09.

—Jesus, Niall —solte al chocar de frente con el rubio mientras salia de mi última clase del día. El chico me dedico una brillante sonrisa, esas de comercial y me hizo un gesto para que caminara, colocandose a mi lado. Le dedique una mirada frustrada—. ¿Tu no tienes nada que hacer además de fastidiarme?

—Creame, señor Malik, tengo muchas cosas más interesantes que hacer que seguirlo a todos lados. —bufó.

—¿Entonces porqué lo haces? Tengo veinticinco, puedo cuidarme solo. —rodee los ojos—. Sin agregar el hecho de que asisti a esta escuela por seis años, creeme cuando te digo que no voy a perderme.

—No me preocupa que se pierda —hizo un gesto de saludo con la mano hacia una chica cuando paso a nuestro lado antes de devolver la mirada hacia mi, su ceño profundamente fruncido—. Su falta de respeto del reglamento social de la institución es lo único que ha estado erizando mis nervios ultimamente. Y como parte del comité de bienvenida, y el hecho de que la mayor parte de los estudiantes le teme, debo ser yo quien lo vigile para que no cometa una estupidez.

—¿Que fue lo que hablamos sobre tratarme de usted? —gruñi.

—Quedamos en que lo llamaria por su nombre estando en privado, pero como ve, estamos en medio de un pasillo repleto de estudiantes por lo que la forma indicada de dirigirme a usted por el momento es correcta —espanto mis palabras con su mano—. En cuanto al reglamento...

—¿Que hice ahora? —lo corté—. Ni siquiera he salido del maldito edificio, no he hecho más que dar mis clases, ¿como rayos pude violar tu maldito reglamento?

—No es mi reglamento, son las reglas sociales que el consejo de profesores ha decidio impartir sobre sus estudiantes dandoles la libertad de crear nuevas reglas, aparte de las ya socialmente aceptadas —rodeé los ojos, susurrando la última parte junto a él ya que me la sabia de memoria. Al parecer se dio cuenta de que le estaba haciendo burla ya que se volteo hacia mi con una mirada fastidiada—. Sé que ya se sabe esto, señor Malik, pero al parecer tiene un serio problema con acatar ciertas leyes morales. Si estas violaciones sociales siguen adelante, me veré obligado a hablar con el director.

Lo miré con una ceja elevada—. Hablas como si fueses un maldito audiolibro —me queje—. Y por lo demás, no tengo idea a que te refieres. Iluminame, ¿quieres?

Suspiró y se cruzo de brazos, deteneniendose en una parte del pasillo con pocos estudiantes—. He pasado por alto su insistencia en estar todo el bendito tiempo pegado a el señor Styles, por el simple hecho de que es su alumno y que siento que el chico merece que alguien rompa un poco las reglas por él pero no permitire que la ley sobre la confraternización entre profesores sea rota de una manera tan descarada.

—Audiolibro —canturre—. Hablame claro, ¿si?

Sus mejillas se colorearon con rabia—. Su salida con el profesor Payne es una clara violación a dicha regla.

—Oh. —asentí.

—¿Oh? ¿Es todo lo que va a decir? —chilló, sonrojandose aun más fuerte al darse cuenta de la voz chillona que resulto de su desacato. Tomó aire y lo soltó lentamente—. Miré, señor Malik, no estoy haciendo esto por que tenga ganas de fastidiarlo, sino porqué a pesar de que es un dolor de cabeza constante, le tome simpatia. Si este chisme llega a oidos del director, será despedido y su curriculum estará manchado por algo tan simple como su ineficencia intentando mantenerse en sus pantalones.

—¿Me estas tratando de cachondo? —interrogue, intentando no reirme del niño.

—Tengo la teoria de que la adolescencia llego tarde a su cuerpo, causando que una gran cantidad de hormonas que tendrian que haber sido liberadas hace años fuesen disueltas de golpe en su organismo, causando que su mente crea necesario encontrar un igual disponible para bajar la adrenalina que recorre su sistema —inclinó la cabeza y me examino con la mirada—. Es eso o fue un adolescente muy "cachondo", como usted dice, y parte de esa actitud a permanecido con usted todos estos años.

