Capítulo 35

—Se que no vengo muy seguido y que mi última visita fue muy breve, que no te dedique el tiempo suficiente, pero bueno e estado algo ocupada y ahora estoy en problemas, pero estoy segura que ya debes de saberlo. En fin, mamá me siento tan confundida.

Mire la lápida donde se encontraba mi madre, solté un largo suspiro saque la pequeña sabana para colocarla en el suelo, tomé asiento y coloque las nuevas flores.

—Ahora mismo tengo dos hombres en mi vida, supongo que recuerdas a Dominic, ese lindo niño rubio con un humor tan crudo como el nuestro, y Lex, al que traje hace pocas semanas, aparte de ser un chico sexy es alguien bastante lindo. Y bueno, se que te preguntarás cual es el problema,bueno, yo soy el problema... Estoy segura de que te diste cuenta antes que yo de que algún día surgiría un sentimiento romántico con él, en momentos como estos cuando me percató de la miedos hacia mis propios sentimientos lamento ser un Shuster, me hubiese servido de mucho ser más como tú, ser decidida, sin miedo a las consecuencias o al que dirán, las cosas hubiesen sido más sencillas de esa forma, las cosas se habrían solucionado tan rápido, ¿sabes que es lo que más me encanta de Dominic? Que es el tipo de persona que puede verme tal y como soy sin pensar que soy una idiota rarita, podemos pensar en lo mismo, divertirnos con las mismas cosas y reírnos de los chistes más tontos pero aún con ello tenemos nuestras diferencias que provocan discusiones, y por el otro lado Lex es tan diferente, aparentemente no tenemos nada en común pero aún así me entiende muy bien, lo que me gusta de él es que no deja que esas diferencias se interpongan entre nosotros, se que piensa que soy una rarita pero aún así le gusta eso de mi, tenemos gustos diferentes pero aún así me acompaña aunque no le agrade del todo y aunque no siempre nos reímos por el mismo chisme siempre termina sonriendo para mi. Dominic es tan parecido a mi pero Lex no es como nadie, nunca había conocido a nadie como él...

Guarde silencio por un momento para poder acomodarme y recargarme sobre su lápida, de alguna forma se sentía como si pudiese tenerla más cerca.

—¿Como es que te escogiste a papá? Aunque bueno si lo comparamos con Korden supongo que la decisión es bastante sencilla.

—Se a sentido como un insulto hacia mí persona.

Escuche hablar a mis espaldas, gire la cabeza para ver a Korden con tres ramos.

—¿Que haces aquí? ¿No deberías estar en el trabajo?

—Puedo realizar la misma pregunta.

—Touche.

Lo mire dejar un ramo en la lapida de la abuela y en otro en la que fue su esposa. Es irónico pensar que la única forma en la que está familia pudo estar por fin cerca es estando ya muerta.

—¿Puedo hacerte una pregunta?

—Intuyo qué la realizarás de todas formas—mencionó dejando el ramo de mamá a un lado del mío.

—Por qué si amabas a mi madre, ¿decidiste casarte con la tía Cassie?

—¿Que tipo de respuestas estas buscando?

—Una honesta. ¿Por qué no trataste de conquistar a mi madre o algo por el estilo?

—No se puede obligar a las personas a estar con uno—respondió tras mirar la lápida de mi madre para girar a ver a la de la tía Cassie —. Conocí a tu madre cuando éramos unos infantes, yo siempre pensé que sería para mí, era alguien a quien verdad amaba pero ella nunca sintió lo mismo y yo no podía obligarla a sentirlo. A veces es mejor dejar ir que aferrarse a ello.

—Entonces, si amabas a mi madre, ¿por qué te casaste con mi tía Cassie?

—Estoy consiente de que sabes que lo mío con tu padre sería más un matrimonio por conveniencia, así que una vez que tu madre decidió abandonar se supone que todo trato se anula pero Cassie decidió continuar. Pará mí ella era alguien especial a su manera, ella nunca fue lo que desee pero si era la persona que necesitaba y aunque ahora es en vano hubiese deseado haberme percatado de ello antes. Si tan solo hubiese soltado por completo mis sentimientos hacia tu madre y hubiese apreciado lo que ya tenía enfrente las cosas habrían terminado de otra forma. Aún con todas las cosas que hizo siempre pensé que tuve a una buena esposa, ella fue alguien leal, amable, una madre cariñosa, pero también alguien que se ocultaba mucho, ojala me hubiese reclamado las cosas para darme cuenta del error que tenía pero deje a mi esposa e hijo de lado para seguir prestando hacia el pasado... Cuando los errores llevan consecuencias graves solo es en ese momento en el que te percatas de la importancia de amar correctamente.

