Capítulo 19

Iris

Mire el informe médico de Amy como por cuarta vez tratando de buscar alguna pista o indicios de algo que me diera un mejor análisis, ciertamente sus posibilidades habían aumentado un poco pero no era lo suficiente por lo que tuve que enviar el caso a un viejo colega de Baltimore, escuche el sonido de mi celular solicitando una video llamada, me levante de un salto de mi cama para dirigirme a mi computador para aceptar la video llamada, me encontré con su carismática sonrisa y su inisual bigote tupido ya cubierto por canas.

—Es bueno verla doctora Shuster.

—Opino lo mismo doctor David.

—Tus investigaciones como siempre son bastante interesantes.

—¿Cree que la oportunidad de éxito puede aumentar? —pregunté directa, no quería estar con rodeos, solo necesitaba que me confirmara lo que me tenía con tantas ansias.

—Analizamos todo y verificamos más de una vez, el porcentaje de éxito ahora es del ochenta por ciento.

—¿No bromeas?

—No podría bromear sobre esto contigo doctora Shuster.

—¡Oh, si! —grite dando vueltas sobre la silla.

—Solo que la cirugía no la realizare yo—me detuve quedando de espaldas gire para verlo notando como evitarme el verme—. Quien hizo el realizó el...

—No lo digas —le interrumpí pero el hombre americano solo sonrió.

—Si quieres que esa chica se salve tendrá que..

—Nisiquiera quiero escucharte...

—El doctor Cooper tendrá que ser el líder de cirugía.

—No—me queje mientras pasaba mis manos sobre mi rostro frutrada—¿Por qué? ¿Por qué demonios tiene que ser él?

—Se que no se llevan bien pero si quieres éxito en tu cirugía él tendrá que ser el líder de cirugías.

Guarde silencio por un momento y es que debía dejar a un lado mis intereses personales. Cuando entre a trabajar por primera vez a Baltimore fui muy entusiasta, mucho más de la cuenta y pensé que sería divertido tener a un compañero con el apellido Cooper pues es el mismo que de uno de mis personajes favoritos de las series de mi infancia pero su actitud no fue nada de acuerdo a lo que yo imaginaba, una persona con una doble personalidad y con pensamientos tan confusos era difícil el saber sus verdaderas intenciones aunque no negaba que era un buen médico y todo un especialista en su área.

—Lo entiendo, ¿realmente no hay ninguna otra opción?

—Me temo que es la única que tienes.

—Consultaré todo con el hospital y los familiares para confirmar la cirugía.

—Estaremos esperando tu llamada, y doctora Shuster.

—¿Si?

—Espero que pueda regresar junto con el doctor Cooper. Su puesto en Baltimore la aguarda.

—Aún me quedan tres meses de estadía en Londres.

—Lo sabemos pero le tenemos excelentes noticias.

—Me gustan las buenas noticias, ¿cuáles son estas?

—Su primera investigación parece que ya es un éxito.

—¿Que?

—El doctor Acharya nos escribió, dice que provo tu técnica en uno de sus pacientes en Sundarbans. Fue un éxito.

Parpadee un par de veces tratando de asimilar las palabras de doctor David, yo me limite a asentir, me despedí de él amablemente, me levante escuchando a sus palabras resonando en mi cabeza, tomé mi celular y coloque la canción de Happy para después comenzar a bailar en mi habitación.

—Parece que algo bueno sucedió.

—Una arteria obstruida casi detiene el flujo de sangre de mi corazón —lleve mi mano hacia mi pecho mientras sonreía.

—Traducción.

—Que casi me provocas un infarto al corazón, sabes la gente educada toca la puerta.

—Eso hice pero parecías tan ida en tu propio mundo y para cuando abrí la puerta estabas haciendo tu baile de la victoria.

—Me han dado buenas noticias acerca de una de mis investigaciones.

—¿Y que es esa investigación?

—Es una sorpresa pero cuando compruebe que todo será un completo éxito te lo contaré y bailaras conmigo.

—Tu sabes que yo no bailo.

—Claro, como no soy Blythe no bailas conmigo.

—Y me dices resentido a mi.

—¿Que es lo que sucede?

—¿Por qué tiene que suceder algo para que venga a ver a mi hermana?

Me cruce de brazos para mirarlo fijamente, el imitó mis gestos. Sabía que algo ocultaba pero aparentemente él no quería decir nada tampoco, cuando comencé a entrar a la adolescencia mi hermano determinó que mi etapa de rebeldía también inició la verdad creo que solo estaba exagerando, con tan solo quince años había entrado a la universidad por lo que un nuevo mundo se abrió ante mí, las cosas de adultos llegaron antes de tiempo y eso no le agrado porque también los muchachos lo hicieron pero la verdad es que no es más que un hermano celoso con complejo de padre.

