Un día como cualquier otro


Aprovechando que nos dejaron dos semanas enteras para descansar hasta la ronda eliminatoria, empecé a intentar a hablar con Sandra más seguido, pero ella siempre está ocupada.

 Afortunadamente, hoy me dijo que tendrá una media hora libre así que podré hablar con ella después de casi cinco días de nuestra primera plática. Ella me dijo que me viera en la cafetería porque ella casi siempre va ahí en los pequeños descansos que le dan a veces. 

Una vez la encontré me senté a su lado sin antes comprar algo de comida con dinero prestado de Sandra. Ver comida por mucho tiempo me da hambre, incluso cuando estoy teniendo náuseas.

- Sandra, que bien es poder hablar. - Le dije mientras asentaba el platillo que había comprado.

- Lo dices como si no hubiéramos hablado hace meses, además, me viste parlotear hace dos días en la pelea de Chris y Rid.

- Cierto, en fin, ¿de qué podríamos hablar?

- No sé, tú fuiste el que no dejaba de joder para que habláramos, pensé que me tenías que decir algo.

- Ok, al menos para mí me faltarían como unas siete pláticas para poder contarte algo personal, ¿a ti cuánto te toma?

- Si estoy embriagada o drogada, menos de una. Pero si estoy en todos mis sentidos, diría que unas cinco o cuatro pláticas con alguien que me caiga bien.

- Oye, ¿eres amigo del presentador? 

- Hablas del que los presentaba antes que yo, ¿no? La respuesta es algo difícil. No me cae mal pero la primera vez que me habló quiso "conquistarme". No soy psicóloga como Sadie pero sé que ese tipo es mujeriego, o tal vez solo esté urgido de afecto.

- ¿Conoces a Sadie?

- Solo sé que les da sesiones psicológicas para que no se maten, o eso nos dijo. Por alguna razón me enoja que sea un pan de dios, no sé, ella es una buena persona y es muy amable pero no puedo resistir odiar a la gente que me diga que mi humor es muy fuerte y que debo cambiarlo.

- ¿Te dijo eso? 

- Bueno, yo primero le dije que lo de las sesiones era una excusa para cogerse a todos ustedes, para mi mala suerte no tenía a mis amigas cuando dije eso y casi me sacan del cuarto.

- Se nota que no tienes un freno para saber qué decir y qué no.

- ¿Y tú sí?

- A veces, pero no diría algo así enfrente de la persona a de la que me quiero burlar. 

- Cierto. - Nos quedamos en silencio un momento, yo aproveché para probar mi comida, no estaba mal pero yo lo podía preparar mejor. - Oye, no sabía que podías comer, pensé que te lo metías al ano. - Parece que Sandra notó que para comer, tengo que machacar la comida para después abrirme mi garganta y poner la comida ahí.

- Una vez me cansé de abrirme la garganta y me metí la comida por ahí. No lo recomiendo, no sube a tu estómago.

- No sé si es sarcasmo, te creo muy capaz de intentarlo. Por cierto, ¿por qué no puedes comer con la boca? 

- Porque no tengo boca.

- ¿Y entonces cómo hablas?

- La gema que tengo incrustada en el pecho. - Dije mientras la señalaba.

- Sorprendente. ¿y no te duele cuando te degollas a ti mismo?

- Los primeros años sí, pero mi cuerpo se cansó de cicatrizar mi cuello y ahora se abre solo, es como si hubiera evolucionado para tener una segunda boca sin dientes.

- ¿Los primero años? ¿Cuánto tiempo llevas sin boca?

- No recuerdo, pero sé que antes era alguien normal, un humano.

- Bueno, nos estamos poniendo muy personales. ¿Quieres criticar a alguien?

- Con gusto. - Dije mientras volvía a comer.

- Es algo gráfico verte comer, pero he visto como Zachary salió hecho partes así que no es lo peor que he visto.

- Hablando de Zachary, ¿no quieres criticarlo?

- No sé, a veces lo encuentro llorando y me da pena.

- No te preocupes, hace eso cada que no está jodiendo como niño pequeño.

- ¿Enserio hace eso?

- Parece que tiene un superpoder para que tu paciencia se esfume, todo el tiempo está como niño hiperactivo con Red Spine y Rid.

- ¿Y Lazus? Oí que esos dos son mejores amigos.

- Lazus lo controla muy bien, parece más como una dominatriz. 

- No quería tener esa imagen en la cabeza.

- ¿Qué imagen? Espera, agh, me hiciste imaginármelo.

- Tómalo como mi venganza.