—Nunca pensé decir esto, pero lamento que lo tuyo con mi madre jamás halla funcionado.

—Yo no, lo único que lamento es no haber amado a mi esposa correctamente.

Y por primera vez en aquel rostro tan rígido y firme note la triste y el dolor por su errores, no era la única que había perdido a alguien querido más de una vez. Y de manera inconsciente recordé por un segundo lo que sucedió ese día cuando estaba encerrada en aquella habitación, Korden tuvo la oportunidad de disparar más de una vez pero nunca lo hizo, siempre trato de dialogar con ella, se estaba aferrado a la esperanza de que ella cambiará de opinión en el último momento, incluso cuando ella le disparo seguía insistiendo pero fue más doloroso ver como ella se entregaba a ese resentimiento y estoy segura que fue peor para él pensar que fue parte de aquel dolor. Aún recuerdo muy bien el último recuerdo de ese día, cuando Leslie me cargo entre sus brazos pude ver a Korden tomar a Cassie entre sus brazos para abrazarla y aunque ninguno de los dos habla sobre ese día, ahora estoy segura que es por el hecho de que es más doloroso para él.

✨✨✨

Toque la puerta un par de veces, esta se abrió y note la mirada de sorpresa en su rostro cuando me miró.

—¿Puedo pasar?

—Por supuesto —abrió la puerta por completo dejándome pasar—. Yo llamaré a Dominic y me iré por algún lugar.

RoseMary desaparecio de mi vista, mire alrededor notando el ambiente tranquilo del hogar, escuche como una puerta se abrió y Dominic salió.

—¿Iris?

—Estoy aquí, yo voy a sentarme en la sala. Necesitamos hablar.

—Esas palabras nunca son buenas—mencionó con un toque cómico mientras tomaba asiento. Guarde silencio por un momento y es que de camino aunque tenía todo un discurso ya pensando era muy difícil el decirlo —¿Sigues aquí? O sólo quieres hacerme una broma para volverme loco.

Aquello me hizo reír, me hizo recordar los momentos cuando discutíamos y yo solo guardaba silencio para hacerle creer que no estaba, al final el siempre decía chistes o algún comentario para hacerme reír, al final aquello se volvió en una manera de romper el hielo para hacer las pases.

—Cuando te vi por primera vez y escuche que te habían vuelto a ser castigar a pesar de que solo tenías un par de días sin tu castigo anterior pensé, vaya que niño tan problemático quiero que sea mi amigo
—aquello lo hizo reír a mi también — y me alegro mucho que almas aceptado ser amigo de esta niña rara que también es bastante problemática. Pasamos por muchos momentos juntos, como las constantes bromas hacia Zachary, incluso un par de castigos juntos, jugando hasta el atardecer o esos absurdos planes tan solo para conseguir un par de postres a escondidas, estuviste a mi lado cuando mi madre murió y nunca me dejaste incluso cuando te pedí que escaparamos juntos aunque era una terrible idea. Siempre has estado ahí así que cuando te fuiste me aterro tanto y fui detrás sin ningún plan  en especial así que tal vez ese fue mi primer error, no debí haber ido con la excusa de que solo lo hacía por mis estudios y de que estaba de paso, nunca fui sincera ni exprese mis verdaderos sentimientos de que me había enamorado de este chico rubio mal teñido con humor tan crudo como las primeras cocinas que Blythe intento cocinar. Nunca debí usar nuestro primer beso como una excusa para que supieras como era plasmarlo sobre tus historias, jamás debí usar todo eso para estar a tu lado.

—No fuiste la única que se equivoco. Yo fui un cobarde que no quiso aceptar el hecho de que la chica a quien ama tal vez nunca sentiría lo mismo, siempre me aterro no ser lo suficiente para ti.

—Pero que idiota, ¿como no darte cuenta que siempre fuiste lo que más quise?

—Parece que mi ceguera no es solo visual.

—¿Por qué te volviste a ir en esa ocasión?

—Al principio solo quería  un poco de tiempo para pensar, estaba cansado... no quería seguir con esa extraña relación que habíamos formado, teniendo tanto de uno del otro pero sin ser nada. Luego Azim murió, la familia de él se quería llevar al bebé en cuanto ella lo tuviera ya que su país de origen es pobre y necesitaba mi ayuda, le había hecho una promesa a mi mejor amigo y por primera vez sentí que alguien me necesitaba.

