•Unica parte•
El sonido de las teclas de la computadora de mi novio me perturba cada vez más, ha estado ahí sentado todo el día. Yo estuve ocupada en la semana viendo algunos trabajos de la universidad al igual que Jungkook, vamos en diferentes carreras, pero en la misma universidad, es una de las más prestigiosas de la ciudad.
Llevábamos más de cuatro meses de relación formal y estoy más que feliz con eso, sin embargo, hay veces en las que no nos dedicábamos tanto a nosotros.
Ya era de noche y me encontraba recostada en la cama escribiendo en el grupo que tengo con mis amigos, estaban organizando una salida en unas horas a alguna discoteca y como Jungkook estaba ocupado con sus trabajos, saldría sin él.
—Uhm, ¿sigues ocupado? —miré hacia el frente en dónde estaba él.
Jungkook lanzó un suspiro de cansancio.
—Me falta poco. —estaba segura, de que no era así.
Me reía de algunos chistes que decían Taehyung y Jimin en el grupo, Daehyun también proponía cosas de beber, era algo que me emocionaba, pero quería compartirlo con mi novio.
Siempre tenemos citas románticas, paseos por la playa o almuerzos, es muy detallista, solo que últimamente ni siquiera podemos darnos unos besos sin que lo llamen las tareas.
No voy a mentir, las veces en el sexo eran increíbles, solo que casi siempre era lo mismo, hasta el tiempo en el que nos tardábamos.
Jimin:
Vienen todos verdad?
Yo:
Sip
Taehyung:
Sipi, Yeji me está pidiendo que la ayude a elegir que vestido ponerse, espérenme.
Daehyun:
Estoy taaann sola
Hoseok:
Seguro en la fiesta conoces a alguien, ¡la fe amiga!
Taehyung:
jajqjwkdj lo que quieran, solo no hagan lo que pasó en la casa de Daehyun la otra vez, ya saben...
Daehyun:
¿Jugar siete minutos? ¿qué tiene de malo?
Taehyung:
Que Jihyo y yo tenemos pareja e igual nos metieron, tengan más cuidado.
Hoseok:
Lo tuyo lo entiendo, pero Jihyo, a Jungkook no lo he visto desde hace semanas, ya ni sale con él, pensé que habían terminado
Yo:
Él está ocupado, es todo, no digan esas cosas):
Daehyun:
Es que nunca te acompaña y hasta nos da miedo que te regreses sola.
Yeji:
Lo que sea, no te pongas frenos para salir, si él quiere bien, y si no y tú quieres, ven con nosotros. 😉
Taehyung:
Claro, es tu decisión salir cuando quieras, solo que sería mejor si mi amigo va!! y así no te deja sola.
Hoseok:
Siempre la deja sola en las fiestas igual, parece soltera.
Daehyun:
Oyee no digas eso Hoseok
Bloqueé el celular aún en mis manos, tal vez tenían razón, Jungkook nunca quiere ir a ningún lado conmigo ¿Estoy haciendo algo mal?
No lo creo, o bueno, no sé, agh, no quiero pensar de más.
Es que verlo concentrado y fruncir el ceño enfrente de mí, mientras juguetea con su lápiz, se le ve muy bien. Su cabello negro un poco despeinado, y como moja sus labios seguido de sus pupilas curiosas leyendo lo que necesita aprender.
Sin dejar ese asiento, solo ahí, se cruza de brazos sin dejar de mirar el computador y lanza un suspiro de cansancio, yo trago saliva ante lo que mi cuerpo reacciona, mi corazón late más rápido y el calor de mi vientre comienza a incrementar, dejando de lado que el vestido es corto, aprieto un poco mis piernas fingiendo que veo algo en el celular cuando de vez en cuando lo voy mirando a él y sus acciones.
—Ese vestido te queda muy lindo. —habla de repente y salgo de mis pensamientos.
Era algo de color negro pegado y los zapatos simples para poder bailar a gusto.
—Uhm ¿Te gusta? —trato de sonar tranquila poniéndome de pie.
—Sí. —aceptó girando su silla hacia a mí— ¿Saldrás de fiesta? La noche está fría, lleva algo para que te cubras del viento.
Alcé las cejas, no pudimos hablar casi en todo el día.
—SÍ, con mis amigos. —contesté dando unos pasos hacia él—. No me mires así, estabas ocupado las veces en las que te dije para separar los boletos de la discoteca.
—Entiendo, no te preocupes. —me miró desde abajo.
—Aparte no te gusta gastar dinero en el alcohol, tú no puedes salir mucho desde que aceptaste ser practicante de producción, hasta acabar tu carrera.
—le expliqué y el asintió dándome la razón.
Me alejé un poco yendo a buscar mi bolso para meter mi celular y otras cosas que necesitaría.
Pídeme que me quede, pídeme que me quede.
—Linda, realmente debía aceptarlo, tenía la presión de mi padre para que empezara a trabajar, lo sabes. —se excusó y tenía razón no voy a obligarlo a dejar sus responsabilidades.
