Capítulo 15
Jeremy
Sentía una horrible jaqueca y eso que aún no salía de mi departamento, este sería la boda más larga de toda mi vida y estaba seguro que la poca relación que tenía con mis padres terminaria por completo al menos con ello obtendría un poco de paz. Salí teniendo en mente que todo esto sería un completo fracaso total, antes que pudiese tocar el timbre la puerta se abrió, lo primero que vi fueron aquellos ojos oscuros que me miraban con cierta diversión, su cabello estaba bien arreglado y recorrido, su vestido azul estaba de un largo considerado y portaba un chaleco con dos botones delanteros.
—¿Sorprendido? —interrogó cómica para sonreirme—Y entonces, ¿nos vamos? Es de mala educación el llegar tarde.
Algo dentro de mi me decía que ella se estaba divirtiendo bastante con la situación, al menos estaba vestida correctamente ya dejaría de preocuparme por ello.
Durante todo el transcurso le di una gran sería de indicaciones que debía de seguir, no hablaría no nadie que no le dijeria la palabra, no tendría que decir nada sarcástico ni reírse a carcajadas, no pensaba tolerar que se embriagara, bailará como si fuese una discoteca y tampoco debería echar sus chistes sobre nosotros teniendo una relación imaginaria.
—Cada falta será una hora extra.
—Sabe algo doctor Carmona me perdí en cuanto usted dijo no debe, tranquilice es la bdoa de su ex-novia, ¿porque debería causar una buena impresión?
—Por qué también es la boda de mi hermano.
—Vaya, eso sí que no me lo esperaba. ¿Y que fue lo que pasó?
Preguntó y yo gire a verla, estaba acostumbrado a esa pregunta ya que ella fue mi prometida antes y muchas veces notaba la curiosidad por la situación pero había algo diferente en su mirada, en verdad parecía interesada de una manera sincera por la situación pero no especificamente sobre ellos si no sobre mi.
—Decidí seguir mi carrera como médico, ella dijo que no podía continuar en una relación donde no había futuro.
—¿Y aún la amas?
—Ella está a punto de casarse, ¿acaso importa?
—Si, una simple acción tiene más efecto de lo que pudiera imaginarse. Si aún la amas pero no puedes llevarte a la novia yo podría hacerlo por ti.
—Te acabas de ganar una hora extra.
—¿Que? Eso es injusto, dijiste que no podría hacer mis bromas durante la boda y aun no llegamos.
—Entonces si estabas escuchando.
—Solo un poco.
—Por haberme ignorado otra hora extra.
—Agrega otra, porque eres un imbecil, si voy a ganarme esto al menos que sea justificado cara de grinch.
Aquellas palabras podían reflejar enojo pero por esa manera en la que me miraba para después sacarme la lengua de una manera infantil me hacía ver que era más un berrinche.
Al llegar a la capilla fuimos uno de los primeros invitados, podía notar la atención en nuestra dirección pero en especial la mirada hacia mí acompañante. El hecho de que halla roto mi compromiso con Charlotte fue un gran revuelo, que al poco tiempo ella saliera con mi hermano causó un gran escándalo y ahora el ex-novio estaba en la boda de su antigua prometida y su hermano quien podría decirse que me traicionó por la espalda pero no solo aparte de mi presencia el hecho de que lo hiciera con alguien mas parecía que quisiera dar la impresión de que trama a algo o que quería demostrar algo pero la realidad es que quería librarme de todo de una buena vez, tomamos asiento en la parte de correspondía a mi familia y podía notar el aburrimiento en la doctora Shuster.
—Veo que no estas acostumbrado a este tipo de eventos.
—Nisiquiera en la boda de mi hermano me aburrí tanto, al menos tenía al pequeño Ilan para distraerme. ¿Crees que alguien tenga un bebé por aquí?
—Doctora Shuster...
—Si, lo sé, otra hora más. De haber sabido que sería así de aburrido hubiese saltado por el auto.