—Yo siempre te necesite.

—Nunca se sintió así, siempre eras tu la que me cuidabas. Pensé que lo único que era para ti era una carga, el amigo con deficiencia visual—note como extendió su mano y yo la tome—. No quiero volver a cometer los mismos errores.

—Yo tampoco, y por eso vine, quería aclarar todo contigo. Decirte lo mucho que significas para mí y que nunca cambiará, te quiero y siempre lo voy a hacer—solté su mano lentamente notando su mirada de tristeza —pero no puedo seguir aferrandome a este sentimiento y aunque me duela soltarlo es lo mejor para ambos, no podemos seguir haciéndonos daño.

—Iris, no me dejes por favor.

—No lo haré, nunca lo haré pero este sentimiento no puede continuar así.

—Solo dame una oportunidad.

—No. No estoy dispuesta a seguir esperando, a que las personas me señalen sin saber la verdad, no quiero ser tu segunda opción.

—Nunca lo fuiste.

—Pues se siente de esa manera. Por primera vez quiero ser la primera opción de alguien, quiero a alguien que me ame de la manera correcta. Y es algo que no puedo tener contigo.

Me levante con el corazón destrozado pero con el alma tranquila de dejar las cosas en claro, salí de aquel hogar. Solté un largo suspiro una vez afuera, mire el cielo el cual había sido cubierto por densas nubes ahora necesitaba hablar con Lex. Le envié un mensaje en espera de respuesta pero nunca llego por lo que decidí ir en su búsqueda, si no mal recuerdo su horario debería estar trabajando ahora mismo.

Al llegar al hospital la lluvia ya había comenzado por lo que me moje un poco en el transcurso del estacionamiento al auto, mire alrededor en busca de su presencia pero no lo veía por ningún lado.
Me detuve al observar a una enfermeras reunidas.

—Disculpen, el doctor Cooper, ¿se encuentra ocupado?

—Me parece que ya a regresado a su hospedaje.

—¿Tan pronto? —preguntó su compañera la cual asintió.

—Si, escuché que tenía que volver a Baltimore para mañana para un trabajo.

—Es una pena que ya no lo vayamos a ver mañana.

¿El tiene que irse hoy? Y no me dijo nada, salí corriendo del hospital escuche como alguien me llamó pero lo ignore, mientras salía tropecé callendo en un charco.

—¿Estas bien, doctora Shuster?

—¿Té parece que estoy bien? —pregunté molesta mientras me ponía de pie.

—Si buscas a tu novia apenas se marchó...

—Gracias —le interrumpí a Jeremy antes de salir corriendo nuevamente esta vez en dirección hacia mi auto. Traté de encenderlo pero no lo lograba, note como encendió por un momento tan solo para notar que la gasolina se había terminado —¡Maldita sea! ¡¿Por qué ahora?! —baje totalmente molesta sintiendo como la lluvia me mojaba más, solté una maldición antes de golpear el vehículo —. Por eso odio los automóviles.

Patee la rueda del vehículo por última vez para buscar alrededor algún taxi, casi siempre suelen estar estacionados. Note como uno se detuvo y corrí hasta él, al abrir la puerta una mujer mayor se interpuso.

—Lo siento pero necesito el transporte.

—Yo lo necesito aun mas
—alegó la mujer. Normalmente nunca pelearia con una anciana ya que así me educó mi abuela a respetar a los mayores pero ahora mismo era una emergencia y bueno, abuela si estas viendo esto perdón.

—Yo vi primero el taxi.

—¿No puedes ser cordial y dejarle el auto a una pobre anciana?

—No en esta ocasión.

Forceje con aquella mujer para ver quién entraba primero y debía admitir que ella realmente tenía mucha fuerza, ella me empujó con fuerza antes de golpearme en el rostro con su bolso, maldita anciana, ojalá que le duela la espalda al subir.
Gire para ver la mirada petrificada del otro hombre taxista antes que pudiese marcharse subí a su auto.

—No diga ni una sola palabra y solo conduzca.

—Si, madam.

Voy a admitirlo, tener un rostro atemorizante con una mirada asesina por fin tiene sus ventajas. El pobre hombre solo condujo en silencio con el sonido de la lluvia, ni siquiera comentó al respecto de que la parte trasero de su auto ahora estaba empapada debido a mi, al llegar solo de un billete y le indique que se quedara el cambio, era tanta mi prisa de bajar y del pobre conductor de irse que apenas y puse un pie afuera el arrancó llevándose un zapato, ahora estaba con la ropa sucia, con el cuerpo empapado de pies a cabeza y sin un zapato, si esto continúaba así terminaría llorando.