—No te preocupes Jungkook en serio, lo que pasa es que hablé con Yeji. —él frunció el ceño aún sentado ahí—. Me dijo que no debo ponerme frenos para salir, he cancelado muchas veces porque tú no podías.
—Lo entiendo, es importante que también te despejes de los estudios por unos instantes. —respondió tranquilo.
—Gracias por entender, no quería que te molestaras.
—No tengo porqué estarlo. —el pelinegro alzó los hombros y yo comencé a meter mis cosas en la pequeña cartera—. Solo quería hablar contigo de algo antes de que te vayas.
Lo notaba serio.
Sus ojos cafés me miraban de una forma neutra, como pidiendo que me acercara hacía él.
Eso hice, para no tener que hablar de lejos.
—Claro, dime.
—Quiero que seas sincera ahora. —dijo desde abajo y asentí— ¿Qué tanto me extrañas?
—¿Cómo? ¿Te refieres a salir juntos? —pregunté y mis ojos se arrastraron hacia sus labios por unos segundos involuntariamente.
—No, vamos, sabes a lo que me refiero. —un escalofrío me recorrió desde la nuca al ver sus ojos juguetear conmigo.
—Uhm es que...
—Hablo del aspecto sexual. —la palma de su mano derecha se acercó hacia mi muslo desde abajo sentado acariciando levemente—. A mí tampoco me gusta estar ocupado todo el día y no tener tiempo para ti.
Dios, justo estaba en esa altura, no podía pensar en otra cosa...
—A mí también me gustaría pasar más tiempo contigo Jungkook, pero no quiero interrumpirte a veces. —sus dedos fueron hacia la pantalla de su computadora apagándola.
—¿Quieres eso? —afirmé luego de unos segundos con la cabeza y él tomó mis manos entre las suyas sintiendo lo frías que estaban—. Entonces podemos buscar algún espacio libre en nuestro horario, porque ahorita dijiste que saldrías.
Era cierto, después de haberle dicho que me iría sí o sí.. me pide que me quede, pero ahora es diferente, realmente quiero estar aquí y no para hablar precisamente.
—Si hablamos de lo que creo, me puedo quedar. —respondí apenada.
—¿Sí? —ambos nos mirábamos, él aún sentado se notaban sus ojos arrastrarse hasta mis piernas desnudas por el vestido corto, moría por tocarlas.
—Sí, pero... —interrumpí su mirada—. No quiero sonar mala, solo me aburre un poco lo convencional. —admití—. Casi siempre es lo mismo, orales y después sexo, quisiera hacer algo diferente.
—¿Algo diferente? —ladeó la cabeza.
—Sí, no lo tomes a mal. —dije rápidamente.
—No tendría porqué tomarlo a mal, está muy bien que te expreses. —aceptó y se levantó de su silla dando unos pasos hacia a mí—. A mí también me estaba aburriendo un poco.
—¿Entonces, qué hacemos? —cuestioné sin dejar de ver sus orbes cafés. Él se puso de pie.
—Déjamelo a mí. —respondió— ¿Me dejas darte un beso?
—Con la condición de que después se convierta a algo más. —contesté dándole una media sonrisa.
—Lo que tú me digas haré. —sus labios se presionaron contra los míos despacio dándome un escalofrío por el cuerpo.
Seguí el beso y sentí las palmas frías de sus manos dirigirse a mis muslos, justo en dónde acababa mí vestido, me presionó contra su cuerpo para que sintiera el bulto de sus pantalones.
¿Desde cuándo estaba así? ¿Por qué no pudo decirme lo que sentía?
Gemía en su boca mientras una mano se quedaba ahí, la otra subía por mí cintura acariciando mí cuerpo con delicadeza, pero quería que fuera más brusco conmigo.
Nuestras lenguas se fusionaron en el beso logrando que el calor entre nosotros incremente y sentía como mí zona baja latía solo con un beso.
Cuando menos pensé sus manos bajaron hasta mis caderas alzándome sin dejar de besarme.
— ¿Qué haces? —reí un poco. Jungkook se sentó al borde de la cama mientras yo estaba sobre él con las piernas abiertas y con las mejillas más rojas que nunca.
—Probando algo nuevo. —dijo él— ¿Me sientes? —murmuró tomando mis nalgas apretándose contra mí.
Lancé un pequeño suspiro asintiendo y buscando besarlo otra vez, pero se quitó.
—Quiero tus palabras. —dijo—. Así también cuando te esté follando, quiero que todo sea palabras, no gestos.
—S-sí, está bien. —le contesté y volvió a besarme, comenzó a moverme contra él logrando que el calor de mi abdomen crezca cada vez más.
Solo quería que me quitara la ropa y que me follara ahí mismo.
—Me duele que seas tan sexy. —el pelinegro comenzó a esparcir sus besos por mi cuello, la piel se me puso de gallina—. No sabes cómo quiero quitarte esto ahora. —se refirió a la tela de mi vestido.
—Hazlo por favor. —le pido mordiendo mi labio inferior reteniendo mis gemidos.
—Estás muy apurada en hacerlo. —me llama la atención—. Lento es mejor, me gusta verte suplicar un poquito. —deja un corto beso en mi clavícula.
