Amenaza, suerte y tristeza
Sala de enfermería.
Momentos antes del desastre.
Manuel y Mael Kodor se miraban fijamente sin despegar la mirada entre ellos. El recibimiento de este loco fanático mago de sombrero chistoso se estaba volviendo pesado. Pero había que aguantarse. Fueron enviados por el Ministerio de Salud, no para buscar peleas callejeras.
"¿Dónde comenzamos?" Preguntó Manuel mientras sacaba sus herramientas de uno de los cajones de insumos que trajo consigo.
"No empezaremos en ningún lado, Hereje."
"¿Hereje yo? Solo hago mi trabajo en ayudar a los demás en todo en que esté a mi alcance"
"Mientras tú y tu grupo de payasos mienten acerca de su farsa de ciencia y rechazan las grandezas de la pura esencia de la magia"
"No puedo hablar de magia si nunca existió magia en mi país"
"¡Mientes! Toda magia está presente en cada ser de este mundo. Las rocas, plantas, árboles e incluso los seres vivos."
"Pues, antes y después de nuestra transferencia, la magia solo era superstición en nuestro mundo."
Mael lo miro. Sus ojos de color verde comenzaron a brillar. De su boca, cánticos salieron en un idioma que Miguel no pudo entender. Al cabo de un rato, todo se detuvo y Mael lo miraba de arriba a abajo, izquierda a derecha, caminó a su alrededor; y su cara se arrugó en expresión de enojo.
Ni una pizca o una mota de polvo mágico se encontraba en aquel humano frente a él. No lo quería creer, pero de alguna forma, su tonta teoría de que ellos fueron invocados de otro mundo parecía cobrar sentido.
"He usado magia analítica para inspeccionar tu débil cuerpo. Veo que no mientes, Hereje, pero no te confundas. Aún creo que vuestra ciencia es totalmente inferior a nuestro conocimiento mágico."
"Entonces... ¿Qué propones?"
"Tengamos un duelo de conocimientos. Si gano seré el jefe encargado y tú solo serás un mero ayudante."
"De acuerdo, pero si gano, Seré el que coordine el manejo de la cura contra su plaga"
Manuel avisa al resto del equipo que esperaba afuera de la sala sobre el desafío. Y los invita a observar este duelo.
Mael había pedido a algunos sirvientes que traigan una pizarra y algunas piedras escribas, que solo son tizas hechas de yeso, pero Mael es tan fanático respecto a la magia que decidió llamarlas así.
El duelo había comenzado y Mael tomó la palabra.
"¡La magia es la manifestación de la voluntad de los dioses! ¿Acaso no es la magia la que se encarga de regular el balance interno entre los humores y la energía vital? El flujo de maná a través de los canales mágicos que recorren nuestro cuerpo y ayudan a nuestra regeneración de la piel, cicatrización de heridas y eliminación de venenos que entran a nuestro cuerpo. Sin esta energía vital el cuerpo dejaría de funcionar correctamente y moriríamos. Otra parte de nuestro cuerpo, tanto de humanos como elfos, es que nuestro corazón es una parte importante en enviar mana por los canales mágicos a otros músculos de nuestros cuerpos para que estos funcionen sin problemas. Con el tiempo, estos canales se desgantan por la edad y ya no pueden enviar tanta magia. Una curiosidad del corazón es que al parecer están sincronizados con las ondas mágicas invisibles en el aire; seguimos averiguando sobre como es posible este hecho"
A la vez que Mael explicaba, su mano dibujaba un cuerpo humano con cada circuito de venas y arterias correspondientes, obviando que él los conoce como canales mágicos.
"Tu turno, hereje. Intenta combatir eso con aquella ciencia mundana"
""Uf, bien. Tu explicación es bastante buena, pero carece de muchos puntos. Con permiso" Toma una tiza y comienza a dibujar "La verdad es que lo que ustedes conocen como canales mágicos; es conocido por mi gente como sistema circulatorio. Este sistema se compone de pequeños tejidos musculares que está presente en todo nuestro cuerpo. Su función es mover la sangre por el cuerpo y transportar nutrientes y oxígeno para el resto de nuestros órganos."
Mael quiso replicar, pero Manuel se adelantó.
"Por otro lado, vos mencionaste que nuestro cuerpo se regenera mediante estos canales. Algo cierto; sin embargo, el sistema circulatorio es el que se encarga de eso. Por medio de ellos, las plaquetas, que son fragmentos de células, se encargan de tapar la herida en un proceso muy lento pero constante. Por eso se transportan mediante las venas y arterias de nuestro cuerpo.
Mael estaba perdiendo la paciencia.
