273,15 grados bajo cero
- ¿Qué me cuentas hoy? - Le dije a Sadie.
- Pues me di cuenta que Zachary necesita ser tratado inmediatamente.
- ¿Enserio? No pensé que él estuviera tan deprimido.
- No, no es que sea suicida si es eso lo que te preocupa. Lo que él tiene son problemas para controlar y expresar sus emociones.
- Cuéntame más.
- No sé si pueda hacer eso, sé que tiendes a ser algo "sobre empático" si es que existe esa palabra. Además, no sé si Zachary se sienta traicionado.
- ¿A qué te refieres?
- Puede que Zachary pierda la confianza en mí si descubre que le conté sobre tus problemas, si eso ocurre no podré tratarlo correctamente porque se va a cerrar, he visto y analizado su comportamiento y creo yo que él tiende a abrirse muy fácil con las personas pero se cierra con esa misma facilidad.
- Entonces, ¿cómo lo ayudo?
- Noah, tienes que evitar el querer arreglar los problemas ajenos, no es que sea algo malo pero a veces algunas personas se sienten mejor aislándose un poco.
- Lo sé, pero no puedo evitarlo, veo que Zachary es muy frágil emocionalmente y me preocupa que él tenga un problema muy grave.
- ¿Como la depresión?
- Sí.
- Mira, la depresión no se descarta pero he visto su forma de actuar y él no ha detenido ninguno de sus hábitos.
- ¿Y eso qué tiene que ver con la depresión?
- Se nota que muchos creen que la depresión es solamente estar triste todo el tiempo. Para hacerte el cuento corto, algunos síntomas de la depresión es la pérdida de apetito, fatiga y pérdida de interés en cosas que le gustan. Zachary no ha mostrado ninguno de esos síntomas, pero tampoco significa que no deba ser tratado.
- Entonces, ¿Qué tiene?
- ¿Siquiera me pusiste atención hace dos minutos?
- Perdón, se me olvidó. - Sadie suspiró y se puso la mano en la frente.
- Y así quieres ayudar a Zachary.
- Oye, lo quiero ayudar y siempre lo voy a checar para ver si está bien, le recuerdo comer y lo saco a rastras de su cuarto para que mínimo tenga algo de contacto... ¿Semihumano?
- Eso es lo peor que le puedes hacer. Mira, obligar a alguien a hacer algo que no quiere y estar monitoreándolo todo el tiempo solo hace que esa persona se sienta angustiada. Es mejor que dejes a Zachary solo, si él quiere hablar algo contigo vendrá a ti él solo, no hay necesidad de obligarlo a que hable contigo porque él se sentirá que está en un interrogatorio en vez de una plática con alguien de confianza.
- Entiendo.
- No, no entiendes, ya te he dicho que dejes a Zachary solo un momento desde que me contaste sobre él y que lo veías como un hijo. - Sadie se quedó callada de inmediato después de decir eso mientras tenía una cara pensativa. - Un hijo.
- ¿Qué?
- Ves a Zachary como un hijo y he notado que siempre le pones más atención a él que a Lazus o a Rid.
- Porque Rid y Lazus no tienen un autoestima baja.
- Zachary no tiene el autoestima baja, el sobre pensar lo hace sentir mal, ya me lo ha dicho varias veces.
- Ok, pero explícame que tiene que ver lo del hijo.
- Ves a Zachary como un hijo y por instinto lo quieres proteger y saber si está bien, ¿de casualidad no eres padre?
- Era. - Dije cabizbajo.
- ¿Quieres ir a un lugar más privado?, ¿o no quieres hablar de eso? - Dijo Sadie con una cara más seria.
- Vayamos a un lugar privado, como tu consultorio. Creo que es mi turno de sacar mis demonios internos.
Sadie me acompañó hasta llegar a su consultorio, abrió la puerta y se hizo a un lado para que yo pase, una vez pasé me recosté en la camilla típica de un psicólogo y miré al techo mientras escuchaba a Sadie cerrar la puerta y ponerle seguro.
- ¿Por qué le pones seguro? - Le pregunté mientras ella agarraba una libreta y un lápiz.
- Siempre lo he hecho, lo hago en caso de que alguien entre sin tocar.
- Está bien, y una pregunta más, ¿por qué tienes tantas libretas con nombres?
- Cada libreta es para las notas que tenga de cada paciente, así no me revolveré con mis notas y podré tratarlos de una forma más rápida y cómoda.
- Ingenioso. - Dije para volver a mirar al techo.
- Ahora sí, dime, ¿eras padre?
- Sí.
