Capítulo 33
Iris
Estábamos todos reunidos como equipo para determinar el estado de un paciente y si era posible la cirugía, aparentemente todo estaba normal, nada raro sucedió, excepto por ese par que actuaba tan raro, el doctor Carmona siempre nos miraba a todos de enfrente pero ahora se inclinaba de una manera que me daba la espalda pero no solo a mi sino también a la chica de lentes, la joven doctora Abby a quien si no mal recordaba le había pedido una cita, incluso ella evitaba el observarlo, algo incómodo había sucedido y no quería saber.
—Hagan los análisis y si esta la posibilidad consulten a la familia.
Mencionó el doctor Carmona a lo cual todos se levantaron, note como la castaña fue la primera en irse, mire al doctor Carmona y luego hacía la salida donde se había marchado ella.
—¿Tan mala fue la cita?
Él me miró en silencio luego observó hacia la puerta, me miró nuevamente y soltó un largo suspiro antes de sentarse.
—Fue genial, creo que lo terrible vino después de la cita.
—Oh vaya, parece que alguien se divertio por la noche.
—Fue horrible, Iris.
—Obviamente tu no fuiste en el problema, y es algo que pude comprobar, así que dime, ¿que pasó?
—Ella es virgen —me susurro como si fuese un gran secreto.
—¿Que?
—Que es virgen. Parecía una vestía a punto de comerse un lindo animal.
—Pensé que eso era lo que más le gustaba a los hombres.
—No, no es así. Cuando supe, actúe mal. Creí que lo mejor sería esperar hasta un mejor momento pero ella malinterpreto todo.
—Parece que estas en grandes problemas.
—Ni siquiera se como mirarla a la cara.
—Es obvio que necesitas un milagro.
—¿Como explicas esa situación a una chica?
—Cómo saberlo.
—Eres una mujer, debes saber tratar el tema.
—Yo fui quien le quito la virginidad a mi novio, así que no soy ese tipo de chica—Confese. Escuche como alguien toco la puerta, gire para observar a Lex—. Pero el puede ayudarte.
—¿Interrumpo?
—No, adelante cariño —Lex paso, yo me levante y lo senté en la silla donde antes estaba, bese sus labios—. Se que te dije que cometimos juntos pero ahora estoy ocupada, además este jovencito necesita de tu ayuda.
—Si sabes que soy mayor que él —argumento Jeremy pero yo le reste importancia.
—Como sea, mi novio es más listo que tú. Espero que puedan ser grandes amigos después de esto, yo iré a buscar a Abby.
Salí para ir en busca de la castaña, si no mal recordaba ella debería estar el la habitación del paciente para tomar las muestras, corrí por los pasillos para encontrar a la joven quien se encontraba de pie mirando hacia una pared.
—¿Es interesante lo que ves? —pregunté asustandola—¿Todo bien?
—Si, no es nada.
—Haré esto rápido, se que no todo está bien, el doctor Carmona me contó lo que pasó.
—Ese maldito infeliz.
—No te preocupes, no diré nada. Además él solo me lo contó porque está preocupado por ti y el malentendido.
—No fue un malentendido. Él, ese tipo, es tan...
—Es un idiota, un tarado, estúpida, un cara de grinch pero aún con todo es alguien que se preocupa mucho por las personas... Dice que la mejor noche de la vida de una mujer es cuando se entrega en todo los sentidos a un hombre, eso puede significar mucho o nada para algunos hombres. Es su caso, significa mucho, ¿realmente te sentías preparada para ello?
—Siempre me a gustado, desde hace mucho tiempo.
—¿Y crees que él lo sabía? Será un buen médico y algo observador pero es un idiota en estos casos
—¿Y como lo sabes?
—Sabias que su ex-novia se caso con su hermano sólo por prestigios. Las personas que fuimos lastimadas por otras cometemos muchos errores por temor a que vuelva a ocurrir y cuando tratamos de volver a confiar en alguien cometemos muchas estupideces.
—Hablas como si hubieses sido herida.