Sonreí antes de tomarlo por los hombros y mirarlo directamente a los ojos—. Te voy a dar un consejo, Niall. —dije suavemente—. ¡Deja de hablar como si fueras un maldito audiolibro de anatomia humana! Puede que tu coeficiente compita con el de Einstein pero vivimos en una sociedad donde ser inteligente es ser raro. Te lo digo por experiencia propia, cambia ahora o vas a quedarte solo.

Él me miró por unos segundos—. ¿Cuanto tiempo has estado solo, Zayn?

—Para ser tan inteligente, haces las preguntas más estupidas —evadí. Dando un paso atrás, suspiré—. ¿Porqué hablas conmigo? Fue Liam quien me invitó, dile a él que me desinvite y ya, al fin y al cabo ni siquiera queria ir en primer lugar.

El sonrojo volvió a su rostro, pero esta vez mucho más intenso, trepando desde su cuello hasta llegar a colorear la mayor parte de su rostro. Lo miré fijamente, notando como apartaba la mirada hacia el suelo como si tuviese miedo de que descubriera algo. Entonces recordé la charla que habiamos tenido sobre romper las reglas.

Me enfrente a su rostro y susurré—. ¿Tuviste algo con Liam, Niall?

—¿Que? —chilló sacudiendo la cabeza tan fuerte que pensé que se quebraria el cuello—. No sé de que esta hablando, usted esta intentando disuadirme del tema en cuestión.

Tomandolo del brazo sutilmente, lo arrastre más lejos asegurandome de que nadie escuchara nuestra conversación. Una vez que estuve lo suficientemente alejado, me cruce de brazos y lo miré, intentando intimidarlo.

—Yo creo que la cuestión aquí es que tu, niño-me-creo-perfecto, cometiste una infracción con uno de tus profesores —sonreí, viendo el nerviosismo que comenzaba a dominarlo—. ¿Me equivoco?

—Si te equivoca s—tartamudeo, olvidando por completo su actitud altanera de hacia unos momentos—. Yo jamás seria capaz de hacer una cosa tan estupida, soy demasiado inteligente para ello.

—Puedes ser la persona más inteligente del mundo pero sigues siendo un adolescente y como tu mismo dijiste, tus hormonas estan disparatadas —replique—. Así que, ¿que fue? ¿Te acostaste con él o que?

—¿Que? No, yo no... —negó rapidamente.

Eleve una ceja—. ¿Vas a seguir negandolo? Porqué la verdad creo que ya no tienes como zafar. Te atrape, chico, ahora, ¿vas a decirme lo que sucedio o tengo que ir a hablar con Liam?

—¡No! —grito, llamando la atención de varias personas en el pasillo. Rondando los ojos envie una mirada fulminante hacia los chismosos que estaban mirandonos—. Yo... fue un beso. Solo eso, un simple beso.

Asentí lentamente—. Apuesto todo lo que llevo en mis bolsillos a que te tocó el culo.

Sus ojos se abrieron el doble de su tamaño, enormes y azules en su extremadamente sonrojado rostro infantil. Intenté con todas mis fuerzas detenerme pero no lo logré, tuve que reirme de su expresión espantada. Era demasiado comica.

—Por tu mirada creo que acerté —dije entre risas.

—Eres un imbecil. —masculló.

—Si, ya me lo habian dicho —me encogí de hombros, limpiandome las lagrimas de risa intenté calmarme. Una vez que lo logré, lo miré seriamente—. Mirá, sé que eres uno de los mejores alumnos que ha tenido esta jodida institución, ¿si? Y que tienes un gran futuro en frente así que solo respondeme una cosa y olvidaré el tema si así lo prefieres —esperé que asintiera—. ¿Lo que sucedio fue totalmente consensuado?

—Si —asintió—. Él no me forzó a nada, lo juro. Yo... fue un momento de debilidad.

