Capítulo 1.
🙋Hola.
Gracias por entrar aquí, sea cual haya sido la razón, muchas gracias y espero de cardio que te quedes a leer todo este capítulo.
La historia es ChanBaek como dice el título sjsj. Porque una vez más esta pareja bella llena mi cardio de muchas cosas.
La historia está inspirada en una canción, que dejaré el nombre al final, pero es completamente de mi autoría y con cosas locas de mi cabeza, espero que la disfruten mucho.
Si es así, pueden ir dejando bellos comentarios a lo largo del capítulo, me encanta leerlos y me gustaría ver que opinan de la obra, no sean tímidas(os).
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La iglesia lucía más hermosa que nunca. Las flores blancas adornaban cada muro de la misma, las bancas y también, el camino central lleno de pétalos blancos hasta llegar al altar, donde el sacerdote y el novio esperaban su llegada.
Era el día en cual dos almas que se amaban como nadie se había amado, ante los ojos de todos, se unirían en sagrado matrimonio hasta el último de sus días.
La sonrisa del novio debía ser enorme, a la par que la sonrisa de los invitados, quienes se pusieron de pie mirando hacia la entrada de la iglesia en cuanto la marcha nupcial comenzó a sonar dando paso al bonito chico de ojos cafés, cabello negro y baja estatura, quien sonreía amplio mientras caminaba lento para llegar al amor de su vida.
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Ver esa bonita sonrisa rectangular todos los días era lo que le hacía feliz, sobre todo cuando esa sonrisa era para él. No había día en el cual, esos bonitos labios se ensanchen y él no sintiera ese latir rápido en su corazón y las mentadas mariposas revolotear en su estómago una y mil veces, dejándole claro que ese pequeño chico lo volvía loco.
Y es que Byun Baekhyun es la perfección misma. Desde sus pequeños ojos cafés claros, sus cabellos lacios que siempre llevaban un castaño claro, casi siendo rubio y bien peinado. Su rostro que parecía haber sido tallado por las manos de un Dios y todo su cuerpo, ese cuerpo que fue proporcionado de la manera más perfecta que nadie podía tener. Y todo eso se quedaba corto con su magnífica personalidad. Una persona tierna, bastante dulce y decidida cuando era necesario.
Y todo eso, lo volvía completamente loco.
Sin duda, cada persona que podía llegar a conocer a Baekhyun, debía sentirse dichoso.
Y la dicha más grande para él era que podía tocar a ese ángel con sus dedos y disfrutar de él completamente.
Como en ese momento que el chico que era varios centímetros más bajo que él se acercó y le dio un beso corto en los labios. Había ansiado mucho poder probar esos labios color rosa pastel que tanto le gustaban.
—Hola, Channie —saludó Baekhyun mordiendo su labio inferior mientras formaba una leve sonrisa. Ese gesto en el bajito alteraba los sentidos del más alto—. ¿Qué tal el viaje? Ansiaba mucho verte.
—Yo también, no sabes cuánto. —Suspiró al ver de cerca ese bonito rostro y lo rodeó con sus brazos, apretando un poco el agarre, respirando el aroma que desprendía el cuello del menor con deseo. Baekhyun se rió por ello. Era algo que se repetía cada que se veían y no le molestaba en nada al bajito—. Te amo.
—Yo también te amo y mucho —susurró Baekhyun riéndose todavía, tratando de alejar al más alto de su cuerpo y le dio varios besos tronadores en sus mejillas—. Anda, no voy a desaparecer, vamos, nos queda muchas horas para disfrutarnos —le recordó.
Chanyeol asintió con su cabeza e hizo un puchero apenas perceptible en sus labios. Era cierto. A pesar de todo, tenían todo el día para disfrutarse en ese momento. No importaba nada más que ellos dos.
—¿Y cómo te fue esta semana a ti? —preguntó bajito con demasiado interés por saber del menor. No poder saber todo lo que hacía en días le causaba desesperación. Baekhyun sonrió colgándose del brazo del más alto al comenzar a caminar, estaban en pleno centro de la ciudad y tenían muchas opciones para ir—. ¿Cine?
—Me fue genial —respondió sincero pero sin mucha ganas de hondar en el tema—. Me gusta el cine, ¿pero hoy sí la veremos? ¿O tienes otra intención conmigo ahí? Porque si es así, solo llévame a tu departamento y no gastemos en ello —le dijo acercándose a su oído susurrando eso en voz baja pero sonando bastante sensual. Chanyeol se detuvo mirándolo con los ojos abiertos en demasía. Las mejillas de Baekhyun se pusieron rojas e incluso se abultaron un poco por lo apenado que se puso.
—No tienes que decirlo dos veces —aseguró Chanyeol llevando al menor hasta su auto para poder ir juntos a su departamento.
Ir al cine era algo de lo que más hacían cada que se veían. Sus citas muchas veces se realizaban en los centros comerciales, parques o alguno que otro restaurante, siempre y cuando querían algo sano entre los dos.
Pero en ese momento Chanyeol no iba a negar que la idea de tener al bajito sobre o debajo de su cuerpo, desviviéndose en gemidos y mostrando toda su sensualidad para él le tentaba demasiado y lo ponía muy ansioso.
Una vez en el auto Baekhyun fue quien se tomó el atrevimiento de subir los vidrios oscuros y lanzarse a besar la boca del más alto con hambre, deseoso de él y Chanyeol no se negó a corresponder de la misma manera.
Los labios finos del menor y los carnosos del más alto se rozaban entre sí, dándole paso de vez en cuando a sus lenguas. La mano del más joven acarició el pecho del mayor con insistencia, sintiendo esa carne bajo sus pantalones punzar y comenzar a tomar dureza. Ambos se separaron jadeando.
Baekhyun sonrió divertido al ver los labios de Chanyeol más rojos de lo normal y sus ojos oscuros llenos de deseo. Al más bajo le encantaba saber que podía poner de esa manera al castaño, quien le sonrió y volviendo a besarlo pero de manera más breve.
—Comienzas a poner el agua hervir antes de tener la sopa en casa —le dijo gruñendo al sentir un apretón en su carne de parte del bajito, escuchando esa risa traviesa. Se abrió paso al cuello del menor, mismo que gimió para él bastante quedito, disfrutando mucho el como lamió su cuello y mordió este, dejando una pequeña marca en su piel—. Te amo.
—Yo también, bebé. Pero apresurate —pidió ansioso mordiendo su labio inferior.
Chanyeol asintió poniéndose marcha lo más pronto que pudo.
Agradecidos estuvieron los dos de que el centro estaba cerca del departamento de Chanyeol, mismo que había adquirido hacía un par de meses atrás, cuando habían acordado de pasar cada fin de semanas juntos en esa ciudad, de la cual ninguno de los dos pertenecía. Pero que era perfecta para ellos dos cuando nadie los conocía y podían vivir su amor libremente.
Viajar a esa ciudad les llevaba dos horas desde sus casas, e incluso cuando los dos vivían a dos casas del otro, siempre viajaban por separado, aumentando más las ganas de verse una vez llegaban a la ciudad vecina. Y aunque nadie pudiera entender esa manera de hacer las cosas, era lo mejor para ellos dos.
Baekhyun era estudiante de medicina en su último año, estaba a nada de graduarse puesto que ya prestaba su servicio social en el hospital general de su ciudad y Chanyeol era ya un abogado con prestigio, los dos con cinco años de diferencia, con vidas ocupadas pero que aún así buscaban poder tener el tiempo para verse y disfrutarse mutuamente.
Y aunque Baekhyun era el menor de los dos, solía ser quien tomaba las decisiones más complicadas y tenía los pies más puestos sobre la tierra, era por ello que a Chanyeol muchas veces le daba miedo que Baekhyun fuera tan decidido, porque una vez que tomaba una decisión era porque esta era la mejor y ya lo había analizado bien, como para saber que era lo correcto y que no debía dar marcha atrás.
Pero todo eso, no importaba en ese momento que llegaron al departamento. No siquiera el bajito esperó a que se cierren las puertas del elevador para colgarse del cuello ajeno y besar su boca con hambre una vez más, restregando su cuerpo contra el ajeno, para poder mantener despierta esa zona que mucho le gustaba en el cuerpo de su alto.