Luego volvió a subir hasta mis labios, daba ligeras mordidas en mi labio inferior. Siempre que me movía un poco lo sentía, ahí, no sabía cómo en sus pantalones podía soportar tanto.
Se separó unos segundos para terminar de desabotonarse la camiseta, dejó ver su pecho fornido ante mí. Con mis manos comencé a acariciarlo mientras lo besaba, se notaba que le gustaba.
Ya no quería aguantar más, quería que me follara en ese mismo instante.
—Jungkook...
—¿Sí, amor?
Dios, ese apodo
—Ya quiero que me quites la ropa... —acepté ocultando mi rostro en el hueco de su cuello.
—Oh, no, yo no haré eso. — me tomó de la cintura con ambas manos mirándome a los ojos—. Tú lo harás para mí. —mis mejillas ardieron mucho más ante lo que dijo.
—¿Cómo? No entiendo. —me hice la desentendida.
—Desnúdate y quédate en ropa interior. —me murmuró al oído—. Y luego quiero que te acerques hacia a mí.
Tragué saliva y un escalofrío recorrió mi vientre, me ayudó a bajar de su regazo, mis piernas temblaban ligeramente por los nervios, Jungkook vaciló por no dejar de verme, tampoco quería que me volteara.
Quité dos de las delgadas tiras en mis hombros despacio, luego fui bajando el vestido hasta la parte de mi cintura, luego paso por mis caderas cayó hasta el piso.
—Muy bien, acércate. —me pidió.
Que se note que no llevaba ropa interior combinada, quería morir de vergüenza, es que no tenía idea de esto, pero sí que lo deseaba.
—Estás preciosa. —dijo cuando me vio desde abajo sentado—. Quítate el sostén.
—Sí. —mis manos fueron hasta mi espalda para desabrocharlo, una vez que lo hice pase ambas tiras por mis brazos quedado mis pechos expuestos.
Me tomó de la cintura y me acercó hasta él, sus manos bajaron por mis caderas apretándolas, me sorprendió las ganas que tenía de esto. Los besos y los labios rosados del chico comenzaron a descender cerca de mis pechos comenzando a besarlos y a dejar ligeras marcas en ellos.
—Umh... me encantas tanto, cada parte de ti. —sigue atendiendo con su lengua mis pezones endurecidos, logrando hacerme jadear y que mis cejas se curveen anunciando el placer que recibía en cada caricia.
Sentí mis bragas mojarse en cada jadeo de su parte, cada que yo acariciaba su cabello negro y mi estómago se contraía siempre que las mordidas cerca de la zona iban en aumento y más fuertes.
—Mierda, no sé por dónde empezar. —dijo él despegándose un poco de mí.
—Por dónde tú quieras, haré lo que me digas.
Jungkook alzó las cejas sin dejar de mirarme.
—Recuéstate boca abajo sobre mi regazo. —palmeó sus piernas—. Creo que entiendes lo que haré ¿verdad?
Sí, sí, sí.
—Está bien. —asentí con la cabeza haciendo lo que me dijo, no podía mentir como me excitaba que me diera órdenes, y mucho más si todas eran las posiciones que yo quería hacer.
La parte de mis caderas quedó sobre su regazo y casi el resto de mi cuerpo sobre el colchón.
—¿Entonces dices que te aburro eh? —Jungkook pregunta, antes de que él diga algo más, sentí sus grandes manos jalar mis bragas hacia abajo deslizándolas hasta mis tobillos.
—Yo no dije eso. —respondí.
Moría de vergüenza, no quería que se notara lo mucho que necesitaba de él desde hace rato. El separó entre mis muslos y nalgas para ver bien su objetivo. Antes de tocarme, me dio un azote cerca de mis caderas, que me hizo sobresaltar un poco.
—Dios mío, estás lista para recibirme todo ahora mismo.
—Viste que sí, solo quiero que me folles.
—Pero sabes que me gusta torturarte un poco antes. —sonrió malicioso, me conoce tan bien.
Uno de sus dedos delineo mi entrada húmeda.
—Abre las piernas, claro si es que quieres que te toque. —lo hizo en burla, ni siquiera lo pensé dos veces para acomodarme mejor ahí y que tuviera más acceso a mí.
Apretó una de mis nalgas para luego acariciar mis labios vaginales haciéndome querer pedirle que fuera más rápido, luego ingresó uno de sus dedos en mí haciéndome jadear, intentaba retener todo.
—No te escucho bien ¿Dijiste algo? —preguntó Jungkook.
—Quiero disfrutarlo bien. —respondí aguantando los sonidos, pero sentí con su otra mano tirar mí cabello hacia atrás haciéndome arquear la espalda.
Acercó sus labios hacia mí oreja.
—Pero lo que quiero es que dejes de ser tímida conmigo, sé explícita ¿Qué quieres?
Soltó mí cabello y seguí apoyándome sobre mis codos despacio.
—Quiero que me toques. —apreté mis labios.
— ¿Dónde? —las yemas de sus dedos se iban deslizando por mis muslos.
—Tú sabes dónde. —comencé a necesitar realmente su toque cerca de mí.