- ¿Y qué fue lo que pasó?
Me quedé callado un momento.
- Pasó lo peor.
- Cuéntame más a detalle.
- Pues... En caso de que no lo hayas notado, casi siempre me visto con pantalones de mezclilla y camisas azul fuerte o negras, eso es porque yo solía ser un policía, del tipo que asistía en las investigaciones criminales, asesinatos para ser más exacto. Y de hecho, cuando llegué aquí lo hice con mi uniforme, solo que estaba rasgado así que no duré mucho tiempo vistiéndolo antes de tener acceso a más ropa.
- Asumo que la pasabas mal ahí, eres alguien muy empático y me imagino que empatizabas con las víctimas. - Dijo Sadie con una mirada fría pero al mismo tiempo algo reconfortante.
Oí que tocaron la puerta, después de eso Sadie miró el reloj de su consultorio.
- Mierda. - Dijo Sadie para cerrar la libreta color rojo con mi nombre en el frente de esta.
- ¿Qué pasó?
- Tenemos que parar aquí, tengo más pacientes y tú no estás agendado, pero no te preocupes, te haré una cita para que podamos seguir con esto, perdóname.
- No te preocupes, yo también tengo que irme a ver esas estúpidas peleas.
- Te llamaré para avisarte la hora de la cita.
- Está bien. - Dije mientras salía del consultorio, cuando salí un hombre con ropa elegante me vio y se hizo a un lado de inmediato, no lo culpo, ver a un cadáver gigante de color rojo no es algo que te esperes al entrar a un consultorio.
Me dirigí a la habitación blanca para ver la pelea de hoy, entré a los pasillos de siempre y al elevador también, subí casi de inmediato y justo cuando las puertas se abrieron sonó la alarma para dar inicio a la pelea. Sí que llegué tarde.
En la habitación estaban Rid y Chris, este último inició creando una pared de hielo y rompiéndola en dirección hacia Rid quien se hizo a un lado para evitar la mayoría de los pedazos de hielo.
Chris siguió atacando con el mismo ataque a lo que Rid solo se alejó para agacharse un poco. No podía ver bien pero noté pequeños destellos en el cuerpo de Rid. Chris se acercó para seguir creando y rompiendo paredes de hielo, de repente, Rid se propulsó tan rápido como una bala y atravesó las paredes de hielo para después darle a Chris en el pecho. Chris salió volando y se estrelló en una pared, Rid retomó su postura y se acercó lentamente para ver a Chris el cual intentó congelar a Rid apenas estuvo lo suficientemente cerca, pero Rid logró impulsarse hacia atrás evitando así el ataque de Chris.
Chris, sin mover un solo músculo, congeló el piso alrededor suyo y creó una serpiente de hielo que se lanzó hacia Rid, este último esquivó el ataque de la serpiente moviéndose a una velocidad increíble y esto se repitió por un rato.
Rid poco a poco se estaba acercando a Chris y este pareció notarlo porque creó otra serpiente de hielo que casi le da a Rid. Chris creó unas dos serpientes más que siguieron intentando atacar a Rid quien solo las esquivaba por pocos centímetros. Noté que Chris se mantenía inmóvil y con una mirada perdida mientras las serpientes atacaban, además, sus piernas estaban cubiertas completamente de hielo.
Rid volvió a propulsarse contra Chris, lo cual destrozó a las serpientes de hielo y logró conectar otro golpe hacia Chris. Rid de inmediato se lanzó para atrás pero cuando iba a aterrizar unos picos de hielo le atravesaron el abdomen.
Chris se acercó mientras más picos atravesaron el cuerpo de Rid, una vez Chris se acercó lo suficiente se agachó y le susurró algo al oído a Rid. Casi de inmediato y como si fuera una trampa de ratón, las extremidades extra de Rid se clavaron en la espalda de Chris lo cuál hizo a este último gritar del dolor.
Ahora había una pelea por ver quien se agujereaba más el cuerpo del otro. Chris parecía seguir creando más picos que traspasaban el cuerpo de Rid y también lo congelaban. Digo esto porque el cuerpo de Rid poco a poco tenía más hielo sobre su cuerpo hasta el punto que solo su cara estaba libre del hielo.
Por su parte, Rid seguía apuñalando a Chris con sus características patas de araña con tal fuerza que el hielo alrededor de su espalda se rompía, también escuchaba y veía como Rid apuntaba a los hombros y órganos vitales de Chris, después de un rato Chris pareció quedar inconsciente mientras Rid seguía atravesando todo su cuerpo con sus patas de araña. Parece que lo mataron por segunda vez.
