Capítulo 3.
Holis. Nuevo cap, perdonen la tardanza. Info en nota final.
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Disimular que nada realmente pasaba, era perder el tiempo. Luhan debía ser muy ingenuo para creer que Baekhyun se tragaría un cuento vago de que no era lo que parecía. Por ello mismo no soltó la mano de Sehun, hasta que el más alto le susurró que lo esperaba en el coche.
Baekhyun solo observó irse a Sehun por el rabillo, para después centrar su mirada en Luhan. El mayor se veía especialmente nervioso, angustiado y parecía que el miedo lo iba a devorar vivo en ese momento. Chanyeol sin duda le llevó muchos años de experiencia a ese chico siendo infiel.
—Baek, lo que viste tiene una explicación —comenzó Luhan. El menor quiso detenerlo, decirle que no necesitaba decirle nada, pero Luhan se veía tan intimidado en ese momento que le interesó escuchar lo que tuviera que decir—. Yo, con Chanyeol las cosas no están bien desde hace mucho, nosotros… Estamos mal.
—¿Y eso te da el derecho de verle la cara a tu esposo? —preguntó Baekhyun siendo bastante rudo con su tono de voz. Había pensando en solo escucharlo y no decirle nada, no tenía que meterse en ello, pero la idea de que fue culpa de ese chico que él y Chanyeol no pudieron estar juntos, le dio rabia—. Pensé que valías más, Luhan. Me doy cuenta que no.
—¡No es así! —se defendió el más alto con las mejillas rojas, sintiéndose molesto de ser tratado así—. ¿Qué querías que hiciera si Chanyeol no me presta atención? Llevamos meses sin ser pareja en realidad, ¿tú crees que no me di cuenta que tuvo un amante antes de casarse conmigo? No dudaría que lo esté frecuentando de nuevo. Ha cambiado tanto.
Baekhyun observó las manos del chico, estas estaban apretadas en puños. El bajito podía darse cuenta de lo mucho que le estaba afectando ese tema a Luhan. Y pensar en que el mayor pudo darse cuenta de que Chanyeol le había estado siendo infiel antes y aún así el chico se había atrevido a casarse con él. Eso le molestó solo pensarlo. Su felicidad se había ido a causa de Luhan, y este ahora echaba a la mierda su matrimonio por un revolcón que quizá sería solo por calentura y falta de atención.
—Ni siquiera tienes la verdadera certeza de que te haya engañado antes, y de ser así.. . —Apretó sus labios un momento, tenía que calmarse para no delatarse frente a Luhan, miró a su hijo un momento por la pequeña malla de posos que había sobre la capota de su carriola, este seguía dormido—. Y de ser así, él renunció a esa persona por ti, ¿merece realmente que su sacrificio por casarse contigo lo botes así a la basura? Ese chico no es mejor que Chanyeol, lo sabes. Chanyeol no tiene comparación y te darás cuenta por más que quieras engañarte estando con ese individuo.
Luhan pensó en decir algo pero las palabras de Baekhyun le causaron un mal sabor de boca. Y no porque especialmente tuviera razón en lo que decía, sino por la manera en la que Baekhyun le miraba. Luhan pudo notar resentimiento en esos ojos claros que le juzgaban como al peor criminal, y el tono de voz que usaba el bajito con él, le dejaba más que claro que algo ahí le había dolido.
—Hablas de Chanyeol con tanto fervor —dijo con una mueca marcada en su rostro. Baekhyun reaccionó a eso—. Tal pareciera que tú comprobaste lo genial que es Chanyeol y.
—¡Por Dios! Era mi mejor amigo, ¿cómo no voy a saberlo? —se defendió el bajito rodando los ojos, cual si con ello pudiera salir del enrrollo en el que solo se metió—. Pero en fin, haz lo que quieras. Al final te darás cuenta que habras perdido a un gran hombre e hiciste infeliz a otra persona cuando te casaste con él sabiendo que no te amaba.
Luhan solo se quedó callado viendo como el menor se marchaba empujando la carriola de su hijo. Esas últimas palabras que el bajito había dicho sonaron tan convincentes que le hicieron pensar en si realmente hizo mal en haber unido su vida a la de Chanyeol. Nunca se cuestionó en si Chanyeol lo amaba o no. Nunca tuvo realmente dudas en eso, a pesar de que se veían poco tiempo. Chanyeol siempre fue dulce cuando estaban juntos, le daba su atención, pero.. . si lo pensaba, en todos los años que estuvieron juntos, el alto nunca le dijo que lo amaba. Y él.. . ¿él amaba a Chanyeol?
Podía responder fácil eso, sí lo amaba. Había estado enamorado de él todos los años que estuvieron de novios, y quizá por ello nunca se dio cuenta en si era correspondido o no, hasta que conoció a Sehun y ese día en el que Chanyeol lo dejó solo en su cumpleaños. Y estaba consciente de que seguía sintiendo cosas muy fuertes por Chanyeol, su corazón seguía latiendo fuerte por él y dolía también por eso, y había quizá cometido un error en mantenerse en contacto con Sehun todo ese tiempo, tanto que habían llegado a más.
Se detuvo frente al coche del alto, quien se encontraba haciendo una llamada, pero al verlo le sonrió y colgó guardando el teléfono.
Luhan podía admitir que Sehun era maravilloso, le hacía sentir feliz, cómodo y sobre todo, tocaba su cuerpo como Chanyeol jamás lo había hecho en todo el tiempo que llevaban juntos. El alto sabía de la existencia de su esposo, se lo había dicho desde la segunda vez en que se vieron y terminaron besándose gracias al alcohol y los sentimientos confusos de Luhan. A Sehun no le molestaba saber que el bajito era casado, tal parecía que lo entendía y una relación libre entre los dos estaba bien. Aunque, para Luhan era más que claro que esa relación que estaba manteniendo con Sehun no era del todo pasajera.
—¿Todo bien con ese chico? —preguntó Sehun tomando suavemente la cintura de Luhan, acercándolo a su cuerpo—. ¿Vamos?
—Sí, vamos —respondió esbozando una sonrisa—. Todo está bien, no te preocupes —aseguró dándole menor importancia a lo que había pasado. Solo tenía la duda de si Baekhyun le diría a Chanyeol o no que lo había visto con alguien más.
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—No puedes meterte en eso —dijo el más alto con voz calmada.
Baekhyun no estaba de acuerdo en eso. Tenía que decirle, no podía callarse algo tan importante como eso. Chanyeol no merecía, o quizá sí, pero él. Ni siquiera podía entender lo que estaba sintiendo.
—Chanyeol se casó con él sin amarlo y.. .
—Porque tú te fuiste de su vida, Baek —le recordó Yixing mientras guardaba los papeles de su trabajo en su archivero—. ¿Cómo sabes que realmente no lo amó? Se acostó con él sabiendo que te iba a perder, ¿piensas que te lo iba a decir? Quizá realmente lo de ustedes fue solo una aventura.
—Te estoy odiando justo en este momento, Yixing —dijo el bajito con los ojos llenos de lágrimas. Le dolían las palabras ajenas. El aludido no se inmutó ante eso—. Tú no entiendes.