Chanyeol amaba con locura esa faceta del menor, un joven que era bastante hormonado y caliente a la hora de la intimidad. Incluso cuando se encontraba avergonzado en esos momentos no dejaba de ser sensual, bastante sexy como para llevarlo al abismo de la locura y hacerlo saltar sin siquiera decir algo. Baekhyun era dinamita y afrodisíaco puro, que lo hacían estallar una y mil veces con solo poner sus manos amplias en ese menudo cuerpo.
Una vez salieron del elevador, el bajito ya le había quitado la corbata al más alto. Los dos entraron al piso, apenas Chanyeol pudo encender las luces cuando el menor lo empujó hacia el sofá cerrando a duras penas la puerta. Ambos cayeron sobre el sofá más grande de la sala, riéndose por ello. Las manos amplias de Chanyeol fueron directo a las nalgas firmes del menor y apretó las mismas, robándole un gemido al casi rubio. Le gustaba el sonido de la voz profunda de Baekhyun y a la vez tan suave.
Ambos no perdieron tiempo en quitarse la ropa, de ser posible se la hubieran arrancado cual animales atacándose a zarpazos, pero la habilidad de tocar el cuerpo ajeno era mucha que la ropa pronto quedó intacta en el suelo, dejando sus cuerpos desnudos frotándose entre sí, disfrutando de los besos que ambos se dejaban en la piel y las corrientes de placer que ambos recibían al tocar zonas sensibles en sus cuerpos.
No eran la primera, sino una de muchas veces en las cuales se habían entregado sin pudor en ese departamento, donde comenzaban en el sofá o la alfombra de la sala hasta llegar al cuarto, donde caían completamente rendidos.
Baekhyun soltó un nuevo gemido, bastante agudo pero lleno de placer cuando los dedos del más alto tocaron la zona exacta que le hacía tocar la misma luna con sus dedos. Su espalda se encorvó levemente e hizo su cadera hacia arriba, buscando un poco más de contacto con la boca del más alto, misma que recorría su pelvis húmedamente hasta meter en su boca la dureza de su miembro, el cual Chanyeol disfrutaba completamente hasta hacer temblar al bajito.
El alto estaba ansioso, su miembro punzaba constantemente ansioso por poder estar dentro de esa entrada estrecha del menor y hacerlo suyo, pero le gustaba tanto escuchar los gemidos del menor, sentir su entrada contraerse ante sus dedos al estimularlo y su pene punzar en su boca húmeda cada que daba una mamada profunda. Era simplemente delirante.
Abandonó el miembro del bajito a la par que sus dedos dejaron su entrada, viendo y disfrutando la frustración de su chico, quien con un puchero lo miraba como el culpable de algún crímen y quizá era un crimen haber dejado de darle atención a ese cuerpo perfecto, por ello se inclinó sobre él, abriéndose paso en sus piernas y se frotó un poco robándole un nuevo gemido al menor quien se aferró de su espalda y sus piernas se enroscaron con levedad en las caderas ajenas. El menor echó su cabeza hacia atrás cuando el miembro del más alto se rozó contra su entrada, encorvó un poco su espalda sintiendo verdaderamente agradable ese frote, hasta que sintió la punta entrar en él de manera lenta a lo cual encajó sus dedos en la amplia espalda de su chico quien soltaba gruñidos a su oído por lo estrechó de sus paredes apretando la carne hinchada y húmeda del más alto.
Chanyeol comenzó a recorrer la piel tersa del menor cuando su miembro estuvo dentro del bajito, quien jadeaba por ello manteniendo su cuerpo un poco tenso hasta que la boca de Chanyeol comenzó a darle ondas de placer, que se fueron compensando con los leves embistes que el alto hacía contra él, entrando y saliendo del cuerpo del bajito.
Los roces entre ambos fueron siendo cada vez más rápidos, envolviéndolos en un aura de lujuria y placer, al cual los sumergía el deseo por tener todo del cuerpo ajeno.
Fueron minutos largos en los cuales se dedicaron a amarse de esa manera, conociendo una vez más aquellas zonas del cuerpo ajeno hasta que acabaron rendidos uno al lado del otro, llenándose de besos y caricias suaves.
—Te amo —susurró Baekhyun con la respiración agitada sobre los labios del más alto, disfrutando mucho las manos del chico sobre sus glúteos, acariciando suavemente estos—. Me encantas mucho, es como tocar el cielo o algo mejor que eso.
—Lo sé, así me siento cada que te tengo entre mis brazos —susurró dándole cortos besos por todo su bonito rostro, Baekhyun se rió suavemente disfrutando de esos gestos hasta que se abrazó de su cuerpo—. Eres perfecto.
—No lo soy —suspiró cansado cerrando sus ojos—. Me hace feliz saber que nos quedaremos así todo el fin de semana —mencionó sabiendo que era lo que siempre hacían durante todos los años que llevaban conociéndose e iniciaron una relación más íntima.
—Bebé —susurró Chanyeol llamando la atención del bajito, este le miró dándose cuenta de la expresión angustiada del más alto, algo que también le preocupó—. No podré quedarme hasta el lunes en la mañana —avisó.
Baekhyun arqueó una ceja pero no dijo nada de momento. Chanyeol nunca había cancelado un fin de semana juntos, sabiendo que ambos tenían compromisos y buscaban mover estos a cualquier día que no fuera el fin de semana.
—¿Por qué? —inquirió manteniéndose tranquilo.
Chanyeol le besó la frente y acarició sus labios. Baekhyun conocía esa acción. El alto siempre lo hacía cada que diría algo que a él no le iba a gustar. La magia que había sentido desde que se vieron en el centro hasta hacía unos segundos atrás se esfumó por completo. Algo que le decía que no era nada bueno lo que escucharía, y comenzaba dudar que quisiera hacerlo. Al fin de cuentas ya estaba amargado, no debía de preocuparle, ¿qué podía ser peor?
—LuHan preparó una cena con sus padres el domingo en la tarde —comentó con voz temerosa. Baekhyun se tensó en su lugar—. No puedo cancelarle esta vez y…
El bajito se paró de la cama de manera rápida, siendo brusco. Sin siquiera tomar delicadeza en cubrir su desnudez como muchas veces hacía, el menor caminó hacia el baño para poder tomar una ducha. Chanyeol soltó un suspiro, de nuevo ese cuadro escénico que tanto odiaba.
Para cuando Baekhyun salió del baño, Chanyeol había retirado las sabanas que habían ensuciando. Se encontraba sentado en la cama mirando el cuerpo húmedo del menor envuelto de la cintura hacia abajo con una toalla y otra sobre sus hombros que secaba su cabello. La seriedad en ese bonito rostro preocupaba al más alto.
—No quiero que pasemos el día enojados —dijo con voz calmada el mayor, Baekhyun no respondió nada, solo caminó hacia el clóset donde siempre dejaba cambios de ropa para esos días—. Amor.
—Lo mejor es que volvamos a casa, no quiero estar más contigo aquí —dijo el castaño mirando hacia Chanyeol por encima del hombro, dándose cuenta de la mirada dolida del chico—. Además, LuHan te espera.
—Mi amor. —Chanyeol se puso de pie caminando hasta estar al pie de Baekhyun, mismo que quiso huir de su contacto pero Chanyeol lo acorraló contra la puerta del clóset y su cuerpo, el bajito lo miró molesto—. He cancelado muchas veces salidas con Han por ti, sabes que no lo hago porque realmente quiera estar con él, es comprimiso.
—Quisiera que así como temes sus compromisos lo hicieras conmigo —echó en cara desviando la mirada con el ceño fruncido—. Él te tiene toda la semana, yo solo puedo verte a lo lejos, fingir que somos buenos amigos y de ahí, esperar a que al fin de semana me des una migaja, ¿y aún así tengo que entender que el día que eres mío te vayas con él? No Chanyeol, no lo acepto —dejó en claro y lo empujó caminando con su ropa hacia la cama donde la dejó para vestirse.
