-...En otras noticias, esto ocurrió en la región Kanto, se trata de una niña prodigio que ha obtenido el premio mayor en las olimpiadas de conocimientos generales.
A pesar de sus cortos ocho años de edad ha derrotado incluso a catedráticos de gran experiencia laboral...-

En la televisión se podía apreciar la imagen de una niña con cabellos lila un poco azulados.

Apenas y su estatura alcanzaba a ser la mitad de una persona promedio.

-Su nombre es Anabel Ketchum, ella decidió no declarar ante la prensa, así que no tenemos ningún comentario por parte suya...-

La imagen de la televisión pronto desapareció y el sonido de un objeto sólido caer sobre la mesa sobresalió entre lo demás.

-Anabel es increíble, sabía que lo lograría. No tardará mucho en ser aceptada en la universidad, que envidia...-

Ash Ketchum hablaba a la vez que permanecía recostado en un sofá con una gran sonrisa adornando su rostro.

Puso mus manos detrás de su nuca y cerró los ojos mientras se relajaba lo más que podía.

Él creía con total seguridad que las grandes cualidades de su hermana la iban a llevar por el camino correcto.
Solo debía ser paciente, no tardaría mucho tiempo en conseguir la aprobación para poder continuar sus estudios en una región más alejada de Kanto.

El ojimarron abrió los ojos entusiasmado y rápidamente tomó una revista que se encontraba en una pequeña mesa de noche.

"Kalos, donde todos los sueños se cumplen"

Según decían, es la región perfecta donde pasar el resto de tu vida.
O al menos esos eran los comentarios de aquellas personas que solo fueron por simple turismo y al final terminaron formando una vida.

Es por eso que Kalos tenía un amplio desarrollo con respecto a otras regiones.
El aumento demográfico debido a las inmigraciones era su mayor ventaja.

Quizá podía ser un poco utópico pensar que era una región sin desigualdades.
Es más, seguramente era todo lo contrario.

-Ash, ¿puedes ayudarme un momento?-

Se trataba de una voz femenina que al instante fue recibida por el muchacho.
Como respuesta, él caminó en dirección a la cocina.

-¿Qué ocurre mamá?-

-Ayúdame con el aderezo por favor, y pobre de ti que te lo comas.-

-De acuerdo.-

Ash escondió la evidencia de haber robado un trozo de carne cuando vio como la mujer lo amenazaba con la mirada.

De esta manera continuaron su labor.

-¿Y bien? ¿Cómo te ha ido en tus estudios hijo?-

La mujer preguntó con un suave tono de voz mientras cortaba algunos vegetales.

-Igual que siempre, ya sabes, pronto iniciará las preliminares del torneo de artes marciales.-

-Es verdad, ¿esta vez sí participarás?-

-Eso creo.- El pelinegro se llevó una mano a la barbilla no muy convencido.- ¿Y a ti cómo te ha ido en el trabajo?-

-Pues...- la mujer pronto agachó la cabeza causando que el pecho de Ash comenzara a temblar ante una posible mala noticia.- ¡Me ascendieron!-

Sin embargo, todo había sido lo contrario.
La mujer de cabellos rojos tenía una radiante sonrisa que contagió a su hijo rápidamente.

-Que bueno mamá, pero no me asustes de esa forma.-

Delia Ketchum era una señora viuda que tenía dos hijos.
Aunque su edad no fuera muy corta, su belleza se había conservado con el pasar de los años.

Incluso podía llegar a ser más infantil de lo que parecía.
Esto se notó cuando le sacó la lengua a su propio hijo entre carcajadas.

-Iré al supermercado después, ¿quieres acompañarme?
Quiero hacerle una sorpresa a Anabel, su cumpleaños será dentro de poco.-

-Me parece bien, yo también quiero comprarle algo, se lo merece después de estudiar tanto.-

Ash continuó moviendo los alimentos hasta que una alarma sonó en la zona de su muñeca del brazo.

Ash focalizó su atención en un reloj que yacía allí y rápidamente presionó el botón de apagado.

