Stiles Stilinski podría hacer en una conversación.

—¿Quiénes son ellos? —preguntó en un tono de voz más bajo pero que aún así Bill llegó a escuchar.

Se acostó de lado, intentó arreglar un poco su cabello húmedo que caía por toda su frente y saludó con una de sus manos al chico.

Por otro lado, Derek levantó la vista, observándolo con el ceño fruncido.

—Oh eh... Mis primos. Miguel y... —Stiles dijo, señalando primero a Derek y después mirando a Bill—. y Robby.

—¿Tiene sangre en la camiseta? —preguntó esta vez, y algo en la mirada de reojo le hizo recordar a Bill quién era el tipo y de dónde lo conocía.

La primera vez que se escabulló a un bar gay, ese de ahí, definitivamente Danny.

Stiles se dió media vuelta para observar a Derek y confirmar lo que Danny había dicho—. Sí, seh. Es que le sangra la nariz. Hey Miguel.

Derek levantó una vez más la vista del libro, su ceño fruncido en un punto casi doloroso mientras fulminó a Stiles con la mirada.

—Te dije que podías ponerte una de mis camisetas.

Oh, esto será divertido.

Bill sonrió, acomodándose mejor en la cama de Stiles para ver el espectáculo de lo que sería Derek sin camisa.

Derek cerró el libro y lo tiró a los pies de Bill, acercándose al armario y quitándose la camisa, dándoles la espalda.

—Bonito tatuaje, Hale. —susurró Bill contra su propia mano, sabiendo que Derek lograría oírlo.

—De todos modos sabemos que tienes habilidades para rastrear un mensaje y quizás deberíamos... —siguió hablando Stiles pero ya ni Danny ni Bill le estaban prestando atención.

—¿Stiles? —llamó Derek, dándose media vuelta con una remera negra entre sus manos, Stiles bufó y volteó a mirar a Derek.

—¿Sí?

—Ésta... No me va. —dijo Derek, intentando estirar la camisa negras con rallas blancas, volteando a ver a Bill cuando el rubio no pudo ocultar una risita divertida.

—Prueba con otra. —murmuró Stiles, sin prestarle demasiada atención, o al menos así era hasta que logró captar las miraditas contenidas que Danny le estaba dando a Derek.

Bill observó con diversión como Stiles abrió su boca con sorpresa, ahora sus ojos moviéndose por el rostro de Danny, comprendiendo y pensando en una nueva estrategia.

Dió media vuelta para observar como Derek se estaba probando una remera a rayas color azul y marrón.

—Hey, ésa te queda muy bien, ¿cierto? —comentó Stiles, palmeando ahora el brazo de Danny—. ¿Qué te parece, Danny?

—¿Eh? —Danny intentó jugar inocente, desviando la vista de Derek como si nunca lo hubiera estado observando.

Bill le alzó ambos pulgares a Derek en señal de aprobación, Derek le enseñó sus dientes no afilados, a modo de amenaza, Bill solo le hizo burla, enseñándole sus propios dientes delanteros nada afilados.

—La camiseta, ¿qué te parece? —dijo Stiles, señalando levemente a Derek.

—Es... Ese realmente no es su color. —comentó Danny.

Bill observó atentamente como Derek volvía a quitarse la camiseta por sobre su cabeza y no se pudo contener a sí mismo de silbar en aprobación.

—Juegas en otro equipo pero aún así sigues jugando, ¿No, Danny? —preguntó Stiles, con una sonrisa cómplice en su rostro.

—Eres una persona horrible.

—Lo sé y no me deja dormir por las noches. —dijo Stiles irónicamente. Bill casi se derrite al escuchar ese tono de voz tan descarada, sabiendo que ya había ganado la partida contra Danny—. Ahora, el mensaje...

—¡Stiles! ¡No me queda ninguna bien! —se quejó Derek, con una remera agarrada en un puño y aún desnudo de la cintura para arriba.

Stiles miró a Danny, alzando ambas cejas y con sus labios cerrados en una fina línea, Bill esta vez no pudo sostener la risa y soltó una carcajada al escuchar las siguientes palabras de Danny.

—Necesito el ISP, el número de teléfono y la hora exacta.

Stiles extendió ambos brazos en victoria y dió vuelta una vez más en la silla está vez para mirar a Bill, guiñándole un ojo cuando Bill finalmente le devolvió la mirada.

Si Bill se había sonrojado por un guiño de Stiles y no con el espectáculo de Derek, bueno... Nadie podría decirlo con seguridad.

***

La ropita que le prestó Stiles a Billy:

Lamento mucho la demora con los capítulos, soy la primera que no se suele creer las excusas de los escritores pero sepan disculpar, mi cumpleaños es mañana y estamos dando vueltas por toda la casa ordenando.

Ayer no hubo actualización por ser día de playa y también lo lamento, intentaré ser aún más constante mientras ustedes sigan siéndolo votando y comentando.

Como compensación hay dos mil palabras más en este capítulo, espero que lo hayan disfrutado ♡

Además de eso, ví que a muchos no les está llegando la actualización creo tener la respuesta a eso: En la biblioteca ahora hay dos opciones "historias sin conexión" y "otras historias" si el libro no está en la primera sección las notificaciones no les van a llegar, así que ya saben♡⁠

Ahora sí, muchísimas gracias por leer y como les digo mañana (19/01) es mi cumple así que no les puedo asegurar nada pero intentaré actualizar si es posible.

No se olviden de votar y comentar, los amo♡⁠

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