Chanyeol pasó sus manos por su rostro un par de veces, tratando de despejar sus pensamientos y no abrumarse ante la postura de su amado y la situación obligatoria que tenía con su novio. Luhan era un amor de persona, era el chico más dulce que podía existir en la tierra, bastante amable para ser cierto, y aunque no podía creer que se compare con su hermoso Baekhyun, Luhan era el novio que cualquier persona pudiera desear, y él debía de sentirse dichoso de ser novio de un chico hermoso como Luhan, y lo estaba porque no le daba ningún tipo de problemas, más que uno, Luhan lo amaba a él y él amaba a Baekhyun.
Baekhyun era el centro de su todo, el dueño de su corazón y cuerpo mientras que Luhan, solo el dueño de su tiempo parcial.
Chanyeol observó al menor vestirse, lucía maravilloso con cualquier ropa que se pusiera, aunque esta fuera solo unos jeans negros con rasgados en las rodillas y una playera naranja con un estampado pequeño en el pecho. Todo se le veía maravilloso.
Caminó de vuelta a él, el menor se había sentado para poder ponerse los zapatos que siempre dejaba debajo de la cama en el pequeño espacio para ello, pero se detuvo cuando Chanyeol se sentó a su lado y le tomó por el mentón haciendo que lo vea.
—Te amo.
—No vas a convencerme con eso —le aclaró todavía muy molesto. Chanyeol asintió acercándose y besó sus labios, Byun solo cerró los ojos y suspiró—. Chanyeol, no más. Estoy cansándome de esto.
—No digas eso, amor.
—Llevamos más de 5 años en una relación escondida —le recordó su situación, Chanyeol frunció los labios—. Todo estos años le hemos visto la cara a Luhan, quien piensa que solo somos los mejores amigos desde la secundaria, cuando tú eres mayor para mí. El chico es tan ingenuo que cree eso. Y yo tan estúpido para llamarlo amigo y acostarme con su novio.
—Han solo es.
—Sí, lo sé —dijo soltando un suspiro, tomando la mano del más alto y la alejó de su rostro—. El chico que tus padres quieren para ti, hijo del socio principal de tu padre, el chico con el que estás solo por compromiso, pero déjame decirte algo, Chanyeol —le dijo tomando ahora él el rostro del mayor con sus manos acunándolo en estas—. Él tiene el título que yo quiero, y eso es lo que ya no estoy dispuesto a dejar en manos de otro.
—Quieres decir qué. —Chanyeol temía mucho que Baekhyun dijera lo que no quería escuchar.
Pero también sabía que el menor estúpidamente no podía dejarlo, ninguno tenía el valor para terminar lo que tenían a pesar de que había cosas que no hacían feliz al más joven. Iniciar esa relación les había llevado muchos problemas, pero que al final del día, los habían sabido llevar bien todos esos años.
Siempre habían sido buenos amigos, gracias a que se conocieron en una fiesta de la colonia en la que vivían y habían coincidido en la barra de bebidas, comenzando una charla, que se volvió dos, tres y una amistad sólida. Ninguno de los dos fue ciego, se atraían pero había diferencias de edades algo notorias cuando se conocieron que el tiempo pasó y esa atracción se volvió algo más grande; amor, que dejaron en el olvido para ser solo amigos que están al lado del otro siempre, y fue que Luhan apareció en la vida de Chanyeol, era un par de años más grande que Baekhyun y dos menos que Chanyeol, por lo cual siempre tuvo mucho que ganar con Chanyeol, los padres del mismo lo adoraban al igual que a Baekhyun, la diferencia era que, Luhan era adorado para ser el esposo perfecto y Baekhyun para el mejor amigo que sería el padrino en algún momento.
Y eso bastó para que Baekhyun explotara y besara a Chanyeol cuando lo visitó en su casa. Un beso trajo otro y al final no podían con esos sentimientos que escondían de los demás.
Nunca pensaron que esos besos inocentes que muchas veces se dieron llegaría a llevarlos a entregarse mutuamente, justo el día que Chanyeol cumplía cien días de novios con Luhan dejándolo plantado en su cita por estar entre los brazo de Baekhyun, haciendo el amor por primera vez en el departamento de Chanyeol, sobre las mantas y decoraciones que habían preparado la madre y hermana de Chanyeol para el mismo y Luhan, siendo Baekhyun quien se llevó ese lindo detalle.
Desde entonces mantener algo oculto de los demás se volvió el secreto de ambos, el cual disfrutaron por muchos meses hasta que pasó el primer año, y a pesar de que Baekhyun sabía que Chanyeol era novio de Luhan, nunca vio problema, puesto que el mayor de los tres siempre lo puso a él sobre LuHan en todo momento, tenía toda la atención de Chanyeol, su amor, su tiempo y su cuerpo.
Hasta que Luhan insinuó que ellos dos parecían más novios que él con Chanyeol, y la brillante idea surgió. Fingir una pelea grave que los distanciara y Luhan no sospechara de ellos dos, y eso fue, un Baekhyun fingiendo estarse enamorando de Luhan, un beso que terminó en una bofetada de parte de Luhan hacia Baekhyun por hacerlo faltarle al respeto a su novio y una noche loca de pasión de Baekhyun con Chanyeol cuando estos terminaron hablando en la casa de Baekhyun, quién se había independizado en cuanto entró a la Universidad. Los dos estaban más que satisfechos con lo que habían hecho, puesto que Luhan viviría pensando que Baekhyun del que estaba enamorado era él.
Cada cosa que hicieron para estar juntos les había salido bien, y Baekhyun estaba bien con eso. Chanyeol siempre le mandaba detalles románticos a casa, desde flores, globos, peluches y cartas o correos, todos sin firma pero con palabras que Baekhyun podía saber rápidamente de quién iban esos detalles. Cada tres días se veían en los centros comerciales y tenían citas, como cualquier par de adolescentes que vivían su primer amor, teniendo siempre cuidado de quienes podían verlos. Algo que aunque era incómodo, no molestaban al menor de los dos.
Chanyeol era siempre cariñoso con Baekhyun, ¿por qué debía molestarse por algo cuando el alto tenía toda su atención en él? Simplemente no habría razón, tal parecía que Luhan era el intruso y no Baekhyun en esa relación con Chanyeol.
Pero no todo lo bueno y la comodidad puede durar, las cosas comenzaban a dejar de ser agradables para Baekhyun cuando en cada reunión donde tenían que ir los tres, Luhan era quien llevaba el título del novio y él era solo el mejor amigo de la pareja, y Baekhyun solo tenía que sonreír, soportando ver al hombre que amaba del brazo de otro, besando a otro, siendo cariñoso con otro, y él… siendo dejado de lado.
Pero ese era el papel que había tomado y aceptado llevar sin darse cuenta. Él era el intruso, el amante, el chico que solo era feliz en las sombras. No tenía derecho a nada más que tiempo que ya no le parecía completo, sino determinado a cuando Luhan no estaba presente. Por ello amó a la vida cuando el intruso de Luhan comenzó a trabajar y su trabajo lo consumía casi todo el día, y era muy poco el tiempo que Chanyeol podía pasar con él. Y aunque Luhan siempre marcaba a Chanyeol durante el día, él siempre tenía toda la atención del alto.
Pero eso también cambió cuando él comenzó sus prácticas de servicio social, ya no tenía tanto tiempo para estar en los brazos de Chanyeol, ir de citas, y en las noches no se podía porque eran las horas mínimas en las que Chanyeol tenía que ver a Luhan para no arruinar los negocios de su padre. Y aunque tuvieron problemas por ello, Chanyeol lo resolvió bien, como el buen hombre con amante que era.
La solución fue bastante práctica y sencilla. Chanyeol era un abogado que tenía muchos trabajos, no sólo en la ciudad sino que también en ciudades vecinas, solía salir mucho de viaje, por lo cual, comprar un departamento de visita en otra ciudad fue lo principal, y esto los llevó a pasar cada fin de semana juntos en la ciudad continua a la suya.
