O7 ▬ not too much.
─────────── CAPÍTULO SIETE!
📍Agosto, 2023.
Jungkook's ubication: LA.
El olor a sudor no era algo agradable. Apesar de que cierta cultura no tenía mucho este hábito que los demás de tener un fuerte olor de tu sudor, aún así debido a tanta energía a veces era inevitable sentirse así de asqueado por la energía. Una rutina como la de Jungkook, que recién comenzaba a emplearse de forma individual era complicada ya que la empresa había firmado su presencia en ciertos lugares alrededor del mundo para presentar su reciente sencillo, claro, él amaba el escenario, pero estar de aquí a allá solo lo hacía sentir aún mal en ese momento.
Jungkook quería saber que estaba haciendo mal ahora. La ansiedad no dejaba de carcomerlo vivo en cuanto había notado el mensaje que dejó su pareja minutos antes de que la presentación hubiera iniciado, por ende, no lo vio, y cuando pudo responder ella solo lo dejó en visto.
Saebyeon era la persona más demostrativa posible, se sentía mal de siquiera no responderle por unos minuto, y ahora, llevaba su mensaje en leído más de tres horas, inclusive la habia intentado llamar pero no tuvo respuesta. Había probado por contactarse con dichas chicas que compartían la fama grupal, pero todas negaron haber visto a Saebyeon en el día. Jungkook se extrañó, pues se suponía en estos días tendría que estar ensayando para el lanzamiento del álbum, y lo que menos estaba era en su empresa.
No entendía, pero agradecía que en esos instantes su cabeza se centrara en los buenos comentarios de sus fans ante sus presentaciones. Su tristeza se transformó en alegria en cuanto notó el apoyo de ARMY ante su lanzamiento en solitario. Pero a la vez el cansancio se fue apoderando de él a la vez que leía los comentarios buenos en cada video. Reposando la cabeza en sus almohadas cayó profundamente dormido con la tablet en sus brazos. El cansancio hizo lo suyo y aquello terminó con su cuerpo relajado en la cama del hotel en que se hospedaba junto a su manager.
Pero como siempre algo tiene que salir mal en esos días, aquel pelinegro se ausentó de escuchar su teléfono sonar. El contacto bajo el nombre "My Saeb" nuevamente fue ignorado en cada llamada devuelta.
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La mañana luego de un día agotador, definitivamente era la más pesada de todas. Más para Jeon, quien llevaba en la esquina de su recámara más de dos horas con sus ojos hinchados intentando pensar en una solución rápida.
En cuanto se despertó había notado que su novia había llamado en la noche, y no solo una vez, más de cinco veces. Preocupado intento marcar al número, cuando ella respondió sólo Jungkook comenzó con sus dudas totalmente preocupado, pero en respuesta no fue unas palabras más crudas que "No quiero hablar contigo", Jungkook estaba en shock. Intentó alargar la conversación para poder obtener su principal respuesta a todas las dudas, pero Saebyeon solo le grito al teléfono mientras repetía las mismas palabras, inclusive sabía que escucho como ella lloraba con odio ante quien le había llamado, y colgó. Esa llamada había dejado un vacío en el pecho de Jungkook.
Jungkook no era tonto, sabía que algo estaba mal con Saebyeon, pero, ¿tan mal estaba que no quería ni siquiera hablar con él? ¿La persona que se supone la ayudaba a poner un pie en la tierra? Estaba muy confundido.
—Jungkook, debes bañarte. La presentación es en unas horas y debemos estar con tiempo. —Su manager llamó a la puerta. Jungkook solob bufó sin moverse de su lugar.
—No quiero ir. —Se quejó como un niño pequeño. Su pecho dolía, su cabeza dolía, y más que nada su corazón le dolía. Había sido rechazado por su novia con quien llevaba una hermosa relación de más de cuatro años. Siempre se habían entendido, y ahora su mundo estaba de cabeza, lo peor es que él estaba demasiado lejos de aquella.
