Capítulo 9: Respuestas

Lyli estaba atónita ante lo que había visto y Atrocitus dentro del anillo, no escapaba del asombro. Ambos vieron como en aquel inhóspito lugar, una pequeña flor de pétalos rojos emergió de la tierra que Daniel había tocado con su mano izquierda, de la cual podía verse un ligero resplandor verdoso en la punta de los dedos.

La demonia quien tenía amplios conocimientos en la magia y sus diversas vertientes, comprendió que la magia usada por el humano era ese tipo de magia antigua y primigenia, a la cual muy pero muy pocos podían llegar a acceder. En cambio Atrocitus notó que la magia usada por el chico también influía por el anillo, donde él estaba encerrado y por unos segundos notó que había una interacción entre su conciencia y alma, con aquella magia.

─La entidad de la vida, me explico que tenia una conexión con las plantas ─la voz de Daniel rompió el silencio que tenían Lyli y Atrocitus─. Al principio... no entendí pero... parece que La Cosa del Pantano... hizo algo en mi.

Atrocitus se sorprendió al oír el nombre de aquella criatura, y, ver que el humano no tuviese una reacción de miedo o enojo, en cambio notó calma y duda.

─Ya entendiendo porque salieron esos gusanos de tu nariz ─indicó Lyli antes de agacharse y tocar la pequeña flor─. Si puedes darme una de estas flores, cada día, me encargaré de entrenarte todos los días ─la demonia quedo fascinada al ver ese rojo que tanto ama, en los pétalos de la flor─. Aún no entiendo, la razón de aprender magia infernal, cuando evidentemente tu camino mágico es el contrario, pero si eso es lo que te dijo la entidad de la vida que hicieras ─clavando sus rojizos ojos en los ojos castaños de Daniel, esperando ver alguna duda o fallo en su historia─... ¡Bien! ─exclamó mientras arrancaba la flor y se levantaba─ Te enseñaré a usar magia del infierno.

Durante todo el tiempo que llevaba Lyli viviendo, nunca le habían dado una sonrisa de agradecimiento tan pura y sincera que casi la hace llorar. Además también era la primera sonrisa que Daniel había hecho desde que obtuvo el anillo, y su vida cambio.

─La demonia puede hacer lo que ella quiera, pero, necesito respuestas ─dijo Atrocitus mientras Daniel se levantaba y limpiaba su manos─ y me imagino que también ella desea obtener más respuestas.

─Atrocitus no se equivoca ─comentó Lyli colocando la flor en su oreja derecha─. Acepte enseñarte pero no saldrá gratis. Además de las flores diarias, quiero una explicación a todo lo que sucedió después que te quitaste el anillo.

─Adicionalmente nos hables sobre la cosa del pantano... no logre llegar a esas memorias y me llama la atención el inicio de ese miedo. ─expresó Atrocitus.

─¡Primero, responderás lo que dije! ─señaló Lyli─ ¡Salgan demonios míos y sean mi apoyo!

Una nube gris apareció tras Lyli y de ella, apareció un demonio con su manos y rodillas sobre la tierra mientras su espalda se encontraba totalmente recta. La demonia se sentó sobre el demonio que mantuvo su cabeza en dirección al suelo.

─¿Quieres sentarte? ─preguntó la demonia a Daniel, quien de inmediato negó con la cabeza─ Tranquilo ellos son fieles a mis órdenes y las de nadie más ─chasqueo los dedos y el traje que se había alargado por todo su cuerpo, volvió a la forma inicial como el pelirrojo humano lo había visto, aquel vestido dorado hasta las rodillas y los hombros─. Siéntate.

Daniel giro y vio a un demonio idéntico sobre el cual Lyli estaba sentada. Pensó varias veces en no sentarse sobre un demonio, pero, sabia que no sería buena idea molestar a Lyli, sobre todo después de saber que ella es una poderosa demonia. Tras sentarse y notar que la espalda de aquel demonio daba la misma sensación de estar sobre un sofá, Daniel comenzó a dar respuestas.