Una risita escapó de sus labios y sentí dos de sus dedos se introdujeron despacio en mí, comenzó a hacer embestidas lentas pero profundas, mi cabeza cayó contra el colchón, jadeando despacio, escuché un mensaje de mi celular.
—Me parece que estás algo ocupada para contestar.
—M-mierda. —temblé al presenciar el placer por mí cuenta, me importaba una mierda el resto.
—¿Te gusta así eh?
Me he tocado varias veces para no interrumpir sus cosas, pero es totalmente diferente a que alguien más lo haga por ti.
—Me encanta.
Su ritmo se aceleró generando un ruido de mis fluidos contra sus dedos empujando fuerte, al igual que mis jadeos se convirtieron en gemidos más altos y fuertes rápidamente.
— ¿Quieres que siga? —preguntó saliendo de mí, deteniéndose en seco acariciando mis muslos—. Tal vez no deseas hacer nada ahorita.
—Las veces en las que quería sentarme sobre ti mientras estabas sentado en ese escritorio, son incontables. —confesé—. Te necesito justo ahora.
—Es evidente. —sus dedos siguieron delineando mí entrada despacio—. Pero dime ¿Cómo se piden las cosas?
—Por favor, Jungkook.
Nuevamente sentí sus dedos ingresar, mis paredes lo apretaban en cada embestida, comenzó lento haciéndome respirar agitadamente, sentía mi corazón latir con rapidez cada vez era mejor la sensación entre mis piernas.
Pronto su ritmo era firme y subía de intensidad cuando escuchaba mis quejidos y voz quebrarse.
—Te ves tan bonita a punto de correrte. —confesó él—. Igual no pienso dejarte hacerlo si no es mientras que yo te esté follando. —siguió hablando—. A menos que lo pidas de una buena forma.
Sentía mis fluidos manchar los dedos de mí novio en torno a su velocidad aumentaba, el cosquilleo en mí vientre anunciando mí primer orgasmo se sentía tan cerca. Pero él me conocía tan bien que lo notaba y de inmediato disminuía el ritmo.
—Ugh, por favor ¿de verdad no me dejarás hacerlo? —mis cejas se curveaban hacia arriba girando a verlo.
—¿Me lo vas a pedir así? Me parece que debes esforzarte un poco más para ver si es que realmente lo mereces. —contestó decidido en lo que hacía.
Me encantaba tanto, sus dos dedos en mí interior rozaban suavemente ese punto que me hacía sentir el cielo, varias veces, lo hacía rápido y luego bajaba su intensidad, sentía mí corazón ir a una velocidad rápida y moría porque siguiera haciéndolo.
—Es obvio que también lo quieres. —traté de seducirlo, me refería a su erección la cual rozaba mi cuerpo.
—Está claro lo que quiero, dijiste que te aburría lo de siempre, pues a mí también. —recalcó.
Cada vez es más rápido, percibiendo esas ganas en las que necesitas solo un poco más para llegar.
— ¿Eres consiente de cómo estás aquí abajo? —me preguntó mientras mis piernas temblaban y volvió a ingresar en mí acelerando el ritmo poco a poco, esta vez no parecía parar.
Apreté los labios evitando hacer sonido alguno mientras movía mis caderas para que no parara.
— ¿Es por mí? ¿Te gusta lo que hago? ¿Te gusta que te dejen con las ganas así eh? —sacó sus dedos y con esa mano palmeó mí trasero—. Siempre que salías era lo que sentía.
—Y-yo, no entiendo. —tomé entre mis dedos las sábanas apretándolas, mientras él volvía con su vaivén.
—Estaba tan ocupado con mis cosas y verte con ropa así... también te extraño demasiado, extrañaba que tu cuerpo estuviera suplicando por placer. —aceptó el pelinegro, cada vez que entraba y salía de mí, mí clímax se aproximaba.
Con una de mis manos tapé mí boca por las respiraciones fuertes y jadeos acelerados, sin embargo, Jungkook me vio hacerlo.
—Joder. —él se quejó y con una de sus manos interrumpió mí gesto.
Y también dejó de masturbarme.
—Ah, Jungkook, no, no, regresa, déjame terminar. — le pedí desesperada.
—Déjame hacer algo. —sentí el sonido de su cinturón ir removiéndose de su sitio. Con ayuda de sus dedos rápidamente lo sacó y tomó mis brazos evitando que me siga apoyando en ellos.
Mis piernas estaban temblando y las manos de Jungkook tocaron mis muñecas y brazos.
— ¿Vas a decirme si lo quieres o tengo que preguntártelo? —él murmuró cerca de mí cuello Asentí con la cabeza unas dos veces, pero sabía que eso no lo convencería—. Si no me lo dices con palabras no sabré de qué forma prefieres correrte ¿O acaso no quieres hacerlo?
—Ponme el jodido cinturón. — le dije—. Solo te necesito ahora, de cualquier forma, me encanta. — finalicé mientras lo noté sonreír.
—Así me gusta.
Cruzó mis muñecas por detrás de mi espalda y con su cinturón las rodeó y las ató por completo, no era algo doloroso, pero si ajustado como para no quitármelo.