—Tienes que ir, ya confirmamos tu presencia. Por favor, báñate y te esperamos abajo.
Algo que detestaba Jungkook de lo que amaba era la falsedad que tenían los de detrás de cámaras con los ídolos. En un instante podrían jurar escucharte, pero al otro te seguían tratando como la marioneta con la cual generaban dinero. Entendía el concepto de trabajo de cada uno, pero detestaba la falsa empatía que mostraban para después seguirte exprimiendo hasta morir, que era como se sentía en ese momento.
Tomando una ducha con aún su cabeza a full seguía intentando pensar que hacer con respecto a Saebyeon. ¿Le mandaría un mensaje? ¿Intentaría hablar con ella de nuevo? ¿Se esperaría hasta regresar a Corea? ¿Qué carajos podía hacer ahora? Solo quería una solución correcta ante todo eso.
En cuanto tenía su ropa arreglada tomó su celular para responder o intentar escribir un posible mensaje hacia ella, pero su mente seguía en blanco, podría pensar más a fondo pero antes de aquello, una llamada fue entrante a su teléfono, con algo de pesadez respondió, dejando de nuevo aquel mensaje sin enviar.
—¿Hola?
—¡Jungkook-ie! Estoy con Mingyu para tu presentación. ¿Estás listo para tu noche? —La voz de uno de sus mejores amigos le hizo salir de su propio sufrimiento. Jungkook esbozo una sonrisa en cuanto escucho dicha emoción por parte de Yugyeom.
—¡Te vas a lucir! —De fondo, su otro amigo le apoyó.
—Basta. Estoy muy nervioso, y algo ansioso. —Mencionó algo libre Jungkook mientras se veía en el espejo del baño de la habitación. Su ropa era normal, pero estaba seguro que se miraba como en aquella noche que deslumbraría el escenario.
—Eres Jungkook. Tú sabes que lo harás genial.
—No es solo la presentación, Mingyu-ssi. —Suspiró. —Es más por Saebyeon-ah.
—¿Discutieron? —Preguntó Mingyu.
Jungkook llevó la mano a su nuca para rascar, pues no sabría con exactitud si fue una pelea, pero no era nada bueno. —Algo así. Más bien, creo que le sucede algo pero no estoy muy seguro.
—¿Por qué no?
—Anoche me llamo mucho, y hoy intenté arreglarlo pero solo me gritó en el teléfono. —Jungkook sobo su cien mientras recordaba los acontecimientos, su corazón dolía cada que en su mente estaba eso. —No sé que hacer. Encima tengo la presentación en unas horas.
—¿Por qué no intentas averiguar qué le sucede? Quizás esta molesta porque puede sentir que no te está importando tanto. —Mencionó Yugyeom, a los segundos se escuchó a Mingyu hacer un sonido con su boca indicando que estaba de acuerdo.
—¡Pero si me importa!
—Dime, ¿le has dejado mensajes o siquiera preguntado cómo ha estado en todo este tiempo? Porque para que se comporte así de un día a otro no puede ser, más bien, tendría que tener ya tiempo así de frustrada.—Wow, a veces Yugyeom tenía conclusión muy extremas, pero sabía que en el fondo podía ser un punto de lo que está sucediendo.
—No en realidad, he estado ocupado. —Mencionó Jungkook en un tono regañado.
—¡Ahí está! Noona puede estar molesta porque se siente ignorada por ti. Sabemos que no es intencional por tu agenda, pero intenta un poco comprenderla, quizás esté sola y quiere sentir el amor de su novio cerca por cualquiera situación que sea, y que tú, conejo tonto, le esté rechazando las llamadas y mensajes cuando te necesita la hará sentir aún más desplazada.
Okey. Yugyeom tiene un buen punto ahora, más porque cuando se sabe que tiene razón, el involucrado querría tirarse de la ventana, y por eso estuvo a nada de abrir aquella del baño.