─Sinceramente no tengo más recuerdos que el inmenso dolor, después de quitarme el anillo y haber tenido la impresión de ver a una calavera con una hoz. No se si es mi imaginación pero, eso fue lo que senti y vi justo antes de toparme con una inmensa oscuridad donde sólo se veía, a duras penas un fuego con múltiples colores. Al principio género una calma y paz tan extraordinaria en mi ser que sentí una felicidad, como jamás había sentido, fue tal que quería quedarme allí por siempre.

》No se el momento ni cuanto tiempo paso, pero una voz fuerte y poderosa, mencionó mi nombre. El miedo se apoderó al instante de mi, aunque no duró mucho tras ver que la oscuridad se dispersaba, dejando un espacio totalmente blanco con una gigantesca llama multicolor, fue eso lo que me llevo de nuevo a la calma tras oír como la voz volvía a mencionar mi nombre. Evidentemente pensé que ya estaba en el más allá y estaría en la presencia de Dios pero, la voz de inmediato señaló que no era precisamente un Dios o Diosa, sino que era el entidad de vida.

》Al principio no comprendi a que se refería, ya que, en la religión que se me enseñó la vida misma era Dios, o en su caso en las diversas religiones la vida era igual a Dios, pero la entidad me explico que ambos eran dos cosas muy diferentes. Primero, porque lo que yo llamo Dios es anterior a ella, y, segundo porque ella es una creación de Dios. No entiendo del todo esa información pero la entidad, ayudo a que la vida emergiera.

》Después de esa explicación, el entorno blanco que cubría a el fuego multicolor y a mi, cambio dando una vista de la Tierra, fue entonces que la entidad cambio su voz a una más seria y profunda. Ella se refirió a una criatura tan antigua que mezcla diversos conceptos de la vida y la muerte, haciendo incluso alusión a que su poder esta a la par de su antítesis. Un ser al que ella llamo Nekron, quien funge como la entidad de la...

─¡Imposible! ─grito Atrocitus─ ¡Nekron fue desterrado a la tierra de los no vivos!

─¡Cállate inútil! ─exclamó al instante Lyli─ ¡El chico se está refiriendo a otra criatura!

Daniel quedo impresionado por la actitud de ambos, sobre todo del rostro de preocupación en Lyli. Él no conocía exactamente quien era ese ser contrario a la entidad de la vida, pero si imaginaba lo fuerte que seria su poder debido a que seria la representación de la muerte.

─¿Quién es Nekron? ─preguntó el pelirrojo, ya que, de parte de la entidad no hubo más que una mención a ese ser.

─Te daré una explicación luego ─respondió la demonia que estiraba sus alas para desestresarse─. Ahora lo vital es que hables sobre esa criatura antigua.

─Nekron dio paso a la profecía de la noche más oscura ─Atrocitus agravó si voz al mencionar esas últimas palabras─. Aunque fue vencido no puede...

─¡Dije que luego hablaríamos de Nekron! ─señaló furiosa Lyli mientras creaba una llama negra alrededor de su mano─ ¿Quieres otra probada de éste fuego, Atrocitus?

El humano no entendía lo que pasaba entre ambos, pero, si que Atrocitus no le gusto la idea, por lo que entendió que ese fuego negruzco que se movía en la palma de Lyli, no era nada bueno.

─Bien. Ahora puedes continuar, Daniel. ─expresó la demonia dispersando la llama en su mano.

Antes de continuar hablando Daniel trago una buena cantidad de saliva, debido a que recordó la historia de Lyli y lo poderosa que alguna vez fue, aunque ella no lo recordase.

─La entidad mencionó que la criatura iba a consumir toda la vida en la Tierra y si lo lograba consumiría toda la vida del universo, para después crear un nuevo tipo de vida...

─¡Espera! ─indicó Lyli interrumpiendo al chico─ La entidad de la vida, te está pidiendo derrotes a una criatura que consumirá la vida y después la volverá a crear, ¿cierto?

─Sí... justamente eso hará. ─respondió Daniel sin entender a lo que se refería la demonia.

─¡Esto no tiene lógica! ─Lyli se levantó abruptamente del demonio sobre el que estaba sentada─ La entidad de la vida te está pidiendo detengas a una criatura que ocasionará un cambio en el universo, cuando eso es parte del ciclo de vida. Vida y muerte, muerte y vida. Cada una se complementa y favoreceren a la evolución, sin ellas el avance no existiría.

─Espera, Lyli...