—Lo único que entiendo, Baek —habló claro el mayor acercándose al bajito, le tomó el rostro entre sus manos, limpiando las lágrimas que resbalaban por esos pómulos palidos—. Es que tú decidiste dejarlo, saliste de su vida y él siguió adelante con Luhan, quien es su esposo, le es infiel y tú no tienes cabida en ello. No seas doble moral.
—Pero.
—¿Por qué no aceptas que quieres estar con él y estás aprovechando esta oportunidad? —inquirió apretando un poco sus labios.
El menor se puso de pie caminando por la oficina de Yixing, el chico solo se recargó sobre su escritorio mirando la manera en la que el bajito se estaba torturando. Había estado para Baekhyun desde aquel momento en que lo encontró desmayado en la calle, le brindó su apoyo de manera incondicional y con el tiempo se enamoró de él. Porque se dio cuenta de que el menor era realmente un chico dulce que sufría por alguien que no lo merecía. Porque aunque al menor le doliera, su relación con Chanyeol siempre había estado mal. Chanyeol nunca fue libre para él, y Baekhyun nunca debió haber aceptado una relación así. Pero no podían cambiar el pasado, y ver al menor nuevamente con esa expresión de dolor en su rostro le apretaba el pecho.
Yixing realmente había llegado a pensar que el menor estaba olvidando a ese tal Chanyeol, pero se había equivocado. Y a eso le había ayudado el que lo volviera a ver. Después de un año y meses sin verlo, los sentimientos volvieron como huracán al corazón del menor. Y era obvio lo que Baekhyun pensaba al saber que el chico que le robó al amor de su vida le era infiel a este.
—Baekhyun —habló nuevamente Yixing, el menor regresó a verlo con los ojos húmedos—. El amor duele, pero si duele mucho más de lo que puedes soportar, ahí no es. Y ahora no se trata solo de ti, sino también de Chanhee. No merece vivir en una familia disfuncional.
Baekhyun miró a su hijo, quien recién se despertaba. Se acercó al mismo tomándolo en brazos mientras el pequeño bebé hacía pucheros y se frotaba con sus manitos echas puño los ojos. Quizá Yixing tenía razón. Había sido muy feliz solo con su hijo mucho antes de volver a ver al padre del mismo. No tenía que meterse en el matrimonio de Chanyeol, al fin de cuentas tampoco estaba muy seguro de haberle perdonado que jugara con él tiempo atrás.
Después de estar un tiempo con Yixing en su oficina, fueron a comer como habían acordado. El restaurante al que lo llevó el mayor era uno de los más reconocidos de la ciudad. A Baekhyun le parecía algo extraño que hayan visitado un lugar así, pero al final de cuentas no se quejaba realmente. Los dos sentados frente a frente, con el pequeño Chanhee sentado a un costado en una periquera que el servicio del restaurante les ofrecieron, les hacía ver como una verdadera familia feliz.
Y eso a Chanyeol no le gustó para nada verlo.
El alto había llegado a ese lugar porque había acordado con sus padres de verse ahí, ya que estos tendrían una comida de negocios con unos nuevos inversionistas de la empresa, y lo necesitaban a él para poder llevar la parte legal. Pero nunca esperó ver a Baekhyun ahí, comiendo junto a ese tipo del que todavía no sabía bien el nombre y su hijo, a quien ese hombre le daba de comer como si fuera su hijo. Eso no lo podía permitir.
Caminó hasta ellos, con toda la intención de llevarse de ahí a Baekhyun y al bebé, importandole poco que fuera a hacer un escándalo en ese lugar. Estaba a unos cuantos pasos de llegar a la mesa de Baekhyun cuando su madre quien salía del área del baño le interceptó.
—Hijo —habló la mujer tomando el brazo del alto. Chanyeol le miró molesto—. ¿A dónde vas? Nuestra mesa está allá. —Indicó con su mano hacia el ala este del restaurante. Chanyeol maldijo en sus adentros mirando hacia donde estaba Baekhyun, quien recibió el bocado que ese hombre le dio. Eso le hirvió la sangre.
La madre de Chanyeol miró en la misma dirección que su hijo, reconociendo al amigo del más alto. Le sorprendió verlo un poco cambiado, pero sobre todo al bebé.
—¿Ese es Baekhyun? —inquirió la mujer.
—Sí, mamá.
—Ha cambiado mucho, se ve mucho mejor que antes —comentó la fémina soltando el brazo de su hijo, centrando su mirada en el bebé que manoteaba la mesita de la silla en la que estaba sentado—. ¿Ese bebé es su hijo? Supongo que también de ese hombre.
—No —gruñó Chanyeol.
La mujer miró al menor ante esa respuesta ruda. Algo que la hizo arquear levemente su ceja. El comportamiento de su hijo en ese momento, sentirlo tensó y la manera en la que veía la interacción de la pareja a unos metros de ellos le causaban cierta intriga que como madre no podía ignorar.
—Vamos, hay que saludarlos —pidió la mujer tomando el brazo de su hijo con elegancia, Chanyeol le miró confundido—. Hace tiempo que no lo veíamos, será bueno saludar —explicó.
Chanyeol no se sintió muy seguro de eso, pero no se negó en caminar hacia la mesa de Baekhyun, si con ello podía impedir que siguiera comportándose de esa manera tan romántica con ese tipo. Una vez estuvieron al pie de la mesa, madre e hijo sonrieron al menor. El bajito quien bebía un poco de agua casi la escupe al ver a Chanyeol ahí. Yixing se apresuró a darle una servilleta para que se limpie la boca.
—Señora Park —saludó el menor poniéndose de pie de hizo un pequeña venia en respeto a la mujer mayor, la misma que le sonrió—. Chanyeol.
—Hola, cariño —saludó la mujer con suavidad mirando al joven, quien ahora parado la fémina pudo analizarlo mejor, no se parecía nada al mismo niño de antes—. Has crecido mucho en este tiempo que no te he visto, dejaste de visitarnos.
—Eh, sí —respondió sin saber exactamente qué decir. Esbozó una nueva sonrisa mirando de reojo a Yixing—. No esperaba verlos por aquí, ¿vinieron a comer no es así?
—Así es, una comida de negocios —explicó la mujer mirando nuevamente a Baekhyun pero después a Yixing y al bebé a su lado—. ¿Te casaste y tuviste un hijo? —inquirió.
Baekhyun miró a su amigo sin saber qué responder exactamente. No quería seguir usando a Yixing para salir de sus problemas, pero lo único que quería en ese momento era que Chanyeol y su madre se fueran, no quería seguir teniendo cerca a esa familia.
—Tuve un hijo, y estoy por casarme —respondió sin dejar de sonríe, miró a Yixing en ese momento pensando en si debía o no—. Él es Yixing, mi prometido. Amor, ellos son la señora Park, madre de Chanyeol, un viejo amigo.
—¿Viejo amigo? —inquirió Chanyeol después de haberse mantenido en silencio todo ese tiempo. Incluso su cuerpo por inercia se hizo hacia adelante, sin estar de acuerdo en cómo lo presentó el menor.
—Yixing, un gusto —se presentó también el chico poniéndose de pie, tomó la mano de la mujer dándole un beso en la misma y después tendió su mano a Chanyeol.
El ambiente se puso verdaderamente tensó cuando ambos estrecharon sus manos y cruzaron miradas. Chanyeol quiso darle a entender con sus ojos a Yixing que no le agradaba en lo más mínimo y si era posible que lo quería lejos de Baekhyun y de Chanhee.
