09
Ricardo
No recordaba literalmente nada de la noche de anoche, yo había entrado y mi cerebro no tenía el registro de cuando salí. Intentaba recordar pero era inútil, solo estaba imaginando escenarios que sabía que estaba más que claro que no había pasado así.
Y siempre es un sentimiento culerísimo porque no sabía si había dicho o echo alguna pendejada. Agregando los síntomas de la cruda que me hacían sentir todavía peor. Pero la verdadera vergüenza la sentí cuando tuve la necesidad de llamarle a Slobotzky para saber o al menos, darme una idea de las personas a quienes tendría que pedirles un perdón ese día.
Mientras buscaba el contacto de Slobo en mi celular, sentí un escalofrío que me recorrió toda la espina dorsal, vi lo que confirmó ser la peor persona del mundo: una llamada contestada de "El Sombras".
No le iba a marcar, de eso estaba seguro, pero mentiría si dijera que no pasó por mi mente esa opción.
-¿Bueno? -me contestó la voz adormilada de Slobo.
-Güei... -.
-Güei si me vas a preguntar qué chingados hiciste ayer... No tengo puta idea -reí en silencio por el hecho de que no conectara sus palabras por llamarle tan temprano.
-Es que tengo el presentimiento de que hice algo muy malo -le expresé mi preocupación.
-Ricardo -ahora su voz se escuchaba más despierta - te conozco demasiado y estoy seguro de que no cometistr ningún delito -. «Menos mal».
-Si... Me tengo que ir. Te mando whats ahorita -. Colgué y pegué mi frente con el volante. ¿Qué chingados había hecho ayer?
Danna
-¿Necesitas algo? -pregunté de forma pacífica, no me convenía discutir cruda con la ex del chico que me gustaba estando ambas en su casa.
-Solo venía a dejarle su reloj, se le olvidó en mi... Casa -dijo como si la hubiera regado; como si su mamá la hubiera mandado a la tienda por tortillas y ella se gastara todo el dinero en picafresas.
Le rezaba a todos los santos que conocía que para ella fuera igual de incómodo ese momento como lo estaba siendo para mi.
Me extendió su delgada mano con el dichoso reloj.
-Yo se lo doy, no te preocupes -le ofrecí la sonrisa que tenía a la mano, la cual no era una muy honesta.
-Claro -suspiró y soltó el aire por la nariz. Creí que ese gesto significaría que se iba a despedir para irse ya que además agarró los lentes que tenía en su escote. -Perdón pero ¿Te conozco de algún lado? Me pareces muy conocida -.
-No -negué con la cabeza arrugando mi frente.
-Ok -noté que tragó saliva - Gracias -. Y se fue. Cerré la puerta tras ella.
Estaba confundida, definitivamente le agradecía a Ricardo su amabilidad al compartirme su techo, pero no estaba entendiendo su juego.
Me puse un pantalón y guardé el reloj en un bolsillo de adelante.
Mi teléfono sonó, era Ricardo.
-¿Qué pasó? -apenas pronuncié mis palabras caí en cuenta que había sonado muy seca.
-Eh... - «obvio que se sacó de onda» -Hay muchas ¿Qué... Necesitas? -podría apostar que buscó las mejores palabras de preguntarmelo, mismo gesto que me hizo sentir mal por mi anterior contestación.
-Busca unas moradas -.
-Moradas... Moradas... Moradas... Ya las vi, ahorita llego -.
-Ok -colgué la llamada. Suspiré y apreté mis labios.
Unos minutos más tarde me contestó Alejandra con una nota de voz.
-Güeeeei no mames. Pues tómate la pastilla del día siguiente por si las dudas, no vaya a ser que si hayan coshado y por lo borrachos se les haya ido el pedo -.
Llevé una mano a mi frente -Ay Dios -dije más a huevo que queriendo.
...
-Oye -dijo Ricardo casi cayendo en un susurro, puso delicadamente su mano en mi espalda, sentí la humedad de la blusa por mi cabello aún mojado, recorrió mi cintura con la yema de sus dedos.
Se me erizó todo.
-¿Tienes una media hora libre? -. Ahora estaba en mi cuello, muy peligrosamente cerca de mis pechos. Me robó un suspiro.
Claro que deseaba volver a hacerlo con él (o por el contrario, tener sexo por primera vez) pero las imágenes de lo poco que recordaba de anoche y la visita que tuve hoy llegaron a mi mente.
-No -me hice a un lado aún estando de frente a Ricardo. -No tengo media hora libre -.
-Mmh tal vez después de tu trabajo -tomó mi mano recorriendo mi muñeca. Me solté de su agarre.
-No se trata de mi trabajo Ricardo, no tengo tiempo para esto: para estar jugando -.
-Disculpame pero yo no estoy jugando -dijo levantando un poco el tono de su voz señalando su pecho.
-Ay por favor, tu ex vino en la mañana -soltó un bufido y rodó los ojos.
