Luego de ese extraño suceso, no sólo porque él estaba en su hogar, si no, también porque él le habló, esperando "ver qué hará ella ahora", ni ella sabía qué hacer. Será mejor planear todo.

Después de almorzar, fue a su habitación, observó unos cuadros, diplomas y más en una pared, fue en busca de una caja y ahí los dejó. Ya teniendo la pared libre de sus cosas, fue a hacer lo mismo con lo que tenía en su escritorio, tiró todo a la caja excepto un cuaderno, unos lápices y su computador.

Todo esto ¿para qué? Para poder tener ahí cada cosa, cada pista o algo que le acerque a ese asesino. Pondrá su vida en ese caso.

La pared, para colgar fotos de él, de víctimas, de escenas de muerte; y el escritorio, para anotar todo; y la computadora, ya se deben imaginar, para investigar ahí.

Necesita saber más sobre él, sobre sus víctimas, cómo es que está vivo, por qué no lo atrapan y por qué es tan fuerte. Múltiples preguntas estaban en su mente.
La habitación, ya sin cama, solo con cosas para investigar.

Se agachó para tomar la caja aún no cerrada, y de las primeras cosas que se veían, era una fotografía, esa foto se tomó un día en su cumpleaños, se encontraba ella, Danny, otros amigos, su madre y su padre. Eso es lo que ella dejaría atrás. Su vida. ¿Por qué lo haría?

Guardó la fotografía en la caja y la cerró con cinta adhesiva, la tomó y llevó a otro dormitorio que se suponía que era de invitados, pero como no los tenía, la habitación estaba llena de objetos sin utilizar u otros que tenía guardados en varias cajas. Era un hogar simple: dos habitaciones, un baño, una cocina y una sala de estar. Entró a lo que ahora es su "oficina", y vio que su arma estaba sobre el escritorio, ella no la había dejado ahí, la tomó y miró, estaba cargada. La dejó en donde estaba y se sentó en su escritorio a buscar más sobre Ticci Toby. Entró a una página que se usaba en la policía, se pedía correo y contraseña, ella colocó lo suyo y entró. En la barra de «Búsqueda» puso el nombre de él.

Aparecieron sus supuestas víctimas, que eran tres, guardó sus fotos con los nombres y la descripción de cada una, es decir, su fecha de nacimiento, su género, edad, nombre completo, color de ojos, su fecha y causa de muerte y más. Estaba dispuesta a imprimirlo pero no tenía su impresora. Fue a buscarla al lugar de " invitados", entró, encendió la luz y comenzó a buscarla.

Estuvo por cinco minutos, y luego levantó una caja con adornos de navidad que dejó sobre otra y ahí estaba la impresora, o mejor dicho la caja de la impresora. La abrió y dentro estaba lo que buscaba, sacó el aparato junto con los cables y los llevó a la oficina.
Cuando entró, todo seguía en orden, conectó la impresora al enchufe y al computador. Un milagro, encendió la impresora, solo queda ver si le queda tinta y si es que imprime. Cuando miró el computador, éste ya no estaba en la página de la policía, si no, en una historia, que se titulaba «El origen de Ticci Toby».

(...)

Luego de leerla, aún sin creer mucho de la historia, investigó más en Google, buscando múltiples imágenes de él y su familia. Las guardó, al igual que la historia, para luego imprimir, lo cual hizo. Tomó cada imagen, la primera era de él, la ubicó en el centro de la pared, las pegaba con cinta, alrededor de esa pegó a sus "víctimas" y abajo de la primera, a su familia.

Miró mucho tiempo la pared buscando pistas o algún indicio, recordó los síndromes que sufría Ticci Toby y los anotó en su cuaderno, continuaba mirando las imágenes, no existía un patrón o por lo menos ella no lo veía.

Se hizo tarde, 01:30 am. Ignacia durmió en el sofá esa noche, mientras alguien revisaba su oficina.