Capítulo 12: Liga de la Justicia
Planeta Tierra. 21/11/2019. Salón de la Justicia.
La noticia del fallo en la misión de Superman, llego rápidamente a todos los miembros de la Liga, quienes, ahora debían responderle a los medios de comunicación sobre la situación del muchacho.
Batman y Cyborg, prefirieron no intervenir en la presentación que darían Superman y la Mujer Maravilla, tras perder contacto con el chico de un país del sur de América. Ellos estaban coordinando métodos para proteger con más eficacia a la Tierra, y así evitar que sucedan hechos como con el muchacho que ahora era noticia mundial.
Cyborg ejecutaba unos datos en la computadora, mientras Batman verifica los procesos cerca de su compañero. Ambos se mantenían internados en sus labores para dar con una manera, de detectar objetos tan pequeños como una moneda y comprobar en cuestión de segundos si era un objeto peligroso.
─Batman, ya he terminado con los datos ─señaló Cyborg viendo la capucha negra de su compañero─. Debemos disponer de drones durante todo el día, con una batería recargable por el efecto de la luz de sol y una interfaz para procesar al objeto.
─No puedo creer que se necesito de un chico, para que los miembros aceptarán el plan que propuse hace varios años ─indicó Batman sin ver a Cyborg─. Necesitamos un millón quinientos mil drones, para cubrir la Tierra. Además debemos informar a las Naciones Unidas, departamentos de seguridad, inteligencia y astronomía de los diversos países para que se enteren que habrán drones sobrevolando la atmósfera.
─Creo que habrán muchos que no lo aceptarán ─Cyborg volvió a usar la computadora, al ver que Batman no lo vería─. ¿Cómo haremos?
─Ya eso no queda en nuestras manos ─respondió el caballero de gótica─. Los países que acepten quedarán bajo cuidado, y los que no habrá que mantenerlos en monitoreo.
Al cabo de un rato de verificar y modificar los datos, decidieron darse un descanso, aunque realmente no era porque estuvieran cansados, sino porque el linterna verde Hal Jordan junto a su compañero linterna John Stewart, les convocaron a una reunión, donde estarían miembros como Flash, la Mujer Maravilla y Superman.
Los dos llegaron a la sala de reuniones, en la que ya los esperaban los linternas, Flash, la Mujer Maravilla, Superman, Flecha Verde, Aquaman y Canario Negro. En la gran mesa redonda todos los miembros ya estaban en sus respectivos puestos, algunos hablando entre sí y otros en total silencio, como el caso de Superman y los dos linternas.
─Tardaron mucho en llegar ─dijo Flash apareciendo frente a ellos y después volviendo a su asiento─. Estaba en Alaska y llegue primero que ustedes, y eso que los dos estaban ya aquí. ¡Incluso Aquaman arribo primero!
─¡Oye, Flash! ─exclamó Arthur─ No me metas en tus problemas.
─¡Yo no estoy buscando problemas! Sólo digo que si estaban aquí, debían haber llegado antes que todos ustedes ─respondió Barry.
─¡Oigan los dos! ─hablo Diana─ ¡No comiencen con estupideces!
Cyborg comenzó a reírse mientras caminaba a su puesto, en cambio Batman solo sonrió un momento y fue hasta su puesto, justo al lado de Superman.
─Clark.
─Bruce.
El tono en la voz del hombre de acero, le llevó a enterar que las cosas realmente habían salido muy mal ─más de lo que él pensó─. Sentándose y viendo la cara de John y Hal, no eran malas noticias, sino, horripilantes noticias.
─Debido a que ya contamos con al menos diez miembros, podemos empezar la sesión ─dijo John haciendo que todos hicieran silencio─. Ya todos sabemos que la Liga volvió al ojo público, por la desaparición de un joven de Venezuela después de ser seleccionado por un anillo de la corporación de linternas rojas. Como bien sabemos, Superman y la Mujer Maravilla junto a dos miembros de nuestra corporación, intentaron detener hace siete días al chico de nombre Daniel, terminando en la huida del muchacho ─el linterna de piel morena oscura miro a todos los presentes, para ver si realmente le estaban dando atención─. Ayer, un grupo de linternas verdes iban en persecución de un linterna amarillo ─uso su anillo para crear una construcción de luz donde se veía el símbolo, de la corporación amarilla, un círculo con varias líneas a su alrededor─, quien logró escapar pero un grupo liderado por Superman junto a miembros de la corporación azul y verde, se encontraron con ese primer grupo...
─Ya todos leímos el informe, John ─expresó Flecha Verde interrumpiendo a linterna─. Ve directo al grano, recuerda que todos aquí tenemos algo que hacer.