"Si hablamos en términos de eliminar toxinas. Nuestro cuerpo tiene un sistema aparte, el sistema inmune. Todos los días, a cada hora, y a cada segundo. Nuestro cuerpo pelea para eliminar cualquier amenaza potencial que entre a nuestro cuerpo."
Mael comenzó a replicar.
"Espera un minuto. ¿Cómo hace el cuerpo para detectar las futuras enfermedades? Mi teoría de canales mágicos en nuestro cuerpo es más acertado para explicar la eliminación de venenos en nuestro cuerpo y..."
"Como nuestro sistema inmune. La verdad hay mucho que nos sorprende constantemente, incluso con nuestros avances en la medicina. Pero estamos seguros de que nuestro cuerpo reacciona debido a diversos patógenos químicos, neuronales y nerviosos que activan nuestras defensas. Si una enfermedad es encontrada, pero no causa daño, se la archiva y se la vigila constantemente para evitar un posible ataque al organismo del ser vivo. Eso incluye a la fauna e incluso en algunas plantas."
"Ugh... bien. Entonces, ¿Cómo demostrarías que las pulsaciones del corazón no están relacionadas con las ondas mágicas invisibles en el aire?
"La verdad es que el corazón late debido a pequeñas señales eléctricas que provienen del sistema nervioso. Además, los latidos no son regulares; dependen de las acciones que hagamos en nuestro día a día: si estamos corriendo, nuestro corazón bombeará más sangre para que llegue más oxígeno a nuestros músculos. Si descansamos, nuestro corazón se detendrá lentamente hasta alcanzar un pulso adecuado." Manuel finalizó su explicación, mientras que su grupo de médicos comenzó a aplaudirlo.
El mago comenzaba a irritarse. Su pulso incrementaba y sus ojos se volvían verdes intensos, pero Manuel no lo notó.
"Señor Kodor, es bueno que crea en la magia como variable en el mundo, pero basarse en eso y aplicándolo para todo nuestro alrededor no es beneficioso para nadie. Caminemos este nuevo descubrimiento entre ciencia y magia; descubramos nuevos horizontes y enfrentemos los obstáculos juntos. "Le extendió la mano. Mael la miraba.
Su trabajo de más de 800 años. Todo su esfuerzo y sacrificio, sus amigos, su esposa, su familia. Todos lo abandonaron, pero cuando demostró su teoría sobre la aplicación de la magia en la vida. Y cuando le ofrecieron el puesto Jefe de la rama mágica del Principado de Qua-Toyne se sintió realizado. El mayor logro de su vida.
Ahora, viene un extranjero, mentiroso, hablador, y vendedor de teorías heréticas que tiran abajo todas sus ideas... Escupiéndole sus años de duro esfuerzo... Era el colmo.
"Si..." Su voz sonaba rara mientas acercaba su mano a Manuel. "Estoy de acuerdo... Pero..." Tomó con fuerza el brazo del médico argentino, mientras este se asustaba. "Primero debo eliminar un par de obstáculos..." Sus ojos brillaron y de su boca salieron incongruencias.
Todo el ambiente comenzó a calentarse y de uno en uno, la mitad del cuerpo médico que miraba la escena empezó a quemarse de pies a cabeza. La otra mitad miraba aterrada, y el médico estaba estupefacto. Cuando quiso intentar zafarse del agarre, una mano lo tomó del cuello.
"Eres un niño malo, Manuel... Creo que debo enseñarte a como mi padre castigaba a los niños malos" Los músculos de su brazo se hincharon, sus venas se hincharon al rojo vivo. Y de un solo movimiento lo arrojó contra la pared. Haciendo un hoyo en el proceso.
Actualidad.
Kanata miraba enojado a su jefe de la rama mágica. Nunca en su carrera como Primer Ministro se sintió tanto temor en un encuentro diplomático.
"¡Mael! ¡¿Qué estas haciendo?!"
"Lo que tuvimos que hacer hace tiempo con estos extranjeros mentirosos. Matarlos por invadir nuestro territorio con aquellas ideas heréticas"
"¡Ellos vinieron en son de paz y se disculparon por aquello!. ¡Incluso accedieron a entregarnos tecnología solo por comida! ¡COMIDA! ¡No vinieron para esclavizarnos, ellos son un aliado más contra los verdaderos enemigos del...!"
"Mientras mantengamos a estos sucios humanos en nuestro territorio, nuestra derrota contra Louria está garantizada. Pensé que usted lo entendería, Primer Ministro, pero veo que usted también está siendo manipulado por los herejes. Es mi deber como ciudadano de este país eliminar a sus enemigos" Alzó un brazo y un torrente de fuego fue disparado contra los diplomáticos argentinos que fueron a asistir a su compañero herido.
