Lo Mejor Que Me Pasó
Casi no recuerdo todas las veces que he sido entrevistada. Imagina: desde los quince años haciendo televisión y giras, apariciones en revistas y programas juveniles, radio, televisión. Cuando llega la mayoría de edad ese espectro crece y te quieren llevar a su portada hasta las revistas más insospechadas —que no voy a nombrar, pero que algunos podréis adivinar.
Frances Hallbright es una gran comunicadora que empezó siendo redactora para Conan O'Brien y que, alguna que otra vez, apareció como colaboradora en sus distintos segmentos. Alguien del canal se dio cuenta de que ella gustaba y tenía un impacto en mujeres y niñas. No se solía amedrentar en sus denuncias sociales e igualitarias —incluso más de una vez se enfrentó al canal cuando sus exigencias no eran oídas.
La primera y más controversial: sólo serían mujeres quienes compusieran todos los equipos técnicos, creativos, productivos y directivos del programa. Si venían de grupos vulnerables, mejor. Era una apuesta que al principio no salió muy bien. La gran mayoría tenía muy poca experiencia. No obstante, ya va por los dos mil programas con casi las mismas mujeres y con una calidad totalmente indiscutible a la altura de Oprah o Ellen.
Esta es mi tercera entrevista con ella y, posiblemente, las más íntima.
—Tengo que decirte, que no puedo estar más contenta de la resolución que tuvo la filtración de esa conversación de Litmanen y Freechild. Despedidos de su canal y de su equipo de fútbol, respectivamente. Aunque es triste que sea necesario usarlos como ejemplos de lo que pasa cuando se habla así de una mujer —apunta Frances.
—Si te soy sincera, me da igual. Hace tanto tiempo que me hacen daño que no me ofrece mucho consuelo lo que les pase. Si espero que esto sirva, como dices, de enseñanza para que, de una vez, se deje de hablar de las mujeres de esa forma tan despectiva. Es tan denigrante, tan destructivo, que pocas cosas pueden sanar esas heridas.
—Es posible que mucho penséis que Athena es una persona llena de rencores y resentimiento, pero dejadme deciros que no he visto ni una sola publicación ni entrevista, o filtración, donde critiques a cualquiera de las personas que te llevan haciendo daño desde hace unos cuantos años, incluidos los personajes nombrados anteriormente. ¿Por qué? Después de todas las barbaridades que te dijeron, por qué callas.
—Alguien tiene que parar el círculo de violencia que no conduce a nada bueno y que tanto les gusta a muchos medios. No quiero vivir consumida por el odio el resto de mi vida. Necesito paz, seguir adelante, superar esto y sólo puedo lograrlo con aceptación y perdón.
—¿De verdad puedes perdonarlos después de todo?
—Sí. Eso no quiere decir que sea fácil. No obstante, es lo que tengo y necesito hacer.
—Me sorprendió lo que pasó el otro día cuando pediste en tu Stories de Instagram que dejaran a Anna Williams en paz.
—Es lo que tenía que hacer. Algunas personas la estaban criticando porque apareció en una Story con un libro de Rick. De inmediato le pidieron que dejara el libro insultándola y amenazándola. No era justo que nadie la atacara. No voy a entrar en lo que hizo o no, pero no quiero que la gente que me quiera ataque a nadie. No es quien soy, ni lo que predico. Por eso pedí que la dejaran tranquila. Si quiere leer un libro de Rick o aparecer con un disco mío, es totalmente libre de hacerlo. Al igual que el día de mañana si tengo que ver una película o serie en la que aparezca ella, lo haré sin problema. Ya he cerrado esa etapa. Su presencia no me provoca dolor. Estoy aprendiendo a ser feliz y no voy a dejar que nada ni nadie trate de robarme la sonrisa.
—Me emociona mucho escucharte y verte tan fuerte. Hemos visto muchos casos parecidos. La sociedad sigue siendo muy dura con nosotras las mujeres. Se nos califica de pobrecitas, como si no pudiéramos ser capaces de enfrentar cualquier situación y vencer. Todas y todos hemos tropezado, todas y todos hemos dudado, todas y todos hemos tenido miedo. ¿Por qué no hay pobrecitas y pobrecitos? Por eso me enorgullece tanto que todo el mundo vea que te has puesto en pie, cuando muchos esperaban que te rindieras, que lo dejaras todo atrás y que te subyugaras a ellos. Eso me da esperanza porque le das un ejemplo grandísimo a tantas niñas, adolescentes y mujeres que luchan por demostrar que no hay nada que no puedan hacer.
—Me estás haciendo llorar ahora, Frances. Menos mal que uso maquillaje waterproof o estaría hecha un desastre.
—¡Pero estarías impresionante igual! A lo que me lleva, la portada del single ¡es increíble! Y la canción, un grito a la fortaleza, a la resiliencia de la que hablaba y que, con tu permiso, nos vas a interpretar ahora.
