especial: la marca
Aquella semana había sido un torbellino de emociones satisfactorias, una marea de felicidad que agitaba su estómago.
Estaba saliendo con YoonGi, su pequeño y dulce omega le quería. Contrario a lo que siempre había creído, la gente no había dejado de lado al menor, simplemente, habían ido acostumbrándose a su propia presencia. Caminaban tomados de las manos como cualquier pareja, solo que ellos habían llegado al punto de ser inseparables.
Todo elumdo se había acostumbrado a ver junta a la feliz pareja; ahí donde YoonGi fuera, estaría JiMin.
Él aprovechaba cualquier ocasión para probar los labios de YoonGi, no importaba el momento y el lugar. Y YoonGi no parecía estar precisamente molesto por ello.
Los besos de JiMin eran adictivos, sus labios gruesos y suaves, su boca posesiva y cariñosa. A veces, apenas eran un roce de labios, como un susurro que expresaba sin palabras todo lo que sentían. Otras, eran besos apasionados, donde sus lenguas jugaban el papel primordial, besos arrasantes que los dejaban jadeantes, ávidos de seguir probando y seguir explorando en la boca del otro. Aquellos besos eran gritos aonaire de lo mucho que se querían.
Estaban plenamente enamorados pero, aún así, JiMin todavía no marcaba a YoonGi como su pareja. Esa decisión no la tomaría hasta un par de días después.
Los omegas en celo nunca se cambiaban junto al resto de sus compañeros alfas y betas. Habían estrictas políticas contra la segregación de clases, pero meter a un omega en celo en un vestuario de alfas sobre-estimulados por el ejercicio, era prácticamente un suicidio. No importaba lo mucho que los supresores ayudaran a camuflar el olor (que en el caso de YoonGi, no era mucho). JiMin seguía ignorando en gran parte a sus compañeros de clase, por esos no fue hasta ese momento que no prestó atención al joven alfa que había como alumno nuevo aquella mañana.
Se podría decir que era realmente apuesto, con marcados rasgos masculinos y un cuerpo ejercitado. Desde que había llegado, todos los omegas suspiraban por él y por su seductora sonrisa. Parecía un alfa poderoso. MinHo era su nombre, si JiMin mal no lo recordaba.
── ¿Qué tal tu primer día? ── preguntó Jackson, palmeando amistosamente la espalda del recién llegado.
El chico sonrió, parecía una persona amistosa, con facilidad para relacionarse. JiMin sintió arcadas.
── Genial.
── ¿Has visto algo que te interese? ── preguntó JaeBum, moviendo las cejas sugerentemente, dando a entender que no se refería a alguna asignatura.
Los tres chicos rieron en camaradería.
──Bueno... Puede ser.
── ¿Y bien? ¿Quién es la o él afortunado?
MinHo sonrió misteriosamente.
── No sé su nombre, pero es el omega más bonito que alguna vez he visto.
El alfa parecía verdaderamente ilusionado.
── Esta mañana me ha sonreído y, ¡Dios, parece un ángel! Creo que está en celo, su olor es jodidamente dulce.
── Wow, parece que ese chico te ha dado fuerte. ¿Cómo es? A lo mejor nosotros lo conocemos.
── Pues... Es pequeño, muy bajito, pero su cuerpo es como uff. Tiene las mejillas rellenitas y los labios más besables de toda la historia de los labios besables. Su cabello es rubio y ondulado, parece tan suave que...
JaeBum y Jackson contuvieron la respiración, sabían perfectamente de quién estaba hablando su nuevo amigo.
── ¿M-Min YoonGi? ── preguntó Jackson, sintiendo el miedo crecer en su interior.
── ¡Sí, es él! ¿Creen que le gustaría ser mi omega?
── Lo dudo mucho.
Una fría voz a sus espaldas tensó por completo el cuerpo de Jackson y JaeBum, que se miraron como si algún tipo de bestia despiadada estuviera acechando detrás de ellos. No estaban muy equivocados.
MinHo miró al recién llegado, no se veía especialmente contento. Cuando sus ojos negros como la noche se clavaron en él, gélidos como una cuchilla de hielo, MinHo sintió un escalofrío recorrerle la columna vertebral. Aún así, él no se dejaba achantar fácilmente. Cuadró los hombros y miró al mayor desafiante.
── ¿Y por qué no?
── Porque él ya tiene a otro alfa.
