Capítulo 36

Lex

Desperté al sentir como algo cayó sobre mi rostro, levante el brazo de Iris con cuidado para colocarlo sobre su pecho, ella soltó un suspiro antes de arrullarse sobre la almohada, me senté sobre la cama para mirarla con una sonrisa, el día de ayer había estado tan preocupado por nada y es que las palabras de la joven RoseMary habían calado muy profundo en mi, su historia con Dominic era complicada pero de alguna tenía sentido, siempre había notado en él que había más que un simple aprecio hacia Iris, esa manera en la que sonreía cuando ella hablaba la conocía muy bien, él estaba enamorado de ella y si él se había confesado sabía muy bien cómo terminarían las cosas entre nosotros o al menos así lo pensé, normalmente me irritaba mis equivocaciones pero en esta ocasión me alegraba tanto haberlo hecho, de todas las equivocaciones que e tenido este a sido una de las mejores, me estire un poco para tomar mi pantalón y sacar el viejo anillo de mi abuela, recuerdo que cuando cumplí la mayoría de edad ella me lo obsequió como un ritual familiar para que este anillo pasara de generación en generación, realmente nunca pensé que lo usaría algún día incluso cuando estuve saliendo con Iris por primera vez nunca se me ocurrió entregarle el anillo ya que notaba en ella algo que me hacía sentir que lo nuestro nunca sería serio pero ahora se sentía diferente, ahora las cosas eran diferentes.
Tome su mano y le coloque el anillo, volví a acomodarme en la cama para abrazarla y aunque me gustaba su olor me fascinaba cuando ella tenía la misma esencia que la mía.

—Tengo mucha hambre
—le escuché decir mientras jugueteaba con su cabello.

—Buen día a ti también.

—Sigo teniendo mucha hambre, estoy agotada.

—¿Y de quien es la culpa?

—Un 50% mía y el otro 50% tuya, no espera calcule mal, yo solo tengo como un 30% de responsabilidad.

—¿Puedes culparme? Te veo y no puedo evitarlo.

—Lo sé, soy un encanto. Aunque ahora que lo recuerdo—ella giro un poco quedando frente a mi —¿No ibas a marcharte ayer?

—Ese era el plan pero como marcharme después de escuchar tu propuesta.

—¿Por qué te ibas a marchar sin decirme nada?

—Cuando vi tu mensaje, pensé que ibas a terminar conmigo... No quería volver a hacerlo, aunque fuese por un par de días más quería engañarme a mi mismo y estar contigo.

—Lo siento.

—¿Por qué?

—Por haberte hecho sentir tal inseguridad.

—Solo fui precipitado.

—No fue así, tengo una buena idea. Regresemos juntos.

—¿Regresar juntos?

—Si, yo fui clara con Dominic y no siento cómoda asistiendo a su boda falsa o compromiso extraño. Además si regresas solo las chicas pueden tratar de robarme a mi prometido.

—Nadie haría eso.

—Tu eres bastante despistado que no lo notas pero todas las mujeres siempre te miran, incluso las enfermeras del hospital quedaron destrozadas por tu partida.

—No es cierto.

—Claro que lo es, todas te miran.

—Vaya que es un desperdicio de su tiempo, yo solo tengo mi mirada en ti.

—Me gusta el coqueteo, vamos continúa, ¿que mas puedes decirme para tenerme de buen humor?

—¿Pensé que estabas cansada?

—Bueno puedo...

—¿Que sucede? —pregunté al notar su mirada despistada, ella se alejo un poco para observar el anillo en su mano.

—¿Que es esto?

—Es el anillo de ritual de mi familia, mi abuela siempre obsequia el mismo anillo a sus nietos, le dio una a mi hermano y uno a mi para que algún día le entregaríamos a nuestra persona especial.

—¿Anillo familiar? ¿Entonces siempre lo llevas contigo?

—Así es, si lo hubiese extraviado mi abuela me hubiese colgado.

—¿Cuando me lo pusiste?

—Mientras dormías, después de todo eres mi prometida, ¿no es así?

—Si, así es—ella miró el anillo con cuidado con una enorme sonrisa, me miró y plantó un casto beso en mis labios—. Me encanta.