Normalmente no me gustaban sus comentarios pero ahora mismo compartía la misma opinión, ella no era inocente y sabía que aquella incomodidad no sólo era por el aburrimiento si no también por las miradas curiosas de las personas quienes parecían ansiosas por el hecho de presentar a mi acompañante.
Tras pasar unos minutos todos los invitaron llegaron para tomar asiento, mire a mi hermano tomar su lugar con cierta emoción giro en mi dirección y sonrió al verme pero de alguna forma su sonrisa desapareció cuando la doctora Shuster se acercó para decirme algo, el anuncio de la entrada de la novia nos obligó a todos a levantarnos y por un momento sentí como el tiempo fue tan lento, ahí estaba ella con un hermoso vestido largo y con una enorme sonrisa mientras caminaba acompañada por el brazo de su padre, llendo al lado de un hombre que esperaba que le diera toda la felicidad de su vida.
Volvimos a tomar asientos para escuchar el discurso de bodas pero no tenía mi atención en ello, solo podía ver lo hermosa que se veía Charlotte y aunque estaba uniendo su vida a la de alguien no me pareció tan doloroso como lo esperaba, el único deseo que tenía es que fuese feliz.
Mi distracción se enfocó en otra cosa al sentir la cabeza de la doctora Shuster sobre mi hombro, quería agregar otra hora extra pero había tenido varios turnos nocturnos y entendía ese cansancio por lo que lo dejé pasar, mi concentración volvió hacia donde se encontraba los novio, mire a Jamie quien portaba el vestido rosa pastel al igual que todas las damas de honor y notaba como ella hacía el esfuerzo por contener la risa, cuando los novios fueron declarados oficialmente marido y mujer las personas comenzaron a aplaudir aquello despertó a la doctora Shuster quien se enderezó para aplaudir también.
—¿Ya nos vamos? —preguntó mirandome.
—Aún falta el banquete.
—Solo porque es un banquete me quedo, no te imaginas el hambre atroz que tengo.
—Es bueno verte, hijo.
—Padre.
—¿Y quien es esta bella dama que te acompaña?
—Es un colega del hospital, la doctora Shuster—la presente y ella extendió su mano en forma de saludo—. Doctora Shuster, mi padre Oliver.
—Por favor solo llamame Iris. Es una boda en verdad encantadora.
—Bueno, es solo la capilla deberías esperar a ver el jardín donde prepararon todo.
—Oliver, cariño, debemos prepararnos para la foto—mi madre se acercó me miró de reojo pero mantuvo su vista fija en la doctora Shuster —. Es bueno que decidieras venir Jeremy.
Grave Carmona, madre de Jeremy.
—Iris Shuster, acompañante de Jeremy
—respondió con el mismo tono que mi madre empleo.
—Debemos ir con el fotógrafo cariño y no te preocupes Jeremy, se que no te gustan las fotografías así que no hace falta que vengas.
Mi madre todo del brazo a mi padre, mire a la doctora Shuster quien permanecía en silencio.
—¿Que sucede? —me pregunto cuando noto que la miraba.
—¿No piensas decir nada?
—Si dijese lo que pienso me darás horas extras durante todo un mes y no creo que lo valga. Tan solo vayamos al banquete.
El pequeño recorrido de la capilla al jardín fue toda una azaña, hice más de una presentación de la doctora Shuster siempre limitando la conversación para poder continuar, miradas curiosas eran cada vez más ya que las personas se acercaban una tras otra.
—Que alivio que estés aqui—Jamie se acercó para abrazarla—por un momento pensé que iba a morir de aburrimiento.
—Quedate cerca y ya veras como se vuelve extraño e incomodo—dijo mirando alrededor para después tomar una copa a uno de los meseros que pasaba—. A este paso dejaré a tu hermano aquí solo y me iré a embriaga a otro lado.
—Si lo haces llévame contigo.