- Sí, sí ,sí. El punto es que Zachary me cae bien cuando no está feliz, se escucha horrible pero cuando él está serio o deprimido es más placentero hablar con él, te juro que si hablas con él pensarás que es un puberto en un cuerpo de un adulto joven musculoso. Pero si le hablas cuando está serio o deprimido vez que el tipo en realidad puede ser maduro.

- Pues no he hablado con él, así que no te puedo decir si es verdad.

- Si tuviera celular propio lo llamaría para que venga acá.

- ¿No tienes celular propio?

- Solo Michael, Chris, Red Spine y Stick lo tienen. Lazus y Rid se entretienen solo con cosas de ciencia y yo he vivido en un entorno rural sin internet desde que tengo memoria, así que no tengo una necesidad de usarlos, aunque los evito para evitar enviciarme con los dispositivos electrónicos.

- Dios, me recordaste a mi madre, siempre andaba diciéndome que no debimos haber contratado internet pero ahí la ves la mitad del día, en el celular. - Reí un poco.

- ¿Cómo nos desviamos tanto del tema?

- Pues no nos desviamos tanto, creo. Bueno, ya terminó mi media hora que me quedaba, si te dignas a volverte adicto al celular, agrégame en alguna red social y podremos hablar más seguido. El hacer tiempo en mi agenda no es tan fácil como parece, y además, si hablamos por chat te responderé como mínimo cada cuatro horas.

- Bueno, al menos estaremos en contacto y no tendré que esperar días enteros para poder volver a hablar.

- Por lo que me cuentas, no hablas mucho con los demás ahí en su pequeño hotel.

- No, solo me hablo con Zachary, al que solo le hablo devuelta cuando no está feliz; a Red Spine, con quien ya no me hablo tan seguido porque no se despega de Sadie; y solo me quedan Lazus y Rid, pero Lazus a veces está con Zachary o con Rid, y lo mismo con Rid, pero él solo está con Lazus o está encerrado en su cuarto como un científico desquiciado y ermitaño.

- ¿Y qué pasa con Lazus?, dijiste que a veces está con Zachary o con Rid, pero, ¿y cuando no está con ellos?

- Ahí sí le puedo hablar, pero hablar con él es tedioso, él es mudo y solo se comunica escribiendo.

- Que horrible debe ser hablar con él.

- Sí, pero solo lo soporto a él y a Rid, pero él rara vez sale de su habitación.

- Entiendo, que te vaya bien intentando hablar con ellos dos.

- Suerte en lo que sea que trabajes. - Dije para después ver a Sandra alejarse, terminé de comer y después de hacer sentir incómodas a todas las personas cerca mío por cómo como, me fui a intentar hablar con Rid o Lazus.

Cuando llegué a los cuartos toqué la puerta de Rid y este me abrió y me jaló adentro casi de inmediato.

- ¿Me creerías si te digo que puede que haya encontrado la cura del cáncer, del VIH o de la demencia? - Dijo Rid mientras me agarraba de los brazos.

- Sí, según tengo entendido que eres excepcional y que me lo digas significa que descubriste la cura de esas tres enfermedades, ¿no?

- No, solo quería ver si tenías algo de aprecio por mí.

- De nada, supongo. ¿Y qué haces aquí todo el tiempo? 

- Lo que sea, experimentos, reacciones y respondiendo mis propias preguntas respecto a varios elementos, hoy le toca al arsénico.

- ¿Ese no es el "rey de los venenos"?

- Sí, inoloro y sin sabor, como el monóxido de carbono, solo que ese elemento causa mucho más estragos en tu cuerpo que solamente quitarte el oxígeno lentamente.

- ¿Y por qué lo estás manipulando?

- Soy un científico, hago reacciones estúpidamente peligrosas por diversión, es más, puedo ponerles arsénico en la comida o introducirlo al drenaje de estas instalaciones y habrían muchas fatalidades.

- Procuraré no enojarte, es más, si quieres te dejo solo.

- Si quieres, y por cierto, si buscas por Lazus o Red Spine, no están.

- ¿Y a dónde fueron?

- Red Spine obviamente está con Sadie y Lazus está viendo algo sobre Belladona.

- ¿La rubia que supuestamente es de otro planeta pero parece humana?

- Sí, esa misma. Lazus parece que por fin podrá hablarle a ella y enseñarle el español.

- Lazus sí que le gusta el español.

- Lazus es mexicano.

- ¿Enserio?

- Sí, ¿no sabías?

- Recuerdo que me lo mencionó una vez pero no le puse atención. En fin, ¿dónde está exactamente Lazus?

