Capítulo Extra 5

Lex

Toqué el timbre de su departamento para luego prestar mi atención a las flores que había en la entrada, no pensé que fuese alguien de flores, escuche como la puerta fue abierta y levante la mirada para verla, llevaba puesto un vestido azul que se ajustaba a su cuerpo y con un corte de corazón, luego mire sus ojos los cuales tenía un brillo precioso, me sonrió y aquello hizo latir mi corazón.

—¿Cuál es la posibilidad de quedarnos?

—Eres la presentadora.

—Esa fue una respuesta bastante decepcionante.

Hizo un pequeño puchero, me acerque para besar sus labios y nuevamente esa sonrisa apareció.

—Ir no significa que no podamos divertirnos... Y aunque me tarde en mencionarlo, esta noche estas hermosa y esa belleza crece cuando sonríes.

—Eres un hombre de pocas palabras pero cuando hablas vaya que sabes hacerlo.

—¿Es un halago?

—Posiblemente— soltó una risa un tanto malvada para volver a besarme — Ahora vámonos o de lo contrario te voy a arrastrar dentro del departamento y te va a encantar tanto que ya no saldrás de este lugar.

—Recuerda no hacer este tipo de chistes en el baile.

—En vez de ese comentario deberias haber hecho una promesa de que haras algo al respecto después del baile.

—Te traeré a casa es un hecho.

—Habla de sexo.

—Lo se.

Ella me miró solto una breve risa para cerrar la puerta detras de ella.

—¿No quieres hacerlo conmigo?

—Posiblemente en un futuro.

—¿Posiblemente? —preguntó con ofensa. Le extendí mi mano pero ella no la tomo solo se encaminó hasta el auto. Le abrí la puerta y ella subió en silencio—¿No te parezco atractiva?

Preguntó en cuanto subí al auto.

—Me eres físicamente atractiva—encendí el auto para ponernos en marcha.

—Entonces, ¿por que no quieres?

—Llevamos poco tiempo saliendo, además esta relación es algo mas que solo una relación física, ¿verdad?

Gire a verla por un momento, ella guardo silencio por un par de minutos como si estuviera pensando en algo.

—Sinceramente pensé que solo querías acostarte conmigo.

Aquello me hizo detener el auto.

—¿Por que tienes una opinión tan desagradable de mi? ¿Acaso eso insinuó? ¿Que solo eres alguien para sexo? —interroge un tanto molesto pero debía mantener la compostura por lo cual segui conduciendo —No soy consciente del tipo de hombre con el cual has tenido una relación pero para mi esto es algo serio, no solo sexo y si para ti esta relación se basa solo en eso creo que debemos hablarlo después para llegar a una conclusión.

Ella guardo silencio y yo evite el soltar un suspiro. Nunca pense que todo esto llegaria a algo asi, bueno supongo que era algo de esperar de una relación que no empezó de una manera estable.

—La ultima persona con la cual quise algo serio me dejo asi que... Creo que es algo aterrador pensar en algo serio... No somos iguales y de hecho soy muy extraña para ti así que entiendo si algún día me dejas.

Detuve el auto para ver a Iris, ella hizo un puchero para evitar el llorar, me quite el cinturón de seguridad para acercarme a ella y besarla.

—Tomé la decisión de estar contigo por que asi lo quiero. Me gusta que no seas como yo, y si eres extraña entonces significa que yo también porque me gusta tenerte a mi lado.

—En verdad que eres bueno hablando—se acerco para besarme—pero sabes te doy la razón sobre algo, apenas empezamos nuestra relación asi que seria bueno hablar muchos puntos al respecto.

Senti sus dedos recorrer mis labios y aquella sensación me provoco un cosquilleo, ella sonrió y por un momento pense que sufriría algun tipo de dolor cardíaco pero no, solo son simples sintomas de alguien enamorado.

—Creo que hay que borrar la evidencia de que nos vemos apasionadamente en el auto. Debemos dar un buen ejemplo.