—Todos hemos sido heridos por alguien alguna vez, ya sea de manera intencional o no.
—¿Que te paso a ti?
—Me aferre a la persona equivocada...supongo, en fin, si realmente quieres a ese cara de grinch ten le paciencia.
—Gracias por el consejo.
—Buena chica, ahora ve y da el primer paso porque dudo que él lo haga.
Ella me sonrió antes de marcharse, quien lo diría, ese par juntos supongo que se complementan muy bien.
—¿Hemos terminado de ser consejeros amorosos?
—preguntó Lex a mis espaldas, yo gire para sonreírle.
—Oh vamos, todos necesitan un empujón en algún momento de nuestra vida. Incluso yo lo necesite.
—¿Hablas enserio? ¿Necesitaste ayuda para tomar una decisión?
—Necesitaba que alguien me abofeteara para darme cuenta de las cosas que importan.
—¿Que es aquello que te importa?
—Podemos empezar contigo y...
El sonido de mi celular captó mi atención, lo tomé para ver que se trataba de Elvis, era extraño que ese hombre llamase por lo que conteste de inmediato. Todo hasta ahora había sido tan perfecto que nunca pensé que llegasen malas noticias.
Contuve el llanto y trate de ser firme ante la noticia, me encamine hacia aquella casa siendo siempre acompañada por Lex, no hacía falta que dijese algo para saber que algo malo había sucedido. Fue un completo récord el trayecto de llegada ese hogar, incluso el recorrido hasta esa habitación, mi abuela estaba postrada en su cama, giro a verme con una sonrisa.
—Vas a estar bien.
—Cariño, ya llegue a mi destino.
—No, no es así.
—Si, así es. Viví muy bien, incluso tuve la oportunidad de conocer a mis bisnietos.
—Abuela, no me dejes tu también —me incline para tomar su mano.
—Llega un momento donde todos tienen que irse pero, los buenos momentos siempre se quedan. La única forma en la que te deje es que tu me olvides.
—Abuela, no, por favor.
—Mi pequeña florecilla, nunca olvides a los que quieres... Sabes te amo a pesar de todo.
—Abuela, no merezco tu amor, no lo merezco. Antes de que te vayas, por favor perdoname.
—¿Por qué lo haría? No has hecho nada malo.
Aquellas lágrimas que había estado conteniendo brotaron por fin, yo negué mientras tomaba su mano.
—Yo lo hice, yo mate a la tía Cassie... Asesine a tu hija... Ese día, fui yo quien le disparo a la tía Cassie, no Korden. Fui yo jalo del gatillo.
—Ya lo sabia.
—¿Que? —pregunté confundida mientras sentía como acariciaba mi cabello.
—Siempre lo supe, y yo jamás te culpe por ello... Si yo hubiese estado ahí, habría hecho lo mismo. Lo habría hecho tan solo para salvarte, es cierto que Cassie era mi hija, pero ella no estaba bien, no tomó buenas decisiones y aquello acarreo muchos problemas... Lo único que lamento de ese día es el de no haber estado ahí para ser yo la que jalara de ese gatillo para quitar de ti toda carga.
—Lo siento abuela.
—Estas ahora aquí a mi lado, yo no lo siento. No lo siento y tu tampoco deberías.
—Te amo abuela, en verdad lo hago.
—Yo también mi pequeña florecilla.
Me recosté a su lado tomando su mano sintiendo como palmeaba mi cabeza, hasta que ya no lo hizo más.
El origen de su fallecimiento fue por causa natural y eso me aliviaba, me alegro que no halla por un accidente, que no fue por una enfermedad, me alegraba que no halla sentido dolor cuando se fue.
No me gustan los funerales pero bueno a quien si, quitando el hecho de que una persona apreciaba se ha ido, el ambiente es tan
decaído y funesto, pero también quienes utilizan la oportunidad para compartir chisme o una que otra anécdota del pasado de la persona y bueno, los funerales en el mundo de la gente adinerada siempre surgen esa pregunta, ¿quién se quedara con la fortuna? Y cuando todo el mundo ya sabía la respuesta era un tanto complicado escaparse de las miradas de las personas, así que agradecia mucho la compañía de Lex en este momento, no tenía antojo de hablar con nadie en particular así que tener a un novio con una mirada aterrorizate tenía sus ventajas, me daba el tiempo para despedirme de la manera correcta.