La fémina apretó suave el brazo de su hijo, quien soltó la mano de Yixing manteniendo esa mirada seria y mandíbula tensa. Baekhyun se sentía muy incómodo en ese instante.
—Tu hijo es muy bonito, se parece mucho a ti —comentó la mujer acercándose al bebé, a quien le hizo gestos lindos haciéndolo reír. Esa sonrisa del bebé y sus orejas llamaron la atención de la mujer, había algo en el bebé que le inquietó—. Y se me hace muy familiar, no sé porqué.
—Mamá, es porque.. .
—Me conocé desde muy joven, quizá por ese se le hace conocido —intervino Baekhyun. No podía permitir que el alto dijera alguna estupidez.
La mujer iba a decir algo a respecto pero su esposo llamando a su teléfono lo impidió. Una vez la mujer atendió la llamada asintió, guardó el móvil despidiéndose de Baekhyun y Yixing, algo que también Chanyeol tuvo que hacer no sin antes de darle una última mirada a Baekhyun.
El menor se sintió agotado de pronto. El latir de su corazón se había puesto bastante acelerado. Tomó un respiro bajo la mirada atenta de Yixing.
—Te notabas muy tenso —comentó el mayor bebiendo de su agua en su copa—. La madre de Chanyeol parece tenerte cariño, ¿por qué nunca hablaron con ellos para tener una relación? Se hubieran evitado tanto dolor.
—Los padres de Chanyeol son el tipo de padres que ven convicción antes que amor —comentó Baekhyun el punto de vista que Chanyeol le había dado años atrás sobre los padres del mismo—. Ellos decidieron la relación de Chanyeol. Además que.. . él ama tanto a sus padres que es un tonto que no se puede negar a lo que le piden.
Yixing asintió. No creía que en pleno siglo todavía existieran relaciones arregladas, pero vaya que seguían causando el mismo problema de mal de amores que en el pasado.
Por petición de Baekhyun, terminaron de comer pronto, pagaron la cuenta para salir de ese lugar. El bajito ya no se sentía nada cómodo en ese sitio sabiendo que su ex amante y abuelos de su hijo estaban en ese mismo lugar. La mirada que la mujer le dio a su hijo le había dejado una mala sensación en su cuerpo, como si un peligro lo estuviera acechando y quería evitar eso lo más posible.
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Se quitó el saco dejando este sobre el perchero, la casa estaba silenciosa, algo que no le pareció extraño siendo que su esposo solía llegar muy tarde últimamente.
Tenía la cabeza llena de tantas cosas, sus padres habían cargado mucho esa comida de negocios que terminó estresado, y todavía si a eso le agregaba el haber visto a Baekhyun con su supuesta pareja, todo era una mierda.
Caminó hacia el cuarto para poder tomar una ducha, lo que no esperó fue ver a Luhan en la puerta del baño, solo con su bata de dormir, dejando sólo un poco de su pecho al descubierto y su pierna derecha. Eso le hizo tragar pesado.
—Han.
—Te estaba esperando —dijo el menor con voz baja, pero lo suficientemente audible para el alto.
El menor se acercó al más alto hasta abrazarlo por el cuello y besar sus labios. Ambos correspondieron a la boca ajena sin problema. Las manos amplias de Chanyeol se posaron en la menuda cintura de su esposo, la cual hacía más de cuatro meses que no tocaba de esa manera.
Y Luhan lo sabía, sentir las manos de Chanyeol de esa manera en su cuerpo era extraño, después de haber tenido otras recorriendo su piel. Pero Baekhyun tenía razón, todas esas palabras que el chico le había dicho antes habían movido muchas cosas en su ser. Chanyeol era un hombre maravilloso, quería que el alto se lo recordara en ese momento y si para ello tenía que provocarlo, lo haría.
Tenía muy poco tiempo de casado, no podía permitirse el llevar su matrimonio al fracaso. No podía hacerle eso a sus padres, sabiendo que también su matrimonio favorecía a ambas familia.
El menor se alejó de la boca ajena cuando esta hizo un pequeño recorrido de su boca hacia su cuello y mordió suavemente este.
—Estás especialmente muy sensual, Hannie —susurró Chanyeol, pensando en la manera en la cuál rechazar a Luhan sin ser cruel.
El menor tomó las manos ajenas y las colocó sobre sus nalgas, haciendo que el alto las apriete mientras miraba al mismo fijamente a los ojos. Chanyeol mordió su labio interior.
—Hazme tuyo —pidió el bajito sobre los labios ajenos, llevando una de sus manos a la entrepierna ajena, la cual acarició y apretó suavemente, Chanyeol gruñó—. Hazme el amor, tenemos tiempo sin estar juntos y me prometiste un hijo —le recordó volviendo a besar al chico más alto, empujando al mismo hacia la cama donde Chanyeol cayó sentado y Luhan se sentó sobre su regazo.
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Cuando abrió los ojos lo primero que vio fue el cuerpo desnudo del menor sobre la cama, a su lado. Eso le trajo el viejo recuerdo de la ocasión en la que Baekhyun lo encontró con Luhan en la cama y lo perdió para siempre.
Y aunque en esta ocasión eso no pasaría, no pudo evitar sentirse mal como cada ocasión en la cual estuvo con su esposo. Seguía sintiendo que le faltaba a Baekhyun a pesar de que este se había marchado. Y dolía. Porque cada que intentó ser feliz con Luhan, los recurdos de Baekhyun estuvieron en su cabeza, que poco logró a disfrutar de su vida de casado. Siempre tenía que vivir con arrepentimientos y el más grande de ellos fue haber dejado ir al amor de su vida por un error.
Se levantó de la cama para ir al baño y tomar una ducha. Tenía muchas cosas en su cabeza. Había estado con su esposo, quizá no por obligación sino por el coraje que traía consigo después de haber visto a Baekhyun con ese tipo, y que siguiera fingiendo amor por él. Pero algo que era cierto, Luhan no era el mismo con él. Habita notado el cambio y sí, lo sintió más por obligación del menor que por gusto.
Cuando salió de la ducha el menor ya no estaba en su cama, suponía que debió haber bajado a la cocina o quizá en el otro baño que estaba en el corredor de ese piso. Salió del cuarto una vez estuvo vestido para ir a su trabajo, ese día tenía un juicio que llevar, y no podía darse el lujo de llegar tarde, cuando estaría decidiendo la patria potestad de un pequeño niño que estaba pasando la separación de sus padres por divorcio.
Al pasar por el comedor vio a Luhan colocar dos platos sobre la misma, le sonrió cuando sus miradas se conectaron, el menor le llamó.
—¿Tomas el desayuno hoy? —preguntó el menor sintiéndose un poco extraño siendo que eso no era habitual ya entre los dos.
Chanyeol revisó la hora en su reloj de mano y asintió, creía que tenía el tiempo suficiente para comer aunque sea en ocasión con su esposo.
En el total silencio, ambos podían darse cuenta de que parecían dos extraños viviendo bajo el mismo techo, una sensación que nunca antes había experimentado ninguno de los dos. Se conocían de años, y justo en ese momento parecía que no se conocían nada.
—Chan… creo que, tenemos que hablar —dijo finalmente el menor después de terminar de comer.
