En una habitación oscura se podía decir que no había nada allí, por la escasa visión de objetos, hasta qué, en un instante una pequeña luz morada se hizó notar, iluminaba el centro de aquel lugar. El origen de aquella luz provenía de un caldero, parecía normal, pero, cuándo veías los dibujos tallados en él, podías notar qué la brujería estaba en el ambiente. Aquel lugar era usado por una bruja para hacer sus pociones qué podrían causar tantas cosas qué iban desde un simple hechizo para dormir por mil años hasta uno de vivir por toda la eternidad, algunas cosas buenas qué podrían beneficiarte o perjudicarte hasta tú último respiro de vida.

— Lengua de rana —. Se escuchó una voz mientras tiraba lo dicho en ese líquido de apariencia morada, bizarra, qué al caer salían burbujas de color rosado cambiándole un poco los colores al líquido.

— Cabello de anciana —. Susurró mientras abría una bolsa y tiraba los cabellos qué eran de una mujer de entre los ochenta y la muerte.

— Ojos de serpiente —. Abrió un frasco y tiró un par de lo mencionado.

Comenzó a mezclarlo de forma lenta y continúa, debía hacer que los ojos se disolvieran para continuar la receta.

Una poción que provocará qué seas lo más hermoso del mundo, pero, tristemente tú cuerpo se llenará de egolatría y nunca encontrarás el amor, porque marcaras a todos cómo inferiores.

Okuda solo podía permitirse suspirar, sus clientes sí que estaban locos para pedirle tale cosas. Aunque ella es una bruja buena y les hablaba sobre los efectos secundarios qué podrían tener después de ingerir la pócima, aún así, éstos eran necios. No la escuchaban, tratándola mal por no aceptar el trabajo. Rindiéndose con un suspiro hace qué la pócima sea de mala calidad.

No fue idea de ella en un principio, fue culpa de...

— ¡OKUDA! — La culpa era de la persona qué la llamaba, eso era obvio, su inocente mente no era tan malvada cómo para hacerle eso a sus clientes.

Con aquella interrupción, la luz de esa habitación no era solo del caldero, también provenía del celular de su mejor amigo.

— ¿Ahora qué pasa, Akabane? — Preguntó nerviosa, siempre qué ella estaba en medio de la preparación de una pócima y estába el pelirrojo sabía qué terminaría mal.

— Necesito una pócima ahora mismo —. Dicho eso comenzó a buscar entre los estantes de la bruja de cabellos morados.

Ella solo lo veía cómo si fuera un sapo en busca de alguna mosca, saltando de un lado a otro buscando quién sabe qué clase de pócima, leyendo etiquetas mientras las tiraba al suelo por no ser de utilidad.

Cuándo notó qué un frasco de los cuáles tiró Akaban salió un grito desgarrador de alma en pena supo qué era momento de detener la locura qué estaba provocando su mejor amigo en su sala de trabajo.

— ¡Akabane! — Gritó para qué dejará de hacer lo que sea qué estába haciéndo —. ¿Qué te pasa? ¿Estás más raro qué de costumbre? — Preguntó cuándo al fin vió cómo su amigo le prestaba atención.

— ¿Qué me pasa? ¿Qué t sucede a tí? — Preguntó molesto —. ¿Dónde tienes la maldita pócima esa? — La interrogó de forma acusadora.

Para después abrir un cofre qué al ser activado sacó una dentadura qué estába a punto de comerse su brazo, si no fuera porque Manami de forma rápida tomó de su bolsillo una mini bomba con humo paralizador para lanzarla a esos dientes. Después de ese acontecimiento, antes de qué Karma se moviera por la habitación destruyendo — nuevamente — sus trabajos lo encerró dentro de una burbuja para qué al fin respondiera a sus preguntas.

No quería limpiar todo ese desastre. Mucho menos quería hacerlo si el pelirrojo seguía haciéndo de las suyas y aún más con una pócima a medio hacer.

— ¿Dime, qué sucede? Estoy en medio de una pócima qué sí se sobre calienta explota —. Informó para suspirar cansada.

— ¡Necesito una pócima de amor o de olvido! No me importa cuál de las dos sea —. Esas palabras desconcertaron a la bruja qué veía aún más raro a su amigo.

— ¿Por qué exactamente eso? — Preguntó para ver si podía ayudar a su amigo de la infancia.

— Me declaré a Shiota —. Habló con nerviosismo mientras un sonrojo recorría sus mejillas.

— ¿Qué? — Dijo asombrada.

— ¡QUÉ ME DECLARÉ A SHIOTA, JODER! — Gritó lo suficientemente fuerte para qué la burbuja explotará dejándolo caer de cara al suelo.

— ¿Entonces, para qué necesitas una pócima de olvidó o de amor? — Trató de indagar más en el tema qué la involucraba.

— Porque huí antes de escuchar su respuesta — La seriedad con la qué hablaba te hacía creer qué hablaba de un tema de vida o muerte.

Pero, en verdad el tema de vida o muerte era la explosión proveniente del caldero dejará los rostros de ambos adolescentes negros al igual que su ropa.

Lo malo de ser una aprendiz de bruja es tener un amigo qué sabe lo que eres.

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El milagro ocurrio, los mares se abrieron y mi crush me acepto.

Na, lo ultimo es broma. Ya no es mi crush. Si, esta weona ya no esta flechada por nada. Ninguna dona o platano. Estoy más sola que antes, pero detalles.

¿Que opinan del prologo? Wuapo verdad. Que se note que Karma es un idiota enamorado, jsjsjs.

Nos leemos en otra actualizacion, aun no se si hacerlas por semana o por casa dos semanitas.

Despues elijo xD

-Se despide Pay.