Y, sin decir nada más, JiMin pasó de largo golpeando el hombro de MinHo en el camino y salió del gimnasio. Sabía que YoonGi habría odiado que se metiera en una pelea, odiaba preocupar a su pequeño.
Los tres chicos lo miraron aún en estado de shock. JiMin tenía un extraño poder para dejarte clavado en el suelo con solo una mirada.
── Creía que ese omega no tenía alfa, no pude olerlo en él.
Jackson suspiró y dio una palmada en la espalda de MinHo.
── Ellos están saliendo, nadie sabe porqué no lo ya marcado aún, pero YoonGi es algo así como... Intocable.
Un muy furioso JiMin salió de los vestuarios y se apoyó en la pared, esperando a la única persona que podía conseguir tranquilizarlo en esos momentos. Su pecho subía y bajaba acelerado, sus puños estaban apretados, igual que su mandíbula, rezumaba ira por todos lados.
¿Cómo se atrevía aquel alfa desconocido a mirar siquiera a su YoonGi? Sabía que era precioso, pero no podía soportar a otros tipos un intentando ir por él. Eso tenía que acabar.
Cinco minutos más tarde, YoonGi salió charlando animadamente con un par de omegas más que también necesitaban usar el vestuario apartado.
Sus miradas se encontraron y el pequeño sonrió. El cuerpo de JiMin se relajó automáticamente. YoonGi corrió en su dirección y él le abrió los brazos para que su pequeño novio pudiera refugiarse dentro.
JiMin lo estrechó con fuerza, hundiendo la cabeza en su sedoso cabello, aspirando el dulce aroma para terminar por tranquilizarse.
YoonGi notó la tensión en la postura de JiMin, y alzó la mirada con la barbilla aún apoyada en el pecho del mayor.
── ¿Pasa algo? ── preguntó ligeramente preocupado.
JiMin suspiró, aquello ojitos brillantes eran su perdición.
── Te quiero.
YoonGi se sonrojó y sonrió tímidamente, pero no apartó la mirada.
── Y yo a ti.
JiMin descendió sus labios hasta posarlos sobre los de YoonGi en un suave y cálido beso.
── ¿Puedo ir esta tarde a tu casa?
El alfa había estado muchas veces en casa de YoonGi, pero había algo en sus ojos que decía que esta vez sería diferente. YoonGi sintió su corazón acelerarse cuando asintió.
── Llamaré a mi tía para vaya a buscar a JiHoon.
El resto del día lo pasaron juntos como siempre, pero había algo distinto en la manera que se tocaban, algo más íntimo y especial.
La espera hasta el final de las clases había sido eterna. JiMin habría propuesta escapar antes de no ser porque sabía que YoonGi nunca habría aceptado. Cuando finalmente sonó el timbre, se despidieron escuetamente de SeokJin y caminaron tomados de laano hacia la casa del omega. Un extraño silencio expectante les envolvía.
Por suerte, su tía pudo ir por su hermano a la escuela y tenían la casa para ellos solos.
Cuando llegaron, JiMin decidió que no era momento para ponerse tímido. Tiró de YoonGi hasta su cuarto, dónde ambos se sentaron en la cama, mirándose con intensidad.
── ¿Tú también lo sientes? ── preguntó JiMin en un ronco susurro, acariciando el rostro del omega con una mano. Su piel era tan suave como la seda fina.
YoonGi ladeó el rostro confundido, disfrutando del contacto con la mano de JiMin.
── Mi lobo está a punto de volverse loco.
El rubiecito sonrió.
── YoonGi, te amo. Demasiado; mi lobo y yo lo hacemos. Sé que este es un paso muy importante y, si no estás seguro, no tiene porqué hacerlo, pero...
YoonGi acalló el vacilante de discurso de JiMin uniendo sus bocas en un beso apasionado. Él también lo amaba y lo deseaba con todas sus fuerzas, aunque nunca fuera capaz de admitirlo en voz alta sin que sus mejillas se sonrojaran.
JiMin gimió en medio del beso y sujetó con fuerza la estrecha cintura de YoonGi. El omega pasó una pierna sobre las de JiMin, quedando sentado a horjacadas sobre su regazo.
El agarre en la cintura se afianzó. JiMin sentía su miembro duro dentro de los pantalones, pugnando por ser liberado. Cuando YoonGi hizo un movimiento inconsciente con su cadera, frotando sus glúteos contra la furiosa erección que se apretaba contra él, JiMin siseó.