—Estás demasiado segura de que vas a correrte ¿No? —con su mano derecha tomó mi cuerpo desde la cadera riendo un poco al ver como movía mis caderas pidiendo más para evitar que me mueva.
Aún había temblores por mí cuerpo y el calor de mis mejillas crecía en cada palabra que salía de sus labios.
Dos de sus dedos ingresaron en mí resbalando hasta el fondo por mí humedad.
—No te quites. —le pedí algo avergonzada—. Por favor... —sus embestidas iban en aumento, está vez no había de dónde agarrarme.
—No pienso detenerme, tranquila. —murmuró sin dejar de masturbarme y con su otra mano dejaba azotes fuertes con la palma.
—A-ah, ah, mierda. —jadeaba con el corazón latiendo rápido, cada uno me hacía sobre saltar y estimularme hasta el punto de pedir que me deje terminar—. Dame más.
Con las palmas de mis manos atadas intentaba cubrir mis caderas como podía, pero Jungkook solo seguía azotándome sintiendo el enrojecimiento y ardor de mi piel, sin dejar de sentir sus dedos de forma rápida adentro y fuera de mí.
Otra vez mis piernas temblaban y sabía que el orgasmo se acercaba, Jungkook solo me tomó de la nuca pidiendo ver mí rostro y ver como mis cejas se fruncían hacia arriba por el placer.
—Vamos, quiero que me aprietes más los dedos. —dijo él sin dejar de mirarme.
Mi boca estaba entreabierta, dejando escapar sonidos inteligibles, solo con el calor en mí vientre y aguantando el clímax esperado.
—Ah... Jungkook. —solo salía de mis labios.
En mí rostro se notaba lo que quería y él también lo sabía tan bien.
—Deja de temblar y córrete ya, estoy seguro de que lo quieres y necesitas.
—Umh... —solté un jadeo desesperado buscando desatarme desde atrás, mis puños se cerraron fuertemente.
Soltó mí nuca y mí rostro cayó en la almohada ahogando mis quejidos de placer, mientras tanto mí novio se encargaba de ir más rápido y apretar mis caderas dejando las marcas de sus dedos.
Sin dejar de masturbarme comenzó con su otra mano a dejar azotes fuertes sobres mis caderas sin parar, logrando que mí cuerpo pidiera más.
—Vamos amor, puedo sentirte a punto de venir ¿quieres hacerlo en mis dedos? Adelante, déjame ver todo. —me dice él mientras mi pecho sube y baja—. Sabes lo que quieres, te lo estoy dando, y puedo hacerlo todas las veces que esa hermosa boquita me lo pida.
Y el orgasmo golpea mí abdomen fuertemente al retenerlo por tanto rato, mis ojos lagrimean, esos segundos en los que todo ese placer navegaba y se esparcía hasta mis piernas y la punta de mis pies mientras una capa ligera de sudor en mi frente se evidenciaba, era una liberación tan increíble.
—Aahh, joder... — se escuchó despacio salir de mis labios por mí falta de aire.
Los dedos del chico pasaron por mis caderas y me levantó ligeramente de ahí, tomó mí cuerpo despacio y me acomodó sentada sobre su regazo.
—Jungkook, yo... —ni siquiera me dejo terminar, sus labios se presionaron contra los míos en un beso suave.
Muy diferente a como estuvo haciéndome casi llorar del placer.
Su lengua despacio jugueteó con la mía en un beso más íntimo y sus dedos viajaron por mí espalda acariciando levemente mí cintura y espalda baja.
Era tan vergonzoso, sentía como mis piernas se apretaban por el calor ahí abajo del reciente orgasmo, traté de abrazarlo también o acariciar su cabello pero recordé que estaba con el cinturón entre mis muñecas. Jungkook deslizó su lengua con la mía y gimió despacio cuando mí rodilla rozó su erección.
Creo que él también necesita ayuda.
— ¿Te ayudo con eso? —lo miré a los ojos mientras él lamía sus labios.
—Por favor. —pidió.
—Bueno, necesito ayuda. —sonreí señalando mí espalda, aún estaba retenida por la correa.
Por lo que Jungkook me tomó de la cintura con sus dos manos haciendo que me ponga de pie a centímetros de él, yo estaba nerviosa por lo que haría, las palmas de sus manos se situaron en mis hombros haciendo un poco de fuerza.
Me arrodillé al borde de la cama mientras que él se quedó sentando viendo cómo obedecía en cada acción.
—Alguien está desesperado. —alcé las cejas viendo el bulto que luchaba por salir de sus pantalones.
—Claro que lo estoy ¿No has visto lo sexy que eres? —el pelinegro aceptó desabrochando sus pantalones.
Soy capaz de lo que sea por tener ese precioso rostro pidiéndome más, todo el jodido día.
Quitó sus pantalones y sacó su miembro a la altura de mí rostro, lo miré boquiabierta, el nerviosismo golpeándome aún más fuerte mientras mis pupilas permanecían junto a las suyas.
Había olvidado su tamaño, era grande, por no decir más adjetivos, ni explayarme demasiado.