-Mi horario pronto iniciará, ya debo irme mamá-

-Pero... aún no has comido nada.-

-No te preocupes, ya veré como me las arreglo.-

-Hmm...- Delia resopló no muy convencida , pero a fin de cuentas, Ash era un muchacho en quien podía confiar plenamente. Eso, por lo menos, le servía para mantenerse tranquila- Está bien hijo, cuídate mucho.-

Ash se acercó a Delia y depositó un cálido beso en su frente antes de caminar en dirección a la puerta de su casa.

Desde hace un rato se había oído un pequeño escándalo de unos niños, así que aprovecharía en ver lo que sea que estaba ocurriendo.

Al abrir la puerta, quien estaba afuera no era nada más y nada menos que la integrante más joven de la familia, Anabel Ketchum.

Su rostro se encontraba repleto de lágrimas y su ropa estaba totalmente empapada de lodo y agua maloliente.

-...-

A Ash se le cayó la boca al observarla en ese estado.
No podía sentirse más desconcertado de lo que ya se encontraba.

-Ash...-

La niña apenas podía articular unas palabras.

El muchacho no dudó ponerse de cuclillas y abrazarla para que ella pudiera desahogarse en su pecho.

Se sentía como si su lengua estuviera envuelto en llamas y un profundo sabor amargo amenazaba con empeorar mucho más.
Era muy extraño, después de todo, el aderezo no se había quemado.

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-¿Eh...?-

-¿Te encuentras bien Ash?-

Ash se levantó con los ojos totalmente hinchados y el rostro demacrado.

-Estoy bien profesor, solo no he podido dormir bien estos días.-

Eso era verdad hasta cierto punto, Ash siempre demoraba en conciliar el sueño.
Pero estos últimos días se estaba negando a dormir y las bebidas energéticas poco a poco habían perdido su efecto.

-¡Aggg~!-

Ash tomó con fuerza su pecho quejándose de dolor.
Cada uno de los estudiantes lo observaban entre confundidos e incómodos, quizá hasta incluso aterrados

-¿Qué ocurrió?-

El profesor se encontraba muy preocupado, un alumno tan polémico como lo era el pelinegro jamás había mostrado un comportamiento tan fuera de lo habitual.
Se podría decir muchas cosas malas de él, pero nadie podía asegurar que se trataba de una mala persona.

-No es nada...solo debo ir al baño.-

Ash se puso de pie y con la aprobación del maestro se retiró entre un mar de miradas y dudas.

Serena lo observó y finalmente se decidió por hacer lo mismo, por eso mismo, levantó la mano llamando la atención del adulto.

-Yo lo acompañaré profesor.-

Y aquellas dudas no tardaron en volver a aparecer.

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Capítulo 6: Debilidad.

-¿Qué diablos sucede contigo? ¿Por qué tienes ese aspecto tan horrible?-

Serena se estremecía cada día más cuando observaba con atención el rostro de Ash.
Incluso podrían creer que estaba consumiendo algún tipo de sustancias extrañas.

El muchacho lavó su cara con abundante agua antes de introducir unas monedas en una máquina expendedora de bebidas.

Al instante que una lata de bebida energizante cayó, él lo abrió y de un solo sorbo lo había bebido por completo causando que el rostro de la pelimiel se horrorizara.

-Ni siquiera los más borrachos pueden tomar eso tan fácilmente...¿Acaso eres un tomador empedernido?-

-Aunque no lo parezca, soy increíblemente resistente al alcohol.-

El joven por algún motivo parecía orgulloso de ello.
Aunque el hecho de destacar en ese aspecto solo empeoraba la posición en la que ya se encontraba.

Sin embargo, después del acuerdo entre Ash y Serena, esta última se vio en la obligación de reivindicar la posición del azabache.

No es que él lo hubiera solicitado, sino que sería muy extraño ser "amiga" del supuesto chico que intentó abusar de tu hermana menor.
Y aunque Ernest se opuso totalmente a esa idea, la pelimiel ya había tomado la decisión de no rendirse.
Quizá sus ganas por volver a hablar con Aria eran mucho mayores que el rencor que tenía por Ash Ketchum.