—Deberías controlar tus palabras Jamie, si madre te escucha estarás en problemas.
—Considero estar aquí ya un serio problema.
—Vayamos a nuestra mesa, comamos algo y retiremos de aquí después de ello —sugerí a lo cual ambas femininas aceptaron. Al llegar a la mesa asignada mis padres aún no se encontraba por lo cual tomamos asiento disfrutando de la tranquilidad que solo duró un par de minutos.
—Señorita Shuster, ¿verdad?
—Por favor dígame Iris.
—Claro, y dime Iris, ¿a que se dedica tu familia?
—Madre—llame su atención pero ella fingió inocencia.
—Son floristas —respondió simple provocando una sonrisa burlona en mi madre.
—¿Y de donde conoce a mi hijo?
—Somos colegas.
—Un médico y su enfermera, es como una de esas historias, no lo crees cariño.
Sentí la vergüenza invadirme y hubiese querido haber aceptado la sugerencia de habernos retirado antes pero no quería ser grosero pero creo que hubiese sido mejor serlo. Mire a la doctora Shuster quien permanecía en silencio y no sacaba de su error a mi madre no podía creerlo pero ojala y ella dijese uno de sus tantos comentarios.
—¿Y a que se dedica su familia? Jeremy casi no me cuenta de su familia.
—Solo tenemos una gran cadena de hoteles, nada importante.
—¿Enserio? Suena bastante interesante.
—Lo es, El gran imperio es uno de los mejores hoteles en Londres. Y todo esto pudo haber sido de Jeremy pero decidió convertirse en médico, un verdadero desperdicio pero tranquila cariño lo digo sin el afán de ofender.
—Supongo que todo depende del ángulo en que lo vea—respondió la doctora Shuster, mi madre la miró con desafío pero se abstuvo de decir algo mientras los meseros servían los platos.
—No puedo creerlo, Iris Shuster—un hombre alto y con varias canas se acercó con verdadera emoción, ella se levantó para abrazarlo—. Pero que sorpresa tenerte aquí.
—Vine en compañía de un colega—mencionó mientras me miraba.
—Profesor Ulrich, pensé que se retiraría temprano
—mencionó mi madre en verdad impactada.
—Eso iba a hacer pero no pude evitar mirar a la bella acompañante de su hijo. La señorita Iris fue una de las mejores estudiantes en mi clase, jamás había tenido tanta excelencia.
—Oh Craig, ya basta que me haces sonrojar.
—Habló enserio, ella curso con excelencia toda la universidad pero dime, ¿qué haces de vuelta en Londres? Pensé que te habías ido a Boston para ser médico cirujano.
—Y así es, regrese a Londres en cuanto termine mis estudios.
—Como siempre, brillante. Es un completo alivio para ustedes que halla decidido dedicarse a la medicina de lo contrario podría llevar a la bancarrota a lo cualquier si le resultará una molestia para su negocio.
—Exagera Craig, además para que llevar a la competencia a la bancarrota cuando se puede hacer que trabajen para uno.
—Ciertamente. Necesito una partida de ajedrez urgentemente contigo.
—Claro, le llamaré en cuanto tenga un día libre.
—Por supuesto, esperare por su llamada. Ahora si me disculpan tengo que retirarme.
El hombre se marchó y la doctora Shuster volvió a tomar asiento, se acomodo en su silla de una manera elegante para después tomar con bastante gracia los cubiertos para comenzar a rebanar la carne.
—Permitame contarle un poco sobre mi vida, a los quince años entre a la gran universidad capital de Londres, me gradúe a los diecisiete pero sabe los negocios no son interesantes ni emocionantes por lo que decidí ingresar a la universidad de Harvard como médico cirujano y en tan sólo siete años ya estoy de vuelta. Pero por favor continúe señora Carmona, después de todo lo que yo haga solo es un desperdicio, y tranquila no me ofendí en nada.
