Ante mortem


- Ser alguien muy grande siempre me ha traído desventajas, a veces choco con las puertas o me tropiezo por no ver mi camino, aunque mi apariencia algo grotesca no ayuda en nada. - Dije mientras veía la luz cegadora del cuarto.

- ¿Algo más que te genere conflicto? - Me preguntó la psicóloga.

- A veces quiero morir de nuevo... Yo hace tiempo que expiré y este mundo solo me verá como un objeto de entretenimiento o un personaje de fantasía y no como lo que realmente soy, o bueno, lo que solía ser. Un humano. - La psicóloga hizo varias notas y prosiguió con las preguntas.

- ¿Has tenidos pensamientos suicidas?

- Eso fue lo que me llevó a estar en este lugar, aunque no directamente, es como una conexión entre un evento y otro, ¿me explico?

- Sí, te pude entender. - Me respondió la psicóloga mientras empezaba a checar sus cosas en busca de algo.

- Por cierto. - Dijo la psicóloga sin despegar su mirada de sus cosas. - Ahora que tuviste una segunda oportunidad para seguir vivo, ¿Te gustaría empezar una nueva vida?

- Realmente no, o no por ahora. No me siento preparado para saltar de un estilo de vida a otro ni para olvidar los momentos de mi vida pasada, ya sean buenos o malos. Me costaría acoplarme a la idea de dejar todo atrás como si nada hubiera pasado y empezar de nuevo como si fuera de un juego.

- Entiendo. 

- ¿Algo más que necesite preguntarme?

- Solo una cosa más. Aunque no está en mis planes preguntarte esto igual lo haré, me estuvieron presionando para que te pregunte esto así que iré directo al grano. ¿Has pensado en comer carne humana?

- No, pero tuve que comer animales muertos porque al "revivir" estaba tan alterado y confundido que terminé en una zona sin vegetación y desesperado empecé a comer animales muertos que encontraba por ahí. Oh, y también me peleaba con los buitres todo el tiempo por comida. - La psicóloga soltó una pequeña risa.

- Sabes, a pesar que eres un cadáver eres el que más se siente vivo al hablar, o sea, siento que realmente le estoy hablando a un ser humano en vez de algún tipo de robot con carne.

- ¿Enserio?

- Sí pero es mejor que no diga nada más porque recuerda, confidencialidad paciente-doctor.

- Es cierto, ¿no les vas a contar mis problemas a los que te presionaron a decir lo de la carne, no?

- Obvio que no, solo les diré lo de la carne y nada más, no soy sádica.

- Por cierto, antes de irme. Gracias por sugerir lo de las terapias, Zachary estará agradecido también.

- No sabía que tú sabías que yo fui la que lo propuso. Y por cierto ¿Zachary es alguien bueno?

- Sé que por su apariencia robusta y su mirada perdida parezca aterrador pero él es el demonio más dulce y amable que he conocido jamás, aunque no todos los días se conoce a un demonio del inframundo. Sé que te caerá bien, yo lo veo como un hijo.

- Que bueno, necesito a algunas personas con sentimientos para no sentir que todos son unos psicópatas. Ernst y Rid son muy fríos.

- Sí, en especial Ernst, al menos Rid se preocupa por sus pacientes y ama su trabajo, en cambio Ernst, es una cáscara vacía llena de pura ira.

- Pienso lo mismo... Emm, ¿te gusta que te llame Red Spine? Ya sabes, tu nombre artístico por así decirlo.

- Mejor llámame Noah, ese es mi nombre real. - Espera, ya debí haberme ido hace tiempo. - Bueno, ¿vemos si podemos hablar en la cafetería más tarde?

- Claro, yo te aviso. ¿Como a qué hora te parece?

- A cualquier hora está bien, tú eres la que tiene una agenda, yo solo me muero del aburrimiento todo el día. - Recibí otra pequeña risita de parte de la psicóloga. - Adiós, emm.

- Sadie. Se pronuncia como Seidi, o algo así. - Respondió la psicóloga completando mi frase.

- No te preocupes, sé como deberían sonar la mayoría de los nombres en inglés. ¡Adiós, Sadie! Ten buen día.

- Igual tú, Noah.

