O5
"Dominación. Celos palpables. Quiebre emocional."
JiMin había estado muy callado durante todo el trayecto a su universidad, su novio le había estado llamando y enviando mensajes a cada momento, pero él sólo los ignoraba todos. Jungkook se había dado cuenta de ello, pero no quería inmiscuirse en algo que no le correspondía.
Observó de reojo a su jefe, quien se hallaba con la cabeza apoyada en la ventana del auto y el teléfono apretado entre sus manos. Frunció el ceño al darse cuenta de que aún vibraba más que antes, ¿cómo era posible que ese tipo escribiera tanto y sin cansarse?
-¿No piensas contestar el teléfono?, hasta aquí siento como vibra. - JiMin lo miró y negó suavemente.
-Necesito que vengas por mí un poco más temprano. -habló esta vez un poco más animado. Quería comer pizza y helado. - Imagino que mi madre te dio mi horario para que supieras cada cosa que hago. -Jungkook asintió, era obvio que Ji Won haría eso.
Era una maldita controladora.
-Deberías dejar de estresarte tanto. - opinó el azabache mientras observaba como JiMin fruncía el ceño ante una llamada en su celular.
-Créeme cuando te digo que no hay nada que me quite el estrés nunca.
Ya habían llegado a la universidad, Jungkook apagó el motor del auto y tomó la barbilla del rubio para devorar sus labios. JiMin gimió durante aquel beso tan duro; sentía como la lengua de Jungkook dominaba la suya, y él sólo se dejaba hacer, completamente sumiso y a su merced.
Sin duda aquello le quitaría el estrés.
Jungkook chupaba y mordía los labios ajenos de manera sensual, era increíble como un simple beso podía subir la temperatura en cuestión de segundos. JiMin jugaba y halaba cada tanto el cabello en la nuca de Jungkook, lo que provocaba placenteros gruñidos del hombre trajeado.
-Será mejor que pare ahora mismo o voy a follarte duro aquí y ahora. - habló Jungkook al separarse del rubio. JiMin sólo asintió y tomó su mochila para luego esperar a que su guardaespaldas le abriera la puerta, en cuanto esta estuvo abierta bajó y disfrutó de ver como todo el alumnado veía a Jungkook con deseo.
"Si supieran lo que hacemos".
-Que le vaya bien el día de hoy, señorito JiMin. - el nombrado casi ríe ante las palabras de su empleado, la palabra "señorito" ya no iba con él.
-Lo veré luego, Jeon. No llegue tarde o habrá consecuencias. - habló seriamente JiMin, por más que quisiera comerse a besos a ese hombre justo en frente de todo el mundo no podía, se armaría un enorme escándalo por ello.
Jungkook se inclinó de forma respetuosa y subió al auto, encendió el motor y condujo lejos de la universidad del joven a quien servía ahora.
"Ya veremos las consecuencias, JiMin, ya las veremos".
🍒
Al ingresar al su aula correspondiente observó a Taehyung coquetear con una chica de apariencia atrevida. JiMin lo ignoró como siempre y se sentó junto a un gran ventanal que daba vista hacia el campo de entrenamiento de fútbol.
Podía escuchar las risas de su pareja a la distancia, quien ni siquiera se había dado cuenta de que JiMin había llegado. Aquello era bueno, le daba tiempo para prepararse internamente para aguantarlo el resto de la mañana y parte de la tarde.
-Minnie, mi amor. - Rodó los ojos y suspiró con cansancio. Taehyung yacía a su lado, sonriente y con el olor de una mujer encima.
"Por favor, que esto termine pronto".
-¿Qué quieres, Kim? -preguntó hastiado. Taehyung ignoró su mal humor e intentó besar sus labios, fracasando en el intento ya que JiMin giró su rostro para evitar su contacto.
No quería que lo besara o tocara.
- ¿Qué tienes, amor? Has estado muy raro últimamente, desde que llegó tu guardaespaldas de tiempo completo para ser exactos. - JiMin abrió los ojos como platos y tragó de manera casi imperceptible, aunque su pareja se dio cuenta de su nerviosismo. -Sabes que voy a protegerte de todo el mundo, ¿verdad? Si ese tipo te ha hecho algo puedes decírmelo con confianza. Después de todo soy tu prometido.
JiMin tornó su rostro inexpresivo, ¿a que venía tanta buena voluntad?
-Él no me ha hecho nada, Taehyung. Jungkook sólo cumple con su trabajo, me lleva y recoge a cada lugar que vayamos, y no se ha sobrepasado conmigo en ninguna ocasión. Es un buen hombre. - soltó molesto y a la defensiva. ¿Quién diablos se creía Kim Taehyung para hablar así de Jungkook? si ni siquiera lo conocía, JiMin no sabía nada de él, pero había algo en el hombre que le obligaba a confiar en su persona.
-Y no necesito que nadie me proteja, soy un hombre adulto y consiente que puede cuidar de sí mismo. Él que me vean todo el tiempo con alguien vigilándome es cosa de tu querida suegra. - agregó con un tono ácido, que no dejaba lugar para seguir la discusión.
Cada palabra que había dicho era cierta, si Jungkook realmente le hubiera hecho daño él habría hablado a las autoridades al momento. Pero el hombre azabache no había hecho nada que JiMin no hubiera deseado por igual, ambos estaban de acuerdo, y eso estaba bien, por lo tanto nadie, ni su familia, ni su prometido idiota tenían el derecho de entrometerse en sus asuntos privados.