Kanata reaccionó, y con un aura verde brillando por su cuerpo se puso delante de ellos. Conjurando un hechizo, una barrera verde apareció protegiéndo tanto a los enviados argentinos como a Dariel y los Ministros de Defensa y del interior
"¡Huyan! No podré aguantar mucho" Kanata a los demás.
Tanto como Dariel y los ministros lograron escapar por la puerta de salida. Los argentinos se preparaban para seguirlos pero el mago se les adelantó.
"No escaparán" Con su otra mano, Mael creó otra cortina de fuego que bloqueó sus flancos.
José miraba desesperado a su alrededor intentando ver otra salida, pero era inútil. Todo estaba cubierto de fuego.
De pronto sintió un bulto en su cinturón. Se levantó el saco y vio su pistola Bersa Thunder. Sin dudarlo, la sacó y apuntó al mago.
"¡Primer Ministro, ¿puede desviar su ataque?!" Ordenó sin quitarle la viste al mago loco.
"¡No lo creo! ¡UGH!"
"¡Bien, quiero que lo desvíes y luego desactives los escudos!"
"¡¿Estas loco?! ¡Mael es el mago más poderoso del Principado! ¡Nadie logró vencerlo y!... ¡AGH!" El dolor por mantener el escudo comenzaba a pasarle factura a su cuerpo.
"¡Hágalo, ahora! ¡Miguel, protege al médico. Kanata, a mi señal... Baje la barrera!"
Kanata vio que no había opción, con un esfuerzo titánico comenzó a reunir la magia que le quedaba y prepararse para redirigir el ataque.
"A mi señal...3"
Mael vió a José apuntarle con algo, pero no pudo concentrarse al notar como las reservas mágicas de Kanata estaba reuniéndose en sus brazos y cerebro. Quitando su atención del diplomático.
"2..."
Kanata conjuraba un hechizo de cancelación mágica en sus brazos a su vez que mejora sus sentidos para cubrirse de cualquier sorpresa.
"1..."
Mael entona un hechizo de paralización que busca hacerle contra a la magia de su jefe.
"¡Ya!" José dispara.
Pero algo sucede. En el momento que José aprieta el gatillo, Mael completa su cántico y logra paralizar levemente a Kanata e impidiendo que desactive los escudos por un momento.
El proyectil es expulsado del cañón del arma. La bala sale disparada y empieza a atravesar el aire en dirección al escudo. Antes de hacer contacto, Kanata lo vé.; algo imposible e irreal. Aquel mortal objeto de metal atraviesa el escudo, sin esfuerzo, sin ninguna grieta en la pared mágica, nada interrumpió su camino. Pasó como si nada estuviese obstruyéndolo.
*Boom*
Silencio...
Nada se movía. Nadie se movía.
Pero ahí se encontraba, el cuerpo inerte de Mael Kodor, jefe de la rama mágica del Principado de Qua-Toyne, el mejor mago que alguna vez engendró su nación, yaciendo muerto en el frío suelo de madera chamuscado por sus llamas.
Kanata tuvo que respirar profundamente dos veces antes volver a la realidad. Quejidos de dolor se escuchaban a sus espaldas.
"La puta madre... Manu." Miguel miraba el cuerpo chamuscado de su viejo amigo de secundaria
"Es tarde..."
A veces las casualidades son dolorosas.
"Yo..." Kanata trató de articular una palabra pero algo le apuntó la cara.
"Escúchame idiota de orejas puntiagudas hijo de re mil puta y la concha de tu madre" José no tento al diablo y colocó la pistalo en la cara del primer ministro. "No quiero escuchar alguna palabra tuya, sino..." un click se escuchó en la pistola.
La puerta se abre. De él aparecen Dariel con un pelotón de 20 hombres.
"¡Primer Ministro!"
El comandate queda plasmado al ver que José amenazaba al ministro; sin dudar, desenvaina su espada y se prepara para cortar al diplomático.
"¡Darius, espera!" kanata alza una mano para detenerlo. Darius se detiene abruptamente.
"¡Pero señor! ¿¡No ve que está siendo atacado!?"
"Eso es lo de menos. Ahora mismo nosotros somos los responsables de este incidente." Señala el cuerpo de Manuel tirado en el piso y el cadever de Mael.
Darius, consternado, quería replicar pero nada salió de su boca.
Al final, la conferencia terminó el fracaso. José y Miguel se quedaron en el ARA Parker en espera de instrucciones de su gobierno de como continuar. El equipo médico argentino fue atendido y esperaron a que otro barco los llevara de regreso.