Ella sonrió y yo sostuve su mano para besarla, note un leve sonrojó pero no dije nada solo continúe en conducir para llegar a tiempo. Esta vez el camino fue algo mas alegré, ella coloco música para asi cantar al ritmo de esta, esto es mas tranquilizante que escuchar su silencio.

Al llegar baje primero para abrirle la puerta y ayudarle, ella tomo mi brazo para caminar a mi lado, al llegar la primera persona que nos observo fue el director Bell quien presto una singular atención al hecho de su mano alrededor de mi brazo.

—Señorita Shuster, un poco tarde pero muchas felicidades por su graduación como médico.

—Señor Serkin, un verdadero placer volverlo a ver, es bueno ver que se sigue conservando.

Aquel hombre solto una gran carcajada para asentir.

—Extrañaba sus chistes, Shuster. Solo por eso donare algo extra.

—Tal vez deba seguir asi hasta dejar una de sus cuentas vacias.

El hombre solto una gran carcajada.

—Estoy totalmente seguro que podrás lograrlo, asi que mejor me escondo.

—Suerte en hacerlo.

—Me gustaría decir que estare preocupado pero me hago la idea de que alguien mas tomara tu atención —dijo mirándome a lo cual ella comenzó a reir.

—Esta en lo cierto. Tiene mi atención pero aun estoy concentrada en mi trabajo.

—Suerte muchacho —dijo aquel hombre levantando la copa para irse.

—No sabia que conocías al empresario Lemuel Serkin.

—Es socio de trabajo de mi abuela en Londres asi que lo veía muy seguido cuando estuve trabajando con ella en Londres y de vez en cuando salíamos a jugar golf pero la verdad es que es pésimo, por suerte es empresario y no jugador o estaría en la quiebra.

¿Socio de su abuela?
¿Jugar golf?
Antes de venir me tome el papel de investigar un poco respecto a los inversionistas y si no mal recuerdo este hombre solo es socio de una persona en Londres y es...

—Señorita Shuster o ahora deberia decir doctora Shuster —un hombre alto se acerco, levanto los puños fingiendo una posición de lucha mientras que Iris levanto su mano fingiendo dispar —que cruel, atacar a un hombre desarmado.

—En la guerra y el amor todo se vale.

—Cierto, la próxima vez tendre preparado una estrategia.

—Y hablando de estrategia tengo una propuesta...

—No digas mas, si con tan solo quince años me convenciste de hacer un nuevo negocio el cual fue un éxito estoy seguro que también con esto—dijo el hombre para extender un cheque—coloca la cantidad que quieras que done, se que eres sensata en esto y además quiero dar una buena imagen. Ahora si me disculpa debo retirarme.

Mire a Iris quien solo me dio una sonrisa.

—¿Tienes una pluma? —busque en mi bolsillo del saco para extenderle la pluma, ambos nos fuimos a una mesa para que ella llenara el cheque —Puedes preguntar.

—Exactamente, ¿que debería preguntar?

—Bueno, todo lo que quieras. La mayoría de las personas me conocen desde que era una niña y se que debes estar curioso por todo o por lo menos saber con que clase de persona estas saliendo.

—No necesito preguntar para saber que salgo con una persona maravillosa.
Iris, si hay algo de lo cual quieres que sea conscientes entonces sera por tu propia boca.

—En verdad que siempre sabes que decir... Pero la verdad no quiero hacer esto incómodo asi que solo dare un poco de contexto, mo abuela es alguien muy bien acomodada en Londres tiene muchos negocio y bueno yo a los quince ya me habia graduado de la universidad y debía trabajar en algo asi que hice mucho en el negocio familiar.

—¿Te graduaste a los quince de la universidad?

—¿Es lo único que preguntaras?

—Es lo unico que me sorprende.

—Ahora mismo quiero besarte. 

—Al terminar el evento lo haras.