«¿Por qué Aria solo habla con Ash?»

Serena sentía una enorme irá consumirla por dentro.
No podía tener más envidia de la que ahora mismo estaba casi incitándola a revolcarse en el suelo como una niña berrinchuda

-Dejando eso de lado, en serio, ¿por qué tienes cara de muerto?-

-Que no te importe, solo déjame en paz.-

El muchacho suspiraba muy agotado, inclusive se podía oír como sus jadeos aumentaban de intensidad.
Tratar de sobrellevar esa sensación en la que sus párpados se caían era casi imposible.

-Debería llevarte a la enfermería, no te equivoques, no es que me importe tu salud o algo por el estilo.
Es solo que no estoy de humor para arrastrarte cuando te hayas desmayado.-

-Descuida, todavía creo poder resistir un poco más...-

Los ojos de Ash parecían dolerle mucho ya que mientras seguían su camino, este se detenía y se apoyaba en las paredes para evitar colapsar.

Esto sucedió en reiteradas ocasiones dónde Ash a duras penas logró mantenerse de pie causando que la pelimiel finalmente tomara su cabeza lamentándose de la humanidad que la obligaba a actuar.

-Ufff, ven yo te ayudaré - ella lo tomó del brazo y lo colocó sobre su hombro para que pudiera caminar con menor dificultad.

-Gracias...-

-No lo digas, no pienses que he dejado de odiarte, no entiendo cómo Aria solo habla contigo.-

-Ella te importa mucho, ¿cierto?- Ash comentó mientras un profundo bostezo salía de su boca.-

-Aria es como una heroína para mí, si le llegas a hacer algo malo, ten por seguro que patearé tu trasero.-

El azabache rodó los ojos tratando de ignorar eso último.

-No me importa Aria, mientras me dejes ver a Main yo también daré mi mayor esfuerzo.-

Serena masculló al recordar el preciso instante cuando Ash prácticamente atacó en su desesperación.
Ella no tuvo más elección que aceptar la condición en la que él podía ver a Main sin ningún problema.

-¡No pienses que te dejaré verla así nada más! ¡Yo iré con ustedes y estaré preparada si intentas pasarte de listo!-

Serena frunció el ceño y con una mirada asesina logró causar que el cuerpo de Ash se estremeciera ligeramente.

«Hermanito...
¿No vas a dormir?»

-Oye, creo que tenías razón...-

Ash sonrió amargamente mientras su voz poco a poco comenzaba a raspar su garganta.

-¿Eh? ¿Qué quieres de...? ¡¿Eh?!-

De pronto, todo el peso de Ash había caído sobre la pelimiel que haciendo un esfuerzo sobrenatural logró evitar que ambos cayeran al suelo.

-¡Oye imbécil despierta!- Serena golpeaba el rostro de Ash, pero las bolsas debajo de sus ojos reflejaban que esto no sería posible.- ¡Eres un idiota Ash...!-

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«Eres un idiota...un verdadero idiota»

El campeonato de artes marciales escolar siempre se llevaba a cabo todos los años en la región de Kanto.

Las preparatorias de cada región desarrollarían una competencia para escoger a sus mejores representantes.

Después de increíbles enfrentamientos, este torneo estaba en su última etapa.
De podía apreciar el enorme cartel que mostraba los últimos encuentros, allí estaban los nombres de múltiples muchachos reconocidos por sus grandes logros en su respectiva disciplina.

Estaba permitido participar con cualquier modalidad de lucha.
Sea boxeo, sea capoeira o Muay Thai.

Sin embargo, el enfrentamiento final se daría entre dos muchachos de la misma región, de la misma preparatoria y de la misma modalidad de lucha.

Ash Ketchum vs Risa Warton

Sin duda alguna, el azabache de ojos marrones había sido la gran sorpresa de la competencia; puesto que derrotó, si bien con mucha dificultad, a varios de los favoritos a ser campeón.
Su estilo de pelea era muy fuera de lo normal, pero la eficacia era lo que importaba a fin de cuentas.