Dicho esto salí del consultorio mientras veía a Zachary entrar al consultorio como un perrito asustado, seguí mi camino y me dirigí hacia los cuartos.

Pasadas unas dos o tres horas escuché que Rid me llamaba porque alguien preguntaba por mí, al escuchar eso me levanté y abrí la puerta, ahí me encontré con Sadie todavía con su uniforme del trabajo.

- ¿Por qué no te cambias de ropa?

- Hablas como si no conocieras a Rid.

- ¿Por qué dices eso?

- Porque sé que si él usara ropa estaría como yo, usando la ropa casual debajo del uniforme, ¿No es así Rid? - Esto último lo dijo alzando la voz para asegurarse que Rid la oiga.

- Es muy probable que lo que digas es cierto, pero como no tengo ganas de pensar ahora mismo solo diré que sí. - Contestó Rid que estaba sentado en la mesa de atrás. 

- Rid será frío y apático pero cuando habla no puedo dejar de perderme en toda la jerga científica que dice. - Me dijo Sadie.

- Me pasa algo igual, él tiene un don para hacer que todos lo escuchen cuando habla.

Salimos del conglomerado de cuartos para dirigirnos a la cafetería, al llegar la reconocí de inmediato, esta era la cafetería donde fui interceptado junto a Lazus.

- Conozco este lugar. - Le dije a Sadie.

- ¿Te refieres al edificio o a esta parte en concreto? - Me preguntó mientras jalaba unas dos sillas hacia una mesa pequeña vacía.

- Es que cuando vine aquí me encontré con Lazus y llegamos a esta cafetería  antes de ser emboscados por unos soldados. Debes haber sabido sobre eso, no creo que eso haya pasado desapercibido.

- Ehh, no, yo no sabía sobre eso porque apenas llegué hace dos semanas. - Me respondió Sadie con una voz algo apenada.

- ¿En serio? Yo pensé que llevabas aquí más tiempo. - Le respondí asombrado.

-No, apenas hoy me dieron permiso para interactuar con ustedes, desde que vine hasta hoy estuve rogando para que me dejaran monitorearlos.

- ¿Y por qué? 

- Pues me uní a esta corporación cuando vi lo de los anuncios del torneo para la televisión que iban a hacer aquí, así que decidí ver si eso era verdad y pues al ver que realmente los iban a poner a pelear quise ayudarlos aunque sea en lo más mínimo porque sé que una psicóloga cualquiera no podría detener el torneo.

- Entonces, ¿viniste aquí para darnos ayuda?

- Pues lo mucho que pude hacer fue darles algo de terapia para saber si había riesgo de que ustedes se escaparan de aquí, o se suiciden.

- Pues escapar de aquí es fácil, es decir, Ernst se escapó una vez pero volvió para recargar su batería, Poker Man y Dark Soul pueden irse cuando se les plazca, Zachary puede irse volando y los demás solo podríamos hacer un desastre e irnos.

- Estoy consciente de eso, aunque creo que ustedes solo se quedan aquí porque les dan refugio, técnicamente son vagabundos.

- Eso es cierto, la mayoría no tiene hogar que yo sepa.

Antes de que Sadie pudiera decir algo vimos ambos con algo de asombro y sorpresa a Zachary cargando a Lazus en su espalda, lo más curioso es que las caras de ambos tenían ceniza y tenían una mirada algo perdida. Me acerqué a ellos y Sadie me siguió.

- Oigan, ¿qué pasó?

- Pues, Lazus y yo estábamos cocinando algo de comida pero yo tenía mucha hambre y la comida tardaba mucho en prepararse y pues exhalé un poco de mis llamas pero al hacerlo no me medí e hice explotar el tanque de gas. - Nos dijo Zachary apenado.

- ¿Y por qué Lazus parece que sufrió de una taxidermia mientras dormía? - Preguntó Sadie.

- Pues, Lazus quedó cegado por la explosión, así que le dije que íbamos a conseguir algo para comer y que lo iba a cargar como disculpa por dejarlo sin ver. 

- Ustedes son como un par de adolescentes. - Dijo Sadie mientras reía un poco.

- Pues Zachary apenas va a entrar a sus veintes y Lazus es un adulto joven si no mal recuerdo. - Respondí.