—¿Enserio?

—Por supuesto.

El sonido de su celular comenzó a sonar pero su atención estaba tan sumergida en el anillo que no parecía prestar atención al sonido.

—Iris.

—¿Si? —preguntó mirándome con tanta ternura.

—¿No deberías atender la llamada?

—¿Cual llamada?

—Tu celular, esta sonando.

—Debe ser alguien del trabajo o mi hermano, no lo sé, si es importante volverá a llamar.

—¿Realmente estas fascinada por el anillo?

—En realidad estoy fascinada por la persona quien me lo entregó.

Aquello me hizo sonreír, y es que ver esa mirada en ella era tan encantadora. Se levantó por un momento para recargarse sobre mi pecho y yo la abrace para besarla.

✨✨✨

Había cambiado el día de nuestro vuelo y nos partiría mañana, así que para disfrutar el último día con su família había decidido acompañar al partido de su sobrino. Iris tomó asiento y pude percatarme de cómo la mujer que estaba al lado suyo se sintió bastante incomoda de hecho demasiado ella se levantó y se marchó a otra banca para sentarse.

—¿No te pareció extraño?

—¿Que cosa? —preguntó ella confusa mientras me miraba.

—La mujer a tu lado se alejo en cuanto tomaste asiento.

Ella giro hacia la mujer quien se removió con incomodidad, note la sonrisa de maldad en sus labios la cual borro de inmediato cuando me miró.

—Puede decirse que tuve cierta diferencias con ella.

—¿Ciertas diferencias?

—De acuerdo tal vez le patee su trasero y le hice comer césped.

—¿Puedo saber la razón?

—Bueno, su hijo insulto a Ilan, y ella no quiso hacer las cosas en paz así que termine golpeando su rostro pero en mi defensa ella me abofeteo primero.

—¿Ella te abofeteo primero?

—Si, yo solo solté el primer insulto.

Negué mientras la miraba pero no podía culparla sabía que lo más importante para ella eran sus sobrinos, cuando empezamos nuestra relación la mayor parte de sus conversaciones era sobre lo lindo que son sus sobrinos y todos sus logros, sin mencionar que la mitad de su sueldo sólo se van en regalo para ellos.
El partió dio inicio y la que más gritaba con entusiasmo era Iris y aunque su sobrino parecía avergonzado por su sonrisa sabía que le agradaba tener el apoyo de su tía y que ella estuviese aquí para despedirse. Mire a su hermano y su padre quienes estaban frente a nosotros aun no le habíamos anunciado acerca de nuestro compromiso así que estaba un tanto ansioso nunca fui bueno guardando secretos por lo que siempre me gustaba que las personas fuesen honestas.

—Iris.

—¿Si?

—¿Crees que sería bueno decirle a tu familia acerca de nuestro compromiso?

—Claro, le agradas mucho a mi familia, en especial a Leslie y eso es mucho decir.

—Nos marcharemos mañana.

—No preocupes, yo misma les diré, después de todo fui yo quien lo propuso.

Mencionó con una enorme sonrisa. Ella tomó mi mano y aunque me tiraba de jalones de un lado a otro debido a la emoción del juego no me importaba era lindo tener momentos con los cuales podía compartir con ella.
El partido terminó y fue un gran triunfo para el equipo de Ilan quien se había llevado la jugada ganadora.

—Vamos a celebrar—escuché decir a Leslie.

—Suena a algo magnífico, hay muchas cosas para celebrar —mencionó Iris
—Por ejemplo la victoria de Ilan y mi compromiso con Lex.

Soltó sin tacto Iris que provocó que su hermano tropezara, él giro a verla mientras le mostraba su mano con el anillo.

—Le pedí que se casara conmigo y dijo que si
—chillo emocionada.

—¡Por fin gane! —escuche gritar a la esposa de Leslie —. Paguen sus apuestas.

—Eso es injusto, se supone que tu eres el hombre Lex—se quejo el señor Shuster quien le entregó dinero a su nuera.

—Vaya, vaya, miren quien cayó al mal vicio de las apuesta.

Iris miró a su hermano quien le entregaba dinero a su esposa.