Para Baekhyun eso estuvo bien, no hubo fin de semana que no disfrutaran juntos, en las cuales Chanyeol podía mirar bobamente al menor sin tener miedo a que alguien lo vea y se lo cuente a Luhan, podía tomar la mano del menor, besarlo en público, salir a comer juntos como cualquier pareja de enamorados que vivían su amor plenamente. Y Baekhyun jamás se sintió segundo puesto, siempre se sintió el primero en todo.
Hasta un par de ocasiones en las cuales Luhan enfermó y Chanyeol se tuvo que quedar con él a cuidarlo y Baekhyun pasó el fin de semana solo en ese departamento y esa ocasión, en la cual nuevamente se sentía nada para Chanyeol.
Y cualquier podía decir que era un exagerado, pero era él quien corría el peligro de que Chanyeol se enamore de Luhan y al final él se quedaría solo, con el corazón desecho.
Por eso no pensaba ceder. No podía dejarlo que ese chico le quitara a Chanyeol y lo desplazara a él como si fuera menos importante.
—Si te vas con él, olvídate de mí.
Lo dijo saliendo del cuarto lo más rápido que pudo, dejando a un Chanyeol con el alma a punto de abandonar su cuerpo en ese instante. Baekhyun no podía decir eso en serio, no.
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Cuando los dos volvieron a casa Baekhyun sonrió triunfal al ver a Luhan con su rostro molesto. Habían coincidido los dos antes que el chico que era más alto que él viera a Chanyeol.
Baekhyun se acercó a él dándole un abrazo y saludando al mismo. Luhan a pesar de verse molesto fue amable con el bajito.
—¿Vienes a ver a Chanyeol? —preguntó aunque era obvio cuando estaba parado frente al piso de Chanyeol, el contrario asintió—. Yo también, quedó en que me ayudaría a terminar mi tesis, ¿no tienes problema en eso, cierto?
—Por supuesto que no —aceptó Luhan pensando en que nada peor podía ser cuando su novio le había quedado mal en la cena con sus padres días atrás—. Por cierto, ¿supiste en dónde pasó el fin de semana Chanyeol? Simplemente no me respondió mensajes en tres días.
Baekhyun alzó sus cejas en sorpresa, bastante creíble que incluso Luhan hizo un puchero por ello. El menor negó con su cabeza mirando apenado al más alto.
—Quizá tuvo algún percance, igual ahora le preguntas —sugirió tocando el timbre.
Cuando la puerta se abrió Chanyeol miró sorprendido a ambos chicos, no había esperado para nada ver a su novio y al amor de su vida frente a su puerta. Eran muy pocas las ocasiones en las cuales ellos tres estaban así, frente a frente.
—Amor —dijo sonriendo amplio. Baekhyun apretó sus labios, porque sabía lo que venía. Chanyeol se acercó a besar a Luhan pero este lo alejó desviando el rostro y entró al piso.
Chanyeol miró interrogativo a Baekhyun, quien solo rodó los ojos y también pasó al departamento. El alto rogó al cielo por un poco de ayuda, no estaba listo para nada que fuera a complicarse en ese momento.
—Perdón, Baek, pero no puedo esperar —dijo Luhan mirando con pena a Baekhyun pero en cuanto Chanyeol se acercó a él su rostro pasó a ser uno molesto—. ¿Por qué carajos no fuiste a mi casa como quedamos, Chanyeol? —preguntó con voz fuerte, esperando una respuesta rápida.
Baekhyun sonrió en sus adentros. Presenciar una pelea entre Chanyeol y Luhan era algo que al fin de cuentas había deseado tanto. Chanyeol apretó sus labios, tratando de buscar una excusa creíble.
—Me asaltaron en plena carretera de regreso a la ciudad —mintió sonando bastante afectado. Baekhyun se sorprendió por ello contrario a Luhan que se vio preocupado—. Me quitaron dinero, coche y mi celular, todo se fue en el auto. Así que me tuve que quedar en el pueblo más cercano y reportar el robo, mi auto me lo encontraron pronto, me lo traen hoy —explicó. Era bastante afortunado para él que haya dejado su auto en el mecánico.
Luhan era bastante estúpido según Baekhyun. Ese chico enojado que había llegado a reclamar, se había apagado completamente para ser un mar de lágrimas preocupado por el mentiroso de su novio, mismo que abrazó y consoló diciendo que era bueno que él estuviera bien.
Baekhyun quiso vomitar. Odiaba tanto ver a Luhan abrazar a su chico. Porque Chanyeol era suyo aunque fuera novio del contrario. El rubio tosió tomando asiento en la sala, Chanyeol alejó a Luhan de su cuerpo de manera sutil.
—¿Quieren agua o jugo? —preguntó el alto para disimular el haber alejado así a su novio.
Luhan tomó asiento al lado de Baekhyun, manteniéndose en silencio hasta que Baekhyun respondió que jugo y él hizo lo mismo.
—Te ayudo a traer los vasos —se ofreció Baekhyun poniéndose de pie cuando Chanyeol entró a la cocina y dejó la puerta media abierta—. Ya vengo, ¿quieres algo más, Hannie? —inquirió con cierto tono dulzón.
—Nada, solo el jugo, anda ve —alentó.
Baekhyun solo le sonrió y caminó entrando a la cocina, cerró la puerta poniéndole seguro, Chanyeol dejó los vasos sobre la mesa, e iba a decir algo pero Baekhyun lo abrazó por el cuello y le besó los labios profundamente. El alto se sorprendió pero aun así correspondió al besó de la boca ajena, jadeando cuando el aire les faltó. Baekhyun cortó el besó pero no se alejó del mayor.
—Quiero que me hagas tuyo aquí en tu cocina —le susurró el bajito sobre los labios al mayor, acariciando sus cabellos en los costados. Chanyeol bajó sus manos a sus nalgas y apretó las mismas—. Hazlo.
—Él está allá afuera —le dijo muy a su pesar, Baekhyun bajó su mano a la entrepierna ajena y le dio un apretón a lo cual Chanyeol lo besó para no gemir por lo bien que se sintió, el vibrar de sus bocas fue delicioso—. Baekkie.
—Sabes lo que tienes que hacer —le recordó dándole otro besó profundo, metiendo su lengua que exploró toda la boca ajena y le robó el aliento—. Haz que se vaya pronto, me desespera verlo aquí —le recomendó alejándose de él. Tomó dos vasos, uno para él y el otro para Luhan y salió de la cocina.
Chanyeol tuvo que tranquilizar su mente en ese momento. No podía salir a la sala con una erección en el pantalón, no cuando este era deportivo y se notaba muchísimo más. Simplemente no entendía qué pretendía Baekhyun con dejarlo así sabiendo que Luhan estaba ahí, y quizás era muy obvio pero Chanyeol se negaba a verlo.
Trató de pensar en cosas completamente desagradables para él con tal de calmar su erección sin tener que tocarse, pero eran los efectos de poner su boca en la de Baekhyun y sus manos en su cuerpo.
Cuando se vio tranquilo volvió con los otros dos chicos. Luhan platicaba amenamente con Baekhyun, mostrando algo que por supuesto no eran, buenos amigos.
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Y quizá pensó que complaciendo a su chico con todo sería suficiente, ellos dos estarían bien y no habría problemas, pero simplemente no fue así. Tal parecía que todo lo que hacía no valía nada, porque Baekhyun cada día estaba molesto más y más y él, estaba muy asustado.
Chanyeol no lo entendía, pero si temía que Baekhyun fuera a perder el interés en él y buscara a alguien más, por ello se había vuelto un poco más controlador con el menor. Baekhyun estaba prestando su servicio social en el hospital, donde veía a cientos de personas al día y la sola idea de que Baekhyun pudiera tratar a alguien más y enamorarse lo estaba poniendo mal. Que en vez de disfrutar el poco tiempo que tenían juntos en ese día, se había encargado de dañar todo con preguntas excesivas y celos sin sentido.
—Pero no me has respondido —repitió al menor, mismo que se encontraba cruzado de brazos mirándole molesto—. ¿Quién es ese amigo con el que fuiste a comer, Baekhyun? Te dije que tenía toda la tarde libre antes de que venga Luhan, y te fuiste con alguien más.
El menor rodó los ojos esbozado después una sonrisa incrédula, acción que molestó demasiado al mayor. Chanyeol se acercó al bajito y lo tomó por los hombros con un poco de fuerza.