─¿Lanzar flechas a manzanas? ─preguntó con sarcasmo Aquaman.
─Al menos distraigo a la audiencia y no ando bañándome en el orine de la playa. ─respondió el arquero.
Arthur tomó su tridente y se levantó, por lo que de inmediato Flecha Verde se levantó tomando su arco.
─¡Oigan, imbéciles! ¡Comportense! ─luego de esas palabras Canario Negro silbo, haciendo que los dos se sentarán viéndose con cara de pocos amigos─ ¡Bien! Ahora puedes continuar, John.
─Como ya todos leyeron el informe ─siguió John quitando la construcción de luz─, deben saber que Daniel esta siendo controlado por la conciencia de Atrocitus ─nuevamente uso su anillo para recrear a un Atrocitus de unos cincuenta centímetros─ y por lo que parece ser una demonia ─recreo junto al primer linterna, a la demonia con sus largas algo y altos cuernos─. No sabemos la función de la criatura demoníaca, pero si que tiene la capacidad de usar esbirros del infierno...
─¿Alguien contacto a Shazam o Zatanna? ─preguntó Flash.
─Ambos estaban resolviendo problemas mágicos ─respondió Cyborg─. Shazam dijo que no vendría hasta unos tres o cuatro días, Zatanna en cambio señaló que llegaría en la tarde.
─Bien, esperemos que ella conozca la identidad de esa demonia y que nos hable de sus intenciones ─comentó Batman, llamando la atención de John y Hal─. Ya sabemos que escaparon atraves de nuestro dispositivo de teletransportación, y antes que pregunten algo los dos ─John retiró los hologramas─. No sabemos a donde pararon
─¿Cómo qué no lo saben? ─preguntó extrañada la Mujer Maravilla─ Ustedes son mentes brillantes ─dijo en referencia a Batman y Cyborg.
─Una energía externa al portal afecto el curso y disipó la información ─respondió Cyborg, quien, había comprobado los datos del viaje miles de veces─. La energía no colinda con ninguna antes vista.
Hal viendo que su compañero perdía el hilo de la sesión, se levantó de su asiento.
─Esté es mi planeta y me importa la gente que vive en la Tierra ─indicó Hal─. Por eso debemos encontrar al chico antes que Atrocitus, tome su mente y ya no haya vuelta atrás. Además la presencia de un demonio es preocupante.
─Tenia entendido que los demonios no podían salir del infierno ─señaló Flash─. Zatanna hablo una vez de eso, ¿no?
─Si pueden salir, solo que no toman su forma original amenos que tengan un huésped. ─respondió Cyborg, tras recordar los datos de la sesión en la que la maga comento el tema.
─Pero... el informe decía que esa zona estaba desolada ─comentó dudosa Canario Negro─. ¿Cómo es posible que tenga esa forma tan... tan demoníaca?
Antes que alguien respondiera un olor a cigarrillos cubrió toda la sala, y luego un círculo de fuego se formó sobre una de las sillas.
─No pensé que estaría aquí ─dijo una voz grave y masculina, desde el círculo─. Bueno no de forma legal.
El fuego desapareció dejando ver a un hombre de unos treinta fumando un cigarro, y con los zapatos sobre la mesa. Cargaba una gabardina de color café junto a una camisa blanca desordena con un corbata negra mal arreglada. Su pantalón oscuro estaba lleno de manchas de polvo y el cigarrillo que se fumaba, tenia unas manchas rojas, al igual que las manos del hombre.
─¿Quién eres tú? ─preguntó con calma Hal, al ver que los demás miembros a excepción de John parecían conocerle.
─Me uní a estos tipos hace unos meses ─respondió exhalando el humo─. Me pueden llamar Constantine.
─Él es un mago, hechicero, brujo y otras cosas más ─añadió Diana─. Demuestra un poco de respeto, Constantine. Estas en una sesión de la liga.
─Como lo pide de buena manera lo haré ─Constantine bajo sus pies de la mesa y volvió a exhalar humo─. Seré rápido, ya que, en unos minutos debo estar en Texas para hacer un exorcismo ─apago el cigarrillo con la mesa, dándole unos giros─. ¿Puedes mostrar de nuevo a la demonia?
John asintió y usando su anillo recreo a la criatura.
Constantine se fijó varios segundos en la demonia y uso sus conocimientos del infierno, para dar con el nombre de aquella criatura.
─Es extraño... ─señaló el hechicero─ Lyli es una demonia que poco le importa éste mundo, sobre todo luego de que se le limitaron sus poderes.
─¿Cómo? ─preguntó Hal, dudando de lo que decía Constantine.