Escuche el sonido de un par de pasos acercarse, lo mire de reojo antes de volver mi vista al ataúd.
—Que estés aquí me hace recordar el funeral de mamá.
—Lo siento, yo puedo irme.
—No, quedate—le pedí a Dominic —. No lo decía con una mala intensión, la verdad es que es el lindo recuerdo de ese día, estuviste conmigo todo el tiempo.
—Y siempre lo estare.
—Gracias.
—Y, ¿dónde está Lex?
—Los antiguos colegas de la abuela están algo preocupados, así que él está lidiando con todas esas personas.
—Debe ser un hombre muy paciente si esta con esas personas.
—Si, si lo es.
—¿Como es él? Me refiero a que si te hace feliz.
—Creo que decir que me hace feliz es poco. Yo no lo considero la persona más graciosa pero aún así me hace reír a su manera, es muy comprensivo incluso si no logra entender el tema de mi punto de vista trata de hacerlo, es muy observardo y aunque parezca que no me escucha siempre lo hace, incluso aunque el dice que no me mima si lo hace y mucho.
—Se nota que te ama.
—Si.
—¿Y tu lo amas?
Aquella pregunta me tomo por sorpresa, gire a ver a Dominic quien permanecía a mi lado con la mirada hacia el frente, se notaba algo perdido y más distraído de lo normal.
—Perdón si te ofendida con esa pregunta, es obvio que no es el mejor momento para tener esta conversación.
—Te agradezco la preocupación pero estoy bien. Y contestando tu última pregunta, si, si lo amo.
—RoseMary te manda sus condolencias y una disculpa por no asistir al funeral.
—No te preocupes, escuche decir a Odysse que ella no tiene buenos recuerdos en los funerales, bueno quien los tiene en realidad. Además está en su primer trimestre de su embarazo, desde cuidarla mucho.
—Si.
—Iris—me llamo Lex con sutileza mientras se acercaba —. Es hora de retirarnos.
—Por supuesto—
mire la caja por última vez, sonreí con tristeza antes de bajar la tapa de esta—. Tengo que irme.
—Claro.
Me retire para tomar del brazo a Lex, el beso su cabeza tiernamente antes de encaminarnos hacia el panteón. Había decidido enterrarla al lado del abuelo, cerca de donde se encontraba mamá y aunque me era triste decirlo parecía que era la única manera en la que toda la familia podía estar junta.
Mire a todos los presentes notando quienes sí estaban triste por su partida y quienes estaban preocupados por sus negocios, incluso aunque notaba sus miradas sobre mi no había nada que yo pudiese hacer, cierto, mi abuela me heredó gran parte de su fortuna y negocios pero lo que no sabía la gente es que sería Korden quien se haría cargo de ello, fue algo que decidimos hace años, todo hasta encontrar a un heredero digno para manejar la empresa familiar.
Cuándo llegó la hora de partir Lex me acompañó hasta casa, incluso cuando se despidió yo no le permití irse, quería un poco más de sus mimos y aunque podía notar cierta duda en él al final de quedó ya que incluso papá insistió.
Él se sentó sobre la cama y yo como si fuese una niña pequeña me acurruque entre sus piernas, sentí la calidez de sus brazos que me envolvían me hacia sentir tan protegida.
—No has comido nada desde ayer.
—Sigo sin tener hambre.
—Debes probar por lo menos un bocado —insistió —. Si quieres que permanezca aquí al menos prueba algo de comer.
—No me chantajes.
—No es chantaje, sabes que soy un hombre serio.
—Tal vez como algo después de la siesta.
Escuche como alguien tocó la puerta de mi habitación, pensando que era papá le indique que pasara pero era Leslie, nos miró un par de segundos antes de volver a reaccionar.