Asiento un poco nerviosa. Hace tanto tiempo que no canto en directo —no voy a hacer playback, que conste— que tengo miedo de cagarla. Nada más estoy frente al micro, cierro los ojos y respiro profundamente. Veo a esa mujer del veintidós de junio del año pasado a la que su mundo se le derrumbó y la que ahora está en pie en el set de Frances. No puedo creer que en algún momento hayan sido las mismas. Eso me da fuerzas, porque yo soy fuerte y que no hay nada ni nadie que pueda derrumbarme.
—¡Una interpretación maravillosa! —exclama, Frances aplaudiéndome de pie—. Hoy quiero darte una sorpresa, una alegría justo en el día de tu cumpleaños.
—Últimamente, me dan miedo las sorpresas. Aunque viniendo de ti, tendrá que ser buena.
—Muy buena de hecho. Tengo que decir que he tenido que romper con mi deseo de no tener a hombres en este plató. Sabes que por años me he resistido. Creo que esta excepción merece la pena.
No puede ser...
—Por favor, démosle todas un gran aplauso a... ¡Rick del Río!
Me doy la vuelta hacia donde Frances señala y lo veo aparecer vestido en un elegante traje negro, sin corbata y camisa del mismo color. Está hermoso. Su barba está un poco más recortada, sus cabellos también y sus ojos azules se emocionan nada más me ven.
No me resisto y salgo corriendo a abrazarlo. Rick también acelera su paso. Nos fundimos en un abrazo tan profundo y apasionado que termina con un beso tan intenso que hasta que no carraspea Frances no paramos.
—Pe-perdón —se disculpa Rick, mientras se sienta en el sofá a mi lado y agarrándome la mano—. Gracias por invitarme, Mrs. Hallbright. Es todo un placer y un honor estar aquí.
—Por favor, llámame Frances. Te das cuenta de que he roto un registro de dos mil siete programas sin hombres. Quedará para la historia, junto con vuestro reencuentro, de los más conmovedores que he tenido.
—Es demasiado. Siento que estoy viviendo en un sueño desde hace dos semanas.
—¿Qué ha supuesto ser el novio de Athena?
—La respuesta tiene dos vertientes, pero te voy a dar la que realmente ha producido un cambio en mi vida: di el paso que necesitaba para ser plenamente feliz. Vivir una rutina en donde yo no aportaba nada a mi relación con Rocío no hacía más que dañarnos a los dos. Tan sólo compartir unas horas con Athena y fueron suficientes para darme cuenta de que, pasara lo que pasara, no podía seguir igual. El cambio sería doloroso, pero necesario. La felicidad cuesta, no viene de gratis.
—¿Cómo es tu relación con Rocío?
—La mejor. Los dos hemos elegido ser felices y nos alegramos, el uno por el otro, de estar consiguiéndolo. Aunque los primeros días fueron extraños porque teníamos que encontrarnos en un mundo distinto. No obstante, el cariño que nos teníamos y Erin están estableciendo este nuevo camino que estamos recorriendo.
—Es muy maduro por parte de los dos haber logrado ese hito. No es nada fácil mantener, siquiera, la cordialidad entre parejas en vías de divorcio. Hay muchos intereses y egoísmos de por medio y tienden a olvidarse de que, en ciertas ocasiones, hay niños de por medio.
—No salió bien nuestra relación de amor, pero hay una nueva relación que es indestructible que es ser la madre y el padre de Erin. Todo lo hacemos por ella y porque nos queremos y respetamos. Hemos aceptado esa realidad y ahora nos toca seguir con nuestras vidas, nos lleve por donde nos lleve.
—¿Podría decir que Athena es lo mejor que pasó en tu vida?
—Después de mi hija Erin, sí. Conocerla ha sido descubrir lo que es el verdadero amor.
—Athena, te hago la misma pregunta: ¿es Rick lo mejor que te pasó en la vida?
—Sin duda. Llegó cuando menos lo esperaba y me dio respeto; me ayudó sin pedir nada a cambio; me hizo sentir fuerte; que tenía derecho a ser humana; libre para ser mujer; a poder hacer lo que quisiera sin ser juzgada. Y, por supuesto, me hizo sentir especial y amada. Es tanto...
Me paso el dedo índice por debajo de mis pestañas para tratar de enjugar unas pocas y traviesas lágrimas.
—La vida nos invitó a escapar de todo lo que conocíamos y que encontráramos un nuevo significado, un nuevo propósito —añado.
—Me encanta esa idea: sois los invitados de la vida y del amor.
🎸📖💜
Creo que la sorpresa era más que evidente para todos, salvo para Athena, ja.
Al final pude poner el capi con todo lo que quería contar, incluso con la frase final, que refleja el por qué del título que no pude subir al ONC, había otras cositas más importantes.
Quedan dos capis y la historia se termina (lagrimilla). Me va a costar dejar a Athena y a Rick...
Gracias por estar ahí!!!
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