- Pues es algo normal que nos comportemos así, ¿no? - Preguntó Zachary con un pequeño tono de preocupación en la pregunta.

- Pues, técnicamente si es normal en ti, aunque Lazus debería ser un poco más maduro, pero el error no fue de él así que sí, sería normal que se comporten así. - Respondió Sadie mientras le daba una palmadita en el hombro a Zachary y al mismo tiempo a una de las piernas de Lazus.

Nos quedamos a charlar un poco hasta que Lazus recuperó la vista, una vez Lazus pudo volver a ver se unió a la plática, Lazus se quedó en los hombros de Zachary mientras que este se sentó en el suelo mientras ambos comían de lo que había en la cafetería.

La plática la disfruté mucho, el carisma de Sadie hacía que la plática perdure más de lo que normalmente duran nuestras pláticas más largas y combinado a la torpeza de Zachary y la capacidad de Lazus a sacar temas de conversación de la nada fuimos capaces de hablar sin parar por una hora y media antes de que llamaran a Sadie.

- Aww, tengo prácticas a las que atender, me encantó hablar con ustedes cuatro, ¡cuídense! - Nos dijo Sadie mientras se levantaba de la silla y se iba de la cafetería.

Los días pasaron muy rápido, Sadie y yo platicábamos a diario, sea en persona o en mensaje, además, el estar más pendiente de lo que pasaba a mi alrededor pude notar varias cosas interesantes. Por ejemplo, Rid normalmente duerme solo cuatro horas, Lazus y Zachary a veces duermen en el cuarto de uno de los dos pero el propietario del cuarto duerme en el suelo, Michael y Stick juegan diversos videojuegos juntos y son especialmente ruidosos por lo que Rid siempre los amenaza para que bajen la voz y King Root se terminó haciendo amigo de Ernst a pesar de que Ernst fue humillado por él.

Este lugar nunca había sido más ruidoso, pero no en un mal sentido, sino que era un ruido que hacía que el lugar se sintiera vivo, como el sonido de las personas en un centro comercial. Es impresionante como mi visión de este lugar cambió mucho desde el primer día aquí, los primeros días eran una tortura porque todo era muy silencioso y aburrido, y ya después del primer mes hice más amigos y de vez en cuando hablaba con ellos, y ahora ya hasta no puedo tener tiempo para mi mismo de tantas pláticas que tengo. Definitivamente ha habido un cambio, antes percibía este lugar como una cárcel o calabozo y ahora lo siento como si fuera el bachillerato.

- Hey Red, estábamos discutiendo agresivamente sobre qué comida es mejor, ¿quieres insultarnos a la vez que eres denigrado verbalmente? - Me preguntó Rid, no soy mucho de criticar ni de ser grosero pero quería volver a sentir ese ambiente amistoso que solía estar presente mientras estudiaba.

- Bueno, ¿por qué no? No debe ser tan malo.

Y en eso se resumían mis días, platicar, discutir y reír, sentí que mi vida empezaba a sentirse viva de nuevo, y todo gracias a los consejos de Sadie, ella me aconsejó que debería convivir más con mis amigos y formar lazos más fuertes para no sentirme solo y así poder ignorar mis emociones negativas. Gracias de todo corazón Sadie.

- Bueno, fue inesperadamente divertido eso. - Me dijo King Root después de que tuvimos una pequeña guerra de globos de agua, a pesar de que eso es muy infantil sigue siendo muy divertido.

Volvimos adentro a cambiarnos y secarnos, y mientras estaba en los vestidores reflexioné y noté algo curioso. Había un baño exclusivo para nosotros, es decir, teníamos vestidores como en una universidad, varios baños y urinales e incluso regaderas, pero esas parecían a las de una prisión porque no habían cubículos separados, o sea, si quieres bañarte en paz con otros en las regaderas tendrás que mirar al suelo en todo momento.

Mis pensamientos se interrumpieron por una brisa helada que inundó el cuarto, y sé que no era el único porque en poco tiempo todos los del vestidor estaban abrazando a Zachary por algo de calor y yo me les uní en poco tiempo.

Repentinamente alguien entró a los vestidores y ese alguien era...

Chris?

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