Jungkook tragó saliva mientras envolvía su mano alrededor de él haciendo ligeros movimientos.
—Estas demasiado caliente ¿verdad? Puedes manejarlo.
Su mano bombeaba meticulosamente su polla alcanzando desde la base hasta la cabeza, apretando la punta, haciendo que el pre-semen goteara por su longitud.
Todo mientras Jungkook no dejaba de mirarme, hacía que mi intimidad latiera rápidamente, estaba desesperada.
—Si es lo que me pides, lo haré. —Cambié mí peso en las rodillas para estar más cómoda haciendo que mis piernas se abran un poco más.
Inclino mí cabeza hacia un lado y abro mí boca para lamer suavemente su punta, dejo caer un poco de saliva para usarlo como lubricante mientras mí lengua va girando a su alrededor tomando cada vez más. Lo escucho gemir por bajo y sentir sus piernas contraerse mientras muevo mí cabeza hacia arriba y hacía abajo simultáneamente.
—Uhm, sigue así, usa más tu lengua.
Mantiene mí cabello en el moño que me había hecho hace unos instantes y empuja sus caderas más profundo en mí, comenzando lento pero rápidamente volviéndose más intenso, su pene golpea lo profundo de mí garganta, gimo a su alrededor y las vibraciones crean una sensación sublime.
— ¿Te gusta cuando follo tu garganta así? ¿Usarte como yo quiero? —pregunta el pelinegro agitado, a través de su placer.
Afirmo y vuelvo a gemir, mis ojos inmediatamente comienzan a lagrimear, haciendo que mí rímel se manche y corra por mí rostro.
—Te ves tan bonita así. —murmura Jungkook y su pulgar roza mí mejilla para limpiar una lágrima.
Mierda, dilo de nuevo.
Siento que mi excitación gotea por mis muslos en cada palabra, como si leyera mis pensamientos, muevo mí cabeza tomando más de él, sintiendo como gimotea agitado.
— ¿Realmente estás caliente desde hace rato no? — saca su pene de mí boca mientras un hilo de saliva lo une, puedo respirar de forma tranquila y solo asiento con la cabeza—. Entonces hazme venir y veré si puedo follarte después.
Sus embestidas son más duras, su voz imponente crece mientras disfruto en cada momento hacerlo sentir así, siento como su líquido se va filtrando en mí garganta.
Hasta que dice algo que me deja sin pensamientos.
— ¿Crees que no me he enterado de lo que haces en esas fiestas? —vuelve a quitarse de mí para verme a los ojos.
Por unos segundos me encargué de recuperar el aliento.
— ¿Qué? —fruncí el ceño confundida.
Aunque sabía muy bien a qué se refería.
—En una de las fiestas, jugaste siete minutos con alguien más hm... —me toma del cabello para que evite bajar la mirada.
Lo recordaba bien, fue una fiesta de cumpleaños, pero no pasó nada.
—Te dijeron mal las cosas, yo, no me besé con nadie más y mucho menos me acosté con alguien. —mojé mis labios mientras él sonreía.
Parecía que le gustaba verme así, y él no parecía desconfiar de mí, solo quería saber bien las cosas de mis labios directamente.
Se acerca un poco y me da un beso en los labios, no entendía lo que pasaba, solo me gustaba, era como si él leyera mí mente.
—Sé que no eres infiel. —toma mí mandíbula entre sus dedos. —Solo después me gustaría escuchar que pasó esa vez.
—Lo haré. —dije sutilmente mientras mi pecho subía y bajaba—. Pero si me follas primero. —las pupilas del chico se arrastraron hacia mis pechos y luego volvió hasta mis ojos.
—Primero hazme venir, te dije.
Soltó mí cabello y me acerqué de nuevo hasta su miembro duro para seguir con el sexo oral, ahueco las mejillas para chuparlo bien y se nota que es así, lo escucho gemir y jadear despacio ocultando y luchando consigo mismo para no empujarme fuerte contra sus caderas.
Toma mí nuca guiándome en los movimientos.
—Aah, de todos modos, si hubieras besado a alguien más por pena no me dolería tanto.
Lo miré a los ojos aún con su miembro entre mis labios, sin dejar de golpear mí garganta.
—Porque ¿Quién tiene su polla en tu jodida garganta ahora mismo? —dijo él. —Yo. —se burló.
Está tan cerca que siento su pene palpitante y su punta sensible. Lanza un quejido.
—Mierda, estoy tan cerca. —respira profundamente. —Quiero correrme en tu boca, joder ¿Puedo?
Asiento ansiosamente con la cabeza, mierda, lo deseo tanto.
Por fin enterrado en mí garganta lo siento mientras se corre y pierde el control dentro de mí.
—Ooh, mierda, voy a correrme si sigues así. —gime mientras continúo recibiéndolo hasta el fondo, percibo la abrumadora sensación de su orgasmo golpeándolo.
Se contiene de seguir empujándome fuerte, no quería hacerme daño.
Siento su semen salir de su polla chorreando por mí garganta, es cálido y espeso, mis pulmones comienzan a arder y mis ojos se llenan de lágrimas, pero dejo que me use, como siempre he querido que lo haga.