De los 16 miembros enviados, 10 sufrieron quemaduras graves, 4 quemaduras de segundo grado, y lamentablemente 2 fallecieron consumidos por las llamas.
Todo empezó como un simple encuentro diplomático y terminó el tragedia.
El Sol de Mayo comienza a volverse rojo
Casa Rosada, despacho presidencial.
El día siguiente al incidente.
"Inaceptable..." El presidente leía el reporte que Ramiro le entregó
"Lamentablemente, es la realidad."
"¿Qué haremos ahora?" Preguntó el ministro de relaciones exteriores, Enrique Stein.
"Consideremos un ataque contra el principado" propuso el jefe del Estado Mayor, Carlos Presti.
"No podemos hacer eso, nuestro sustento para cubrir la demandas de alimentos depende de ellos." Exclamó Andrés Bolaños, nuevo jefe de la vicejefatura del interior tras la renuncia de su predecesor.
"¿No tenemos a otros países con los que comerciar?"
"Todavía no. Este es nuestro primer contacto con los nativos de este mundo; y las conversaciones con el Reino de Quila siguen en proceso. El reino de Louria no piensa abrir charlar porque, según ellos, no tenemos wyverns; y desestimaron cualquier futuro encuentro." Stein se tocó la cabeza en señal de pesadez.
"Entonces informemos a nuestos ciudadanos de incidente." Sugirió Ramiro.
"Eso causará indignación entre los nuestro por nuestra mala gestión" Stein rechazó la idea.
"Entienda que si escondemos este ataque, los rumores llegaran de todas formas por los trabajadores de los puertos; empeorando nuestra posición. Y con todo este lío de teletransporte aún no tenemos el favor de la gente." Ramiro mira al presidente, que se había quedado callado y mirando al techo.
"De todas formas, esta es decisión tuya."
El líder se quedó meditando profundamente mientras estaba metido en sus pensamientos. Tantas opciones, tantas posibilidades de sacar provecho a esto. Toda viabilidad traían consecuencias mas o menos graves, a corto o largo plazo. No quería meterse en una escalada de tensiones con un país atrasado como el Principado de Qua-Toyne, pero debe velar por la seguridad nacional y los intereses de sus nación.
Llegó a una decisión. Bajó la mirada y plantó cara en la mesa.
"Mantengan este incidente oculto el mayor tiempo posible, les notificaré para que una rueda de prensa sea convocada. Ahora abran una llamada con los diplomáticos en el Principado. Ya tengo sus nuevas órdenes."
Costas de Maihark
Corbeta ARA Parker, comedor.
José se encontraba devorando una pequeña porción de filete con arroz. Junto a él, Miguel tenía un plato de ravioles, pero no lo había tocado todavía. José lo miraba con tristeza, le habló para aligerar un poco el ambiente.
"¿Lo conocías?"
"Si. Era un tarado. Reprobó 4 años en la facultad de medicina, y tardó otros 3 años en conseguir el título... Aún sigo preguntándome como se graduó"
"Debió tener sus mañas"
"¿Mañas? Jaja, no. Ese idiota era la cúspide de la desorganización; desde el jardín hasta ahora. Nunca le confíes nada, ya que en 1 segundo lo dejaba en cualquier lugar y se olvidaba. Recuerdo como le entregué un trabajo práctico importante para que lo guardara. Al día siguiente le pedí que lo devolviera. Su cuarto quedó dado vuelta por todos los lugares que buscamos para encontrar ese condenado TP. Su madre vino a vernos y me entregó mi tarea toda congelada; al parecer, el boludo lo dejó en la freezer."
Ambos rieron. Luego silencio.
"Lo voy a extrañar." Miguel agarró el tenedor y se comió un raviole
José lo miraba con pesar, hasta que el sonido de la bocina del barco se encendió.
"Se solicita a los diplomáticos José y Miguel, presentarse al puente de mando."
Ambos se miraron, terminaron sus platos y se marcharon.
Puente de mando
Los hombres se presentaron al lugar. El capitán de la nave estaba parado con teléfono en mano.
"Si... ya llegaron... entendido. Pongan el altavoz y video." ordenó a uno de sus subordinados.
Del otro lado de la pantalla, el presidente hacía acto de presencia.
"Buenos días José Santucho, Miguel Domínguez. Antes que nada quiero dar mis condolencias al señor Domínguez, me enteré que usted era cercano al doctor Manuel."
"Gracias señor presidente"
"Vayamos al grano. Debido a esta situación he tomado la decisión de que este acto no quede impune. Quiero que vuelvan allí y presenten este nuevo acuerdo." De la mesa un fax era impreso.
Cuando Miguel tomó la hoja y comenzó a leerlo, su cara se formó una leve y sorpresiva sonrisa. Le pasó la hoja a su compañero que compartió el mismo sentimiento.
