Especial +1K
Advertencia: Contenido +18, es decir lemon o contenido sexual explicó.
Al igual que en Fhs el especial no influye en la trama del fanfic.
Sin más dilación, empecemos.
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La albina abrió los ojos debido a los cálidos rayos del Sol, dando inicio a un nuevo día.
Volteo su cabeza para encontrase con el sereno rostro de su marido, que aún dormía.
Pero pronto la luz solar también llegó a él, causando que abriera sus orbes rubí.
Ambas miradas se encontraron y ambos sonrieron, Fred con una sonrisa ladina y Puppet de manera "gatuna."
Ella fue la primera en abandonar el cómodo colchón en dirección a la ducha, mientras su pareja miraba el techo, hasta que una idea cruzó por su cabeza.
Se escabulló al cuarto de baño y corrió la cortina, permitiéndole así ver la nivea piel expuesta de su esposa.
—¿Nos bañamos juntos?
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El agua tibia relajaba a ambos adultos, mientras la espuma cubría sus cuerpos y se podía percibir el dulce aroma del jabón.
—No comprendo por qué te excusas diciendo que ahorraremos agua haciendo esto, ya no somos adolescentes Fred, no necesitas justificar estas cosas.
Fred mantenía su sonrisa, mientras se acercaba a su esposa por detrás y al tener su pecho contra la espalda ajena, le susurró:
—Tienes razón, querida; soy un lobo malo que no necesita justificar sus instintos –Dicho esto, mordió el lóbulo de la oreja femenina–
La mujer tembló al sentir la calidez del aliento de su marido contra ella, al igual que sus palabras la hacían caer ante la locura que unos llaman excitación.
—Fred estamos en la ducha, son las ocho de la mañana no vamos a cojer.
—Está bien, entiendo; es sólo un baño.
"Ya veremos si luego de esto no quieres sexo"
El oji-rubí se tallaba de manera lenta su torso, al igual que sus extremidades.
Desde la secundaria, Fazbear había adquirido un cuerpo más marcado, debido a la práctica de deportes; y la pubertad se encargó de darle una altura envidiable, no era un "poste de luz" como su amigo Fox, pero al menos su esposa ya no lo superaba en estatura.
Y hablando de ella, los años también le habían realizado cambios; sus senos aumentaron su tamaño, al igual que sus caderas, al contrario de su cintura, que era perfecta para hacer resaltar sus curvas.
Al principio le fue difícil adaptarse, ya que, le gustaba lucir masculina y poder engañar a la gente que se confundía sobre su género.
Pero con el tiempo, gracias al amor de su hermana y el azabache, pudo aceptarse y quererse como nunca antes lo había hecho.
Seguía usando ropa "masculina" ya era parte de su estilo personal, pero también empezó a utilizar accesorios como joyería y algo de maquillaje, aunque no mucho; pues le gustaba mostrarse más natural.
Sin duda Fred había dado un giro de 180 grados a la vida de la albina.
Allí estaba, clavado sus orbes amatista en el cuerpo de su marido, conocía bien sus trucos y sabía que se bañaba increíblemente lento para seducirla.
Trataba de ignorarlo pero sus intentos eran en vano.
Supo que Fred la tenía como quería cuando el calor comenzó a apoderarse de ella.
Sentía tensión en su vientre y tener el miembro de él bajo su culo no ayudaba.
Pero el punto sin retorno llegó cuando Fred empezó a besar su espalda y a masajear sus pechos.
Suspiró derrotada y mirando de soslayo trató de enfocar los ojos ajenos.
—Escucha, sé bien que quieres tener sexo y que me estas seduciendo ¡Eres un maldito ninfómano! Pero –Se levantó ligeramente para voltearse y quedar frente a frente– Me gusta tu lado salvaje –Le susurró–
Él ya no podía soportarlo más, su pene estaba erecto y dolía, necesitaba entrar a ella.
Pero no era tan bestial como para no prepararla primero.
Comenzó introduciendo dos dedos en el ano de su pareja, haciendo los típicos movimientos de tijera, circulares, simulando embestidas, entre otros.
Ella gemía por lo bajo, mientras se aferraba a los bordes de la bañera.
Cuando el hombre terminó de prepararla, ella reaccionó con malicia, frotándose contra el miembro que tenía aún bajo su cuerpo.
Fred emitía sonidos gaturales al sentir como su glande hacia fricción contra los suaves muslos de su mujer.
Puppet se movía de lado a lado, de arriba hacia abajo, en un vaivén lento y tortuoso para el contrario.
Y sin más juegos, ni previo aviso él la apretó contra su erección, penetrandola.
