La Selfie
—¡Ja ja ja! —me carcajeo tan fuerte que Kay me mira asustada mientras se delinea los ojos.
Estoy bocarriba tumbada sobre la cama mientras miro el mensaje y contengo la risa. Busco el perfil de Rick de Instagram y empiezo a mirar sus fotos. Todavía no, pero dentro de poco es posible que haya una nuestra ahí.
—¿Qué te pasa, loca?
—Rick es muy divertido.
—Eso me suena más a que le estás haciendo alguna maldad.
—Guilty as charged!
—Pobrecillo. No sabe en manos de quién ha caído. Cuéntame de nuevo sobre esos besos.
—Espera un segundo que viene para acá.
—¿Cómo?
—En todo el día no nos hemos echado una selfie. Y me la ha pedido y, como mi clemencia es inmensa, se la he concedido.
—¡Oh! ¡Vuestra primera selfie! Que sepas que me dijo que te quería.
—¿Te dijo que me quería y es ahora cuando me lo dices? —reprocho indignada, mientras me doy la vuelta—. Te consideraba mejor amiga...
—Está claro que la falta de esa información no te impidió morrearte con él, amiga.
—Cierto, no habría cambiado nada, pero tal vez si le hubiera pedido que me dijera que me quería.
—Mejor no. O me temo que habría una cama en la habitación 207 con las sábanas deshechas. —Me río con más picardía que la que me gustaría mostrar—. Se habrá tenido que dar una ducha fría o...
—No sigas por ahí, no quiero escucharlo.
—Es una realidad que los hombres se...
Los golpes educados de Rick en la puerta impiden que Kay complete esa frase que traería una imagen irreversible por los siglos de los siglos.
—¡Cerda! —exclamo.
Me levanto, abro la puerta, lo agarro de su camisa y tiro de él. Es tan delicioso ver su sorpresa e incertidumbre ante esta nueva Athena. ¡Claro! Él no me conoce en mi faceta de amante. Soy muy ardiente y, como no tenga cuidado, lo voy a incinerar.
—Hola, Rick —saludo con un tono calculadoramente sexi.
—Ho-hola, Athena...
—Hola pareja —interviene Kay, sin dejar de maquillarse—. Si queréis hacer el Kama Sutra esperad a que me vaya, si no os importa.
—Ka-Kama Sutra...
—Algún día tendremos que hacerlo, ¿no Rick? —No es capaz de responder. Lo tengo tan confundido que el pobre creo que le va a dar algo—. De momento, empecemos con una selfie.
Agarro mi móvil, pongo la cámara en el modo que corresponde y los dos sonreímos.
—¡Me gusta! ¡Vamos a hacernos otra mirándonos! —exclamo, mientras le tiendo una trampa.
Cuando estamos en esa postura, hago una foto y al segundo siguiente lo beso y hago otra. No sabes lo que me tengo que contener para no tirarlo en la cama —principalmente por Kay, segundo porque no es el momento todavía.
—No te deseé un buen viaje. —Busco las fotos en la galería y se las mando por Instagram.
—No importa. Imagino que quieres que llegue sano y salvo.
—Quiero ver cómo tengo mi agenda para estos días. Me gustaría enseñarte un par de sitios en L.A. antes de que regreses a España.
—Sería fantástico. La entrevista es mañana, pero el vuelo sale al día siguiente. La leyenda dice que podría ser eso posible.
—Espero que se pueda cumplir entonces.
Ya he vuelto a ser la Athena de siempre, cariñosa y esperanzada. Creo que podría llegar a escaparme esos dos días sin afectar mucho al calendario de eventos y actividades que me esperan en mi reanudación de vida profesional y pública. Lo conversaré con Kay que está ejerciendo temporalmente las funciones de agente —aunque los asuntos más estratégicos los llevo con Connor.
—Espero que tu viaje también sea tranquilo. —Me desea. Asiento y espero a que lo diga. Necesito escucharlo—. T-te quiero.
Sonrío como una quinceañera enamorada por primera vez y lo beso de nuevo. Abro la puerta y mientras sale, le correspondo:
—Yo también te quiero.
Sonríe y tengo que contener las lágrimas mientras lo veo recorrer el pasillo hacia el ascensor. Apoyada contra la puerta, lo veo desaparecer y ruego que todo salga bien y nos volvamos a cruzar. Los dos lo queremos. La vida no puede prohibirnos eso.
Hemos tratado de hacer las cosas lo mejor posible y nos queremos... No sé si eso será suficiente, si la vida nos la jugará de alguna manera, pero deseo de todo corazón que podamos estar juntos.
Kay se acerca, pone su mano sobre mi hombro y cierra la puerta. Lee mis sentimientos y me abraza.
—¿Vamos a celebrar mi salida de prisión?
Sonrío tristemente.
Necesito despejarme. ¡No debo de revolcarme en mi miseria! Sobre todo, porque no la hay. Tengo muchos motivos para estar contenta y festejar.
—Termino de arreglarme y nos vamos, Kay Scofield.
—¡Esa es mi, Thee!
🎸📖💜
Este es un capi cortito, estaba pensado junto con el anterior, pero lo separé.
Más y más besos y Athena muestra su lado más travieso con Rick, que todavía no se puede creer que eso está pasando.
¡También su primer te quiero!
Y, por fin, Rick tiene su ansiada selfie, ja.
Vienen dos capis muy interesantes. Estamos transitando los últimos capítulos y se va a poner todo más intenso.
¡Gracias por vuestra compañía! Nos vemos en el siguiente. ☺️
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