—Sueltame. Me estás lastimando —pidió el bajito con toda tranquilidad tratando de quitarse el agarre del más alto—. No tengo porque responderte a nada de tus locas insinuaciones, si te quieres hacer dramas en tu cabeza es tu problema, no el mío. Al fin de cuentas el infiel eres tú.
—¿Qué? —Chanyeol lo soltó mirándolo indignado.
—Lo que oíste, Chanyeol —repitió Baekhyun con cansancio, incluso su rostro lo mostraba—. Eres tú quien tiene una doble vida, no yo. Y si llegado el caso hubiera ido comer con ese amigo de la manera que piensas, no tengo nada que explicarte, yo también tengo derecho de salir con otra persona y.
—¡Noo! —gritó Chanyeol con dureza, siendo su voz demasiado profunda que asustó al bajito, sobre todo cuando de nuevo esas manos grandes y fuertes del mayor lo sujetaron fuerte por los hombros y sarandeó con fuerza—. ¡Tú no puedes salir con nadie más, eres mío!
—Estás loco, Chanyeol —dijo Baekhyun empujando lejos al alto y se abrazó a sí mismo mirando asustado al contrario—. ¿Qué te pasa? Estás como desquiciado —murmuró confundido por la actitud del contrario.
Chanyeol se miró las manos un momento, tampoco se entendía. Miró asustado al bajito, no quería espantar al mismo y que este tuviera una imagen diferente y errónea de su persona. Pero simple la idea de que Baekhyun entregara su cuerpo, sus besos y caricias a alguien más le partía el alma. Pero el bajito tenía razón, él tenía una relación con dos personas… Lo justo sería, pero no quería ni podía permitir eso.
—Baek —susurró Chanyeol acercándose al bajito pero este huyó de su contacto y caminó hacia la puerta de su departamento y abrió la misma—. Amor.
—Vete, Chanyeol —pidió el menor mirando al alto asustado—. No regreses ni me hables hasta que no hayas calmado tus celos enfermos y sin sentido —pidió esperando a que el mayor salga pero este no se movió de su lugar, estaba petrificado—. Chanyeol.
—Te amo, Baek —dijo el alto con la voz rota.
Baekhyun le miró sintiendo su corazón punzar de ver el rostro abatido del mayor, sabía que lo estaba lastimando, pero el mayor lo lastimaba a él todo el tiempo con tener una relación con alguien más. Sobre todo, cuando una semana atrás le había confesado que sus padres estaban ya planeando su boda con Luhan y esta podía ser solo en un par de semanas o unos cuantos meses más. Marcar distancia sería lo mejor, por ello mismo se había vuelto distante con el mayor, le molestaba tanto saber que el alto estaría unido a Luhan toda su vida y él… Baekhyun solo quedaría en el olvido con un corazón desecho.
—Termina con Luhan —pidió.
El silencio fue abismal entre los dos. Por más cansado y dolido que Baekhyun se haya encontrado en algún momento, jamás se había atrevido a pedirlo directamente. Chanyeol no sabía qué decir en ese instante y Baekhyun se sintió ahogarse con sus propios sentimientos. Porque sabía que Chanyeol no haría algo así por él.
—Baekhyun, sabes que no puedo hacer eso —le recordó el mayor.
Y aunque el menor sabía que esa sería su respuesta, no podía evitar que le doliera. Y dolía mucho. Sentir como si cientos de cuchillos se enterraron en su corazón una y otra vez quedaba corta a la expresión de sentimientos que tenía en ese momento. Solo le quedó apretar sus labios y pestañear un par de veces para no llorar y asentir. Solo tenía que aceptar su lugar nuevamente y no decir nada más.
—¿Puedes dejarme solo? —pidió con amabilidad volviendo a mover la puerta para que el mayor entendiera que quería que se fuera—. Mañana presento mi examen final, mi tesis y necesito dormir tranquilo hoy —explicó.
Chanyeol asintió con su cabeza acercándose a la puerta y antes de que el menor se aleje lo abrazó con fuerza dándole un beso en los labios, Baekhyun no se negó a corresponder.
—El amor de mi vida eres tú, mi mejor amigo, mi novio, mi amante, mi todo —dijo Chanyeol acariciando los cabellos ajenos y la mejilla del menor suavemente. Varias lágrimas comenzaron a bajar por los pómulos del menor—. Entiende que no es mi decisión sino la de mis padres.
—Lo entiendo —aseguró el menor limpiando él mismo sus lágrimas y sonrió—. No te preocupes, por favor vete, ya mañana hablamos —prometió sin dejar de sonreír, incluso besó los labios de Chanyeol suavemente haciendo que este se sienta tranquilo por ello.
—Te amo —susurró Chanyeol.
—Yo también —afirmó Baekhyun volviendo a sonreír, incluso un poco más amplio y marcado—. Nos vemos mañana, escríbeme cuando llegues a tu casa —pidió a pesar de que sabía que vivía solo a unos cuantos metros de distancia.
Chanyeol asintió y salió del departamento de Baekhyun caminando hacia su casa.
El menor cerró la puerta de su casa y se pegó de frente a la misma, tratando de controlar todo lo que sentía en su ser desde hacía un par de meses, desde que habían regresado después de ese fin de semana juntos a su ciudad. Pero no podía, ya no podía más con esa situación. Ya no era suficiente para él solo ser el amante y tener un poco de tiempo cuando lo querían todo.
Pero… ¿qué iba a hacer si no era posible tener lo que deseaba?
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—Quizá la boda podría ser el siguiente mes —sugirió la fémina de cabellos lacios y largos color negros intensos a pesar de su edad ya avanzada.
Chanyeol le miró después de terminar de beber de su jugo de naranja y dejó el vaso de vidrio en la mesa.
—¿Por qué quieren que sea pronto, mamá? —preguntó con un poco de molestia sobrante en su voz—. Luhan ni siquiera tiene tanto tiempo libre en su trabajo, ¿crees que podrá con los preparativos de una boda ahora? Está apenas comenzando a crecer en su carrera… Además, no nos hemos terminado de conocer bien, no quisiera que más adelante él o yo conozcamos a alguien más y terminemos en un divorcio —mencionó tratando de hacerle ver esa posibilidad a su madre de que podía haber alguien más que les interese—. Además… Han es muy joven y.
—Te creería eso si fuera Baekhyun tu prometido y no Han —interrumpió su madre con una mueca en los labios—. Tu amigo sí es el tipo de persona que no saben lo que quiere, a su edad ya debería tener una relación seria, pero sale a divertirse locamente y.
—Mamá, Baekhyun sabe lo que quiere, no te permito que hables así de él —pidió molesto poniéndose de pie, el desayuno se le había amargado en ese momento—. Que tengas buen día, me voy a mi trabajo —avisó caminando hacia la salida de la casa.
Pensar fue en lo que se llevó toda la semana, misma en la cual Baekhyun no quiso verlo, e incluso le canceló su encuentro en la ciudad vecina ese fin de semana, con la excusa de estar enfermo. Y sabía que fue una excusa porque no dejó que lo fuera a ver para ayudarlo si se sentía mal.
Y entendía bien que eso se debía a lo de siempre, su relación con Luhan. Pensar en qué debía de hacer era lo único que había hecho a parte de su trabajo toda esa semana. Y había llegado a una conclusión, Baekhyun tenía razón. Necesitaba terminar con Luhan para poder ser feliz con el hombre que amaba, y ese era su hermoso chico de ojos cafés y bonito rostro llamado Baekhyun, solo él.
Porque por más que Han fuera el tipo de novio perfecto, en todos esos años que habían estado saliendo, no existió ni el mínimo momento que él pudiera hacerle sentir siquiera un mínimo de lo que Baekhyun le causaba con solo mirarlo. Y no, no podía sacrificar su felicidad ni la de Baekhyun con un matrimonio sin amor.
Por ello, dentro de su auto miró hacia el piso de Baekhyun, estacionado frente al condominio. Sacó su móvil de su bolsillo y comenzó a llamar al número del bajito, las llamadas eran desviadas al momento. Soltó un suspiro.