—Podemos irnos ahora mismo—sugerio y yo negué.

—De hacerlo, ¿como co seguiremos el dinero para el hospital?

Ella solto una carcajada para luego asentir.

—Te enseñare algo nuevo y te va a encantar.

—Doctora Shuster, le buscan para dar inicio a la ceremonia—mire a la asistente del director Bell.

—Claro, vuelvo enseguida.

Iris se marcho y yo solo me limite a verla irse, sabia que salia con alguien increíble pero esto lo hace aun mas sorprendente.

—Usted es un hombre listos, doctor Cooper. Asi que debería terminar este juego—mire al director Bell quien se acercó aprovechando que Iris estaba lejos, se que tiene tiempo observando pero no se habia acercado hasta ahora.

—¿Es una advertencia como su tío o el director?
—interrogue a lo cual el solto una breve risa.

—¿Usted que piensa al respecto?

—Opino que esta relación es solo de dos. Asi que si hay algun inconveniente solo nosotros debemos discutirlo.

—Pero que hombre tan valiente, eso explica por que se atrevio a salir con Margaret... Esa niña no esta lista para salir con alguien, tiene muchas cosas en las cuales trabajar y usted solo era un impedimento.

—¿Es respecto a su madre?

El director Bell dio un trago a su bebida para luego mirar a Iris dar su discurso.

—Es mas que eso... Se que notaste un gran potencial en ella pero, ¿no te parece extraño que tomara el area de diagnóstico? Margaret necesita concentrarse en otros asuntos no en un novio. Termina esta relación antes de que sea tarde, es un consejo para ambos.

El director Bell se alejo y yo solo lo vi irse en silencio, senti como alguien toco mi mano y fue entonces cuando mire a Iris.

—¿Esta todo bien? ¿Que te dijo?

—Nada importante. Parece que tu tío piensa que te hare daño, creo que se preocupa por ti.

Ella solto una breve risa con ironía, se que no esta feliz por esto pero no iba a darle importancia, no hoy.

—¿Quieres bailar?

—¿Tu bailas? —pregunto bromista.

—No soy el unico que recibirá sorpresas esta noche.

Quería que esta noche fuese algo tranquila. Queria disfrutar del momento de estar con ella y aprender algo nuevo pero nunca pense que esto terminará asi.
Iris volvio a quejarse para luego empezar a reír sin parar, la subí al auto y ella empezo a quejarse sin parar mientras le colocaba el cinturon de seguridad. Ni siquiera se como paso esto, solo le aparte la mirada un momento cuando fui al baño y al volver estaba totalmente ebria contando chistes y riendo sin parar.

—No quiero ir a casa. No quiero, no quiero.

—Iris, debes descansar.

—¡No quiero! —grito para volver a patalear.

—Debes dormir, estás ebria y sinceramente alguien debe cuidar de que no hagas nada peligroso.

Ella solto otro quejido.

—De acuerdo, que tal si vamos a mi casa.

Guardo silencio, me miro por un momento y sonrió.

—¿Te gustaría eso?

—Yo encantada—dijo tras reír.

—De acuerdo, vamos a casa.

Subí al auto y ella estuvo tarareando una canción para luego reir, me miraba sin parar y luego reía.

—Me encanta ser médico aunque a veces mi abuela no lo entiende, es decir tengo uns herencia tan grande con el cual puedo comprar todo el hospital.

—¿Me estas presumiendo? —ella empezo a reír.

—No... Bueno, tal vez... ¿Que se siente tener una novia rica?

—No hay ningún sentimiento nuevo, es tu dinero no mio, Iris.

—No eres un cazafortuna, eso es bueno, significa que si te puedo conservar.

—¿Si fuese un caza fortuna no me conservarias?

—No, quiero un novio que me quiera a mi, no a mi dinero... ¿Tu me quieres?

—Asi es Iris. Te quiero.

—¿Y por qué no quieres tener sexo conmigo? Dijiste que ibamos a hablar sobre esto.