—Bien, después de la presentación le dejaré un mensaje de que hablemos bien. La amo, y no planeo dejarla ir por una tontería así.
—¡Bien dicho! Aunque podrías dejarlo desde ahora.
—No tengo tiempo, chicos. En cuanto cuelgue me subo a esa camioneta para ir a la presentación.
—Entonces nos vemos en la televisión, Jungkookie.
—¡Ojalá todo se arregle entre tú y Saebyeon-ssi! —Gritó Mingyu.
—Yo también chicos. Los quiero. Adiós.
—¡Adiós!
Y de nuevo ahí estaba Jungkook. Enfrentando su camino como estrella idol y a la vez al inocente Jungkook enamorado de la mujer de su vida. Tengan por seguro que jamás dejaría ir a quien con tanto trabajo pudo tener a su lado.
Sin importar las circunstancias, él estaría ahí.
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Los gritos eufóricos quienes detallaban el nombre del maknae estaban a full una vez la canción terminó. Unas palabras dadas en agradecimiento fue el cierra de aquella increíble noche para Jungkook.
Quizás su pecho aún dolía, pero nada de comparaba con como se llenaba este después de la euforia de todo ARMY en apoyo por su carrera musical en solitario. A veces extrañaba compartir escenarios con su familia, pero por la contingencia que tenía que seguir pues todos debían servir a su país, y quería disfrutarlo al máximo antes de ser enviado al servicio militar junto a sus demás compañeros. Por supuesto que en esa estancia extrañaría todo, entonces quería llenarse de mucho amor para no sentir que le faltaba. Una vez debajo de este no puede evitar sentirse vacío, y todos los problemas llegaban de nuevo.
Intentando secar de su rostro sudado tomó asiento en donde era el backstage, intentando regular su respiración se acercó a aquellas del staff. —Uh, noona, ¿donde está mi teléfono?
—Se lo dejé al manager. Ahora que venga que te lo de. —Jungkook asintió. Estaba nervioso. Pues en cuestión de minutos intentaría enviar el mensaje hacia su pareja para arreglar lo sucedido entre los dos, también estaba nervioso por saber que sucedía con aquella, su pecho no dejó de doler desde las palabras de Yugyeom pensando que quizás y estaba pasando lo peor, en cambio, él estaba del otro sin saber nada. —¡Hyung! Mi celular.. —Quiso continuar una vez había visto a su manager, pero este le interrumpió.
—No lo tengo, Jungkook. Yo venía..
—¿Cómo que no lo tienes? ¿Donde está?
Con desespero Jungkook comenzó a buscar en backstage en cualquier lado posible que esté pudiese estar, su temblor era notorio lo cual intentó calmar el manager colocando sus manos en las de aquel.
—Hyung, habló en serio. Necesito mi teléfono, no sabes cómo están las cosas..
—¡Llamaron de Corea! —Exclamó su Hyung interrumpiéndolo. Jungkook se giró con el corazón a full esperando que continuara con aquello. —Tú teléfono recibió una llamada de parte de una chica llamada Haejin, le dije que estabas en presentación pero me comunico que por favor hablaras con ella en cuanto te notificara la verdad.
—¿De qué verdad hablas, Hyung?
—Saebyeon está en el hospital, Jungkook. Fue llevada de emergencia antes de la presentación y hasta hace un rato las noticias explotaron pues una ambulancia fue fotografiada con ella en la camilla.
De nuevo los sentidos de Jungkook volvieron a irse quebrando de a poco. Solo pudo aferrarse a lo que tenía cerca mientras poco a poco se desvanecía en el backstage por el susto de lo reciente, además de la culpa, quedaba clara la inestabilidad que sucedía en esos momentos.
Solo pudieron comunicarse mediante peleas, pero eso no fue suficiente. Parecía que " comunicarse" fue ir al médico desde distintos lados del mundo, solo queriendo que todo sea una pesadilla.
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