"Por favor, ve mañana a nuestro departamento. Tengo algo importante que decirte, algo que definitivamente hará feliz nuestra vida juntos".
Envió el mensaje esperando realmente que su chico fuera y no siguiera ignorándolo más tiempo. Porque un día más sin su amado Baekhyun lo volvería completamente loco.
…
El menor al leer el mensaje formó un puchero en sus labios, mismo que mordió suavemente y regresó a ver hacia el televisor que tenía encendido viendo su serie favorirta. Soltó un suspiro.
Una semana en la que el alto le hacía falta, necesitaba verlo pero no quería caer en los engaños del mayor y volver a lo mismo. Pero las palabras que usó en el mensaje le dejaban mucho qué pensar. ¿Realmente habría algo que les haría feliz?
Baekhyun podía ponerse a fantasear con una y mil cosas que su alto pudiera decirle, pero simplemente no quería caer de manera dura en la realidad cuando se diera cuenta que no fue como lo soñó sino algo completamente diferente.
"Si será una tontería, será la última vez que nos veremos".
Envió el mensaje dejando su celular de lado y soltó un suspiro. No podía hacer nada más que esperar a saber qué era eso que les iba a hacer feliz, y realmente esperaba que así lo fuera y no sólo una mentira o un chantaje emocional.
Chanyeol sonrió al haber recibido ese mensaje. Sabía que no sería la última vez que se verían. A pesar de que estaba temeroso, estaba seguro o quería estarlo al cien por ciento que Baekhyun entendería en esa ocasión y aceptaría lo que le propondría. Era lo más cercano a ser solamente de Baekhyun que le podía dar al menor en ese momento.
Chanyeol se encargó de hacer todos los preparativos suficientes para ver al menor. Ni siquiera se tomó la molestia de avisarle a su novio de que saldría de la ciudad, solo arregló una maleta pequeña que subió a su auto y pronto estuvo manejando hacia la ciudad vecina.
Nervioso se puso cuando estaba llegando la hora en la que tendría que ver al menor. Ansiaba mucho poder verlo, tener su aroma cerca y poder siquiera tomar su mano unos minutos. Pero también estaba temeroso de que el menor no llegara, que simplemente pensara que era mejor dejarlo plantado y ya.
Pero grata fue la llegada del menor, quien lucía todo hermoso ahí vestido de mezclilla ajustada en las piernas y una camiseta enorme que pudo reconocer era suya, eso le dio un ligero presentimiento que todo iría bien.
—Hola —saludó Chanyeol acercándose al menor.
Baekhyun le sonrió levemente y saludó con su mano mirando como iba vestido el más alto, tenía un ligero toque como el suyo, solo que su camiseta era negra, lo opuesto a la suya.
—Pensé que llegaría antes que tú —comentó de manera vaga el bajito a lo cual Chanyeol negó. El alto le tendió la mano esperando a que el bajito la tome. El menor lo dudó un momento pero al final lo hizo y los dos caminaron sin decir más hacia el auto de Chanyeol.
En silencio Baekhyun subió al auto del contrario, se acomodó en su asiento colocándose el cinturón de seguridad, mientras Chanyeol hacía un par de llamadas y después este subió al auto regalándole una sonrisa.
—A donde iremos esta algo lejos, puedes poner música si quieres, como te gusta —ofreció sin dejar de sonreír, tomándose el atrevimiento de tocar la mejilla ajena, notando el ligero rubor que se formó en los pómulos del menor—. Luces bonito como siempre.
—Gracias —dijo el menor desviando la mirada del más alto y un poco nervioso colocó música en la radio.
Se sentía como en una de esas tantas primeras citas que tuvieron juntos, donde salían como buenos amigos pero cuando nadie los estaba viendo, compartían ligeras caricias, halagos mutuos y uno que otro beso que les hacía elevar hacia el cielo sin quitar los pies de la tierra. Y recordar eso solo hacía entristecer un poco al menor, de pensar en cuanto tiempo había pasado entre los dos y seguían en el mismo punto, una relación a escondidas que parecía nunca cambiar.
Chanyeol detuvo el auto en cuanto llegaron al sitio que había planeado. Dejó su auto estacionado en un pequeño parqueamiento y bajó del mismo dando la vuelta para abrirle la puerta a Baekhyun. El menor le miró extrañado pero aun así bajó del auto y agradeció con una pequeña sonrisa. Los ojos claros del bajito observaron todo el lugar, parecía ser un gran salón de fiesta, sobre todo por la fachada elegante que tenía el sitio y el jardín bien arreglado del recibidor. Quiso cuestionar pero Chanyeol parecía querer mantenerlo en misterio.
—Es bonito —comentó Baekhyun dejando que el alto tomé su mano y lo guíe hacia la puerta principal que se componía por dos partes.
—Como tú —susurró Chanyeol a lo cual el menor sonrió.
Ambos caminaron hacia la puerta principal del lugar. Chanyeol fue quien abrió la puerta de dos partes y empujó esta, dejando el libre acceso al menor. Baekhyun le agradeció con una pequeña sonrisa, apenas visible y se adentró al lugar.
Los ojos claros del menor se alumbraron ante la bonita sorpresa que ese lugar le causó. Era un salón de fiesta a lo que podía ver, todo estaba decorado con globos cromáticos, desde el techo al suelo tirados algunos, así mismo con ligeras capas de humo que se mezclaban con los globos y las luces neones que había en el sitio moviéndose de un lado a otro, como si de una noche de antro se tratara. El menor mordió sus labios.
Chanyeol se tomó el atrevimiento de cerrar la puerta tras entrar y abrazar al bajito por la espalda, dándole un beso suave en la mejilla. Para la suerte del más alto, Baekhyun no se alejó de él, sino que correspondió al abrazó y sonrió todavía más.
—Arreglé este lugar para los dos —le dijo suavemente al oído y tomó la suave y pequeña mano del menor enlazando sus dedos—. Sé lo mucho que te gusta bailar, ¿me concedes un par de piezas?
—¿Pero cuáles? No hay música… —Su sonrisa se volvió divertida en cuanto la música comenzó a sonar como si de magia se tratara, pero solo había sido Chanyeol encendiendo el reproductor con el control que llevaba en su pantalón y sacó en ese momento.
Sin decir más Baekhyun aceptó y el mayor lo llevó hasta el centro de ese enorme salón. Solo eran ellos dos y eso estaba bien, al menor le gustaba y para Chanyeol la presencia del menor era todo.
Al ritmo de la música dejaron que sus cuerpos de perdieran, en baladas lentas, donde sus cuerpos se mantenían juntos, disfrutando del meneo del mismo y la respiración calmada del contrario cerca de sus cuellos. Para Baekhyun ese momento era único y mágico, le gustaba, y sobre todo, por la manera en la cual las manos de Chanyeol tocaban su espalda y cintura haciéndolo estremecer y poner nervioso.
Cuando el menor se sintió un poco cansado de estar bailando llevó al más alto al único sofá que encontró en su visita en ese salón, los dos tomaron asiento, todavía disfrutando de la música agradable del lugar. Chanyeol se puso de pie yendo a la barra de bebidas de donde consiguió un par de tragos que le dio al menor y volvió a tomar asiento.
—Hace tiempo que no bailaba, gracias —confesó el menor siendo que no había podido salir a ningún lugar así, y mucho menos cuando todo su tiempo se lo dedicaba al mayor—. ¿Te costó mucho hacer todo esto? —inquirió mirando todavía maravillado el lugar.
Chanyeol negó sin emitir palabra alguna, solo se dedicó a mirar al más joven, causando que este se ruborice un poco ante su mirada fija.
—Quería hablar contigo —mencionó el alto tomando una vez más la mano del menor y acarició sus dedos, los mismos que se sentían suaves y delgado—. Dejaré a Luhan.
La respiración de Baekhyun se detuvo, al punto que se sintió un poco mareado por eso. Miró a Chanyeol cual si este tuviera dos cabezas y cien ojos en el rostro, no lo creía. Hundió el ceño poniéndose de pie, sintiéndose muy molesto.