El alto miró al más joven, estaba de acuerdo en eso. Había tantas cosas de las cuales tenían que hablar después de todo ese tiempo. Pero no tenía el tiempo en ese instante.
—¿Puede ser hoy en la noche? Tengo poco tiempo para ir al trabajo —explicó sus razones para no hacerlo.
Luhan asintió sin ningún problema, tampoco sabía si estaba cien por ciento seguro de decirle lo que había hecho a su esposo, al final de cuentas, tampoco estaba muy seguro de que el alto tuviera un amante en ese momento o lo haya tenido tiempo atrás.
Chanyeol terminó por salir de su casa rumbo al juzgado. No le llevó mucho tiempo el estar ahí, había tomado la autopista, algo que le hizo más rápido el camino a pesar de ser un poco más largo.
Al llegar se topó con Sehun, quien conversaba con un hombre de casi su mismo porte, quizá algún otro abogado que estaba ahí por otro caso. Ambos habían acordado de llegar temprano, unos minutos antes de que el juicio comience, para organizar todo para llevar un buen orden.
—Hola —saludó el mas bajo, incluso con un ademán—. Te ves algo cansado, ¿todo bien?
—Sí, todo bien —respondió sin muchos ánimos de tocar ese tema, pero de alguna manera sabía que tendría que—. Algo pesado el día anterior, ¿tienes todo listo?
—Por supuesto, aunque estos casos son los que menos me gustan, al final los niños son los más afectados, vivir en una familia disfuncional es horrible —comentó Sehun.
A Chanyeol no le quedó otra más que asentir y caminar con su compañero de trabajo hacia el interior del Juzgado.
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—Nos vemos en la siguiente cita. —Terminó Baekhyun la consulta con una sonrisa amable y un apretón de manos a su paciente.
Cuando se quedó solo en el consultorio soltó un suspiro. Faltaba solo media hora para poder ir a la guardería del hospital y poder recoger a su hijo. Lo bueno de que era médico, era que podía ver a su hijo cada cierto tiempo en la guardería de su trabajo, y no tenía que estar todo el día con el pendiente de qué pasaba con él.
—Hola —saludó uno de los enfermeros del hospital al abrir la puerta, Baekhyun le miró e indicó que pase—. Que bueno que no estás ocupado, ¿te falta mucho?
—Posiblemente alguna consulta de emergencia, nada programado —respondió el castaño apagando nada más la pantalla de la pc.
—Me alegra, quería hablar contigo —explicó su visita el enfermero, tomando asiento frente al escritorio de Baekhyun, donde antes estuvo su paciente—. La otra vez… vi que llegaste en compañia de un chico, era bastante apuesto. ¿Él es el padre de tu hijo?
Baekhyun se sorprendió bastante ante la repentina pregunta, por un momento se sintió molesto de que ese enfermero con quien muy pocas veces había cruzado palabra, se atreviera a preguntar algo tan delicado como quien era el padre de su hijo pero, a juzgar por sus mejillas abultadas y que estas se veían ligeramente ruborizadas, entendía a qué se debía.
—Se llama Yixing —comentó Baekhyun con voz calmada—. Es el padrino de mi hijo, no su papá.
—Oh.
Los ojos del muchacho brillaron, eso le confirmó a Baekhyun el interés del enfermero Kim hacia Yixing. Eso debía de alegrarle de alguna manera, el chico era lindo y quizá si hablaba con Yixing podrían a llegar a tener algo. Pero también sentía celos, y quizá no por el modo romántico pero sí porque Yixing había estado solo para él todo ese tiempo.
—Pero… ¿ustedes tienen algo? —preguntó una vez más el contrario.
—No, Minseok —respondió sincero Baekhyun.
Con Yixing a pesar de que se habían besado un par de veces y sabían que se tenían un cariño especial, siendo más especial el trato de Yixing por él, nunca había hablado realmente de tener algo más allá que amigos. Y aunque Baekhyun sabía que Yixing estaba enamorado de él, no podía negarle la oportunidad de conocer a alguién más y ser feliz.
—¿Puedes hablarle de mí? —pidió el de mejillas regordetas con la cara roja de la vergüenza por el atrevimiento. Baekhyun soltó una risa divertida y asintió—. Gracias.
—No es nada —aseguró el doctor esbozando una sonrisa amable.
Sabía que no sería fácil hablarle a Yixing de ese muchacho, no quería lastimar sus sentimientos al estarle buscando a alguien más para salir, pero vería la manera más sana de que Yixing pudiera buscar la felicidad que posiblemente él no le daría, porque estaba seguro de que Yixing no merecía a una persona que todavía seguía amando a su ex.
Baekhyun se despidió de Minseok con quien estuvo hablando de cosas del trabajo hasta que su turno terminó y podía ir a ver a su hijo. El médico caminó hacia el área de pediatría, la zona por donde estaba la guardería del hospital. Una vez llegó ahí vio a su hijo siendo cargado por una de las cuidadoras, quien le daba de comer su biberón.
La fémina de cabellos negros recogidos en un bollo le sonrió, incluso su bebé dejó de comer para verlo y estirar sus manitos hacia él. Baekhyun se enterneció por eso tomando a su bebé en brazos, a quien llenó de besos en sus mejillas llenitas, llenando sus oídos de la bonita risa de su hijo, la cual contagió a otros bebés en esa sala y niños más grandecitos.
—Gracias por cuidarlo, ¿no dio mucha guerra? —preguntó divertido haciendo cosquillas a su hijo.
—No, el pequeño Hee es realmente un bebé muy tranquilo y risueño, juega muy bien con los demás bebés —comentó la cuidadora acariciando suave las mejillas del bebé quien le tomó su mano—. Los dejo, ¿ya lo llevará a casa? —inquirió solo para confirmar.
—Sí, he salido ya de trabajar —respondió manteniendo su sonrisa activa y caminó con su hijo hacia el área de registro para avisar de su salida y poder ir así a casa.
Una vez firmó la salida de su pequeño ChanHee tomó sus pertenencias del locker caminando hacia la salida del hospital. Ese día no tenía nada para hacer con urgencia, solo podían ir a casa y descansar.
Una vez en su auto Baekhyun recordó que tenía que comprar nueva formula para su hijo y más pañales, quizá y aprovecharía para poder comprarle ropa nueva a su bebé y algún otro juguete interactivo que este pudiera aprovechar a sus casi diez meses de edad.
—Estás creciendo muy rápido, mi amor —murmuró con suavidad mirando con un puchero en labios a su hijo, el bebé jugaba con sus piecitos mientras él le colocaba su cinturón de seguridad—. Pronto estarás cumpliendo un año de que llegaste a mi vida y me hiciste tan feliz, me da miedo que el tiempo se me vaya y pronto te estés casando y teniendo hijos, quiero que seas siempre mi bebé bonito —confesó dándole un besito en la frente a su hijo, escuchando sus balbuceos.
Justo en ese momento que hacía cuenta del tiempo, recordó el tiempo que vivió con Chanyeol, donde se amaban tanto. E imaginar que eran una familia feliz fue imposible no hacerlo. Y dolía saber que ese deseo nunca se podría hacer realidad. Tenía que aceptarlo y dejar de hacerse daño deseando algo imposible.