Ella llevo un pequeño trozo de carne a su boca de forma elegante mire a mi madre quien parecía bastante furiosa y es que simple hecho de que ella piso la gran universidad capital de Londres era un gran logro ahora ser reconocida por un profesor de gran prestigio lo era aún más, nadie tenía el honor de llamarlo por su nombre o de jugar ajedrez con él pero ella incluso lo llamaba de una manera cariñosa y lo hacía esperar para poder jugar una partida con ella, debía admitir que no me esperaba ese truco de ella y voy a confesarlo en verdad estoy impresionado, mi hermano había asistido a esa universidad con muchas dificultades y los profesores sólo habían asistido por simple cortesía por las grandes donaciones que mis padres hacían, sin embargo después de que el profesor Ulrich varios profesores más que habían sido invitados se acercaron sólo para elogiarla a ella, aún con esa actitud infantil alguien había resultado ser una estudiante estrella y amada por muchos.
—Jeremy me alegra verte aqui—mi hermano se acercó junto con Charlotte.
—Por nada en el mundo me habría perdido la boda de mi hermano—escuche una risa muy sutil por parte de la doctora Shuster quien llevó una copa a sus labios para evitar reír a carcajadas.
—¿Ella es tu acompañante? —preguntó mi hermano mirando a Shuster.
—Es Iris Shuster—mencionó mi madre antes que yo—al parecer una chica con grandes dotes.
—No sientes calor con el chaleco—mencionó Charlotte—. Tenemos un perchero especial para los invitados.
—Suena a una buena sugerencia—mencionó mientras desabrochaba los botones de su chaleco, casi escupo mi bebida al mirar el escote de su vestido.
—Si que tiene muchos dotes—dijo mi hermano, Charlotte lo miró y el de inmediato desvío la mirada, la escuché reír mientras sentía como se acercaba más a mi lado la mire de reojo notando su escote de corazón más de cerca volví mi mirada hacia el frente de inmediato, ¿en que demonios estaba pensando?
—Cuidado con las palabras amigos o te quedas sin noche de bodas.
Le aconsejo levantando la copa hacia él, Charlotte lo miró de mal gana antes de marcharse mi hermano fue detrás de ella con cierta preocupación.
—Doctora Shuster —la llamo un hombre joven, alto con una enorme sonrisa, ¿que acaso todos los presentes la conocen?
—Señor Clarke, ¿como el pequeño de su resfriado?
—Mejorando, pensé que habíamos acordado que puede llamarme Josh—le coqueteo con una sonrisa que desaparicio por un momento cuando me miro—. Siempre me pregunté porque nunca llamaste y ahora lo entiendo, eres afortunado.
—¿Ustedes se conocen?
—preguntó mi madre interesada. Y es que ahora que había escuchado su nombre lo identificaba, Josh Clarke había heredaro hace poco todo lo relacionado con el movimiento del aeropuerto turístico de Londres y hablar con él se había vuelto difícil.
—Puede decir que si, nuestro encuentro si que fue unico—mencionó mirándola a lo cual Shuster sonrió—. Espero y no le ofenda pero, ¿puedo invitar a su pareja a bailar?
—Suena alagador pero debo declinar—respondió Shuster antes que pudiese decir algo—tal vez en otra ocasión. Además son los novios quienes tienen que abrir la pista de baile.
—Ciertamente. Espero su llamada, no me olvide.
—Vaya, incluso eres toda una rompe corazones.
Mi madre ahora me miro a mi y es que sabía que le molestaba el hecho de que Shuster fuese la protagonista de esta noche, tal vez no tenía un gran estatus económico pero su estatus social que se había formado entre los profesores la ponían en una posición casi similar, ella aparentemente no había hecho ningún esfuerzo y es le irritaba a mi madre así que ahora ella buscaría hasta el mas mínimo error para tratar de hunillarla.
—¿Y no has pensando en casarte?