—No me salgas con bromas estúpidas, Chanyeol —pidió Baekhyun mirándole severo, de pronto se sentía abrumado en ese lugar tan solo con el mayor—. No te voy a perdonar que…
Guardó silencio al ver a Chanyeol de pie y después ponerse de rodillas frente a él. Esa mirada que mostraba el más alto solo dejaba claro que no estaba mintiendo, Baekhyun podía verse a través de ellos y eso le hizo sentir su pecho apretado, pero no era un sentimiento de malestar, sino algo muy grato. Chanyeol metió su mano dentro de su chaqueta de cuero café sacando de ella una pequeña cajita. Baekhyun sentía que en cualquier momento se podrían desmayar. No quería ponerse a pensar en nada que pudiera causarle alguna desilusión, pero Chanyeol estaba ahí, de rodillas frente a él con una cajita en la mano que abrió dejándole ver un bonito anillo de plata, con pequeños diamantes incrustados que formaban dos letras, C y B. Sabía que significaban esas letras. Mordió sus labios antes de cubrir su boca, aguantando las ganas de llorar que le dieron en ese momento.
—Sé que he sido un estúpido todo este tiempo contigo —habló Chanyeol con los ojos ocusos—. Pero siempre he sabido que eres el amor de mi vida, el complemento que me hacía falta y la razón de mis alegrías todos los días. Eres tú quien me ha hecho el hombre más feliz con solo existir y poder tener la dicha de besarte, tocarte y poder amarte me hace el hombre más feliz del mundo. Baekhyun, eres mi todo, desde mi mejor amigo hasta el amor de mi vida, cásate conmigo.
El menor no lo dudó. Las lágrimas ya estaban bajando como cascadas por sus mejillas rojas cuando se lanzó a los brazos del más alto, dándole un beso en los labios, los cuales había extrañado como a nada en la vida y sentirse en los brazos del hombre que amaba era tocar el paraíso con sus propios dedos una y otra vez.
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Tal como lo había pensando sucedió. Los problemas entre los dos parecía que se habían solucionado por completo. Después de esa velada entre los dos hablaron de muchas cosas, las cuales Chanyeol había tenido siempre muy presente.
Todo estaba bien para el menor en ese momento, solo debía ser un poquito más paciente y esperar a que su ahora prometido, termine la relación oficial que tiene con LuHan y él pueda obtener ese título.
Y cualquier persona podría decir que Baekhyun era tonto por creer en promesas, pero él conocía a Chanyeol y sabía que haberle pedido que sea su esposo, era la prueba de que iba a acabar con esa relación y estarían pronto juntos.
Y Chanyeol estaba decidido, tanto que hablar con sus padres no le causó miedo pero sí ocasionó una fuerte discusión. Para los mayores no era solo cuestión de relaciones amorosas, el compromiso que Luhan y él tenían era algo más que eso, era una sociedad de importancia que no podrían perder por ningún motivo y eso complicaba las cosas y sus planes.
—No puedes salirnos con esto, Chanyeol —dijo su padre con voz fuerte y profunda, mirando severo a su único hijo—. Llevas años saliendo con Luhan, ¿por qué ahora sales con esto?
—Papá… las cosas solo suceden —dijo.
Y quizá fue ese su error más grande, haber usado esa frase que su padre se encargó de usar en su contra para poner las cosas a su favor, alegando que su relación y amor por Baekhyun era algo pasajero, que estaba confundiendo amistad por amor si las cosas habían sucedido de pronto.
Y no le dio la oportunidad de explicar que ese sentimiento estaba vivo desde que comenzó a salir con Luhan.
Quizá hablar con su novio sería lo mejor, Luhan era una persona dulce y comprensiva, quizá podría entender lo que había pasado y aunque temía que rompería los sentimientos del joven, creía que era lo mejor.
No quería perder a Baekhyun. Había pasado dos semanas y media desde que las cosas iban mejor entre los dos. Sabía que el menor era paciente pero también que ya estaba cansado de esperar, y más tiempo sería un nuevo problema.
Estuvo toda la tarde después de ver a sus padres hablando por mensaje con su pequeño médico, con quien compartió lo que había hecho en su día a excepción de la plática que había tenido con sus progenitores.
Pero sabía que no podía dejarlo en el olvido, en algún momento tendría que contarle la realidad, sus padres no aceptaban su relación y estaba en contra de que termine a Luhan.
Alrededor de las 8:30, caminó hacia la puerta de su departamento, era la hora en la que tenía que ver a su bonito novio, quien pasaba todas las tardes a verlo y cocinarlo algo rico de cenar, después de que el chico venía cansado del trabajo, pero incluso así, nunca mostraba eso ante Chanyeol.
Abrió la puerta sonriendo al menor, este entró como siempre, con tal confianza al departamento después de haberle dado un beso en la mejilla y llevó el par de bolsa de compras hacia la cocina.
—Te tengo una buena noticia, amor —avisó Luhan sonriente, asomándose por la puerta de la cocina, viendo a su novio cerrar la puerta y mirarle en ese momento. Sonrió todavía más—. ¿Quieres saber qué es?
—¿Te ascendieron en tu trabajo? —preguntó con ánimos, deseando lo mejor para su pareja.
El menor soltó una risa divertida y saliendo por completo de la cocina se acercó al más alto abrazando al mismo por el cuello y le besó los labios, en un beso tronador. Chanyeol sonrió un poco incómodo, no debería estar haciendo eso cuando le había pedido matrimonio a alguien más.
—No, bebé —aclaró el bajito, acariciando las mejillas del mayor—. Tengo mi día libre mañana, así que… me quedaré a dormir contigo hoy, así mañana te puedo prepar un rico desayuno.
Chanyeol miró al menor lleno de confusión ante su noticia, le parecía de lo más loco y extraño que el contrario le han dicho en todo el tiempo de conocerse, nunca había dormido juntos, ni siquiera en algún momento de hormonas, puesto que Chanyeol estaba seguro de que ese momento solo lo podía compartir con Baekhyun, pero… ¿qué podía hacer en ese instante? El menor se veía animado de hacer eso y esa sonrisa traviesa en sus labios le dejan un poco intrigado.
—Oh, no me lo esperaba —confesó el alto sonriendo al momento que acariciaba los cabellos ajenos—. ¿Tus padres no verán mal que te quedes conmigo? Todavía no estamos casados y…
—Está bien, ellos no lo saben —confesó con toque travieso el menor.
Luhan tomó la mano de su pareja llevando al mismo hasta el sofá de su sala, donde lo sentó dedicándole una sonrisa para ir corriendo hacia la cocina, de donde volvió con un par de vasos medianos y una botella de licor. Chanyeol sí que estaba sorprendido.
—¿Y eso? —preguntó viendo cada movimiento del más joven.
El bajito colocó los vasos sobre la mesa y sirvió un poco del licor en los mismos dándole uno al mayor y el otro lo tomó él bebiendo un poco del trago, sin dejar de mirar al contrario.
—Sabes que no soy de ir a antros a beber, y que mejor que hacerlo con mi futuro esposo, ¿no lo crees? —explicó.
Chanyeol asintió, de todas las personas él sería incapaz de hacerlo algo malo al menor, y estaba bien que se quedara a beber con él. Sin pensarlo más comenzó a beber con el menor, tomando un dulzón humor, que pronto se convirtió en risas entre los dos, abrazos amistosos y uno que otros beso que Luhan se encargaba de llevar más allá de un simple roce.
Las manos del menor jalaron al alto por el cuello profundizando un poco más el beso, mismo que era uno con sabor a alcohol que comenzaba a nublar los sentidos del mayor, quien había ingerido más alcohol hasta ese momento. El menor fue hábil al tomar al chico y subirse sobre el mismo, quedando sentado sobre sus piernas a horcajadas. Chanyeol trató de evitar al menor cuando este comenzó a frotarse contra él, pero la imagen de Baekhyun haciendo eso le hizo corresponder a las caricias ajenas con devoción.
Dejó al menor sobre el sillón, colocándose encima de su cuerpo y entre sus piernas, frotándose constantemente contra él mientras jadeaban sobre la boca ajena, solo se detuvo un momento cuando sintió su móvil vibrar en su bolsillo. Lo sacó con cuidado pero Luhan se lo quitó y colgó la llamada.