Miró hacia el frente encendiendo el motor del auto y se puso en marcha directamente hacia el centro comercial que le quedaba más cercano a su casa, así no llegaba tan tarde. Aunque debía confesar que le daba miedo ir ahí, porque la sola idea de toparse de nuevo a Luhan o en todo caso a Chanyeol, no le agradaba mucho, lo que menos quería era verlos juntos y tenerlos cerca de él ni de su hijo.
Al llegar al centro comercial buscó el espacio libre más cercano a la puerta para estacionar su auto, y una vez lo consiguió bajó del mismo cargando a su bebé en brazos y en uno se colgó el pañalero del mismo. Caminó hacia el interior del establecimiento, viendo a su paso las riendas de productos de distintos usos y ropa también. Hacía algún tiempo en el que no se había dado la oportunidad de comprar nuevas cosas para él, ni para su hijo, quien ya lo estaba necesitando gracias a que cada vez estaba más grande.
Se detuvo en un local donde vendían ropa de bebés, la cual no solo pareció llamar su atención, sino también la de su hijo que señalaba con sus manos, algo que le causó gracia y terminó pasando. Estuvo viendo por un buen tiempo ropa que le gustó y terminó escogiendo para pagar por ella en caja, pero sintió que la cara se le caía de vergüenza cuando no encontró en su bolsillo su billetera, algo que hizo que toda la compra quedara varada en la caja mientras buscaba en el bolso de su hijo, pero era casi imposible que estuviera ahí.
Estaba por decir que no llevaría nada y pedir una disculpa por hacer que la cajera perdiera el tiempo, pero una mano estirando una tarjeta de crédito llamó la atención de Baekhyun, quien dejó de buscar en el bolso, hundiendo levemente el entrecejo.
—Yo pagaré la cuenta —dijo el alto de voz profunda esbozando una sonrisa a la chica de la caja, quien terminó de marcar las prendas y cobró con la tarjeta.
Baekhyun no se negó a ello poque sentía ya bastante vergüenza de no haber encontrado su billetera y también porque la ropa le había gustado. Pero seguía cuestionándose, ¿qué hacía él ahí? ¿era realmente una coincidencia? Porque no lo creía.
Al salir de la tienda el alto le sonrió, mirando al bebé que le hacía lindos gestos. Baekhyun solo se mantenía serio.
—¿Qué más vas a comprar? —preguntó el alto como si se tuvieran toda la confianza del mundo, Baekhyun bufó.
—¿Me estás siguiendo, Chanyeol o por qué estás aquí? —preguntó directo, acomodando mejor a su hijo en brazos.
Chanyeol se encogió levemente de brazos sin darle una respuesta al menor, quien rodó los ojos y comenzó a caminar en dirección a la salida de ahí, no pensaba lidear con ese tipo. El mayor se apresuró a detenerlo poniéndose frente suyo, Baekhyun le miró enfuscado.
—Fui a verte al hospital, pero justo estabas saliendo y se me hizo fácil seguirte —explicó el alto—. Pensé en esperar a que salieras, pero me ganó la curiosidad y justo entré cuando estabas con problemas de tu cartera, ¿la perdiste?
—No lo sé, la habré olvidado en el consultorio —dijo sin darle mucha importancia a eso. Chanyeol asintió—. Pero no quita el hecho de que me estás acosando, Chanyeol. Deberías saber que eso es demandable.
—¿Me demandarás? —preguntó el alto sin mucha preocupación al respecto. Baekhyun soltó un suspiro por ello—. No te enojes, déjame ayudarte con las compras hoy, Chanhee también es mi hijo.
—Ya te dije que no es así, eres necio —le recordó rendido.
Sabía que de todas maneras, Chanyeol terminaría haciendo lo que le diera en gana, lo seguiría nuevamente y era menos incómodo tenerlo a su lado que detrás suyo. Por ello mismo dejó que lo acompañara a comprar las cosas que necesitaba para su hijo y pagara por las mismas, teniendo toda la intención de devolverle el dinero gastado en cuanto pudiera.
Al salir del centro comercial el menor dejó que Chanyeol meta las bolsas a la cajuela, mientras él abrazaba Chanhee que se había quedado dormido en sus brazos..
—¿Quieres que te lleve a tu casa? —se ofreció el más alto mirando al bebé dormido en brazos del más joven, Baekhyun le miró confundido—. Puedo manejar por ti.
—¿Y vas a dejar tu auto aquí? —preguntó irónico.
—No es más importante que ustedes dos, así que sí —respondió rápidamente tomando por sorpresa al más bajo. Baekhyun mordió sus labios y sin decir nada más caminó hacia el asiento de copiloto para subir.
Chanyeol entendió rápido la referencia, por lo cual fue del mismo lado que Baekhyun y le abrió la puerta del coche del menor. Esa simple acción se sintió bien, y quizá fue por el hecho de que esa escena de abrirle la puerta del coche al menor y este junto con su hijo subieran al auto, le causó una sensación de placer que no sabía explicar ciertamente.
Baekhyun se acomodó en el asiento mientras el alto subía al coche y encendía el motor. Una vez Chanyeol se colocó el cinturón de seguridad vio al menor, dándose cuenta de que este tenía problemas al ponerse el suyo. Se tomó el atrevimiento de acercarse a él y le colocó el mismo. Baekhyun miró al mayor cuando este se acercó de esa manera a él, sus rostros habían quedado muy juntos, al punto que sentían sus respiraciones chocar entre sí y eso puso bastante nervioso al menor.
Chanyeol pudo aprovechar esa oportunidad para tocar los labios ajenos, los cuales le tentaban como el infierno, pero se contuvo mordiendo inconscientemente sus labios al alejarse y ponerse en marcha hacia el departamento de Baekhyun.
El silencio que hubo en el auto fue incómodo y tenso, pero no tan abrumante en realidad. El menor trataba de despejar su mente y mantenerse lo más sereno posible mirando a su hijo dormir, mismo que hacía gestos lindos y tiernos.
—¿Cuándo te enteraste de que Chanhee crecía dentro de ti? —inquirió Chanyeol después de varios minutos de silencio, cuando se detuvo en un semáforo cercano a la zona de residencias donde vivía Baekhyun.
—¿Por qué preguntas eso de pronto? —dijo el menor sin mirar al más alto, quizás era obvia la respuesta, pero no quería responder a la cuestión ajena—. Eso no tiene importancia, es pasado.
Chanyeol apretó los labios para no decir algo que pudiera alterar al menor. Era obvio que Baekhyun ya no era tan paciente y dulce como antes. Se había dado cuenta de que el menor había cambiado mucho el tiempo que no se habían visto.
Pronto estuvieron llegando al edificio donde vivía el más bajo. Al estacionarse el alto se apresuró en bajar del auto e ir del lado de Baekhyun, a quien le abrió la puerta y tendió su mano para ayudarle a bajar.
El menor lo dudó un momento. Tocar a Chanyeol le gritaba peligro, pero aún así tomó la mano ajena y con cuidado salió de su coche. Esperó por el chico a que sacara las bolsas de la cajuela y una vez todo fuera, dejaron el auto cerrado y con alarma yendo hacia dentro del edificio.
El transcurso en el elevador siguió en silencio, aunque menos tensó del que se presentó en el auto. El menor solo miraba de vez en cuando y de reojó al más alto, hasta que se abrieron las puertas del elevador y salieron del mismo. Una vez en la puerta del departamento del más joven este abrió la puerta y dejó que Chanyeol se adentre primero.