—Bien me rindo—levante mis manos al aire—supongo que solo quieres tiempo de calidad con tu hermana pequeña.

—Solo vine a confirmar que estas descansando correctamente —miró hacia mí cama notando el papeleo junto con varios libros exaparcidos alrededor—pero veo que no es así.

—Solo me desmaye porque tuve horas extras durante la noche y no descanse, estoy bien, no es como si me fuese a morir.

—Que tal si te pones algo desente y te llevo a dar un paseo.

—Te recuerdo que ya no tengo cinco años así que si te atreves a llevarme al zoológico de la mano como si aun tuviese esa edad, gritare muy fuerte y les haré pensar a las personas que me estas secuestrando.

—Prometo que no será así.

—Bien, ahora dejame alistarme y sal de la habitación.

Leslie cerró la puerta nuevamente, ese hombre simplemente no cambiaba, cada vez estoy considerando el hecho de embriagarlo junto con su esposa para que tengan otra criatura y sin el señor realmente se apiada de mi alma esta vez le nacerá una niña.
Me quite mi pijama para reemplazarlo por un vestido amarillo los cuales combine con un par de tenis me lave mi rostro y me cepille el cabello, una ventaja de salir con mi hermano es que no debía preocuparme tanto el hecho de arreglarme y no era porque le restaba mas importancia más bien era el hecho de que con una sola mirada el auyentaba a cualquiera que se atreviera a mirarme.

—Vámonos. Ya soy lo suficientemente mayor para beber.

—No consumiras alcohol.

—¿Por qué? Tu lo hacías desde mucho más joven. Además fue gracias al alcohol que coincidieron a mi sobrino más pequeño.

—Iris, no empieces.

—Te molesta pero no lo niegas.

—Iris—me advirtió señalandome.

—Solo un último comentario y ya.

—Iris Shuster.

—Ya, esta bien. ¿Y a donde iremos?

—Es una sorpresa.

—Tus sorpresas apestan
—Leslie giro a verme cuando abrió la puerta del departamento yo le sonreí con inocencia—pero la intención es lo que cuenta.

—No hagas que me arrepienta.

—Y si te dijese que esa es la idea—le seguí por el pasillo para subir al elevador.

—Aún así te llevaré conmigo.

—¿Donde está Blythe?

—Es su día con los niños.

—Ah, ya entiendo y como no te incluyeron buscas tu cariño en otras personas, me temo que soy una mala elección tal vez deberías ir con papá.

—Solo sube al auto—me ordenó mientras salíamos del elevador. Salimos del edificio y mire aquel auto negro que aún mantenia impecable a pesar de que fue regalo de bodas de la abuela, este hombre si que sabía como conservar las cosas como nuevas. Me adentre al auto oliendo el dulce olor de canela, mire alrededor buscando algo con que molestarlo mire la guantera para abrirla y sacar una foto familiar.

—Esto es tan cliché de tu parte.

—¿Que tiene de malo el tener una fotografía de mi familia?

Cuestionó subiendo al auto para poder irnos a donde sea que quiera llevarme, mire la fotografía había sido la última que nos tomamos todos juntos antes de que fuese a la universidad vaya que bastante joven, creo que incluso era un poco más delgada aquí, mire a mi hermano luego la fotografía el maldito infeliz se veía igual, ¿cuando envejera?
Guarde nuevamente la fotografía para después mirar por el camino pero aún era muy pronto para tratar de desinfrar a donde iríamos.

—¿Te puedo hacer una pregunta?—pregunté y el me miró de reojo con cierta advertencia —. Es algo serio.

—Creo que correré el riesgo.

—¿Por qué solías acostarte con tantas chicas?

—Iris, pensé que era una pregunta seria.

—Lo es para mí, es decir aun tengo varios traumas infantiles sobre tus encuentros sexuales con diferentes chicas cada semana, eras un completo ligón pero aparentemente todo cambió cuando Blythe llegó a tu vida.

—Yo no dejé de ser un ligón por Blythe.

—Esa si que es una fuerte confesión, Blythe estaría tan decepcionada.

—No lo creo, ella sabe que la razón por la cual deje de hacerlo fue por ti.

—Claro, echarme la culpa.

—Habló enserio, yo era un idiota...

—¿Eras? —solté tras una risotada, Leslie me miró a lo cual sonreí fingiendo inocencia—. Anda continúa, perdona ya no me burlare.