—¿Iris? ¿Qué te sucedió?

Gire para observar a Lex bajar de un taxi, vaya coordinación, solté un suspiro un tanto alivia por alcanzarlo.

—Cuando no me contestaste el mensaje fui a buscarte al hospital pero no estabas, al salir tropecé y caí sobre un charco, luego mi auto se quedó sin gasolina por lo que decidí tomar un taxi pero una anciana me empujó lejos y me golpeo con su bolso, entonces cuando finalmente encontré un taxi lo único que hacía ese hombre era mirarme como si fuese una asesina en sería y cuando por fin llegue a mi destino se arrancó y se llevó mi zapato —dije señalando mi pierna desnuda—y como no sabia que lloveria no traje paraguas y estoy toda mojada.

—¿Por qué has hecho todo esto?

—Necesitaba verte.

—Esta bien, lo entiendo. —Mencionó con una sonrisa triste.

—¿De qué hablas? —pregunté confusa.

—Ayer mientras te esperaba me visitó la prometida de Dominic, RoseMary me contó la verdad y entiendo si quieres estar con él.

—Debes estar bromeando, ¿realmente crees que soy del tipo de persona que recorrería todo el camino hasta acá con prisa tan solo para terminar con alguien? Lex, yo tengo frío, me duele mi cuerpo debido a la caída, incluso creo que el golpe de la anciana me dejara un moretón en el rostro, estoy echa un completo desastre frente a ti y créeme es de mi agrado, arruine mi vestido favorito, el primer vestido que tu compraste para mi y sabes que soy pésima quitando las manchas de la ropa, la verdad es que soy terrible haciendo muchas cosas, se que soy irritante a veces incluso algo egoísta y aunque no lo demuestre soy muy indecisa, ni siquiera soy una buena persona pero gracias a ti siento que lo soy, puedo hacer muchas cosas que me aterran porque te tengo a mi lado, no me da miedo ser yo misma frente a ti porque se que aunque te parezca extraño estarás ahí para mi y no me refiero a la alocada Iris, me refiero a la faceta de mi que ni siquiera mi familia conoce, la temerosa, llorona, dudosa y estúpida Iris, hoy quería verte y decirte tantas cosas, quería que las cosas salieran bien pero en cambio parezco un vagabundo y... —lo mire con lágrimas en los ojos notando su confusión —al demonio todo.

Me arrodillé frente a él.

—¿Té casaría conmigo?
—pregunté sacando la caja con el pequeño anillo. Un automóvil pasó mojando me por completo, después sentí como varias personas que iban corrieron me empujaron haciendo tirar la caja mire el anillo que rodó hasta caer por la coladera de la calle, tire la caja para maldecir para comenzar a llorar. Maldito universo.
—. Solo olvida lo que pasó y vete a tu hotel.

Sentí como la lluvia dejó de caer sobre mi espalda para después sentir algo cálido sobre mi espalda pero estaba tan avergonzada que ni siquiera quería verlo.

—Si quiero.

—¿Que? —pregunté confusa levantando la mirada para verlo.

—Si me quiero casar contigo. No fue algo convencional, ni siquiera fue como lo soñé siempre pero admiro el empeño puesto.

—Eres un idiota a veces.

—Es una faceta mía que solo tú tienes el privilegio de observar.

Lex me cargo entre sus brazos para llevarme dentro del hotel, me recargue sobre su pecho disfrutando de su calor.
Al entrar a la habitación note varios pétalos sobre el suelo y algunas cosas que estaban arrinconados, lo mire con una sonrisa.

—¿Realmente me preparaste una sorpresa?

—A la cual tu no llegaste.

—Puedo compensarlo.

—Apuesto que si pero por ahora, toma una ducha primero.

Mencionó mientras me bajaba con cuidado en el baño, note como él pensaba salir pero lo tomé del brazo para llevarlo hasta la regadera conmigo.

—Tu también te empapaste por la lluvia, podrías resfrisrte si que quedas afuera.

—¿Esta será tu recompensa?

—¿No te gusta?

—Me fascina.

Mencionó mientras me besaba basó el agua de la regadera, no era algo romántico ni convencional pero era parte de mis rarezas, además esto podía tomar un mejor rumbo una vez que la ropa quede afuera.

Capítulo dedicado a:
Paris332001

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top