—Me agrada aunque admito que no pensé que fuese tan pronto.

—Si me hubiese esperado a que Lex me lo pregunté tú ya tendrías nietos—se burló Iris. Yo la mire y ella solo me sonrió —¿Vas a negarmelo cariño?

—Por supuesto que no.

Sentí como alguien jalo de mi camiseta mire hacia abajo para observar al pequeño Dimash quien me extendió sus brazos, lo cargué para que él solo se acomode en mi por otra parte Ilan me miraba con advertencia.

—En cuanto escuche que le hiciste daño a mi tía Iris, iré por ti a darte una paliza.

—Aww, mira Leslie es como tu de joven —mencionó Iris mientras que su hermano miraba apenado la escena, se disculpo conmigo pero yo no le tome importancia después de todo solo es un niño.

Nos encaminamos hacia un restaurante mexicano, aquel mismo negocio que una vez en el pasado Iris destrozó con su motocicleta, todo se convirtió en anécdotas del pasado sobre Iris causando varias risas en de todos y aunque la mayoría de ellas ya las había escuchado era lindo verla sonrojarse por ello. Me alegra mucho que su familia me aceptará y que las cosas no fueses complicadas entre nosotros pero aún así un sentimiento de incomodidad me invadía, sentía que hacía falta algo que arreglar.

—Maldito Korden—Iris salió del baño mientras secaba su cabello con una toalla.

—¿Sucedió algo?

—El ya mando sus papeles de regreso a Baltimore, dice que solo estaba esperando mi llamado para saber cuando me largaria. Ni Siquiera papá me echo tan rápido, aunque agradezco que me halla arreglado todas mis cosas, incluso están mucho más ordenadas de cuando yo la hice.

—Tal vez porque algunas de tus cosas están en mi maleta.

—Si, puede ser por eso.

Escuche el sonido de mi celular, lo tomé para ver un mensaje del doctor Díaz invitándome una copa pero yo solo volví a colocar el teléfono en su lugar.

—Deberías ir.

—¿Disculpa?

—Siempre que haces ese gesto de la frente arrugada es que no quieres ir a algún lugar. Cuando volvamos se que no saldrás a ningún lado y estar conmigo no cuenta.

—No puedo dejarte sola.

—Lex, te conozco lo suficiente como para saber que solo duras como dos horas fuera, lo suficiente para ver un pequeño maratón de películas... Además, con unas copas demás eres lindo.

—¿De qué hablas?

—Tal vez no lo recuerdas, pero cuando cuando los colegas de tu padre te invitaron a tomar un par de copas por no decir que estabas borracho, fuiste hasta mi departamento mientras tocaba la puerta mientras cantabas una linda canción aunque algo desafinado, y cuando te abrí la puerta no dejabas de abrazarme mientras me dedicaba poemas y me besaba con ternura. Era tan lindo verte colgado a mi lado siguiendo me a todas partes mientras me pedías que te abrazara.

—Dios santo, ¿por qué no lo dijiste antes?

—Sabía que te ibas a sentir avergonzado.

—Estoy apenado.

—No lo estés, me gusta verte así. Ahora iras tomaras un par de copas y si no puedes regresar iré por ti.

—No creo que deba, además mañana partiremos.

—No te preocupes, prometo cuidar de ti todo el tiempo. Ahora levanta ese lindo trasero y diviértete un rato.

La mire nuevamente pero ella no parecía hacerme cambiar de opinión, más bien parecía querer alentarme a ir a tomar. Me viste sintiendo su mirada todo el tiempo, ella solo me sonreía sin ocultar el hecho de que me miraba con picardia.

—Ahora yo te daré una sorpresa cuando vuelvas pero me tomará tiempo hacerlo, así que tomate tu tiempo.

Me despedí con ella con un beso, tomé mi abrigo y salí del hotel para ir en dirección hacia aquel bar que aparentemente a todos les gustaba ir a embriagarse.
Al llegar me encontré con el cantinero quien miraba al doctor Díaz durmiendo del brazo con otro chico rubia, creo que habían comenzado sin mi, cuando el cantinero se marchó dejó al descubierto a la persona que cubría, mire a Dominic quien bebía un simple jugo, creo que debía retroceder en silencio.