"¿Algo más que debamos saber?"
"Nada más Notifiquen cuando terminen su tarea. Pueden retirarse"
"Si señor presidente."
Ambos procedieron a fichar un segundo encuentro para el día siguiente.
Fortaleza de Maihark
Sala auxiliar
Mediodía
Kanata se encontraba en la sala auxiliar, casualmente construida en caso de que la sala de conferencias sufriera algún daño o percance; nunca tuvo tanto miedo de algo desconocido. Aquella cosa negra... no era normal. Un solo proyectil de esa cosa bastó para acabar con el poderoso mago Mael Kodor, ni una batalla desesperada, ni una victoria fabulosa, ni una derrota honorable. Solo la más fría muerte que alguna vez haya visto.
Pero de todo lo ocurrido en los eventos de ayer fue... ver algo imposible. ¿Magia de alta perforación imbuida en pequeños objetos metalicos capaz de atravesar el escudo mágico? Kanata lo dudaba; había usado su amplificación de sentidos y no notó ninguna pizca de escencia mágica.
Se le venía dos ideas a la cabeza. Una en la que los argentinos hallan mentido respecto a tener raíces mágicas y que su tecnología en este campo sea muy avanzada. O que, de otra forma, hallan dicho la verdad y que todo lo que él había visto ahora era solo la más pura y fina tecnología mecánica. Todos esos barcos, equipos médicos, objetos... solo hayan sido la punta del iceberg de una superpotencia que se a escondido por mucho tiempo y que ahora, por este acto de asesinato, busquen venganza.
Un recuerdo le llegó a su mente.
Hubo una vez, que su padre le comentó de dos leyendas, una en la que contaban como los dioses invocaban a sus mensajeros divinos, los guerreros dorados, y castigaban a el temido Imperio Ravernal. Él conocía esa historia al derecho y al revés, aunque siempre le gustaba oírlo; de la nada su padre lo miró a los ojos y comenzó a relatarle otra leyenda, una totalmente diferente:
"Aquellos que luchan con uñas y dientes. Aquellos que se guían con el corazón. Aquellos que buscarán tomar su posición en este mundo de mentiras y saqueos. Aquellos que aplastan a sus enemigos con puño de hierro. Ellos serán los únicos capaces de derrotar al imperio del mal, pero lo darán todo de si mismos que el sol rojo emergerá de las cenizas. Volverán a la tierra prometida y ascenderán como los líderes de estas tierras; aun si eso los conduce a la ruina. Serán coronados de gloria, o morirán con gloria a morir"
En eso tocan la puerta. Darius se asoma por la puerta.
"Señor ministro, los argentinos están aquí."
Saliendo del estupor se palmó la cara con las manos para volver a la realidad.
"Háganlos pasar"
José como Miguel pasaron y se pararon frente a Kanata.
"Bienvenidos, lamento si está un poco desorganizado, pero esta sala no se ha usado en mucho tiempo" Se disculpó bajando levemente la cabeza.
"Eso no importa. Hemos regresado con una nueva propuesta""explicó Miguel.
"De acuerdo, pero déjenme traer a un escriba para que redacte la propuesta a nuestro idioma. Todavía no entendemos su escritura, espero que entiendan."
"Por supuesto"
Kanata mandó a llamar a el escriba. Una vez llegó y se preparó para escribir. Miguel leyó el nuevo acuerdo.
Al Principado de Qua-Toyne
A causa del asesinato de un diplomático argentino y dos médicos, y daño profundo ocasionado a la delegación médica enviada, se le pide que cumpla los siguientes acuerdos en pos de disminuir las tensiones entre ambas naciones:
1- La cesión de un poblado costero cercano a Maihark con sus alrededores.
2- Reconocimiento de la nueva tierra como suelo argentino.
3- Argentina se comprometerá a la construcción de infraestructura esencial para el envío de comida e insumos de los puertos del Principado a Argentina. Excluyendo cualquier otra zona de no interés. Además de asumir los costos de construcción.
4- Qua-Toyne enviará una delegación a Argentina para que actúe como representante del mismo. Garantizando su seguridad y Bienestar.
5- Argentina se compromete a combatir la Fiebre de los Rosales una vez cuando se complete el punto 3.
6- Argentina ayudará contra toda amenaza militar al Pricipado a cambio de una reducción de impuestos de todos los futuros acuerdos comerciales. Los valores serán acordados posterior a la finalización del conflicto.
7- Si en un futuro cercano, otro incidente se llegara a presentar poniendo en peligro a ciudadanos argentinos. El Principado tendrá que tomar ceder el puerto comercial de Maihark y sus tierras alrededor
8- En caso de fallar el punto 7, ambas naciones entrarán en guerra.