Baekhyun caminó hacia el cuarto donde dejó a su bebé acostado en su cuna al lado de su cama, tomando las medidas para que este no fuera a carse y besó su frente dejándolo solo. Al salir del cuarto vio a Chanyeol cerca del estante del televisor, donde tenía muchas fotos, de ChanHee solo y otras cuantas más de él con su hijo, también de él solo en toda su etapa del embarazo.
El alto cogió uno de los cuadros de las fotos que ahí había y la tocó con sus dedos, sin darse cuenta de la presencia de Baekhyun, quien pudo ver como la foto que Chanyeol acariciaba era él embarazado.
—Creo que es hora de que te vayas —habló Baek con voz baja, pero lo suficientemente audible para Chanyeol que le miró—. Tengo cosas que hacer y descansar, te pagaré lo que compraste —dijo caminando hacia el estante donde tenía una caja de madera y de ella sacó dinero.
Chanyeol se mantuvo con la expresión seria, observando cada acción del menor. Le molestó demasiado que el bajito hiciera eso, él no le estaba cobrando nada. Las cosas que había comprado eran para su hijo, no tenía que pagarselas, y quiso explicarle eso pero creía que sería inútil que el menor le escuchara.
El alto observó la mano del menor, misma que le tendía el dinero. Subió su mirada hacia el rostro de Baekhyun, este se veía ligeramente tranquilo, tan tranquilo que le causaba un poco de desesperación al más alto.
—Te veías hermoso en estado —comentó Chanyeol, ignorando la mano del menor que le quería pagar—. Hubiese sido perfecto verte en ese tiempo… Sentir a mi hijo dentro de ti y.
—Chanyeol.
Baekhyun lo interrumpió. No quería escuchar eso. Le dolía. El alto vio nuevamente la insistencia del menor por darle el dinero. No pensaba tomarlo y Baekhyun lo único que quería era que el mayor se fuera. Podía ver clara la intención de Chanyeol de hablar del pasado, un pasado que no quería remover más por miedo a dejarse hundir nuevamente en este.
—Quiero estar cerca de mi hijo —dijo Chanyeol mirando los ojos claros del más bajo, Baekhyun apretó sus labios—. Y de ti.
—Eso es imposible —respondió el menor tomando la mano del más alto para darle el dinero en está e intentó alejarse pero el mayor le sujetó la muñeca—. Chanyeol.
—Tengo derechos y obligaciones sobre él, no necesitas pagarme —le dijo mirando la mano del menor, misma que lucía tan suave y perfecta como siempre.
Los nervios del menor se vieron disparados cuando el alto lo jaló hacia él y lo abrazó por la cintura, tan rápido que apenas pudo meter las manos contra el pecho ajeno para alejarse. Ambos se miraron fijamente a los ojos.
—Sueltame, no me hagas esto.
—¿Hacerte qué? —inquirió Chanyeol acercándose un poco más al rostro ajeno, Baekhyun bajó la mirada, negándose a ver el rostro ajeno, empujando al mayor para que lo suelte. Chanyeol frunció el ceño, tomando el mentón del menor hizo que lo viera—. Tienes miedo que te recuerde que me sigues amando y eres mío, ¿eso es, Baek?
—Dejé de ser tuyo hace…
—Mientes —alzó la voz, Baekhyun se encogió en sus brazos—. Todo tu ser grita que me perteneces, de no ser así, tu corazón no estaría golpeando fuerte contra mi pecho ni tu cuerpo temblando por mi cercanía, me amas y yo te amo, Baekhyun —susurró al oído ajeno.
Y no era mentira. Baekhyun debía de aceptarlo. Sus piernas temblaban como gelatina, su corazón se había acelerado y sentir el aliento cálido del mayor cerca de su cuello lo hizo estremecer al punto que solo quería olvidar todo y perderse en los brazos ajenos. ¿Cómo podías pedirle a un adicto que se olvide de su droga favorita tan fácil? Eso era lo mismo para él. Habían sido tantos años en los cuales Chanyeol se había vuelto su droga favorita, esa droga que le hizo tan feliz cuando la tenía en sus manos que no se dio cuenta de lo que dañaba hasta que se alejó, y aún así, sintió tanta necesidad de ella que estuvo en muchas ocasiones a punto de correr a buscarla y tener un poco de ella. Sobre todo en su embarazo, cuando sintió la gran necesidad de un poco de afecto de la persona que amaba y esta no estuvo. Y cuando al fin había creído que estaba curado de esa adicción, le ponían nuevamente en bandeja de oro a su droga favorita.
¿Por qué le hacían eso? Era lo único que Baekhyun podía pensar cuando cerró sus ojos al sentir el aliento tibio de Chanyeol chocar cerca de su nariz, la cual fue rozada suavemente por la nariz ajena. Su pulso iba cada vez más rápido, y el cosquilleo en su vientre bajo incrementó con fervor cuando los labios del mayor apenas alcanzaron a rozar los suyos.
El timbre de su departamento sonando lo trajo de vuelta a la realidad. Baekhyun se apartó de inmediato de Chanyeol, tragó grueso desviando la mirada para después caminar hacia la puerta.
Chanyeol golpeó su puño contra la pared al ver que Baekhyun se le había ido de las manos como el agua. Había tenido la oportunidad de besarlo, de tener un poco de él después de ese tiempo que le dolió verlo lejos suyo. Miró hacia la puerta, escuchando la voz de Baekhyun sonar afectada y otra más que le resultó ligeramente familiar. Se acercó a la puerta mirando de quién se trataba sintiendo que la sangre le hirvió al ver al bajito en brazos de ese tipo.
—Suelta a Baekhyun —dijo con voz profunda al tipo ese, mismo que le miró con el ceño fruncido—. ¿No escuchaste?
—¿Y qué derecho gozas para exigir eso? —encaró Yixing colocando a Baekhyun prácticamente detrás de su cuerpo—. Qué yo sepa, Baekhyun es libre de hacer lo que quiera, ¿o no? Un hombre casado como tú no debería celar a un hombre que no es su esposo.
—Qué mierda…
—Chanyeol, vete —pidió Baekhyun apretando el brazo de Yixing, rogando porque no fuera a pelear con el más alto.
El menor pudo darse cuenta de esa mirada molesta de Chanyeol, podía deducir las ganas qué tenía por romperle a la cara a Yixing y eso era lo que él menos deseaba, no quería que lastime a Yixing.
—¿Lo estás eligiendo a él sobre mí? —preguntó Chanyeol dolido e incrédulo.
—Sí, es obvio —respondió el menor sin importarle realmente sí lastimaba o no al más alto.
Chanyeol apretó sus puños con rabia. Todo su ser estaba que hervía en ese instante, solo caminó hacia la puerta pasando al lado de Yixing, golpeando su hombro con el suyo y salió de ahí.
Baekhyun se adentró a su departamento de nuevo, sintiendo que las piernas le fallaron que Yixing tuvo que sostenerlo por la cintura y la espalda, ayudando al bajito a tomar asiento en el sofá.
—Te ves realmente mal, Baek —mencionó Yixing despejando la frente del menor, echando sus cabellos rubios hacia a un lado. El menor le miró fijamente—. ¿Por qué estaba aquí?