- Bodega 4B, dos laboratorios a la derecha y después haz un tipo de escalera de cuatro escalones, cada laboratorio sería un escalón, una vez llegues ahí te dejarán entrar. El mapa está aquí. - Dijo Rid para después darme dos hojas tamaño carta pegadas con un mapa algo extenso.

- Está muy lejos, creo que mejor me quedo contigo.

- No, vete de aquí o saldrás con cáncer.

- Ok, ok. - Dije y me fui rápido de ahí. Con Rid uno nunca sabe si él está bromeando o está planeando matarte.

No me quedaba otra opción que hacerle compañía a Lazus así que emprendí mi largo viaje que duró como media hora caminando. Después de tener mis pies destrozados porque pensé que era buena idea correr para hacer el trayecto más rápido. Llegué al maldito laboratorio, Lazus me vio de inmediato y señaló mis piernas.

- No es nada, solo corrí desde los cuartos hasta aquí y terminé con unos ocho hematomas de tanto golpearme con vigas sueltas, material de construcción y caerme por las escaleras.

Lazus solo me miró con una cara algo inexpresiva y solo entró al laboratorio, yo lo seguí sin antes sentir todo el dolor de mis heridas porque mi adrenalina me falló de nuevo.

- ¿Qué haces por aquí? - Lazus apuntó a la chica rubia que estaba amarrada como si la estuvieran a punto de torturar. - ¿Por qué está así? - Lazus solo me jaló y me acercó cerca de ella, cuando me vio, la chica rubia se puso histérica. - ¿Y si es agresiva por qué la tratan como un animal? - Lazus habló en lenguaje de señas, me dijo que no era su decisión, que supuestamente era más "práctico". - Puedo... No sé, ¿matarlos? - Lazus solo me dijo que todavía no.

Vi cómo Belladona estaba alterada por como dos minutos hasta que alguien habló en un idioma raro, me imagino que debe ser el idioma nativo de Belladona, según Rid, Lazus ya descifró su idioma. 

Belladona contestó y se armó una plática de como diez minutos, los primeros tres minutos los pasó atada pero ya después mandaron científicos a desamarrarla y ahí ya habló como una persona racional.

Después de la plática, Lazus salió y me entregó un manuscrito que él escribió. Sé que es su letra porque su caligrafía es impecable, casi como el de una computadora. En el manuscrito decía que Belladona era algún tipo de militar interestelar que vino aquí por recursos. Sorprendentemente para mí, el tema me llamó la atención y quería saber más, entrevistarla más bien.

- Oye Lazus. - Lazus se volteó. - ¿Puedo aprender este idioma? - Lazus preguntó el por qué en lenguaje de señas. - No sé, simplemente quiero tener a alguien más a quien hablarle, por lo que escuché de sus respuestas que no entendí, Belladona parece ser muy grosera y da la casualidad que yo también. - Lazus solo se me quedó mirando. Odio que haga eso, jamás sé si lo que está pensando es algo bueno o malo con esa cara. - ¿Qué dices?

Lazus me hizo una seña para que lo siga y le dijo algo a los científicos por escrito, después de un rato los científicos se me acercaron.

- Que bien que alguien más quiera unirse a desmantelar los secretos de una nueva raza. - Dijo un científico con una sonrisa.

- Solo di que te alegra que alguien más muestre interés en ella. Si lo dices así pareces autista. - La sonrisa del científico se borró.

- Él y Belladona se llevarán de maravilla. - Dijo con una cara más seria. - Ven, con ayuda de Lazus deberás aprender lo básico del idioma. Tienes suerte que ya hicimos un diccionario del idioma de Belladona por lo que no te tomará casi dos años entenderla como nos pasó a nosotros.

- Ahora que lo dices, aprender un idioma toma mucho tiempo, en especial uno que no es siquiera de este planeta... o galaxia.

- Sí, nos costó aprender lo que significaba cada palabra pero el idioma de ella no es tan difícil ni riguroso como el chino.

- ¿Entonces es tan dfícil de aprender cómo?... 

- ¿Cómo qué? - Dijo confundido el científico.

- Un idioma de la tierra que sea igual de difícil de aprender como el idioma de Belladona.

- Diría que su idioma es igual de difícil que el alemán. Por cierto, ¿por qué no le ponemos un nombre?

- Cuando ya lo tengan me hablan por altavoz, tengo que ir con Lazus a empezar mi pequeño aprendizaje, ¿verdad Lazus? - Lazus me miró algo confundido pero al final accedió.

Ambos nos retiramos del laboratorio para empezar a aprender un tercer idioma. Conociendo a Lazus, me hará hasta soñar con el idioma de Belladona, pero ya no me puedo echar para atrás. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top