En caso de no aceptar este acuerdo, Argentina y el Principado de Qua-Toyne seguirán comerciando con normalidad, pero en caso de una situación bélica por parte del segundo, Argentina no tendrá la obligación de ayudar militarmente al principado, ni tampoco tendrá participación en la lucha contra la plaga que azota su tierra.
"Eso serían todos los puntos a tratar." Finalizó Miguel mientras dejaba la hoja con un lapicero en la mesa. "Les daremos hasta el final del día. Nos vemos"
Ambos salieron de la sala dejando a Kanata como al escriba perplejos.
"Llama a una reunión de emergencia a todos los miembros del consejo que estén cercanos al puerto: también llama al comandante Darius."
El escriba se retiró corriendo.
Media tarde
Todos los elfos del consejo apenas escucharon el llamdo de emergencia. Dejaron sus trabajos y fueron lo más rápido que pudieron.
Una vez llegaron, fueros puestos al día sobre todo lo sucedido para que tengan un contexto de la situación actual. Kanata leyó los puntos del tratado.
Una vez finalizado, todos estallaron de cólera.
"¡Qué humillante! ¿Quién se creen estos argentinos que pueden venir y dar estos puntos inaceptables?" El Ministro del Exterior declaró su enojo mientras golpeaba la mesa.
"Debemos actuar contra esos humanos antes de que se conviertan en un problema. ¡Comandante Darius, quiero que tus hombres se preparen para el ataque a esa nave de metal que aun respira en nuestras costas!" El Ministro de Defensa declaró parecía convencido de sus acciones.
"Espere Ministro de Defensa, no podemos desperdiciar nuestro poder nacional a una guerra con otro país. Louria podría aprovechar ese momento y acabarnos." El Ministro del interior se levantó exaltado
"No te preocupes, su flota todavía está en construcción. Si nos apuramos en atacar a los Argentinos, todavía podemos neutralizar la amenaza de Louria."
"Se te olvida que ellos tienen una mayor cantidad de wyvens que nosotros, y su fuerza terrestre supera con creces a la nuestra"
El Ministro de defensa no pudo argumentar nada en contra. Kanata veía como todos tiraban ideas sin sentido contra una pared.
"Silencio" Todos callaron mientras esperaban a que su superior hable. "Comandante Darius, considerando nuestra fuerza actual ¿Es posible atacar la nación de Argentina?"
"Me temo que no disponemos de los medios para atacar a un país que está a 2000 km de distancia. No tenemos muchos barcos y nuestras guarnición no está entrenada para asaltos maritimos; ni hablar de mantener una campaña militar en territorio desconocido. Si quiere mi opinión, debemos considerar. Perderemos un pueblo a cambio de una alianza militar contra Louria."
Muchos pensaron detenidamente la opinión de Darius. Es verdad, no estaban listos para una guerra, y menos contra un país desconocido.
"Antes de dar nuestro veredicto final, tengo un par de preguntas a usted, Primer Ministro" El Ministro del Interior levantó la mano. "¿Cómo murio exactamente el jefe de la rama mágica? Es sabido por todos que Mael Kodor era un genio en su área; ser asesinado por un humano sin magia es imposible"
Las cabezas señalaron a Kanata, quien solo dió un suspiro.
"Tengo las mismas dudas que usted señor ministro. Pero incluso no tengo ideas de como fue posible atravesar mis defensas con un objeto metálico tan pequeño. Vi el proyectil salir de aquella cosa, cuando llegó al alcance de mi escudo mágico, lo traspasó como si no hubiera nada allí. Siguió su camino hasta impactar directamente contra la cabeza de Mael"
"De todas formas eso será para otro momento. Vayamos al punto final de esta reunión. Respecto a aceptar las exigencias de Argentina, levante la mano quien está a favor.
Los ministros del interior y el Primer Ministro Kanata levantaron la mano.
"En contra"
El de defensa y del exterior levantaron la mano.
"Es verdad, Mael ocupaba un asiento para estas situaciones... Darius, tu tomarás la decisión final"
Darius se levantó asombrado.
"¿¡Yo!? Solo soy un comandante de un puerto costero no puedo..."
"Comandante Darius, entiende que estamos en una situación donde nuestro país está en riesgo. Tome la decisión ya."
El hombre no sabía que pensar. Solo lo habían invitado ahí para ser de espectador y dar opiniones. Pero tenían razón, no es momento de dudar.