—No fui el mejor ejemplo del mundo, lo sé, aquello me hizo tomar muchas decisiones inconrrectas por lo que al percatarme de mis errores fue cuando decidí cambiar y terminar mi vida de libertinaje.

—Entonces, ¿por qué te acostastes con tantas chicas? Aparte del porqué eras un imbécil.

—Solo eran una distracción, un pasatiempo sin ningún tipo de lucro, creía que podía olvidar los problemas con alcohol y sexo pero no es así, al final los problemas seguían ahí sin importar cuanto intentase olvidarlo, los problemas no son algo que puedes dejar en el olvido es algo que debe enfrentarse cara a cara aunque sea doloroso, es tener la satisfacción de ser fuerte aunque parezca que estas perdiendo por ser débil.

—Entiendo, entonces, ¿por qué tuviste sexo con Blythe después del funeral de mamá si aquello no es la solución?

Mi hermano freno sin previo aviso, nunca pensé que el cinturón de seguridad por fin cumpliría su buen uso, escuche el pitido de varios autos y tras su pequeño shock mi hermano por fin siguió avanzando, notaba el gran sonrojo en su rostro.

—Nunca e sido una ignorante antes los encuentros íntimos que has tenido con mi cuñada, aunque debo admitir que ella ese día se esforzó por darme una buena excusa, bastaba con ver su ropa al revés y su cabello alborotado para saber queas cosas se habían puesto intensas ahí adentro.

—Iris, ya basta, no pienso hablar sobre mi intimidad con mi esposa con mi hermana pequeña.

—Debieron pensar en ello antes de tener sexo mientras yo estaba en casa, por suerte papá ya no es ligón.

—Papá nunca a sido un ligón.

—Eso piensas tu pero me entere por una fuente muy confiable que papá lo era y no vas a creer quien casi pudo haber sido su esposa.

—Iris pareces una vieja chismo...

—Con Raquel.

—¿Que? ¿Raquel la enfermera?

—Ella misma me lo confesó, bueno mas bien se le escapó, tan solo imaginate ella pudo haber sido la esposa de papá.

—Debo admitir que es una noticia impresionante.

—Lo sé, ambos ligones domados por una sola mujer—bromee pero la verdad es que yo también me sentía de la misma manera, una ligó que ahora tenía miedo de ser domada—Y dime, ¿cuál es la diferencia?

—¿Sobre qué?

—De tener sexo casual y el de tener sexo con amor.

—Pensé haberte dicho que ya no hablaría sobre esto, además, ¿por qué quieres saber sobre un tema como este?

—Es simple curiosidad, solo me lo preguntaba.

—¿Con quien estas teniendo sexo tan casual? Espera no me respondas no quiero saberlo, ¿al menos te estas cuidando adecuadamente? Pero que cosas digo, tú deberías concentrarte en tu carrera no en tener sexo con cualquier idiota, vales más que una sola noche.

—Tranquilo, no me estoy acostando con nadie —mentí sabía que si le decía la verdad volvería a frenar de golpe y sus reacciones no serían nada lindas, iría y despederia a su empleado después iría al hospital para que mi jefe ahora si tenga una buena razón para quedarse todo el día en el hospital.

—No te creo nada.

—Como quieras, entonces, ¿cuál es la diferencia?

—Lo sabrás en su momento.

—Entonces lo que me estas diciendo es que debo experimentar por mi misma.

—Con un demonio Iris, ¿que solo escuchas cosas malas de mi boca? —preguntó molesto pero al mismo tiempo preocupado. Quería reírme a carcajadas pero eso lo molestaría más.

—Solo responde esa pregunta y prometo no volverte a hablar sobre sexo.

Lo escuché suspirar con cierta resignación, me miró de reojo antes de apretar nuevamente sus manos con el volante.

—Tan solo un simple beso se es diferente, sabes cuando lo haces sin ningún sentimiento de por medio solo piensas en ti, en cómo eso te beneficia, como te complace, no te interesa mucho la otra persona o sus sentimientos y siempre habrá un margen que querrás mantener pero cuando lo haces con la persona indicada, un simple beso quieres que sea eterno, incluso aunque no es su primera vez logras estar nerviosa, tan preocupado por todo y piensas todo el tiempo en la otra persona y en cómo aquello los volverá más cercanos como pueden fortalecer esa unión.

—Eso sí que explica mucho, ahora entiendo porque eres tan cercano a tu esposa.

—Te di la explicación ahora nada de conversaciones clasificados para mayores de dieciocho.