-Mierda, no es lo que parece cortamos hace mucho, ya le he dicho que no me busque pero sigue insistiendo y ella... -
-Me trajo esto -interrumpí; busqué en reloj en el bolsillo de mi pantalón y lo puse en la mesa -Se te olvidó en su casa... Ayer -.
Se miró su muñeca y se quedó callado.
-Perdón por hacerte esta pregunta ahora pero ¿Qué somos Ricardo? Ni siquiera me has dado llaves de tu departamento -.
-Wow... Mira no necesito a más mujeres haciendomela de pedo en mi vida, tengo suficiente con mi ex y tú -era tan diferente ver su cara estando enojado: todo en él cambiaba sus cejas, su mandíbula y sus ojos, sus ojos ya no eran dulces eran infames.
Agarré mi celular y lo metí a mi bolsa mi bolsa llevandola a mi hombro caminando hacia a la puerta.
-Ey ey ey ¿A dónde chingados vas? -
-No voy a perder mi tiempo peleando contigo. Eres un puto imbécil Ricardo -agarré la manija y con fuerza pero sin brusquedad cerré la puerta. Bajé por el asensor rogandole al universo que Ricardo no fuera tras de mi porque me dolía verlo así.
...
-Güei pinche descarado, todavía que sigue saliendo con su ex quiere hacerlo contigo también -hablar con Alejandra siempre me hacía sentir mejor.
-Bueno no sé si "sale" con su ex, lo único que sé es que ayer fue a su casa y... Dios me da coraje solo pensarlo -le di un sorbo a mi café acomodandome en la silla de la cafetería.
-Sigo sin poder creer que te comparó con su ex -no podía verla pero podría jurar que rodó sus ojos, siempre lo hacía.
-¡Lo sé! Es un idiota -.
-Te mereces más que eso ¿Y qué vas a hacer? -.
-No tengo idea. No puedo volver a mi antiguo departamento -.
-Puedes quedarte en el mio, ya sabes dónde escondo las llaves -. Un tiempo viví con Alejandra, era increíble pero decidí irme a vivir sola por que era algo que quería vivir.
-Muchas gracias... Te extraño demasiado -.
-Yo igual... Volveré en unos días. Oye tengo que irme, te mando mensajes luego -.
-Ok. Bye -
-Bye -. Ahora tenía que trabajar, pero luego de trabajar iría por mis cosas a la casa de Ricardo.
...
A eso de la 1:34 a. m. Iba en camino a la casa de Ricardo para sacar mis cosas de ahí.
Estaba convencida. Me iba a ir.
Abrí la puerta estaba obscuro, lo que era extraño porque Ricardo siempre se duerme tarde y las luces están prendidas. Pero hoy no.
Cuando entré vi sendero de velas con petalos en el suelo. Daban a las escaleras.
-¿Ricardo? -. Seguí el camino.
Bajé las escaleras y escuché a lo lejos el sonido de una canción tocada en violines.
Las velas seguían hasta el cuarto donde había estado durmiendo el tiempo que me había quedado ahí. La puerta estaba abierta por lo que vi un montón de globos en forma de corazón que llegaban al techo y una mesita con una caja de regalo color rosa y ahí terminaba el camino.
La abrí. Eran unas llaves.
-Tengo que decirte algo -dejé las llaves en la caja y giré sobre mis tobillos para verlo cara a cara -Primero que todo te quiero pedir perdón por portarme como un pendejo, estoy saliendo de una relación muy tóxica y sé que eso no justifica para nada la manera en que te hablé hoy pero necesito que entiendas que quiero hacer cambios y... -
-Ricardo yo... -interrumpí.
-Por favor sólo escuchame por estos momentos -dió un paso adelante -Sé que eres una mujer maravillosa y sé que no te he tratado como te mereces pero si me das una oportunidad de cambiar todo lo jodido que hay ahorita en mi vida te prometo poner toda mi atención en ti porque creeme que no te quiero perder. Me has hecho sentir lo que no había sentido con alguien en mucho tiempo y sería un completo pendejo si no supiera apreciarte así que... Danna dame la oportunidad de demostrate que soy mejor y que soy más que lo que has conocido de mi -tomó aire y lo soltó por la boca - ¿Quieres ser mi novia? -.
Me acerqué a él y lo abracé.
-Si -.
Y quise que fueramos eternos.
---
¡Que vivan los novios! JAJAJA ay pues ahí les saqué todo lo cursi que tiene mi corazón para ofrecerles a cada uno de los que está leyendo esto.
¿Qué te pareció el cap? Medio tóxico el Ricky pero se le perdona porque luego lo mandamos a terapias.
Déjame un comentario diciendome si te gustó el capítulo y picale a la estrellita. Agrega la historia a tu biblioteca para que te notifique cuando suba un capítulo nuevo. También no olvides seguirme aquí en Instagram y en Twitter (la verdad estoy más activa en Instagram) como @ladelfanfic
Cuídate mucho y comete una nieve.
Byee.
-Xoxo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top