"Entonces ya lo decidí. Mi voto es a favor"
"Muy bien, con esto cerramos esta reunión de emergencia. Llamen a los argentinos para dar fin a las tensiones. Esto acaba ahora"
Reino de Quila
Mientras los acuerdos finalizaban en Qua-Toyne. El rey león de Quila, Almus, se encontraba en un encuentro con la diplomática Sofía Herrera, recientemente arribada junto al ARA Almirante Brown; a su lado, el consejero felino del rey, Karn Menteclaro, y el comandante general de todos los ejércitos, el elefante Dorn Colmilloroto.
"Es un gusto conocer a aquellos que vienen de los mares orientales." el rey Almus abrió la conversación.
"Veo que esperaba mi llegada" Sofía abría los ojos levemente de sorpresa.
"Jojo, los rumores sobre ustedes no son nuevos; con cada día, llegan más a nuestras fronteras. Pero vayamos al grano ¿Qué desean de nosotros?"
"De acuerdo, nuestro país a escuchado que ustedes tienen en vuestras tierras algo llamado agua negra. Queríamos pedir el permiso para la explotación y envio a nuestro país para extraerlo. "
"¿Solo eso? ¿Qué ganaríamos a cambio?" Almus pensaba que podría ofrecer con algo que su pueblo no encuentra uso alguno.
"Con todo respecto su alteza, nosotros también hemos recibido rumores de que su pueblo se encuentra en constante sufrimiento debido a la sobrepoblación en sus ciudades y a la falta de comida constante."
"Ugh... parece que los problemas de nuestro reino es sabido por todo el mundo, no me sorprendería que incluso esos de Palpadia lo sepan." Los murmuros de Almus solo fueron escuchados por él. "¿A donde quieres llegar?"
"A cambio de los derechos de explotación de las aguas negras y algunas minas que ustedes no usen, nosotros ofrecemos resolver el tema de la sobrepoblación, mejoraremos la infraestructura de cada pueblo y ciudad en su reino. Claro que nosotros asumiremos los costos de operación"
"Mmmm, ¿Qué opinan, Karn, Dorn?"
"A primera vista parece bueno y beneficioso, pero, ¿Por qué las minas abandonadas? Solo son lugares antiguos que poseen rocas negras inservibles. Ademas, ustedes llegaron en un barco de metal. Y por lo que ví, poseen un cañon; fuí espectador de una demostración de fuerza de Palpadia y se de lo que son capaces. ¿Qué nos garantiza nuestra supervivencia si no aceptamos nuestro acuerdo?" Karn sobaba su larga barba.
"La verdad, es que ese barco es solo uno de patrullaje y defensa costera y es de los más viejos. Además de que estaba planeado para ser desguazado. Pero debido a circunstancias en nuestro país tuvimos que sacarlo. Y respecto a las minas, estamos interesados también en esas rocas negras" Una pequeña mentira y una verdad para calmarlos.
Karn inspeccionaba de arriba abajo mientras movía sus orejas, como si estuviese presenciando la mentira.
"He visto que no llegaste sola a estas tierras." Dorn tomó la palabra.
"Es verdad, me acompañan un pequeño grupo de soldados por precaución. En realidad es por temas políticos que por alguna necesidad." Otra mentira.
"Eso no importa, he visto a esos hombres. A simple vista parecen normales y débiles, pero siento un gran poder dentro de ellos." Dorn se dirije a Almus. "Mi rey, solicito un combate con el grupo de soldados."
Almus solo sacude la cabeza.
"Estamos en una reunión diplomática. No puedo acceder sin que la otra parte esté de acuerdo." Dorn baja la cabeza y sacude la trompa con disgusto. "Bien, he llegado a un trato. Les dejaremos pase libre para visitar las tierras donde recide el agua negra y el pase para visitar las minas de rocas negras. Pero, Algunos de mis soldados deben acompañarlos también como seguridad extra. Dorn irá también." La emoción del general era visible. Tanto que Karn tuvo que golpearlo con su pata.
"Entonces tenemos un trato. Me gustaría partir ahora." Sofía miraba la extraña situación.
Media tarde
Horas después.
El grupo estaba preparado junto a dos soldados de Quila y el mismo Dorn. Sofía se quedará en el barco en lo que espera noticias
El trajecto era subir en el ARA Almirante Brown para luego atracar en el puerto de la ciudad costera de Salem. Luego ir en camello hasta llegar a Tsamara. El viaje en barco tardará 6 horas pero esperarán a que amanezca y luego continuarán camino, que demorará unas 2 horas.
(Había hecho un mapa bien detallado de como se veía el desierto y sus alrededores, pero cerré la app sin querer...y pues no se me guardó. Y me dió pereza hacer otro igual. Más adelante modificaré los mapas de los caps anteriores. Si me olvido, háganmelo recordar.)