─Bueno, esa demonia es una luchadora y apostadora del bajo mundo infernal que en algún momento perteneció a la nobleza del infierno, pero, falló en una apuesta perdiendo su rango y parte de su poder ─explico Constantine guardando el cigarrillo en sus bolsillos─. La pregunta que deberíamos estar preguntándonos es, ¿cómo llego a éste mundo con su forma original? Superman, ya que luchaste contra ella, ¿notaste algún objeto en su cuerpo o algún símbolo?
─No. ─respondió fríamente el kriptoniano.
─¿Algo que te llamara la atención? ─preguntó nuevamente el mago.
─Sus cuernos y alas parecían lava. ─respondió Superman.
─Interesante... ¡Me voy! ─Constantine se levantó y estiró su brazos.
─¡Oye! ¡¿Cómo qué te vas?! ─preguntó John con una fuerte voz.
─Como les dije tengo que hacer un exorcismo y no quiero llegar tarde, sino, no me pagan. ─al instante comenzó a crear un círculo con figuras dentro, usando las cenizas del cigarrillo que apago.
─¡Lo del chico es importante! ─grito Hal─ ¡Explica lo de la demonia!
─¡Habla, Constantine! ─señaló John furioso.
─Calmense faroles ─expresó con calma el brujo al terminar el círculo mágico─. Investigaré varias cosas y espero en dos días informarles.
Los dos linternas se enfurecieron al oír las palabras de Constantine, y también por notar la calma y serenidad que tenia.
─¡¿Esperas?! ─grito Hal.
─¡Calmate Hal! ─expresó Flash.
─¡No podemos esperar dos días! ─exclamó molesto John─ ¡Es ahora!
─¡Hey, John! ─señaló Cyborg─ ¡Relájate!
Antes que los linternas volvieran a reclamar, Constantine se volvió polvo y se desvaneció, dejando asombrado a los dos linternas verdes.
─Jordan y Stewart ─hablo Batman con calma─. Él es muy hábil, esperemos por ver que averigua. Su nivel de conocimientos de magia y demonios es muy alta, lo que debemos hacer es esperar por él.
─¡No puede creer que la liga haya llegado a admitir a tipos como esos! ─expresó Hal furioso─ ¡Han caído muy bajo!
─Nosotros hemos salvado en múltiples ocasiones a la Tierra, mientras tú haces de policía en el espacio. ─dijo Flecha Verde.
─¡Hay muchos planetas con problemas iguales o mayores a los de la Tierra! ─señaló John─ ¡Por lo cual no podemos estar aquí!
─Me perdonarás Aquaman pero, la Tierra tiene una ventaja ─dijo Hal─. Los tiene a ustedes ─usando su mano señaló todos los presentes incluso a ellos─, para resolver los problemas y mantener la paz.
Los miembros continuaron discutiendo hasta que cada uno se fue por su lado, dejando a Batman y Superman solos en la sala.
Bruce había notado que Clark, estuvo muy callado durante toda la reunión, tanto que no interfirio en las peleas del grupo, algo muy poco común de él, debido a que siempre buscaba mantener la paz entre los miembros para, evitar las disputas internas dentro de la liga.
─¿Qué fue lo que falto en el informe? ─preguntó el murciélago─ Tu silencio nunca es nada bueno, Clark.
El hombre de acero vio a Batman directo a los ojos, aunque solo viese el blanco que dejaba ver el traje.
─Los linternas no querían salvar al muchacho, sino, matarlo directamente ─respondió Superman─. Su ataques no eran para inmovilizar...
─Clark, debiste darte cuenta desde que sucedió el ataque aquí en la Tierra ─indicó Bruce tras lo hechos de hace siete días.
─Igual... También me preocupa que el chico ya lo tenia todo planeado, incluso nuestra llegada...
─Aunque... ─añadio Batman.
─Aunque lo más preocupante fue que conocía la pulsera mágica de Zatanna ─dijo mostrando la pulsera─. Que yo recuerde eso no lo sabe ninguna persona más que los miembros de la liga... en adición, fue capaz de emitir luz de roja como un sol rojo.
─Me imagino lo difícil que fue para ti fallar, y después darle la cara a su padre ─expresó el murciélago─. Tranquilo Clark, salvaremos al chico. No morirá por los linternas, esperemos los resultados de John para saber cómo tratar con la demonia, luego nos preocuparemos por lo del anillo rojo y el muchacho.
─¿Y si es muy tarde? ¿Sí ya no tiene vuelta atrás?
─Se que hallaremos la manera de salvarlo... siempre encontramos el modo de ayudar a los demás, aunque nos cueste ─indicó Batman levantándose de la silla─. Necesito que me acompañes y veas lo que encontré, sobre lo del otro tema.
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