—¡Cooper llegó! —grito Jeremy quien salia del baño.

—¡Si! —grito Zachary quien salía de la cocina junto con otros integrantes de su familia, al parecer era una despedida de soltero.

—Ven, acercate y toma asiento—me invitó el otro chico rubia antes de volver a tumbarse sobre la barra.

—¿Vienes como cuidador o bebedor? —preguntó el cantinero quien parecía arto de los borrachos.

—Solo tomaré un poco, le prometí a Iris que me integraría un poco—mire alrededor notando a todos ebrios—pero no lo suficiente. Solo será una copa de whisky.

—Eres suertudo amigo—escuche hablar al rubio, mire los asientos cerca de la barra y me sentí algo incómodo por tener que tomar lugar al lado de Dominic —. Tu novia es hermosa, yo quería salir con Iris pero no conseguida de ella, incluso la invite a salir y ella me dijo yo te llamo pero nunca lo hizo.

Algo típico de ella cuando no le interesa algo.

—Yo también salí con ella pero solo por una apuesta—mencionó Zachary—pero me boto en cuanto tuvo la oportunidad y esta bien, gracias a ello conseguí una linda chica.

—Es cierto, tu te acuestas con mi hermana—el doctor Carmona se acercó antes de carcajearse con él oficial.

—Y tu con mi ex-novia—le recriminó el oficial

—Y el también—dijo el doctor Carmona señalando a Dominic.

—Shhh, el novio está presente—dijo Zachary. Vaya escándalo se estos.

—Y seguirán hablando y hablando para hacerte sentir más incómodo —mencionó Dominic —Así soy ellos estando ebrios.

—Felicitaciones por tu boda y lamento no poder asistir.

—No tienes porque ser cordial, soy consiente de que sabes la verdad. Pero supongo que yo si debo felicitarte, escuche que se comprometieron, felicitaciones.

—Gracias.

En cuanto me entregarán el whisky lo tomaría de un trago y me marcharía de este lugar.

—Se que todo entre nosotros ya es incómodo pero si no es mucha molestia me gustaría que le entregaras esto—él tomo su mochila sacó algo de este y me extendió un libro—es para Iris. Dudo mucho que algún día nuestros caminos se vuelvan a encontrar sin que este el sentimiento de por medio.

Yo quería negarme, no estaba seguro sobre esto pero tampoco quería ser grosero con él, además solo era un libro, lo tomé aún con cierta duda.

—Yo se lo entregaré a Iris.

—Gracias... No me agradas y tampoco hace falta que fingas hacerlo.

Se levantó y giro en mi dirección antes de lanzar un puñetazo en mi rostro pero que maldito, lo mire sonreír mientras se alejaba.

—Admito que tener una discapacidad tiene sus ventajas.

Maldito. El cantinero me entró mi copa y yo solo la tomé de un trago, no necesitaba seguir aquí, tomé el libro y me marche.
Al llegar al hotel, Iris aún se encontraba viendo la televisión ella giro a verme y después la hora.

—Tienes un nuevo récord de escapada de un lugar.

—En realidad era la despedida de soltero de Dominic.

—Oh, ¿se divertieron?

—Cuando llegue todos estaban ebrios.

—Suena a que no.

—Dominic me pidió que te entregará esto.

Deje el libro a su lado para poder ir a cambiarme, lo único que quería ahora era dormir.

—¿Por qué aceptaste dármelo?

—No quería ser un grosero.

—Tan típico de ti... Aun así creo que no debiste aceptarlo.

—Solo es un libro.

—Claro.

Note como ella lo miró por un momento, lo tomó entre sus manos pero sólo lo coloco en el buro antes de acostarse, me miró con una sonrisa para palmera el lugar a su lado, me acerque para apagar el televisión y acostarme a su lado,ella me abrazo y di nuestra conversación por concluida para ir a dormir pero aún así algo se sentía mal.
A media noche cuando desperte debido a una pequeña luz que iluminaba la habitación, la vi llorando mientras sostenía el libro entre sus manos.

Capítulo dedicado a :
GladisUmaa5

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