El trayecto fue tranquilo y sin demoras. Cada tanto Dorn pidiendo un combate contra alguno de los marinos del barco y sus escoltas deteniéndolo, pero nada fuera de lo común.
Ciudad costera, Salem
En la mañana.
Ingresaron al puerto sin muchos problemas; a excepción de algunos chimosos locales que miraban a los recien llegados. Comieron algo en el barco, haciendo que Dorn y los suyos lloraran porque no probaron nada delicioso en muchos años, y luego partieron rápidamente hacia los campos de petroleo.
Un grupo de geólogos fue enviado para verificar la existencia de petróleo y carbón, su destino, el Gran Desierto de Arazia, un extenso y caluroso lugar donde nada se podía ver; salvo por la única ciudad nodo-comercial, Tsamara, que unía a los pueblos de las fronteras con el resto del país.
Aunque no iban solos, un pequeño pelotón del Regimiento de Caballería de Exploración de Montaña n°2 actuaban como escolta tras los acontecimientos en el Principado. Y como no querían otro incidente, los desplegaron. Claro que dejando a unos cuantos para la protección de la diplomática en el buque.
Al llegar al lugar, rápidamente se pusieron registrar la zona; aunque fue fácil, el color negro se extendía por todo la zona. Al parecer, la existencia de grandes extensiones de petróleo era sabida por todos en Quila, pero nadie le encontraba algún uso. Con todo esto, Los expertos regresaron al buque a informar sobre el hallazgo a Sofía. Con esto, ella regresó a la capital, mientras los geólogos y un grupo de soldados se quedaban a buscar yacimientos de carbón en las zonas montañosas al oeste de Tsamara.
Al Asmara
Día siguiente, mañana.
El rey Almus y Sofía se encontraban cerrando los últimos puntos del acuerdo en la capital de reino, Al Asmara, una de las pocas ciudades donde la Fiebre de los Rosales no afectó gravemente; sin embargo, la ciudad apenas puede mantenerse en pie. Las constantes escases de alimentos hacían los hombres bestias tomen medidas desesperadas para vivir un día más.
"Con esto, rey Almus, concluimos esta reunión con los siguientes puntos"
Tratado Asmara
-Se establecerá una embajada en Argentina y Quila tras el envio de una delegación de intercambio cultural.
- Quila dará libre acceso a los yacimientos de agua negra (petróleo) y cualquier veta de rocas negras (carbón) exclusivo en el Gran Desierto de Araiza; además de la completa gestión de la misma a Argentina.
- Quila garantizará la protección de los trabajadores y diplomáticos argentinos.
- Argentina otorgará una mejora total en la infraestructura en todos los pueblos y ciudades de Quila.
- Argentina se hará cargo de los gastos de todos los costos operativos como pago del uso de los recursos del reino.
- A pedido del gobernante, rey Almus, se enviará un destacamento de voluntarios de hombres bestia para un entrenamiento conjunto entre ejércitos.
- En un tiempo futuro, se pondrá en mesa una alianza económico-militar entre ambas naciones.
"Estoy agradecido con estos puntos. A veces pienso que ustedes son enviados divinos que vinieron a salvar a mi gente. Estoy agradecido" Almus inclinó la cabeza causando temor en Sofía.
"Espere, espere, esto es solo un acuerdo entre una persona normal y un rey como usted. Con solo estrechar las manos será suficiente" estiró la mano que era aceptado por Almus. "Si me disculpa, debo regresar a mi nación para informar de mi progreso."
"Entendido, que tenga un buen viaje de regreso señorita sofía."
Los ojos de Almus seguían con mirada a la diplomática mientras veía como desaparecía de la sala.
"¿Estás interesado en ella?" Korn apareció por su espalda dandole un susto.
"La próxima vez que hagas eso haré que te ahorquen."
"Ja, sabes que no puedes hacerlo."
"Haaa..." Suspiro. "Me siento solo Korn. Ha pasado 20 años..."
"No lo recomiendo, sabes como son esos nobles tradicionales. Siguen presionando por más poder y comienzan a provocar revueltas si no les hacemos caso."
"Todo sería mejor si tuviera un descendiente..."
"¿La extrañas no?"
"Cada segundo..."
Silencio...
"Te daré un consejo, como rey es tu deber lograr el bienestar de tu pueblo y velar por los intereses del país. Sin embargo, tú como hombre bestia, debes velar por tu felicidad personal. Tristemente, no puedes velar por ambos. Todo requiere un sacrifio..."
"Lo sé Korn... Lo sé..."
Almus se queda mirando la salida de su trono por donde Sofía había salido...
La soledad inunda de nuevo su ser.
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