Rid rompió poco a poco el hielo con sus extremidades extra y liberó sus brazos para terminar de liberar todo su cuerpo, una vez Rid estuvo libre del hielo se desplomó al suelo.
Sin aviso, una gigantesca explosión de hielo ocurrió y no me dejó ver nada por unos segundos. Cuando pude ver de nuevo a Rid y a Chris solo vi a Rid todavía en el suelo mientras que Chris estaba con una mano en su pecho mientras estaba sentado en el suelo con su espalda apoyada en un pequeño pilar de hielo que Rid no había destruido.
- ¡Y el ganador increíblemente es Chris! - Dijo Sandra mientras se bajaba de la misma plataforma en la que siempre sube.
Chris solo la miró y volvió a quedarse inmóvil, Sandra se acercó y se puso enfrente de Chris para después agacharse un poco para estar más cerca de él.
- ¿Qué pasa muchacho?, ¿no quieres decir nada? - Dijo Sandra mientras le acercaba el micrófono a lo que Chris solo alejó el micrófono gentilmente con su mano libre. - Parece que nadie quiere hablar, que aburridos. - Dicho esto Sandra salió de la habitación por una de las puertas camufladas como una de las paredes de la habitación.
Nos dejaron salir y yo me dirigí de inmediato a la arena donde se encontraba Rid todavía inconsciente, Lazus y Zachary entraron poco después de mí para ver cómo estaba Rid.
Lazus le indicó a Zachary por medio de notas que elevara la temperatura corporal de Rid un poco y a mi me dijo que checara su pulso y llamara al personal médico. Me imagino que les debe convenir salvar al que les hace todo el trabajo.
Unos minutos después el personal médico llegó y se llevaron a Rid, lo acompañé junto a Lazus y Zachary simplemente para ver cómo estaba, mientras tanto Lazus dirigía al personal médico con varios libros de medicina a la mano.
Nos terminaron sacando de la enfermería y estábamos esperando a que nos dijeran si Rid estaba bien, aprovechando que Zachary y yo estábamos solos decidí romper el hielo y preguntarle sobre cómo se sentía.
- Oye, ¿te has estado sentido bien estos últimos días? Vi que dejaste de comer y dormir desde hace tiempo.
- No te preocupes, era por la ansiedad que me generaba el pelear contra alguien. Ahora que ya pasó ya estoy comiendo y durmiendo mejor, aunque sigo pensativo por lo que pasó con Dark Soul.
- ¿Estás molesto con él?
- En parte sí, pero me hubiera gustado escuchar el por qué hizo eso, es exactamente lo que hice yo, herí a alguien y di el primer golpe. Es más, al que herí está justo aquí sirviéndome de apoyo emocional. Quiero encontrarlo para preguntarle con todos mis sentidos.
- Pero, ¿no me dijiste que él te dijo que era como bipolar?
- Sí, pero me estaba empezando a contar algo sobre unos dioses pero lo callé porque estaba furioso.
- Entiendo. - Nos quedamos en silencio un rato hasta que volví a preguntar. - ¿Te sientes abandonado?
- ¿Qué? No. Los tengo a ustedes, son como mi familia de repuesto junto a Razz. Por cierto, ¿dónde está él? No lo he visto desde hace días.
- No sé, según yo lo vas a ver cada que sales de los cuartos.
- No, acordamos que podía venir a mi habitación y si necesitaba privacidad podía irme a la habitación de Lazus, de todos modos él y yo siempre encontramos una manera de divertirnos.
Recibí una llamada, era Sadie.
- ¿Qué pasa Sadie? - Contesté mientras le hice una seña a Zachary para que esperara.
Sadie me había dicho la hora de mi cita con ella para seguir lo de hace rato, dijo que estaba disponible a las doce de la tarde.
- No hay problema. - Dije para después escuchar como ella colgó. Vi el reloj de mi celular y me di cuenta que mi cita era en menos de quince minutos.
- Zachary, creo que tengo que irme, tengo algo que hacer algo a las doce y ya sabes lo tardado que es ir de un lugar a otro.
- No te preocupes, por alguna razón todo está muy lejos.
- Lo sé, tengo que irme ahora para llegar a tiempo pero puedo quedarme unos cinco minutos contigo y ya después iría corriendo.
- No es necesario, puedes irte.
- Es que no sé si te sientas solo.
- Vamos, te preocupas por muy poco, recuerda que Lazus está allá adentro.
- Esta bien, adiós. - Dije para empezar a alejarme.
- Adiós. - Dijo Zachary despidiéndose con la mano.
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