—Me lo topé en el centro comercial, y me acompañó hasta aquí, solo no quiso irse —explicó de manera rápida tratando de controlar sus emociones—. Yixing, no sé que hacer, me duele el pecho, me duele el alma… lo sigo amando.
—¿Le darás una oportunidad?
—No… él está casado con Luhan, y… no quiero seguir teniendo el papel de amante, mi hijo no merece una familia de medio tiempo —explicó sus razones a pesar de que se moría por decir que sí. Que mandaría todo a la mierda con tal de estar de nuevo con Chanyeol—. ¿Por qué siempre estás en el momento oportuno?
—No lo sé, quizá la vida es muy masoquista para mí —dijo esbozando una pequeña sonrisa, la cual no mostró felicidad—. Baek, ¿no has pensando en irte de la ciudad?
El menor alzó las cejas en sorpresa ante eso, la idea nunca se le había pasado realmente por la mente, hasta ese momento y le causó miedo. ¿Irse de la ciudad? ¿Comenzar de nuevo?
—Yo…
—Si tú quisieras, podríamos irnos a vivir a otra parte, con gusto siempre te ayudaré… y. —Yixing lo dudó un momento mordiendo sus labios, tomó la mano ajena y apretó la misma mirando los ojos pequeños del menor—. Es una manera de que te alejes de Chanyeol para siempre, o a menos te ayudará a olvidarlo, si es lo que quieres.
Baekhyun se quedó pensativo ante las palabras del mayor. Yixing era un buen chico, entendía que lo hacía con la mejor intención, pero también comprendía el sentido de sus palabras, irse juntos sería darle esperanzas al chico de algo que no estaba nada seguro de poder darle. Solo formó una pequeña sonrisa en sus labios acariciando la mano del mayor sin saber qué responderle en ese momento.
[>>>]
Bajó de auto aventando la puerta al cerrarla. Estaba que se llevaba el diablo que odió el hecho de que su madre y padre le mandaran a llamar para ir a verlos a casa. Odiaba ir a esta desde que se había casado con Luhan.
Entró a la casa siendo recibido por la gente de servicio a quien por su mal humor no se tomó la molestia de responder al saludo de los mismos, solo se dirigió hasta el despacho de su padre, situado al lado de la biblioteca de la casa.
Tocó la puerta un par de veces hasta que recibió un adelante de parte de su madre. Abrió la misma y se adentró viendo a los mayores en el escritorio de la habitación, su padre sentado en su silla y su madre a su lado, con sus manos apoyadas en los hombros del señor Park.
—¿Cuál era la urgencia de verme? —preguntó sin preocuparse mucho en ese momento cómo le hablaba a sus progenitores.
—Parece que no ha sido un buen día para ti, hijo —mencionó su madre a lo cual Chanyeol hizo una mueca—. Pero seguro te sentirás mejor con lo que te daremos.
—¿Qué es? —preguntó tomando asiento en el otro asiento frente al escritorio.
El señor Park miró a su esposa y esta asintió con su cabeza yendo hacia dónde se encontraba la caja fuerte, la cual ocultaban detrás de una cortina. Chanyeol miró por un momento a su madre, con intriga del porqué había ido ahí. La mujer sacó de la caja un libro grueso, mismo que llevó hasta el escritorio dejando este a disposición de Chanyeol.
—Mira las fotos que hay allí dentro —pidió la mujer esbozando una sonrisa.
La cual causó una ligera sensación de peligro en el cuerpo de Chanyeol.
El alto tomó el libro abriendo el mismo, había muchas fotos en este, y en todas esas fotos estaban sus padres, desde que eran pareja joven hasta que lo tuvieron a él, y quizá eso era lo que sus padres querían que viera. Ese bebé en las fotos, era el vivo retrato del pequeño ChanHee, a excepción de unas cuantas cosas que quizá no eran de tanta importancia.
—Esto.
—Cuando te dijimos que debías casarte con Luhan, era por la simple razón de negocios —comenzó a explicar el padre de Chanyeol, el menor de los tres miró al hombre de cabello canoso—. Mi padre, era socio y amigo del padre de los Lu, y cuando murieron dejaron una herencia grande, la cual se ha estado administrando en la empresa, y para no dividir y perder dinero, ambas familias acordamos casar a nuestros hijos, pero detrás de ello hay una enorme razón.
Chanyeol se sintió un poco abrumado por lo que su padre estaba diciendo, no lo entendía realmente.
—¿Cuál razón? —preguntó Chanyeol haciendo una mueca.
—Hijo, esto es muy importante —habló el señor Park, colocando sus dos manos sobre la mesa, mirando fijamente a su hijo—. Recordamos que nos dijiste amar a tu amigo, a Baekhyun —recordó el mayor a lo cual Chanyeol arqueó una ceja—. Y tu madre me comentó recién que ese muchacho tiene un hijo, y ese hijo podría ser tuyo.
—Ya… ¿y qué tiene que ver eso aquí? —preguntó sin entenderlo bien.
Ambos mayores se miraron entre sí, tal parecía que su hijo estaba siendo bastante lento en ese momento como para conectar los puntos de lo que estaban diciendo.
—Que tu hijo es la clave para que ya no sigas casado con Luhan.
La respuesta breve de la señora Park desconcertó por completo a su hijo. Chanyeol no lo entendía, ¿por qué sus padres le hablaban de eso en ese momento? Se puso de pie caminando unos cuantos pasos por la habitación antes de mirar a sus padres como si estos estuvieran dementes.
—Como te dijo tu padre, decidimos casar a nuestros hijos para que la herencia siguiera en ambas partes, pero en el testamento de ambos abuelos había una cláusula —explicó la señora Park con voz calmada esbozando una sonrisa—. La herencia total pasaría a ser del primer hijo que tuvieran ustedes, ya sea Luhan o tú, hijo.
—¿El primer nieto? Quieres decir…
—Que no necesita ser hijo tuyo y de Luhan, sino de cualquiera de los dos —terminó por explicar su madre. Chanyeol negó tratando de asimilar esa información—. Si el hijo de Baekhyun es tuyo, podemos reclamar esa herencia y tú podrás ser feliz con Baek, como quisiste desde antes y.
—¿Me estás diciendo que me apoyas para que deje a Luhan? —preguntó con sorna en sus palabras, sus padres se vieron confundidos—. ¿Por qué hasta ahora? Si esa cláusula existía, ¿por qué no me la dijeron antes? ¡Saben siquiera lo que he sufrido y Baekhyun también!
—Chanyeol, no es tan sencillo —trató de calmarlo su madre acercándose a este pero el alto se portó renuente—. Luhan tenía todas las de ganar, al ser un doncel puede tener bebés con solo abrirle las piernas a quien sus padres quisieran, ¿lo entiendes? Nosotros no estábamos seguros que Baekhyun pudiera concebir de manera segura y…
—Todo es un puto negocio para ustedes —exclamó el alto con rabia, mirando con desprecio a sus progeniotores—. ¿Y ahora que quieren?
—Que busques a Baekhyun, y trámites tu divorcio en silencio —dijo el señor Park manteniéndose en calma, dando poca importancia al berreo de su hijo—. Si ese niño es tu hijo, merece llevar el apellido Park, además que, es nuestro nieto y lo hemos deseado tanto. Así que, te apoyaremos en esa relación.