—Ahora entiendo porque le gustaste a Blythe, eres como un oso de felfa por dentro—me burle. Mire el estero para buscar alguna estación con buena música, yo seguía tentada por hacerle más chistes malos al respecto pero era una mujer de palabra y si continuaba hablando no iba a poder evitarlo, ahora mismo mi hermano no parecía tener la paciente como amiga, su rostro aún estaba tan sonrojado y apretaba con fuerza aún el volante creo que esperaría un par de minutos para molestarlo.
—¿Ya me diras a donde vamos?

—Siempre te han gustado las sorpresas, ¿porque tanta insistencia ahora?

—Aunque no lo creas ya soy una mujer muy ocupada en su trabajo y cada minuto cuenta.

—Ahora quien es la amargada.

—Vuelve a insultarme y comenzaré con mis comentarios sobre mayoría de edad.

Ahora Leslie fue quien sonrió un tanto triunfador pues había logrado el molestarme un poco, durante el transcurso del camino comencé a conversar con él acerca de las operaciones que había realizado durante mi estancia en Estados Unidos, el como cuando aún era una simple prácticate ya estaba siendo participe de la sala de emergencias como una de las mejores, voy a admitirlo que gusta alardear pero lo que mas me gustaba era pasar el tiempo con mi hermano, había olvidado lo que era pasar tiempo de calidad con él.

—Llegamos—dijo mientras se quitaba su cinturón, mire hacia la ventana me quite el cintu para bajar del auto.

—Wou, el parque hyde corner, me hiciste subir a tu auto y recorrer más de veinte minutos para visitar un parque, si tienes idea que tenemos uno frente de la casa.

—¿Desde cuando eres una aguafiestas? Tan solo acompañame.

—Me estoy comenzando a arrepentir.

Fui detrás de él mirando a todas las personas que caminaban alrededor entre sonrisas, a los artistas ambulantes me detuve al ver a mi hermano quien observaba a los caballos con carretas, me sonrió para después mostrarme una venda.

—¿Acaso piensas vendarme los ojos para dejarme a medio camino para que me arrolle una carreta?

—Será un paseo bastante divertido.

—Tal vez para ti pero no para mi.

—Tan solo dejame vendarte los ojos y sube a la carroza.

Parecía que esto en verdad le divertía, solté un largo suspiro antes de darme la vuelta para dejar que me vendrá los ojos, me ayudó a subir a la carroza y yo palmee el lado de alado.

—¿Vas a subir o me dejaras aquí para perderme sola entre la oscuridad?

—Ya voy a subir, ahora te quitaras la venda hasta que yo te lo diga.

—Como sea—sentí como se sentó a mi lado para después escuchar el caminar del caballo—. Si llegamos y tu sorpresa es horrenda te empujare por la carroza, ahora mismo debería estar durmiendo —recargue mi cabeza sobre su hombro—pero debo admitir que la emoción me intriga. Sabes, creo que debo disculparme por todos los años en lo que me marche y nunca volví pero prometo que tenía mis propias razones y aunque aún no puedo decírtelo, espero que me entiendas—sentí como tomo mi mano para palmearla—¿Ahora estarás callado? Bien, te diré algo que te hará hablar hay un chico que me gusta pero es un idiota, hice de todo pero no me nota incluso después de tanto tiempo, incluso me acosté con él.

—Pero que idiota para no notarlo.

Me reincorpore y gire a mi derecha pero la maldita venda no me dejaba ver y estaba muy segura que esta no es la voz de Leslie.

—No te quites la venda—me ordenó y aunque suene estupido yo obedeci, vaya vergüenza
—¿donde esta Leslie? ¿Que haces aquí?

—A mi también me da mucho gusto verte.

—Tus chistes no son divertidos Dominic —me aleje un poco hasta pegar con la puerta de la carroza—¿que significa esto?

—Me han traído con engaños al igual que a ti
—Confesó tras guardar silencio por un momento
—¿Y quien es el idiota?

—¿Cual idiota?

—El que te gusta, ese idiota con el cual te acostaste.

Si tan solo supiera que ese idiota es él pero ahora no podía decir nada ya que mi idiota está comprometido.

—Solo era una broma para molestar a Leslie.

—¿Segura?

—Claro... ¿De quién fue esta estúpida idea?

—De RoseMary

—¿Que demonios le pasa a tu prometida?

—Ella está preocupada por nosotros, dice que los mejores amigos nunca deben estar molestos o podrían arrepentirse.

—Yo no estoy molesta contigo, ¿tu si lo estás conmigo?

—Realmente no lose, nunca puedo saber con exactitud las cosas cuando se tratan de ti.

—¿Por qué no me dijiste que tenías una prometida?

—Entonces si estás molesta.