—Okey, momento de debilidad —sonreí—. Puedo parecer un amargado hijo de puta pero me preocupo por el bienestar de mis amigos y te considero uno, aunque respires para hacer mi vida más dificil. Así que si tienes algun tipo de problema, espero que me lo cuentes para poder ayudarte. Y sobre la salida con Liam... no la cancelaré.

—¿Eh?

—Nop —sacudí la cabeza con un poco de tristeza—. No fue una invitación romantica, Niall. Liam se siente culpable por cosas que sucedieron cuando eramos estudiantes y quiere encontrar la forma de que lo perdone. Solo quiere demostrarme que cambio y obtener mi perdón.

—¿Que fue lo que te hizo?

Parpadee, la diversión totalmente fuera de mi tono para ese momento—. Solo digamos que no fue la persona más amigable con la que me he cruzado.

—Tengo la sensación de que no te has topado con mucha gente amigable, ¿me equivoco?

—Te levantaste bocazas hoy —me queje, dandole un empujón para quitarlo de enfrente y reemprender mi camino—. Al contrario de ti, tengo cosas que hacer, Horan. Nos vemos luego.

—Nos vemos, señor Malik. —lo fulmine con la mirada ante el tono en que dijo las ultimas palabras.

Con mi mal humor potenciado por diez, afirme mi mochila y me encaminé hacia mi habitación.

***

Tres toques suaves sobre la puerta de mi habitación lograron sacarme del letargo en que me habia sumido. Cerrando el libro que habia estado leyendo, refregue mis ojos y miré la hora, haciendo una mueca cuando los grandes números rojos me devolvieron la mirada. 1.30am. ¿Quien rayos fastidia tan temprano?

Arrojando el libro sobre la cama, tome un pantalón de chandal de mi closet y me metí en él mientras me dirigia a la puerta. Habia estado varias horas planeando las clases y luego me habia sumido en el libro que intentaba terminar, por lo que ahora que habia salido de mi trance tenia hambre y sueño. Y adivinen qué, quien fuera que estaba del otro lado de la madera iba a tener que tratar con mi humor de perros.

—¿Que jodidos...? —me detuve cuando no encontré a nadie en la puerta. Con el ceño fruncido, observé a los lados del pasillo antes de que mi mirada finalmente bajara a la delgada forma acurrucada a un lado de mi puerta. Harry me miró a través de sus alborotados rizos, sus ojos verdes enormes y humedos detrás de su cabello—. ¿Harry? ¿Que haces aquí?

"Mi compañero me dejo fuera" gesticulo "No tenia donde ir".

—¿Como que te dejo fuera? —le hice un gesto para que se pusiera de pie y me hice a un lado para que pudiese pasar, asegurandome de que nadie lo habia visto antes de cerrar la puerta y girarme hacia él.

"Él cerró la puerta en mi cara" explicó, encogiendose de hombros "Lo hace a veces".

—Él no puede echarte sin más, Harry —me quejé, mirandolo incredulo—. ¿Al menos te dio una excusa o algo?

Sacudió la cabeza "Dice que soy un fastidio y que le gusta tomar un respiro de mi".

—¿Le has dicho esto a alguien? —sacudió la cabeza—. ¿Donde vas cuando te echa?

Volvió a encogerse de hombros "Por lo general duermo en el pasillo hasta que él me abre la puerta".

Abrí la boca, mirandolo totalmente en shock. Harry se removio inquieto, jugueteando con los bordes de su tapabocas mientras bajaba la mirada. Boquee un par de veces, como un pez fuera del agua intentando comprender lo que sucedia. No sé me ocurria nada para decirle a menos que le gritara y eso era algo que no queria hacer.

"¿Puedo quedarme? gesticulo "Dormiré en el suelo, no importa".

—No, Harry, no puedes quedarte —sacudí la cabeza—. Si alguien te ve aquí, me meteria en un lío del tamaño de Inglaterra.