Los hilos de saliva y su semen conectando mis labios con su pene, su semen derramándose por las comisuras de su boca, es todo un jodido desastre mientras siento entre mis muslos la excitación deslizándose de mi por todas sus palabras anteriores.
El se estira hasta la mesa de la computadora donde hay papel higiénico, intenta limpiarme un poco y ayudarme a recuperarme.
—Levántate, amor. —me dice.
Me preparo despacio y me ayuda, pues sin la ventaja de mis manos, aún detrás de mí espalda, es difícil.
Jungkook se quita por completo sus pantalones, y su camisa entreabierta quedando ambos completamente desnudos, mí estómago queda a la altura de su rostro y me mira desde abajo mientras yo ya estoy de pie.
—¿Quieres que te folle? —asiento levemente después de su pregunta. —Porque también quiero que te vengas sobre mí.
Mí mejillas arden demasiado mientras que me rodea el cuerpo y desata despacio el broche del cinturón de cuero. Mis muñecas arden y con algo de fuerza las toma y las pone delante de mí torso.
Trago saliva mientras ata nuevamente mis manos, pero esta vez por delante, carajo, planea follarme mientras me mira.
—Recuéstate en la cama. —me pide.
Ni siquiera me deja hacerlo, toma mis hombros y me hace sentarme ahí, siento mí intimidad contraerse, estaba tan excitada que solo sentarme desnuda me podía hacer emitir algún sonido.
Jungkook ha visto mí reacción así que solo me recuesto encogiendo las piernas.
—Eres un jodido sueño. —alaba hacia a mí.
Noto mí respiración pesada y el corazón latir rápido, un escalofrío recorre mí cuerpo cuando se acerca hacia mí y separa mis piernas despacio.
El alza las cejas al ver el desastre que hay. No sé por qué ahora siento vergüenza.
—Tranquila. —me da un beso en los labios, este dura unos segundos y se esparce por mi cuello, mi piel sensible me hace temblar despacio. — Si quieres fuerte será así y si no, no. Al igual que con la correa.
—Está bien esto por mí. —le dije en referencia al cinturón. —Solo que nunca pasábamos de un round.
—Pero te gusta así ¿Verdad? —asentí mientras que él me sonreía y volvía a besarme.
Jadeé despacio separando más mis piernas, sentía la punta rozar mi clítoris cuando se movía un poco para besarme las clavículas y el cuello.
—Espera, el condón. —se detiene unos segundos y me golpeo internamente, entre todo esto se me había olvidado hasta a mí.
Se acerca hasta la mesa de noche y lo abre con sus dedos colocándoselo en su miembro.
Me toma de la cintura sin dejar de besarme, comienza a dejar chupones y marcas cerca de mi cuello.
—Mierda, fóllame de una vez. —le pedí al oído.
— ¿Qué tanto me deseas? —quiso saber deslizando su aliento rozando mis pezones endurecidos, con su lengua comenzó a estimularlos haciéndome respirar más agitada.
—Demasiado, por favor. —le pedí. —Jungkook, fóllame, por favor, ahora.
Pronto el dolor se mezcló con el placer y no podía aguantar más las ganas que tenía en ese momento.
—Te lo daré, solo si me besas.
Estiré mi cuello un poco acercándome hasta sus labios, rozando los de firma suave para luego convertirse en un beso. Nuestras lenguas chocaron y en mi abdomen no paraba de sentir las famosas mariposas.
Jungkook jadea despacio al adentrarse en mí sin dejar de besarme, siento como mis paredes lo reciben despacio mientras yo echo la cabeza hacia atrás, dejando sus labios.
—A-ah. —gimo tratando de separar mis manos y querer acercarlo a besarlo.
Pero el cinturón ajustado aún rodea mis muñecas evitando poder moverme. Un gruñido profundo escapa de su garganta, sus caderas se empujaron contra las mías, centímetro a centímetro, tomé su longitud, mis paredes se tensaron ante aquella sensación.
—Me encantas. —Jungkook arrulló, dejando besos y succionando la piel de mi cuello.
Con solo mirar mi rostro aturdido se separó y sin dejar de moverse contra mi ajustó aún más la fuerza de mis muñecas para evitar moverme. Su miembro de deslizaba entre mis pliegues cada vez más rápido dejándome sin palabras, el calor de mi vientre y el placer me inundaba.
—Más duro Jungkook. —pedí con la garganta ya dolida de tanto suplicar.
—¿Más? Pero mírate, que no aguantas más... ¿Ya quieres correrte? —me preguntó moviendo su pelvis más rápido.
—Mhm... —necesitaba más de él, quería sentir el orgasmo junto a él. —Te lo ruego.
La forma en la que sus ojos cafés me miran en cada embestida profunda me hace derretirme, el chico más guapo del mundo me está haciendo ver las estrellas.
Él se detiene unos segundos y siento latir cada parte de mi cuerpo. Toma de forma brusca una de mis piernas para colocarlas sobre su hombro.