── Joder. ── maldijo el alfa entre dientes, apretando a YoonGi hacia abajo.
El omega sintió las vibraciones en el pecho de JiMin y sus excitantes gruñidos que no hacían más que calentarlo al nivel de un horno industrial. Repitió el movimiento de caderas, creando una deliciosa fricción que los hizo gemir a los dos. JiMin simuló una embestida.
── Ji-JiMin, por favor...
YoonGi sentía la fuerza arrasadora de que celo invadirle, haciendo que sus instintos más básicos tomaran el control de su cuerpo. Llevó sus delgadas manos al dobladillo de la camiseta de JiMin y la levantó rápidamente, sacándosela y lanzándola a algún lugar olvidado de la habitación. Después hizo lo mismo con la.suya, necesitaba sentir su piel.
Sus cuerpos estaban calientes y tan necesitados por consumirse que apenas podían detenerse a tomar aire.
JiMin tumbó a YoonGi sobre el colchón, devorando aún sus labios. Solo se separó para retirar lo que quedaba de ropa en su menudo cuerpo. Ya había visto al omega desnudo antes, pero volvió a sentir como si estuviera contemplando una porción de paraíso, algo que un simple mortal no debería estar presenciando.
Él también se deshizo de la poca ropa que aún lo separaba de su hermoso novio. Esta vez no había condón de por medio. Deslizó las yemas de sus dedos sobre el pecho de YoonGi, bajando a su terso abdomen. Haciendo caso omiso a la queja del omega, ignoró su miembro despierto y se dirigió a su entrada lubricada.
Dios, YoonGi estaba tan húmedo. Por él, solo por él.
Acarició el contorno de su entrada y YoonGi gimió.
── Por favor, JiMin, estoy listo. Hazlo ahora. ── suplicó lastimosamente, sientiendo su cuerpo arder.
Su celo le hacía estar más que listo para recibir al alfa. JiMin gruñó, deshaciéndose del poco autocontrol que le quedaba. Se incorporó y separó bruscamente los muslos de YoonGi, exponiendo al completo su culo. Con la mano temblorosa, guió su palpitante miembro hacía la estrecha entrada y empujó suavemente en su interior. Nos jadearon con la intromisión. JiMin dió un rápido golpe de cadera, introduciéndose por completo en YoonGi.
── ¡JiMin! ── gritó, arqueando la espalda.
Sus brazos rodearon la espalda desnuda de JiMin y sus uñas se introdujeron en la pálida piel.
── Joder, YoonGi.
JiMin empezó a moverse, dando indirectamente en aquel punto que hacía que YoonGi pusiera los ojos en blanco con cada estocada. Con cada "más" pronunciado por los dulces labios del omega, JiMin iba perdiendo poco a poco la cordura. Aquella debía ser laejor sensación del mundo, YoonGi lo apretaba tan exquisitamente que estaba a punto de ver las estrellas. Una supernova se estaba formando en su interior.
── JiMin, ah-ah~
Las embestidas llevaban un ritmo frenético y el sonido de la pelvis chocando se entremezclaba con el de sus jadeos, poniéndole la banda sonora más erótica a aquel maravilloso momento.
── Te amo... ── susurró YoonGi antes de correrse con fuerza entre sus cuerpos, sosteniéndose con fuerza de los musculosos brazos de JiMin.
La sensación de YoonGi apretando su miembro espasmódicamente y las uñas clavadas con fuerza en su piel le llevaron al borde de un abismo sin fondo visible. Justo antes de acabar, llevó su boca a la garganta de YoonGi, justo en el lugar en el que se unían cuello y hombro.
Sentía como sus dientes aumentaban de tamaño en su boca, dejando entrever su naturaleza de alfa. Una fuerte estocada más y se corrió con fuerza, hundiendo los colmillos en la tierna carne.
Saboreó la sangre del omega, mientras el nudo de acoplamiento se deslizaba desde la base a la punta de su miembro, amarrándose en el interior del dulce cuerpo bajo el suyo. YoonGi sintió su cuerpo temblar de nuevo, en una fuerte réplica de su orgasmo, cuando sintió el nudo de JiMin llenarle por completo.
El alfa rodeó a su pareja con los brazos, mientras el nudo se retiraba lentamente. Ambos sonrieron agotados, acababan de unirse para siempre, y la prueba de ello era la reciente marca violácea que adornaba la piel lechosa de YoonGi.
[ ♡ ]
Al fin, jsjsks. Gracias por haber leído 💕
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