—Claro que lo estoy, me hiciste a un lado Dominic, te fuiste a quien sabe donde, nunca contestaste mis llamadas o mensajes, pensé que algo te había pasado no te imaginas el tiempo que estuve por todo Portland buscando a tu madre para saber algo sobre ti y me dolió bastante cuando ella me dijo que tu habías decidido irte para tener tu espacio de todo el mundo, ¿como se supone que debo tomarme eso? No solo yo estaba herida por ese hecho, también tu madre se veía herida. Pero ahora como si nada regresas con miss sonrisas puedo llamar a los pájaros con mi canto y concederte un deseo si eres puro de corazón.

—Lo siento. Siendo sincero nunca pensé que mi ausencia te fuese a afectar tanto.

—¿Por qué no habría de hacerlo? Cada navidad, cada año nuevo, cada cumpleaños, cada fin de semana y durante mis días de descanso te los dedique cuando pude haber estado con mi familia, y ahora vienes con una estúpida excusa diciendo que te pareció que no me importaba nada... Cuando se trata de ti todo me importa.

—En verdad lo siento Iris, nunca pensé que las cosas fuesen a suceder de esta manera.

—¿Y se supone que las palabras lo arreglan todo?

—No.

El silencio nos inundó, estaba comenzando a sentirme desesperada ya queria quitarme la venda y salir de aquí, sentí como tocó mi cabello tomándome por sorpresa.

—¿Que tengo que hacer para que me perdones?

Me encantaria decir que el botar a la sirenita con sonrisa de joker pero estaba esperando un hijo suyo y eso sería bastante cruel.

—Un beso de lo siento.

Le pedí aunque sabía que estaba mal pero era el último beso que quería sentir de él, aún recordaba el día en que su madre nos dijo que todo se podía resolver con un par de palabras un apretón de manos y un beso de amistad, pensé que aquello era estupido pero una vez que discutimos lo intentamos pero cuando Dominic iba a besarme yo gire fingiendo que había sido un accidente para que me besara en los labios, al final todo se volvió una costumbre y a veces buscaba cualquier excusa tonta para pelear con él y terminar besándolo pero ahora las cosas eran diferentes.

—Iris, yo...

—Era una broma—dije acompañado de una pequeña risa—ya no somos unos niños para hacer esas cosas. ¿Que tal si mejor me invitas un trago con Tony?

—Suena bien.

—¿Y tu porque estas molesto conmigo?

—No es por nada importante.

—Casi me haces chillar al confesarte mi molestia, ¿y ahora no me quieres decir nada?

—Supongo que solo me sentí un poco ofendido por el hecho de que moleste mi prometida.

—En sí no me molesta ella, solo que la noticia fue algo abrumadora, parece que todo va tan rápido.

—Eso creo.

—Dominic, quiero preguntarte algo pero no quiero que te lo tomes a mal o que las cosas se vuelvan raras, incluso si no quieres responder lo entenderé.

—¿Que sucede Iris?

—¿Tu alguna ves sen...

—Cariño—escuche aquel grito chillón y aquello hizo que me quitara la venda si no fuese porque esta embarazada ya le habría dado una paliza, la pelirroja saltaba emocionada mientras agitaba sus manos. La carroza se debutó enfrente de donde se encontraba la pelirroja —¿ya todo esta bien? ¿Ya le dijiste? ¿Ya le preguntaste?

—¿De qué habla tu sirenita con piernas?

—Bueno la verdad es que RoseMary quería arreglar las cosas entre nosotros para que fueses mi madrina de bodas.

—¿Disculpa, que? ¿Me lo podrías repetir?

—Se que lo tradicional es llevar un padrino pero eres su mejor amiga, ¿eso no sería mas emocionante? Incluso te tenemos una sorpresa.

Baje del carruaje para ver a la pelirroja quien se acercó tan emocionada a mi lado con una caja con un enorme moño, mire la invitación de boda que llevaba entre sus manos y era en lo único que podía pensar, al abrirlo encontré un juego de un collar con aretes y pulseras de rosas doradas,las cuales tenían una pequeña tarjeta con la pregunta.

—¿Y que dices? —preguntó emocionada mientras me miraba ansiosa por mí repuesta, mire a Dominic quien estaba a su lado.

—Claro, será toda una experiencia. Yeah.

RosaMary me abrazo mientras chillaba de emoción, yo solo miraba a Dominic quien sonreía por mí respuesta y la verdad es que aquello me dolía, nunca pensé esto pero por primera vez quería observar su rostro de decepción hacia a mi.

Capítulo dedicado a:
macarena18arb

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