La introversión es una característica propia de personas cuyo interés está orientado hacia actitudes internas. Prefieren realizar actividades a solas antes que en compañía, disfrutan de su propia compañía o de la de unos pocos amigos, huyen de las multitudes y se sienten fuera de lugar en fiestas o celebraciones multitudinarias.

Izuku Midoriya pertenecía a este selecto grupo de personas. Aunque al principio se sintió algo triste, pronto le agarró gusto a esta forma de vida. Había varias razones para ello, como no ser muy agraciado para el gusto femenino y no tener buenas conversaciones con personas que tenían gustos más comunes.

El peliverde aprendió que ser invisible era algo muy agradable; sabía cosas de todos mientras se enteraba de asuntos que no tenían nada que ver con él.

—Oye, ¿tienes una toalla sanitaria? Es que me vino Andrés —pudo oír la plática de unas chicas detrás de él.

Suspiró mientras leía su teléfono, intentando no ser juzgón al respecto.

Pero un día todo cambió. Tuvo que cambiarse de escuela debido a un nuevo empleo de su madre. Era irónico que su madre estuviera más preocupada por el cambio de aires de su hijo que el propio Izuku.

El peliverde no dejaba a nadie y nadie lo dejaba a él.

Entonces llegó a este nuevo colegio y... todo se fue abajo.

Ser extrovertido implica una apertura hacia el mundo exterior, una tendencia a buscar la estimulación social y una facilidad para conectar con los demás. Los extrovertidos encuentran su energía y vitalidad en la interacción con otras personas y disfrutan al compartir sus pensamientos y emociones abiertamente.

En esta escuela, los introvertidos estaban en peligro de extinción. Izuku había oído que los introvertidos son imanes para personas que son sus polos opuestos: ¡extrovertidos! Y en esta escuela abundaban por montones.

Primero conoció a un chico como él. Su nombre era Tamaki, un veterano en el área y también alguien que odiaba la atención porque se ponía nervioso. Pero entonces apareció uno de ellos: Mirio Togata. Izuku pudo ver gradualmente cómo el joven jalaba al pobre Tamaki a sus paseos a la hora del almuerzo. Platicaba y platicaba con él. Tamaki había sido adoptado por un extrovertido.

—Entonces el rumor era real, eh? —pensó Izuku con una mueca.

El chico parecía nervioso, pero de alguna manera Togata había logrado su objetivo. Lo mismo pasó con una chica llamada Nejire. Izuku pensó que era una introvertida, pero resultó que simplemente era amargada. Ahora había cambiado en un giro de 180° (no 360°) volviéndose alguien curiosa y muy alegre.

Izuku no tenía nada en contra de ellos, pero simplemente le gustaba disfrutar sus momentos de soledad, que eran casi todo el tiempo. Sus dibujos, sus canciones y sus videos de héroes eran su refugio.

—¡Pobre Spiderman, déjenlo ser feliz! —susurró Izuku mientras observaba cómo lo habían dejado los seis siniestros.

Izuku había logrado ser invisible todo este tiempo, además de que era una prevención contra los abusones que había sufrido en el pasado. Mientras escribía en la pizarra, alguien le tocó el hombro.

—¡Oh! ¡Hola! —parpadeó.

Una chica castaña le habló. ¿De dónde había salido esta chica?

—He... hola... —el peliverde saludó mientras volvía su mirada a la pizarra, o al menos lo intentó, ya que ella le volvió a hablar.

—¿Cuál es tu nombre? —preguntó ella.

—... Disculpa?

—Tu nombre.

Izuku, pese a ser introvertido, era educado, pero esto no le había pasado antes.

—Midoriya... Izuku Midoriya —el peliverde tosió un poco.

—¡Oh! Mi nombre es Aoko Touko —dijo la chica mientras le estiraba la mano.

¿Lo quería saludar? El peliverde, algo extrañado, hizo el gesto.

Pero todo se volvió más extraño cuando vio la sonrisa de Tamaki. Todo esto le dio escalofríos...

(...)

—¿Qué escuchas? —Izuku casi tuvo un infarto cuando vio el rostro de Aoko sobre su hombro.

La clase había acabado y se había puesto sus audífonos.

—Eh? Yo... Canciones en inglés —era irónico; no era muy bueno en inglés.

—¿Oh? ¿Y qué bandas te gustan? —preguntó la joven.

—Yo... Mm, variado... —Izuku se empezó a sentir algo incómodo, pero ella no parecía notarlo.

— Has escuchado está canción?— la chica busco en su celular y rápidamente se lo puso enfrente

Una melodía empezó a sonar

Izuku curiosamente la reconoció

— Yo...creo que si... La he oído...

— Adivino! En la nueva película de James bond!— ella río

El peliverde parpadeó

— Eh si...claro ahi— el peliverde mintió realmente lo había visto en los edits del animé jujutso kaisen cuánto itadori le mete la putiza de su vida a mahito

— Es de la artista Adel — dijo ella mientras guardaba su celular y se levantaba de su asiento — No vas a ir al comedor?

— Eh? No! Yo Cómo aquí — Izuku aclaró

— A okey...— la chica se despidió

El peliverde parpadeó

Que demonios fue eso?

Continuara...