—Mhm... —llega mucho más profundo en mí mientras intento liberarme del agarre del cinturón, necesitaba que se acerque a besarme y poder tocarlo también.
—Dime lo que quieres, ahora. —Jungkook toma mis muñecas con una sola mano posándolas encima de mi cabeza sobre la cama.
—Quiero ser solo tuya, mierda. —abrí los ojos sintiendo mi abdomen contraerse ante la estimulación.
—Creo que no lo entiendes, siempre lo has sido. —murmura cerca de mis labios. —Yo también soy tuyo, por algo eres mi novia, y la chica más preciosa que haya visto.
Sus movimientos cada vez más regulares y fuertes rozan mi punto g, estimulando por el exterior mi clítoris contra su pelvis, las puntas de mis pies se curvean mientras que mis pechos rebotan y mi rostro de placer hace más que satisfecho a Jungkook.
Agarrando mis manos sobre mi cabeza, él toma impulso para darme más fuerte. Sus cabellos negros rozan con mi frente y el sudor de ambos se va liberando por el agotamiento, mis ojos se llenan de lágrimas, ya no podía aguantar más, los gemidos desde mi garganta solo salían y él se daba cuenta de cómo lo apretaba ahí abajo.
—Dios, Jungkook, voy a... joder... voy a correrme. — digo y mis ojos se cierran con fuerza sintiendo mi abdomen contraerse. —Voy a hacerlo, mierda, por favor, déjame venir.
—¿Vas a venirte ya? —asiento lo más rápido que puedo. —Entonces hazlo, déjame ver todo y escucharte, quiero oírte, vamos.
La tensión de mi vientre se rompe en un orgasmo fuerte, me atraviesa rápido cuando sus penetraciones y su hueso pélvico choca una y otra vez con mi clítoris hinchado.
—Siempre mía. —Jungkook jadea cerca de mis labios.
Mis jadeos temblorosos salían, él no se detenía y mientras tanto mi orgasmo sobresalía seguía follándome buscando el suyo.
Unos segundos después también llegó corriéndose en el condón.
—Joder... —Jungkook resopló quitando su mano de mis muñecas en la parte de arriba.
Me dolía todo el cuerpo, los muslos, el abdomen y la garganta en especial, salió de mí para quitarse el preservativo y tiré mi cabeza hacía atrás agotada.
— ¿Estás bien? —él se acerca hacía a mí, pero sin asfixiarme, solo me quita el cinturón de las muñecas por fin.
Las sobo entre mis manos, están rojas e irritadas, al igual o peor que las marcas en mis caderas al momento en el que me masturbó.
—Sí, estoy bien. —acepté sin quejas.
Acababa de tener un orgasmo increíble, y me encantó cada minuto.
— ¿Segura? —quiso saber mientras estiraba mis extremidades y tragaba saliva.
—Sí. —suspiré agitada y alguna que otra risa se me escapó.
Después de ir al baño aún con las piernas temblando, ambos regresamos a la cama, nos recostamos juntos y nos cubrimos hasta el pecho con las sábanas.
—Jungkook. —lo llamé.
—¿Sí, bonita?
—Eso que te dijeron sobre los siete minutos, yo no participé en ese juego. — le expliqué. —Solo me dijeron que entrara al armario con Jimin, pero nunca acepté.
—Está bien, solo quería saber qué había pasado. Aparte, me excitaba mucho que me pidieras perdón o el rostro que estabas poniendo. —bajó la mirada y rodé los ojos.
El cansancio del acto me hizo caer lentamente en su pecho, mis párpados rápidamente también estaban descendiendo.
—Todo fue increíble. —susurré cerca de su oído.
—Contigo, claro que lo es, te quiero. —comenzó a acariciar mi espalda suavemente con las yemas de sus dedos, hasta mi cintura baja y rodeándome con sus brazos después.
—Hay que salir con los demás, cuando te dejen de exigir tanto en la universidad. —propuse.
—Me organizaré mejor y prometo no dejarte sola en las fiestas con los demás. —me dijo él y percibí mis mejillas arder.
—Gracias. —hablé y sentí sus labios en mi mejilla dejando un beso corto.
Mi celular suena en un mensaje.
Yeji:
Oyeeee, ¿no vas a venir? ¿o la noche está muy fría para salir tu sola?
llamada perdida
llamada perdida
Avisas cualquier cosa, necesito contarte algo que pasó con Taehyung
Contesta maldita
Que andarás haciendo, ¿estudiando con tu novio?
Reí ligeramente ante lo que leí.
Jungkook es muy callado en público, pero conmigo, aseguro al cien por ciento que no lo es, y lo que dice, lo cumple a pie de la letra.
— ¿Qué tanto te ríes? —él quiere saber.
—Me preguntan si voy a ir a la discoteca.
—Si puedes ir así. —se queda mirando mi cuerpo tembloroso. —Vamos.
—Estoy cansada. —dejo el celular a un costado.
—Ven aquí. —me deja recostarme en su pecho y me coloca entre sus brazos para tratar de descansar un poco.
Hace frío, pero junto a él, me gusta demasiado.
—Te quiero. —confesó y sonreí ligeramente.
...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top