—Solo tengo veinticuatro años—respondió a lo cual mi madre casi se ahoga con su propia bebida, ella me miró pero yo solo me encogi de hombros, no consideraba muy grande nuestra diferencia de seis años de edad además no la consideraba a ella de esa forma por lo que nunca fue un problema.
—Realmente eres muy joven. Nunca pensé que mi hijo cambiaría de gustos tan drásticamente, tan solo mira a Charlotte tan linda, con ese cabello rubio y sus ojos azules, nuestro hijo Matías si que tuvo la suerte y la inteligencia de obtenerla.
—Bueno, ya sabe lo que dicen, la basura de uno es el tesoro de otro.
Podía ver la rabia de mi madre cuando se enderezó y es que no importaba cuanto tratara de humillarla no conseguía nada, solo se hundía cada vez más y podía notar en la mirada arrogante de la doctora Shuster que ni siquiera hacía un esfuerzo en responderle.
—Ciertamente, ahora entiendo porque está con mi hijo.
—Debe estar bromeando, ¿quiere insultarme poniendo como base un insulto hacia su hijo? Esto si que esta mal en todos los sentidos posibles. Vamos a aclarar algo señora Carmona, no me agrada y se que el sentimiento es mutuo, me importa un comino la razón por la cual me mira con tanta superioridad pero esa no es la manera de ver a su hijo, ciertamente Jeremy no es la persona más simpática del mundo pero es honesto, leal, altruista, inteligente y con una gran bondad porque está dispuesto a ayudar a quienes lo necesita, puedo intuir que todo lo que tienes es parte de su esfuerzo y creo que todo eso vale mucho más que el complacer a mami y papi con un matrimonio con fines de lucro que debo decir que por lo poco que observe esta destinado al fracaso. Sabe algún día estará usted sola y desdichada con su dinero para darse cuenta en ese preciso momento que algunas cosas valen más que el dinero pero al final de cuenta no obtendrá nada solo la inutilidad de su mísera soledad... Ahora si me disculpa, saldré de aquí me iré a embriagar a algún lado y si tengo suerte tendré sexo con su hijo, ahora ¿me acompañas o tendré que ir por el sexy empresario?
Me pregunto mientras se ponía de pie mi madre me miró con desafío pero la verdad es que aquello no me importaba tal vez no me agradaba esa actitud tan liberal pero esa misma actitud fue la que la orillo a defenderme, vaya fui defendido por una chica no se como sentirme al respecto lo único que se es lo que debo hacer. Me levante me despedí de mis padres y me marche junto con la doctora Shuster.
—Puede que este comentario me cueste todo un mes de horas extras pero tu madre es odiosa.
—Lo dejaré pasar por esta ocasión.
—Ahora entiendo porque no vives con ellos. Me sorprendes.
—Debo confesar lo mismo, no sabía que tenías dos carreras universitarias.
—Además habló tres idiomas.
—Ahora entiendo de dónde viene tu arrogancia.
—Y yo de donde viene tu amargura.
—Eso si te costará una hora extra.
—¿Si te enseñó mi escote me quitas las horas extras?
—¿Por qué eso tendría que quitarte las horas extras?
—Bueno no dejabas de ver mi escote, no importa lo fino que sea el hombre en traje siempre caen en ese viejo truco.
—¿Lo hiciste a propósito?
—Tal vez—menciono fingiendo inocencia mientras se detia en la cera de la calle.
—¿No quieres que te lleve a casa?
—De antemano te digo que eso de tu y yo teniendo sexo era broma.
—Se que lo dijiste a propósito para fastidiar a mi madre. Pero de alguna forma siento que arruine tu oportunidad de tener una buena noche con un chico.
—Si quisiera tener sexo con él podría hacerlo en cualquier momento pero tengo mis propios reglamento, no involucrarme con alguien que sea mi superior, cercano a mi familia o que tenga el suficiente poder como para mandarme a desaparecer.
Quise reír por su último comentario pero me contuve, ¿que clase de idea es esa?