Volvió a bajar la mirada, moviendo los dedos de sus pies descalzos por unos segundos antes de volver a mirarme "Iré a dormir al pasillo" me informó. "Dormiré en tu puerta y me iré muy temprano, lo prometo. No me hagas volver a mi edificio, ellos aprovechan cuando estoy durmiendo para hacerme daño".

—Wow, detente ahí —le hice un gesto—. ¿Ellos? ¿Ellos quienes? ¿Que te hacen?

"Cosas malas" gesticulo mientras se dirigia a la puerta.

Lo atrape de un brazo, impidiendole irse—. No puedo dejarte durmiendo en mi puerta, Harry, joder, no eres un perrito callejero.

"¿Entonces?"

—Iremos a hablar con el director. —apenas las palabras abandonaron mis labios quise retirarlas al ver el autentico panico en sus ojos. Sacudió la cabeza rápidamente—. Harry, no puedes seguir permitiendo que tu compañero te haga estas cosas. Tienes tanto derecho como él a estar en la habitación, debemos decirle a alguien.

—No —sacudió la cabeza—. No, d'año. É'l 'noja.

—¿Quien se enoja? —fruncí el ceño.

"Mi compañero" volvió a gesticular "Me metere en problemas si le dices a alguien lo que hace".

—¿Que quieres decir? No entiendo nada.

Harry suspiró y pareció realmente derrotado por un momento. "Mi compañero es mi hermano" explico al fin "Medio hermano, si quieres ser especifico. Él es quien tiene mi custodia, cumpliré dieciocho en un mes y seré libre de él pero si dices algo, le diran a servicios sociales" me miró suplicante, las lagrimas acumulandose en sus ojos "Por favor no les digas, no quiero volver a los hogares de acogida. Por favor".

—No llores, por favor —rogué—. Nunca sé que hacer cuando la gente llora. Te prometo que no diré nada, pero deja de llorar.

Harry se limpio los ojos aunque la tristeza no se habia ido aun. "Gracias". Jalando uno de sus rizos me dio una última mirada y se dirigio a la puerta. "Buscaré un lugar para domir".

Suspiré, frotandome la cara con las manos—. Maldición, ven aquí, no voy a dejar que duermas en cualquier hueco —gruñí—. Puedes dormir aquí hoy pero debes tener cuidado al salir, nadie puede verte o me sacaran de aqui a patadas.

Asintió efusivamente antes de arrojarse hacia mi y abrazarme. Rodee los ojos, palmeando su espalda suavemente antes de apartarme. Subio la mirada, sus ojos reflejando la sonrisa que seguramente curvaba sus labios detrás del tapabocas—. G-graci'as, Z-zyn.

—Si, soy un pedazo de pan —rodee los ojos haciendole un gesto hacia la cama—. Duermes en la cama y yo en el suelo. —su ceño se frunció mientras miraba el lecho de sabanas enroscadas y sacudió la cabeza—. No esta en discusión, sube a la cama ahora. Y ni creas que me olvide del tema de que te hacen daño mientras duermes, hablaremos de eso mañana sin falta y de todo ese tema con tu hermano-no-hermano.

"Eres un mandón" se quejó, trepando sobre la misma gateando antes de dejarse caer como peso muerto y girar la cabeza para mirarme.

Quitandose el tapabocas, me sonrió enseñandome sus hoyuelos. Devolviendole el gesto sutilmente, me dirigi al closet y arme una improvisada cama en el suelo con acolchados que no usaba y un par de almohadas de más para hacerla más comoda. Aun así, podia sentir el dolor de espaldas comenzar en cuanto me arroje al suelo y me tape.

—Buenas noches, Harry —murmuré.

Sus rizos aparecieron por el borde de la cama antes de que sus grandes ojos verdes le siguieran. Parpadeo hacia mi y el borde de sus ojos se arrugo cuando me sonrió—. N'ches, Z'yn.

Alcanzando el interruptor de la lampara portatil, la apague y me giré entre las sabanas, cerrando los ojos. No estoy muy seguro de si fue real o solo mi imaginación pero hubiese jurado que un cuerpo delgado se pego a mi espalda en el momento que comencé a ir a la deriva en la inconsciencia.

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