Por otro lado, Risa era una joven de cabellos rubios y ojos verdes.
Siempre se le veía con unas gafas en su frente rodeada de estudiantes atraídos por su popularidad y gran belleza.

En cuanto a su estilo de lucha...
Era sumamente despiadada, ella sola había barrido el piso con participantes que incluso duplicaban el tamaño y contextura de una persona promedio.

No solo era eso, sino que se trataba de la actual campeona y al parecer era superior a Ash, ya que este último tenía una cinta de un color muy parecido al marrón.
Mientras que Risa tenía una de color negro.

Aún así, cuando el duelo inició, toda la algarabía y emoción que había en el público fue disminuyendo progresivamente.

-¿Qué está haciendo Ash?-

-¿Por qué no ataca?-

El pelinegro corría de un lugar a otro evadiendo los constantes ataques de la rubia.
Ash se notaba inseguro, parecía una gran decepción a la determinación de demostró en enfrentamientos anteriores.

Sin embargo, Risa no era una chica ingenua para que sus golpeas sean esquivados nuevamente.

Es así como en una gran acrobacia, ella logró conectar una parada en la pantorrilla de Ash logrando que pierda el equilibrio.
Posteriormente dió un salto y pateó su rostro hasta mandarlo a volar fuera de la plataforma.

De esta forma, Ash había violado la regla de no abandonar el límite de combate.
La nuevamente campeona era Risa Warton.

Sin duda alguna, este desenlace no era el que se esperaba en la audiencia.
Y de hecho, en el momento que el presentador dio el aviso de la victoria de la rubia, esta misma corrió dónde Ash y lo tomó por el cuello obviamente enojada.

-¡¿Qué crees que estás haciendo idiota?! ¡¿Por qué no peleaste?!-

Pequeñas gotas de saliva salieron junto con un grito golpeando los ojos de Ash quien los cerró por acto reflejo.

-...-

Él solo decidió desviar la mirada ante la mirada de decepción del público.

-Vi como peleaste en tus duelos anteriores, por un momento me sentí muy emocionada. ¡Por qué demonios hiciste eso!-

-Yo...lo siento.-Ash abrió los ojos y miró con tristeza los ojos verdes de la fémina.- Aunque no lo creas, realmente quería ganar.-

Ash rió un poco nervioso, rascaba su nuca a la vez que poco a poco lograba quitarse del agarre de la muchacha.

-¿Eh? No te hagas el listo conmigo, estuviste corriendo como una niña.-

-Es algo difícil de explicar, pero en serio, tenía muchas ganas de ser el campeón.
Nunca fue mi intención esto...-

Risa sabía a la perfección que cuando ambos iban a intercambiar golpes, por algún extraño motivo al pelinegro le temblaban las manos y perdía la concentración en cuestión de segundos.

Se le había visto tan intratable que parecía un chiste su desastroso desenvolvimiento en la final.

Ash entrecerró los ojos y soltó un pesado suspiro resaltando su decepción.

-No me digas que tienes miedo de lastimarme...-

Aria masculló y frunció el ceño cuando pronunció estás palabras.

-No.- él rápidamente negó.- Creo...que te tengo miedo a ti.-

-¿Eh?- La rubia arqueó una ceja confundida.- ¿Te enfrentaste a ese estúpido sumo y me tienes miedo a mí?-

-Bueno...de todas formas, no creo que haya podido vencerte. Tú realmente eres ridículamente fuerte.-

Ash se tomó la mejilla cuando dijo eso último.
La patada de hace unos instantes poco a poco comenzaba a notarse mucho más.

-Yo...no siento que de verdad haya ganado, quiero la revancha ahora mismo...-

La rubia volvió a tomar, esta vez con más fuerza, el cuello de Ash causando que estrada en pánico.

-¡Espera, espera! ¡¿Por qué mejor no...?!-

-¡Entonces prepárate, porque a partir de ahora golpearé tu trasero cada vez que te descuides!-

Ash abrió los ojos sorprendido y al transcurrir unos segundos soltó una pequeña carcajada.