—¿Puedo hablar con mi hermana a solas?
—Iré a prepárate algo de comer —con delicadeza Lex me quito de sus piernas para poder levantarse, salió de la habitación y Les con más confianza entró para sentarse a mi lado.
—Creo que estaría de más el preguntarte como estas.
—No es la primera vez que pasamos por algo, así que soy consiente de que ya sabes el procedimiento.
—Iris, lo siento mucho.
—¿Por qué te disculpas?
—Por ser un ignorante, por no tomarme mi tiempo de saber como estabas, por todo. Si tan solo yo hubiera sido más cuidadoso, si ese día hubiese impedido que te llevarán jamás habrías pasado por lo de la tía Cassie. No tenía ni idea, lo siento.
—No tienes porque pedir disculpas.
—Si, si que las tengo. Yo estaba a cargo de ti, eras mi responsabilidad, debí haberte cuidado mejor.
—Lo hiciste bien. Lo que sucedió no fue tu culpa, nadie la tuvo, es ahora que algo se.
—Ese día solo pensé en lo afortunado que era porque estuvieses viva que ni siquiera pensé por lo que pasaste. Lo siento Iris.
Se disculpo nuevamente con lágrimas en los ojos, yo me acerque a Leslie para sentir su fuerte abrazo.
—Cuando quedé atrapada en esa habitación, y la tía Cassie le disparo a Korden pensé que era mi fin, él sangraba en el suelo y ella me seguía amenazando con su arma y cuando yo tome el arma de Korden solo escucha su risa, sus insultos en cómo yo no era capaz de hacerlo, mire a Korden que me observaba en silencio, él sabía que aquello era mi decisión y yo quería terminar igual así que solo jale de aquel gatillo sin pensarlo mucho, me quedé totalmente aterrorizada. Me había convertido en una asesina pero Korden dijo que no era así y asumió la culpa por mi... Pero aquello no aliviano mi carga, ver a la abuela y recordar lo sucedido era un artirio, verte a ti o a papá tambien lo era por eso no quise estudiar medicina de inmediato, pensé que como una asesina podía hacerlo—dije mientras limpiaba mis lagrimas—al final decidí enfrentar mi miedo pero las cosas no mejoraron. Sufro de ataques de ansiedad debido a mi fobia a la sangre y la muerte, ¿que clase de médico tiene ese tipo de miedos? Por eso no volví a casa por un tiempo, porque tenía que ir a terapias cada sábado para enfrentar ese miedo pero no servía de nada, incluso las pesadilla de aquel recuerdo eran como una gran decaída, un día tuve un ataque severo, ni siquiera me reconocía a mi misma cuando me vi en el espejo y fue Korden quien me tuvo que ayudar a salir a delante, me dijo que si no era capaz de enfrentar mis miedo nunca sería un buen médico, por eso me esforcé el doble que nadie más, de nada me servía ser lista si Ni Siquiera podía operar. Aun tengo mis fobias pero los ataques no son tan severos, incluso las pesadilla que me aterrorizan ya no son tan frecuentes y cuando las tengo Lex siempre a sabido como tranquilizarme... Puede que esto fuese mas sencillo si hubiese confiado en ti desde un principio, pero no quería verte a los ojos y contarte lo que había hecho y escucharte decirme que yo era una asesina.
—Jamás lo hubiese hecho ni pensado. Tú no eres eso Iris. Perdoname por no haber estado ahí.
—No, perdoname tu a mi por no haber confiado en ti cuando tu siempre lo has hecho.
—Mi pequeña florecilla, sin importar lo que hagas, por las cosas que pases, sin importar el lugar o con la personas que estés, yo siempre te amaré, siempre te cuidare y protegere... Prometo ser un mejor hermano mayor.
—Ya lo eres.
Expresar todos mis sentimientos aquel día fue un gran alivio para mí, pude dormir con tranquilidad y por primera vez en muchos años fui libre de aquella culpa.
Capítulo dedicado a :
azulpaluza123
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