Taehyung lo miró sorprendido y a la vez celoso.
No le gustaba la manera en que su novio protegía a ese empleaducho, según él, Jungkook era sólo un muerto de hambre más que quería arrebatarle lo que le pertenecía. Quería alejar a JiMin de él, no los quería ver juntos para nada.
-¿Por qué proteges tanto a ese tipo, JiMin? -Preguntó bruscamente mientras tomaba la pequeña mano del rubio que estaba a punto de levantarse y simplemente cambiar de asiento. - ¿Acaso te gusta, ah, es eso?
-¡Ya basta, Taehyung! ¡Lo defiendo porque me da la maldita gana y punto, porque a diferencia de ti él no es un mal hombre y yo me he dado cuenta de ello! - Listo, había explotado y tal vez la había cagado, pero ya no había vuelta atrás, y no iba a arrepentirse por lo dicho ahora. - A demás, no tienes ningún derecho a reclamarme si él llegara a gustarme de manera sentimental, porque es muy diferente de ti. Él no me acosaría todo el maldito día para saber en dónde y con quien estoy. No me engañaría con cualquier puta o con su mejor amigo cada que tuviera la oportunidad. - escupió con repulsión. Soltó el agarre ejercido en su mano y salió del salón, ignorando los gritos de su profesor para que volviera.
"A la mierda la clase. Me largo de aquí".
🍒
Jungkook estaba aburrido, el colchón bajo su cuerpo relajaba sus músculos en tensión. Después de dejar a JiMin en la universidad se había dirigido a casa directamente, no a la de sus jefes, sino a su propia casa. Aún no tenía permitido dormir en la casa de su pequeña y dulce tentación, aquello sería como poner a un lobo entre las ovejas.
Peligroso.
Sonrió con picardía al recordar los gruesos y esponjosos labios del chico que lo traía loco. En definitiva había sido una buena idea postularse para tomar el empleo como guardaespaldas, aunque no lo necesitara realmente.
Quería ver a JiMin, ahora. Pero no podía sólo ir hasta donde estaba el chico y llevárselo como si nada. Necesitaba una excusa para buscarlo, cualquiera.
Sintió una vibración en su bolsillo, tomó su teléfono y verificó el contacto de la llamada. Sonrió aún más al ver que era su pequeño Minnie, ambos habían intercambiado números telefónicos justo frente a la madre del chico.
-Es para que te llame al momento de necesitar tus servicios. - había dicho ella. Pero ambos hombres sabían que él no sería llamado sólo para cumplir con su trabajo.
-¿A qué se debe su repentina llamada, señorito JiMin?
-Ven por mí a la universidad, ahora.
Se extrañó al escuchar la voz del joven tan nerviosa y acelerada. No le había dado tiempo siquiera para decirle que allí estaría.
Tomó las llaves del auto y corrió fuera de la casa para ir a buscar a su jefe. Sentía que él chico necesitaba su ayuda, su protección...y su cariño.
Su lado protector había salido a la superficie.
Estaba muy enterado de los problemas del chico con su pareja, y no porque el mismo JiMin se lo hubiera contado, no, él se había dado cuenta por sí mismo. Era demasiado observador en cuanto a su entorno se trataba.
Taehyung siempre mantenía a JiMin a su lado cada vez que un amigo o conocido se acercaba a saludarlo, siempre quería sobrepasarse con el menor aun estando en público. Y lo que más le jodía, ¡el muy desgraciado se atrevía a coquetear con todo mundo aunque JiMin lo estuviera mirando!
Apretó el volante y respiró hondamente para calmarse.
Si Kim Taehyung había provocado que JiMin estuviera de tal humor, iría en ese mismo instante a romperle la cara, aunque aquello le costara su trabajo.
Un momento... ¿por qué sentía tanto odio hacia la pareja de su jefe? Ellos no eran absolutamente nada, sólo eran dos hombres que habían follado una sola vez y que aún sentían atracción sexual por el otro.
Aceleró un poco más y divisó una esponjosa cabellera rubia sacudirse por el viento.
Era JiMin.
Frenó y bajó corriendo para ver como el chico más joven lo abrazaba con fuerza mientras lloraba. Jungkook no entendía nada, sólo quería saber que le ocurría al chico, preguntaba varias veces con voz suave cual era el problema, pero lo único que obtenía eran negaciones y más sollozos.
Cargó al chico colocando sus piernas alrededor de su cintura, situó la cabeza del menor sobre su hombro y subió al auto, aún con JiMin aferrado a él.
-Por favor, Minnie, necesito que me digas que pasó. ¿Te hirieron, intentaron hacerte algo malo mientras no estuve? - la preocupación se notaba en su voz. JiMin negaba a todo lo que preguntaba y sólo se dedicaba a llorar.
JiMin no quería que Jungkook lo viera tan vulnerable. Era ridículo el motivo por el cual lloraba, ¿por qué lo hacía? No tenía entendido muy bien el porqué de ello.
Aspiró el perfume del fuerte azabache y trató de calmarse. Se sentía bien, se sentía en paz, se sentía protegido.
Jungkook suspiró y sólo se dedicó a consolar el pequeño cuerpo entre sus brazos. Ya sabía a donde llevarle para que se sintiera tranquilo. Y aprovecharía de averiguar que le había ocurrido, aunque ya sospechaba quien había sido el causante del quiebre de su jefe.
"Voy a matarte si le hiciste algo a JiMin, Kim Taehyung. Eso te lo juro".
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