La peli-blanca sintió como el aire se escapó de sus pulmones, mientras una descarga de placer en forma de electricidad recorrió su anatomía.
Él se quedó quieto unos minutos, esperando a que ella le diera el visto bueno para comenzar.
Y al escuchar la armonía de la voz de la fémina rogando por que se moviera supo que el placer daría inicio.
Sujetaba el pecho de su amada, provocando que sus cuerpos chocarán entre sí al compás de las olas que se formaban en el agua.
Las embestidas eran lentas y profundas, la temperatura aumentaba y el espejo del baño se empañaba, debido al vapor generado por ambos cuerpos.
—¿Qué decías... Sobre... No tener sexo? –Preguntó con voz gruesa y entrecortada–
—¿Tan corta Ah... Es tu memoria ah? –Bromeó entre gemidos–
Poco a poco el ritmo de los amantes se había vuelto más acelerado, las suaves hondas en el agua se convirtieron en salvajes olas, que se desbordaban.
La respiración era agitada y dificultosa, la voz no era más que simples sonidos obscenos y súplicas.
Fred llegó a su primer organismo, seguido después por la mujer, para terminar saliendo de ella.
La caliente y espesa semilla escurría por los muslos de ella y el pecho de su hombre chocaba constantemente contra su espalda, en busca del aire que le faltaba.
Luego de la penetración anal de Puppet, ella tomó el control.
Se puso de cuclillas ante la polla que tenía en frente y abrió su boca para introducir el glande.
Comenzó succionando la cabeza del miembro, lamiendo el área con esmero y profundidad.
Fred echó la cabeza hacia atrás, mientras gemía fuertemente el nombre de la causante de aquella placentera sensación.
Al salir de su trance, tomó a la mujer de sus, (ya no tan cortos) cabellos y la hizo abarcar más de su hombría.
Fue así que la chica abarcó gran parte del tronco, al mismo tiempo que masajeaba los testículos.
El cantante llegó a su segundo orgasmo, corriendose en la boca de Puppet.
La calidez y viscosidad del semen ajeno volvió a ella, que con algo de dificultad tragó, percibiendo el sabor amargo incrementando en su cavidad bucal.
—Buena chica, ahora me toca complacerte.
Ahora él estaba de cuclillas, mientras la oji-amatista a horcajadas.
Fred comenzó a besar la vulva, ascendiendo por su abdomen hasta su busto, donde masajeo los suaves senos y jugaba con los pezones.
Mordió repentinamente uno de los botones, haciendo que Puppet soltara un grito de dolor y placer.
—¡Son muy sensibles, idiota!
El contrario hizo caso omiso y continuó amasando sus pechos.
Siguió con sus hombros, hasta su cuello, donde dejó una mordida en la nivea tez de la contraria.
Repitió el trayecto que había trazado, descendiendo nuevamente entre besos y chupones, hasta llegar a la intimidad de la fémina.
Estando ahí, lamió el monte de Venus, y prosiguió a hacerse paso entre los labios vaginales, hacia el clitoris.
Al localizarlo, lo succionó como si de un chupete se tratara.
La albina sentía su cuerpo temblar de placer y el calor en su vientre se reanudó.
Necesitaba que él entrara.
—¡Fred, cogeme! –Suplicó entre suspiros–
—A la dama lo que pida –Dijo divertido–
La preparó como había hecho anteriormente y luego entró.
El golpeteo del pene en su interior se sentía exquisito, con cada estocada Fred se acercaba más a aquel punto que la enloquecía y le hacia inevitable no correrse.
Permanecieron así hasta que Puppet alcanzó el clímax, liberando sus fluidos.
El oji-negro salió de ella, concluyendo el acto, con ambos adultos entre respiraciones agitadas y un desastre en el cuarto.
Había espuma por todos lados, además de charcos de agua y los productos de aseo personal estaban desperdigados por el suelo.
—¿Sigues prefiriendo un baño convencional? –Preguntó él–
Ella sólo miró con disgusto el desastre que habían provocado y asistió.
—Al menos así no tendría que arreglar todo esto.
—Yo te ayudaré, pero primero hay que terminar de arreglarnos.
Dicho y hecho, rellenaron la bañera y continuaron con su aseo.
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Porque lo prometido es deuda, aquí tienen el tan mencionado especial.
Batallé mucho decidiendo si incluía lemon o no, sobre todo porque, como dije no soy buena redactando este tipo de escenas.
Pero también pensé en lo mucho que esperaron un capítulo y como recompensa por llegar a más de 2k de vistas, decidí hacerlo así.
Trate de que quedara lo mejor posible, me informé cuanto pude y pensé bien como transcurría todo.
Espero que les guste y muchas gracias por todo su apoyo.
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