—No en ese estado.

—Pe... Pero quiero saberlo... Dime... Di.. Meee!!!

—Por ahora solo quiero disfrutar mi tiempo contigo.

—Lo podemos hacer en la cama.

Esta chica incluso ebria tiene la última palabra.

—Serias la primera mujer para mi Iris. No tengo experiencia, no se como hacerlo, eres la única mujer con la que hasta ahora quisiera tener un acercamiento intimo y antes de hacerlo quiero que sea especial.

Ella se quedo callada, la mire por un momento me sonrió y comenzo a darme un par de palmadas.

—No te preocupes por si hacerlo bien o no. La verdad es que el sexo ni siquiera es la gran cosa, lo que lo hace especial es la persona con la que estas, eso es lo que realmente se disfrutas... Y si te soy sincera mi primera vez fue horrible, pense que no queria volver a hacerlo nunca mas en mi vida pero después lo disfrute porque pense estar con la persona correcta.

—¿Hablas del chico que te abandono?

—Si, ese maldito desgraciado de Dominic.

Otra vez ese nombre, no queria escucharlo...
Nunca pense que llegaría a sentir algo de celos.

—Entonces, el era un cazafortuna.

—Nah, eramos amigos de la infancia. Con el choque junto con el puesto mexicano... Puede decirse que fue mi primer amor pero yo nunca fui el suyo, solo creo que fui esa amiga con la cual tubo la oportunidad para tener sexo y despues desaparecer... Si lo vuelvo a ver le dare una paliza.

—¿Aun lo amas? —pregunté sin darme cuenta, ¿que demonios Lex Cooper?

—A veces creo que si, es decir pase por muchas cosas con él, incluso aun extraño algunas cosas y la verdad pense que iba a ser la única persona que iba a querer siempre pero últimamente ya no es asi, ya no lo recuerdo como antes ni lo extraño... A veces dudo que lo quiera.

—¿Desde cuando te sientes así? —me atreví a preguntar.

—Desde que te conocí... Solia pensár que me dabas algo de miedo, tu mirada no siempre es linda pero cuando te bese—ella comenzo a imitar un sonido extraño y entonces la mire para verla hacer varios gestos —hizo explosión todo mi ser, es decir nunca habia sentido algo asi, mi corazón palpita fuertemente cuando veo una sonrisa tuya y cuando me abrazas siento una gran paz... Me gusta estar contigo porque me hace sentir una tranquilidad que no siento desde que mi madre murió... Lex, creo que me estoy enamorado.

—Yo también, Iris.

—Lex.

—¿Si?

—Quiero vomitar.

—Espera un momento —detuve el auto y me apresure en salir para ayudarle pero al momento de abrir ella vómito ni saco.

—Perdon—dijo antes de empezar a llorar.

—Esta bien, ¿te sientes mejor?

Ella asintió y yo palme su espalda, bien, creo que debo llegar a casa rápidamente.
Una vez que ella se calmo y se puso a contar varias historias de su infancia supe que estaba mejor, ahora entiendo un poco a su hermano y porque se la pasaba molesto con ella.
Al llegar la vi mirar alrededor bastante confundida para luego abrir cada puerta que encontró hasta que llegó a mi habitación, al entrar la vi quitarse la ropa.

—¿Que haces Iris?

—Huelo a vómito —lanzo el vestido para luego comenzar a quitar sus zapatos, nunca pensé que me encontrara con la escena de una mujer en ropa interior en mi habitación y que esta me causara gracia. Me acerque para tomar el vestido e ir al cuarto de lavado donde también deje mi ropa, ella tiene razón esto huele a vomito.
Para cuando regrese a la habitación Iris ya estaba dormida en mi cama y pensar que hace un momento no dejaba de hablar, me acerque para terminar de quitar su zapato para poder acomodarla en la cama y arroparla, bese su cabeza.

—Dulces sueños, Iris.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top