─¡Nada de espera, Daniel! ¡Esa acción que te está pidiendo la entidad, va en contra de lo que ella representa! ─Lyli se acercó a Daniel─ Si realmente con quien hablaste era la entidad de la vida, ella misma debería aceptar a la muerte como parte de lo que ella representa. Si en cambio me hablarás que te advirtió sobre el regreso de Nekron, si lo entendería porque él es la representación del fin de toda vida y el fin de la luz junto a las emociones, pero, luchar contra una criatura que hará un cambio en el universo, me parece inútil.

Lyli se detuvo frente a Daniel, esperando una respuesta.

─La entidad me hablo que la nueva vida que crearía la criatura, serian todos... ─Daniel se detuvo y vio los ojos carmesí de Lyli, notando que ella esta conteniendo su enojo.

─¿Serian? ─preguntó la demonia notando la duda y el miedo en los ojos castaños del humano.

─Todos serian... serian... demonios. ─respondió temeroso el chico.

Sin dejar pasar un segundo y sin permitir que Daniel reaccionará, Lyli abofeteo al pelirrojo con tanta fuerza que lo dejo sobre el suelo, para justo después pisar su mano derecha con su pie izquierdo y crear una esfera de fuego cerca de la cara del humano.

─¡Es una puta broma! ¡¿De verdad crees que me voy a creer semejante mierda?! ─expresó con enojo la demonia─ ¡Ninguna maldita entidad de la vida! ¡Quien te hablo fue un asqueroso y repugnante ángel! ─Lyli acercó más la incandescente bola al rostro de Daniel─ ¡Esos malditos quieren usarte para, acabar con la utopía que siempre hemos tenido los demonios!

─¡Espera Lyli! ─grito Daniel sintiendo la emanación del fuego infernal.

─¡¿Crees que voy a esperar que destruyas la utopía demoníaca?! ─grito Lyli.

─¡Escúchame, Lyli! ─exclamó el humano al ver que no podía usar sus poderes para defenderse─ ¡No serán demonios normales! ¡Serán demonios sin conciencia ni libre albedrío! ¡La criatura busca crear un universo donde cada demonio le obedezca sin rechistar!

Esas palabras bastaron para que Lyli entrará en razón. Ella al igual que el resto de demonios de gran poder y de la nobleza demoníaca, prefiere su libertad individual, en donde nadie le diga que hacer, fue por esa razón que desvaneció la esfera de fuego con la que mataría a Daniel.

─¿Cómo se que estas mintiendo para salvar tu pellejo? ─los ojos de Lyli se prepararon para captar de inmediato si el chico mentía.

─La entidad hablo acerca que cada ser con vida debía tener libre albedrío, y crear su propio día a día sin interrupciones de otro ser. ─la respuesta de Daniel fue sincera para los ojos de Lyli.

─¡Pura mierda! ─señaló la demonia quitando su pie de la mano de Daniel, para luego reír mientras daba la espalda al chico─ ¡Los seres con libre albedrío apenas si se cuentan con los dedos de las manos! ─Lyli volvió a sentarse sobre el demonio que había invocado─ Ninguno de los aquí presentes tenemos eso que llamas libre albedrío, apenas contamos una someras libertades, y si acaso... ─volvió a reír mientras cubría sus ojos con una de sus manos─ Tú y yo estamos siendo usados por seres superiores para cumplir sus planes, no tenemos más opciones que cumplir nuestro deber hacia ellos para cumplir nuestro destino ─retirando su mano de sus ojos y deteniendo su risa, Daniel vio un rostro lleno de maldad y odio─. No me gusta recordar que solo soy una pieza de ajedrez, en el juego de alguien más. Un juego en el que mi destino ya esta decido.

Daniel al oír esas palabras, sintió una ira descomunal dentro de sí y también del anillo. Atrocitus estaba iracundo al oír las últimas palabras de Lyli, las cuales le recordaron los hechos de la noche más oscura, una profecía que ya estaba destinada a suceder y en la que él fue una simple pieza, de eso conocido como destino. Además el primer linterna roja recordó que esa profecía fue un catalizador que aumento su ira y rabia, debido a que le recordó de algún modo la masacre que sucedió en su sector y termino, en la creación de la corporación de linternas rojas.

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