Ella le hizo la seña a un taxista el cual se acercó para estacionarse frente a ella.
—Y sobre mi ofrecimiento lo dije porque vivimos en el mismo edificio.
—Aunque me encantaría economizar en transporte público, debo ir al hospital sabes mi jefe es un idiota que me manda a tener horas extras.
—No abuses de la confianza que te estoy brindando.
Escuche su sonrisa juguetona mientras se introducía al auto, bajo el vidrio del auto y me miró a los ojos.
—Que tengas una linda noche, Jeremy.
—Igualmente, Iris.
Pronuncie su nombre sintiendome un poco extraño, ella se acomodo en su asiento y le indico al taxista la dirección del hospital, para marcharse.
Creo que las cosas entre nosotros podrían mejorar.
✨✨✨
Al llegar al hospital escuche como varias enfermeras comenzaron a murmurar sobre la doctora Shuster, no podía creer que podía causar tantos problemas tan temprano. Creo que sin importar lo que pase al final no nos llevaremos bien.
—¿Donde esta la doctora Shuster? —le pregunté a una enfermera.
—En la sala de diagnóstico.
Me dirigí hacia la sala de diagnóstico, ella nisiquiera tenia que estar aquí pero al llegar me sorprendió lo que observe, todos los pizarrones tenían indicaciones y notas sobre cómo se podría extricpar un tejido cancerígeno, los riesgos que este contenía y las dificultades en caso de que las raíces fuesen muy profundas y las probabilidad de que este se extendiera. Ella estaba acostada en el suelo con el plumón aún entre sus manos, había escuchado que había un caso muy similar al de su madre y creo que aquello la había impulsado a involucrarse más de la cuenta.
—Doctora Shuster—la llame mientras me inclinaba hacia ella—. Doctora Shuster, despierte... Iris.
—Estoy despierta—mencionó adormilada mientras me abofeteaba en el proceso—. Huy, ¿esta bien?
—Debería ir a casa a descansar—le ordene.
—Estoy bien—mencionó antes de soltar un largo bostezo —. Ya tomé una siesta.
—Dormir en el suelo no está bien. Vaya a casa y descanse un poco.
—Insisto estoy bien—ella se levantó tomo los expedientes para volver a soltar un largo bostezo —. Aunque sí me apesta la boca.
—Doctora Shuster, vaya a casa.
—Le digo que estoy bien.
Insistió mientras me da dos pulgares arriba para salir, fui detrás de ella para volver a decirle que se marchará a casa pero parecía que no tenía ninguna intensión de comprenderlo.
—Si quieres continuar con tu diagnóstico del cáncer deberías ir a cada y descansar.
—¿Viste mis apuntes? Dime, ¿qué opinas?
—Demaciados riesgos, puede obtener varios efectos secundarios.
—Lose pero que fiasco, ¿alguna sugerencia?
—Qué siga su tratamiento de quimioterapia.
—Pero no funciona, no mejora.
—Tampoco empeora.
—Eres el director de cirugía sin embargo no veo tu apoyo en esto. Sabes creo que si—ella guardo silencio cuando chocó contra alguien—lo siento, no iba por donde... ¿Dominic?
Llamo al chico contra el cual había tropezado y preste atención, era alto, de cabellera rubia, de buen físico, llevaba puntos unas gafas de sol las cuales combinaba con ropa casual. Y sin pensarlo recordé la conversación que había tenido el doctor Díaz con los gemelos Wang.
—¿Quien es Dominic? —preguntó Terry.
—Un amigo nuestro de la infancia
—Pues suena a algo mas
—insistió la doctora Wang.
—La verdad es que Dominic Coxx es el primer amor de Iris y aunque ella lo niegue aún lo sigue siendo. Es como por así decirlo, su alma gemela.
Y sin percatarme de ello, la mire a ella, aquel sonrojo en sus mejillas mientras miraba con timidez a aquel chico.
Capítulo dedicado a:
brilianalti
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top