—No te distraigas, yo estoy aquí —susurró Luhan, bastante avergonzado por su atrevimiento pero aún así volvió a besar al más alto.
Chanyeol solo pudo escuchar su celular sonar dos veces al llegarle un mensaje pero ignoró este por completo.
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Se acomodó la maleta, mirando como subía los pisos en el elevador. Estaba algo cansado, pero sabía que su pareja le haría sentir bien con su presencia en cuanto lo viera. No le había parecido tan extraño que no atendiera a su llamado la noche anterior, puesto que sabía que a veces caía dormido por el cansancio que llevaba todos sus casos en los cuales trabajaba.
Y también, creía que estaba bien si llegaba de sorpresa, y dado el caso no que no lo encontrara en el departamento no importaba, tenía llaves del mismo y podía descansar mientras llegaba.
Al salir del elevador camino solo unos cuantos pasos por el pasillo del piso, hasta llegar a la puerta marrón del piso de Chanyeol. Sonrió y abrió la puerta, las luces estaban apagadas y las cortinas corridas, por ello todo estaba oscuro. Buscó el botón de la luz a ciegas tropezando con un par de zapatos que apenas pudo apreciar en la oscuridad. Mordió sus labios, pensaba que Chanyeol había sido descuidado de dejarlos en la entrada en vez del pequeño espacio donde siempre los acomodaba.
Una vez las luces se encendieron Baekhyun se quedó mirando el departamento, su mirada paró en la mesa de la sala, había dos vasos y una botella de licor vacía. Algo en su pecho le decía que no estaba bien eso, si hubiera solo un vaso su tranquilidad se hubiera mantenido en pausa, pero algo en su corazón le decía que no. Apretó sus labios dejando su maleta en la entrada, caminó hacia la habitación de Chanyeol quedándose en la puerta, parado con el alma yéndose de su cuerpo en ese momento.
Si en algún momento llegó a pensar que algo la había dolido más que nada, se equivocó. Porque ver a Chanyeol ahí, sentando al borde de su cama, con la mirada confusa y desnudo, le dolía como si se enterrase cientos de cuchillos en su cuerpo y después le echaran ácido a las heridas. Sollozó llamando la atención de Chanyeol. El alto parecía no darse cuenta del asunto, pero en cuanto reaccionó su expresión fue pálida, cual si hubiera visto un fantasma en ese instante. Miró hacia a un costado, topándose con el cuerpo de Luhan, desnudo a su lado con solo un par de sabanas cubriendo algunas partes de su desnudez.
—Baek —susurró apenas.
El aludido solo negó con su cabeza, no necesitaba explicaciones estúpidas en ese momento. Solo dio media vuelta caminando apresurado hacia la salida de ese lugar al que no debió entrar. Se detuvo cuando sintió la mano de Chanyeol tomar la suya jalándolo antes de que pueda irse, le miró y Chanyeol sintió que el alma se le congelada ante lo frío de esa mirada.
—Déjame ir —pidió con la voz baja, cual si realmente no quisiera armar un escándalo en ese momento—. Vuelve allá, tu amado novio se sentirá solo y herido si se levanta y no estás a su lado.
—Baek, no es como crees yo… —No sabía que decir. No había excusa para lo que había hecho, lo sabía y sabía también que perdería al menor en ese momento. Lo había traicionado después de todo—. Te amo.
—Vaya manera de demostrarlo —dijo con ironía mirando la desnudez del chico. La sola idea de saber que ese hombre al que creyó suyo todos esos años le haya engañado con alguién más le quemaba el alma—. Vuelve con tu futuro esposo —pidió tomando su mano y jaló de la misma algo que dejó sobre la mano de Chanyeol sin soltar todavía la misma.
—Ese eres tú.
—Ya no. Sé feliz —susurró sintiendo que la vida la dejaba en ese momento que soltó la mano de Chanyeol y salió por completo del departamento al tomar su maleta e ir directo al elevador.
Chanyeol se quedó estático un momento, temeroso regresó a ver su mano, dándose cuenta de que el menor había dejando en ella ese anillo de compromiso que le había dado semanas atrás.
—¿Amor?
La suave voz de Luhan quien recién se despertaba y había salido del cuarto a buscarlo, le recordaba exactamente lo que había causado. Había perdido para siempre al amor de su vida, por haber roto la confianza que por años se había estado esforzando en mantener y nunca faltar.
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La sonrisa del novio debía ser enorme, a la par que la sonrisa de los invitados, quienes se pusieron de pie mirando hacia la entrada de la iglesia en cuanto la marcha nupcial comenzó a sonar dando paso al bonito chico de ojos cafés, cabello negro y baja estatura, quien sonreía amplio mientras caminaba lento para llegar al amor de su vida.
Pero su sonrisa era pequeña, bastante forzada y no estaba feliz a pesar de que tenía que fingir todo lo contrario.
No debía ser Luhan a quien le tomara las manos en ese momento que su padre se lo entregó como su tesoro más preciado. No debía ser Luhan a quien le juraría amor eterno y fidelidad, cuando nunca se la había dado antes. No debía ser él, pero era Luhan quien estaba a su lado en ese momento, a punto de convertirse en su esposo y el menor se veía realmente feliz.
Las cosas no siempre salían como esperaba, realmente había sido un estúpido por haber engañado de esa manera a su mejor amigo, su todo, el amor de su vida. Haberle jurado amor siempre y de pronto, haberlo traicionado de esa manera tan estúpida.
Buscar al menor durante varios meses fue lo que hizo sin tener suerte, Baekhyun pareció que hizo pactó con algún demonio para desaparecer de la faz de la tierra y evitar tener contacto con él. El teléfono no sonaba, no contestaba mensajes y mucho menos estaba en casa de sus padres ni en su departamento. Nunca más volvió a ese departamento que compartieron durante años cada fin de semana, y mucho menos volvió a ir a esos lugares en donde ellos muchas veces tuvieron citas o algo similar, y cada día que pasaba sin encontrarlo era un día más en el cual su madre y Luhan hacían los preparativos de su boda.
Para Chanyeol, los días no volvieron a ser igual. Sentía que nada tenía sentido y nada le llenaba, no estaba ya su energía en forma de sonrisas rectangular y mucho menos dos luceros brillantes que se hacían pequeños y risueños cuando se veían. Todo estaba mal para él, y tener que fingir que todo iba bien era difícil.
Y al paso del tiempo ya no había nada que hacer, más que aceptar el deber que tenía con su familia.
—Si hay alguien que esté en contra de este matrimonio, que hable ahora o calle para siempre —dijo el cura mirando a todos los presentes.
Pero no, no había nadie que quisiera irrumpir ese matrimonio. Todos los presentes esperaban que el novio más alto sellara ese matrimonio con un dulce beso de amor y fueran felices.
LuHan le sonrió al mayor apretando suave su mano y cerró los ojos cuando el más alto se acercó a él dándole un beso que terminó por unirlos para siempre.
Y para él estaba más que claro, nunca fue LuHan el intruso en esa relación, sino él, quien se metió hasta más no poder llevándose todo lo que quizás ese chico de bonito rostro y ojos dulces merecía, pero al final…
—Al final te quedaste con él y lo tendrás toda la vida —susurró Baekhyun, viendo la ceremonia desde atrás de un pilar grande, con los ojos húmedos y el corazón desecho de ver al amor de su vida saliendo del la iglesia de la mano de alguien más.
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Y qué dijeron, este es el final, que podría ser peor? Pues... Déjenme decirles que viene lo peor. Okno jaja.
Espero realmente que sí les haya gustado, este ha sido el primer capítulo, pronto estaré trayendo la segunda parte y la tercera, si es que la segunda no me alcanza para acabar el fic.
Solo puedo decir, que la segunda parte trae cosas verdaderamente juertes para Chanyeol y Baekhyun, y tambien para el ingenuo de Luhan.
Nos leemos, no se olviden de comentar así sabré si quieren la segunda parte y votar, eso sería un lindo detalle por las horas sentada escribiendo el capítulo., 🤫
Nos leemos.
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