—Baekhyun no quiere saber nada de mí —les aclaró sintiendo que la garganta le quemó por eso—. Lo lastimé mucho al casarme con Luhan, ¿creen que no lo he buscado? No quiere saber de mí.
—Pues sigue intentando, los une un hijo —animó su madre con una amplia sonrisa—. Donde hubo fuego cenizas quedan, además… ¿no querrá un futuro prometedor para su hijo? El bebé se hará millonario de la noche a la mañana en cuanto tenga tu apellido, ¿qué padre no querría eso para su hijo?
Chanyeol solo se quedó callado. Sabía que no había mucho caso en decirle a sus padres lo que pensaba de ello y lo que posiblemente Baekhyun le diría si se enteraba de esa estupidez que sus padres le estaban contando. Habló con ellos un tiempo más antes de salir de ahí para ir de nuevo a esa casa que debía ser su hogar.
Una vez llegó a su casa se encontró con esta vacía. Las palabras de sus padres estaban bien clavadas en su cabeza. Quizá esa era la oportunidad para acabar con su matrimonio con Luhan, el cual no le hacía feliz y tampoco al menor. Y sobre todo, podría estar al fin con su família. Pero Baekhyun simplemente se negaba a lo que sentía, fingiendo que le pertenecía a ese estúpido y no a él.
Sentado en su sala se quedó pensando en qué haría. Las cosas podrían sonar tan fácil pero no lo eran. Esperó por el resto de la noche a que su esposo llegara a casa, pero este simplemente no lo hizo. Le pareció bastante extraño pero no podía hacer nada, de haberle pasado algo sabría que la noticia le llegaría rápido.
Tenía que salir de viaje, por un caso que tenía que resolver en otra ciudad, por lo cual en cuanto amaneció tomó su maleta y solo le dejó un recado de voz al móvil de su pareja, avisando que estaría unas semanas afuera.
En ese tiempo odiaba salir a otra ciudad, porque eso significaban dejar días libres para que ese estúpido de Yixing se llevara puntos con Baekhyun, y eran días menos para él, para poder recuperar ese amor de su vida. Por ello mismo había acordado con una floristería el mandar flores al trabajo de Baekhyun y también a su casa, al igual que unos detalles que encargó en una tienda de regalos. Esperaba que con ello Baekhyun supiera que no se estaba dando por vencido, que realmente iba a luchar por conquistarlo nuevamente y conseguir su perdón.
[>>>]
—¿Quieres que pase por ti en la tarde? —preguntó Yixing desde dentro de su auto cuando Baekhyun bajó del mismo con su hijo en brazos, el menor negó.
—Nos vemos en mi casa mejor —acordó el más joven sonriente, tratando de tener quieto a su hijo en brazos, quien a su pequeña edad ya quería correr por la vida y todavía no podía mantener firme sus piernitas—. Llevas pizza.
—Está bien, nos vemos.
Una vez Yixing se marchó Baekhyun caminó hacia la entrada del hospital, todavía tenía los minutos suficientes para llevar a su hijo a la guardería y dejarlo tranquilo ahí con las muchachas que cuidan de los niños.
Las cuidadoras eran bastante amables, sobre todo con el pequeño Chanhee quien según ellas les había robado el corazón por ser un niño muy bonito y bien portado cuando su papá no estaba. Eso a Baekhyun le causaba tranquilidad y confianza, pues sabía que su hijo estaba bien cuidado mientras él trabaja para poderse mantener los dos.
Una vez se despidió con besos en las mejilla de su hijo caminó hacia su consultorio. Tenía que atender unas cuantas citas previas, un par de ultrasonidos para ver el avance del bebé de sus pacientes y otro que era solo un chequeo de rutina y ciclo menstrual de una jóven. Después de eso solo atendería a gente que vaya de imprevisto.
Se había graduado como gineco-obstetra. Amaba su trabajo, y sobre todo lo amó más cuando supo que él estaba esperando a Chanhee y experimentaría por sí mismo lo hermoso de un embarazo y eso le permitió entender más a las mujeres y chicos que llegaban a conocer por primera vez a su hijo.
Pensando en lo lindo de su embarazo tomó asiento en su silla al pie de su escritorio, encendió su pc listo para recibir su primer paciente.
Pensaba mucho en poder estudiar otra rama de la medicina, quizá alguna otra carrera que la permita ser más útil a más personas, pero en ese momento no podía darse ese lujo, su hijo era muy pequeño y Chanhee necesitaba de toda su atención en sus tiempos libres, quizá más adelante podría ser.
Eran recién las 2 pm cuando su última cita terminó, por lo cual se relajó un poco sirviéndose una taza de café desde el dispensador que estaba a dos pasillos de su consultorio. Volvía con paso calmado, saludando a las enfermeras que se topó en el camino hasta que llegó a su consultorio.
La recepcionista encargada de sus citas médicas estaba atendiendo a un joven que él conocía bastante bien, algo que llamó su atención, ¿qué hacía Luhan ahí? Fue lo primero que se preguntó mientras bebía e su café y se encaminaba a la puerta de su consultorio.
—Doctor —habló la recepcionista llamando su atención. Baekhyun le prestó atención—. El joven no tiene cita, está usted a unos cuantos minutos de salir de comer, ¿puede atenderlo o lo agendo para otro día? —preguntó la mujer.
—Baekhyun, hola —saludó Luhan con voz tímida.
El chico pensaba en si debía de irse o no, sabiendo que Baekhyun lo había visto antes con Sehun y se sentía incómodo al estar frente al mismo. Pero realmente necesitaba tener esa consulta.
Baekhyun lo pensó un momento, en sus horas de comida siempre iba a ver a su hijo e iban a comer juntos, pero, quizá unos cuantos minutos tarde no estaría mal, su hijo estaba en buenas manos.
—Claro, pasa —indicó al contrario abriendo la puerta de su consultorio.
El más alto asintió caminando hasta adentrarse al cuarto y Baekhyun cerró la puerta tras de sí. Ambos tomaron asiento en sus respectivas sillas.
—Dime, ¿qué es lo que te preocupa? —preguntó Baekhyun encendiendo su pc para tomar nota y abrir un expediente del contrario. No estaba seguro de sí Luhan se atendería siempre ahí, pero era algo necesario.
El mayor se veía especialmente nervioso en ese momento, jugaba con sus manos y rascaba detrás de su oreja, y eso causó cierta ansiedad en Baekhyun.
—Es que… creo que estoy embarazado.
Baekhyun dejó de teclear mirando la pantalla nada más, la cual pronto dejó de tener sentido para él. Miró a Luhan lentamente sintiendo que de pronto el café que había tomado había amargado todo su estómago.
Nota final;
Y bueno, aquí el tercer capítulo de esta historia. Viendo todo lo que abarca el fic y que todavía no lo puedo terminar debo avisar que se tratará de un fic corto por que no tendrá muchos capítulos^^/ pero largo por la cantidad de palabras jaja.
Bueno, espero que lo hayan disfrutado, aquí pasaron muchas cosas.
Qué piensan de lo que los padres de Chanyeol quiere hacer ahora que sospechan del hijo de Baek?
Chanyeol accederá a lo que sus padres quieran?
Ustedes creen que alguien sea la víctima aquí?
Y lo último que pasó, Luhan estará realmente embarazado?
Nos leemos en el próximo capítulo.
Voten y dejen sus bellos comentarios uwu.
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