-Bien, bien...en ese caso, llevémonos bien Risa.-

Ash extendió la mano.
Su blanca dentadura y el sabor a chocolate que se percibía al verlo sonreír tan radiante había causado un pequeño sonrojo en la rubia que rápidamente trató de disimular.

-Hmm, más te vale cuidar tus espaldas, Ash.-

Ambos jóvenes unieron sus manos y aunque no se haya notado, eran felices a su manera.

Quizá era uno de los pocos recuerdos que Ash atesoraba...y a la vez odiaba tanto.
Mientras más preciado fuera para él, significaba un dolor mayor en sus intentos por tratar de olvidarlo.

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(Pov Ash)

Cuando mis ideas poco a poco comenzaron a aclararse, sentí un fuerte destello destruir mis pupilas.

Era muy extraño, ya que a mí alrededor no había ni el más mínimo brillo de luz.
De hecho, no podía reconocer no siquiera dónde me encontraba.

-Mi cabeza...-

Cerré uno de mis ojos mientras trataba de soportar la fuerte jaqueca.

-¡...!-

¡Ah...!
¡Mi abdomen...! ¡Duele como los mil demonios!

¿Qué me está ocurriendo?
¿Dónde demonios estoy?

Tranquilizate...
Tranquilizate Ash...solo debes esperar unos momentos...no entres en pánico.

Cerré los ojos y llené mis pulmones hasta que un profundo soplido logré controlar un poco la tensión.

Lentamente quité algunas de las sábanas que me cubrían.
Mis ojos finalmente comenzaban a adaptarse a la oscuridad, así que no tendría problemas en encontrar el interruptor del foco de luz.

-Allí está...-

Parecía que la habitación estaba rodeada de varias camas pequeñas.
Seguramente estoy en la enfermería de la preparatoria, eso tendría mucho sentido.

Como sea, lo comprobaré ahora mismo.

¿Eh?
¿Por qué no puedo moverme?

Mis piernas simplemente comenzaron a temblar frenéticamente y en un acto totalmente inesperado mi cuerpo había colapsado.

¡¿Qué está ocurriendo?!
¡Esto va mucho más allá de lo que recuerdo!

-¡Ahhg~! ¡Mi pecho...!-

Ya había pasado por situaciones como esta, pero jamás creí que me encontraría de esta forma.

Es desesperante...
Me encantaría poder llorar en estos momentos, me encantaría hacerlo.
Pero las lágrimas parecen rehusarse a salir, quizá sean mucho más tercos que este estúpido chico.

Jajajaja...
Ahora mismo me veo tan patético.
Estoy asustado y no hay absolutamente nadie cerca para ayudarme.

Estoy temblando como un niño perdido en el bosque.
De cierta manera, también me encuentro extraviado, pero sin ninguna posibilidad de retorno.

Realmente es muy molesto esmerarme en encontrar algún motivo que me ayude a olvidar todo lo que ha ocurrido.

Risa...
Anabel...
Mamá...

Solo pensar en ustedes hace que mi corazón vuelva a latir y una sonrisa se dibuje en mi rostro.

Incluso si yo no significaba mucho para ustedes, siempre amé cada pequeño detalle.

Solo espero que nadie me vea de esta manera...
¿Qué sucedería si alguien se enterara de mi debilidad?

Probablemente eso sería lo último antes de destruir todo a mi alrededor.

Capítulo 7: Lo que significa la amistad

Hola xdddd
Pues como verán este capítulo se publicó hace unos días por error :v (soy un estúpido)

Como sea, seguro algunos vieron
"Entrenador de Ash llora y Risa lo encuentra"
Jajaja es un mega spoiler v: pero falta mucho para eso así que tranquilos.

Este es un esquema para que puedan ver en qué capítulo nos encontramos con respecto a lo que resta de la obra.

El periodo de reivindicación será básicamente el nacimiento de nuevos sentimientos.
Y Deshumanización, mejor que sea un secreto :,v

Ahora sí, sin más que decir.
Chaufa a todos xd