Reunión Familiar

España miraba por la ventana de la cocina mientras lavaba los trastes, no podía evitar sonreír mientras escuchaba a sus hijos jugar un partido de futbol, era la primera reunión familiar en años que todos estaban juntos sin que fuera incomodo o hubiera peleas.

Todos sus hijos ya se habían independizado ni bien cumplieron la mayoría de edad y tenían sus propias vidas, todos menos uno, su segundo hijo; Perú, él aún continuaba negándose a dejar la casa familiar.

Generalmente Perú era muy apático y malhumorado durante las reuniones familiares, siempre parecía no querer estar ahí o, mejor dicho; parecía no querer que sus hermanos estuvieran ahí, ya todos se habían hecho la idea de que Perú simplemente no congeniaba con nadie y nunca se haría de la casa, quizás hasta era su plan quedarse el solo con la casa de su padre.

Sin embargo, ese día sus hermanos se dieron con la sorpresa que, al llegar a ver a su padre, Perú los recibió muy alegremente, incluso había cocinado y los atendía con mucha alegría, sorprendiendo a todos aún más durante el almuerzo, anunciando con bombos y platillos que pronto se iría, dejando anonadados a sus hermanos, España no estaba sorprendido con la noticia, su hijo ya había hablado con el sobre dejar la casa desde hace un mes atrás.

- ¡Jefe! ¡¿Dónde está la limonada?! – México entro en golpe a la cocina, abriendo la puerta de par en par, totalmente agitado fue directamente al refrigerador mientras usaba su playera para secarse el sudor en su cara.

- ¡HEY CHAVAL! ¡¿Cuántas veces tengo que decirte que no abras la nevera con el cuerpo caliente?! ¡Joder tío, que tienes casi treinta años, que te va a dar una neumonía! – España corrió rápidamente hasta donde estaba su hijo, sujetándolo de la playera y alejándolo de refrigerador semi abierto.

- Vamos jefe ¿No crees que estas exagerando? – Pronuncio México con una sonrisa burlona. – Estas más histérico de lo normal ¿Pasa algo? Mira que solo puedo venir a visitarte una vez al año.

España no dijo nada, seco sus manos con su delantal y saco una jarra de limonada del refrigerador, tomo un vaso hasta el borde y se lo entrego a México, luego y aun sin decir nada volvió a dirigirse a la ventana.

- ¿No me digas que estas así por Perú? – Cuestionó el más joven mientras se apoyaba en el lavado al lado de su padre – No parecías sorprendido durante el almuerzo.

- Hace un mes que Perú me dijo que se iría...

- Según recuerdo, llevas años quejándote de que Perú no te dejaba rehacer tu vida... Además, tampoco es el fin del mundo, seguro se mudará con unos amigos cerca de aquí, con lo apegado que es a ti, seguro vendrá todas las noches a cenar, ya verás que será como si nunca se hubiera mudado y estaré escuchando tus quejas otra vez.

- No se está mudando a ninguna parte, planea irse de viaje como mochilero al sudeste asiático... Por lo que me dijo no planea volver en un buen tiempo, ya comenzó a vender sus cosas, le dije que si necesitaba dinero yo se lo daría, que no venda nada, que yo se las iba a guardar, pero dijo que se haría cargo de todo y que no me preocupara.

- ¿Esta vendiendo sus cosas? Es que quería pedirle su play.

- ¡Joder! – Exclamo España azotando su palma contra el lavado – ¿Es que no se puede hablar seriamente contigo?

- ¿Cuál es el problema? ¿No quieres que se vaya?

- Claro sí, pero no así. Es que ponte a pensar ¿Cómo coño se le metió a la cabeza que es buena idea irse a un lugar desconocido, con gente que no conoce, que no habla su idioma? Perú no tiene amigos, no sabe tratar con la gente, que sí, que estoy feliz que quiera por fin dejar el nido, pero pensé que se mudaría primero con uno de vosotros hasta que encuentre un lugar propio, es que no tiene lógica que de un momento a otro me diga "Papá, que voy a vender todas mis cosas para juntar dinero para mi viaje" que no me cuadra, Perú era de la casa al trabajo y del trabajo a la casa y eso cuando no renunciaba porque ese chico no sabe tratar con la gente, es que simplemente no le gusta estar rodeado de gente... ¿Y si está metido en drogas? Es que a mí todo esto me da muy mala espina.

- España, cálmate. Perú no es un niño, ya tiene 25 años ¡Además! ¿No eras tú el que nos contaba como comenzaste a recorrer el mundo a los 16 años? Yo creo que lo que pasa es que realmente no quieres que se vaya ¿Te da miedo quedarte solo en la casa? Solo piénsalo, cuando Perú se vaya, Italia y tú podrán vivir juntos sin ningún estorbo.

- ¿Saben? Las paredes no son insonoras y están hablando muy alto – Pronuncio Perú en un tono calmado y algo burlesco, sorprendiendo a su padre y hermano, el más joven no pudo evitar soltar una pequeña risilla que intento disimular con su mano al ver la expresión de los otros dos. – Tranquilos que no los estaba espiando, solo que Mex se estaba tardando mucho con la limonada, pero ¿Saben? Si necesitan hablar en privado pueden hacerlo en la sala – Perú tomo la jarra de limonada de la mesa junto con unos vasos, saliendo muy tranquilamente de la cocina para reunirse con Argentina y Chile que aguardaban por la bebida.

- Mmmmm ¡Yo lo veo bastante bien! – Pronuncio México, rompiendo el silencio incomodo que se había generado.

- Eso es exactamente a lo que me refiero – Le respondió España dando un pequeño suspiro – Vosotros no entendéis lo preocupado que me pone todo esto.

- Yo sigo sin entender cuál es el problema.

- ¡Que se vayan a la sala, carajo! – Grito Perú desde el patio, se podía escuchar las carcajadas de Argentina y Chile junto con la suya.

España comenzó a caminar hacia la parte interna de la casa – Acompáñame, que quiero pedirte algo.

El más joven no replico, dejo su vaso en el fregadero y siguió a su padre, mirándolo con cierta incredulidad mientras el mayor tomaba asiento pesadamente en su sillón favorito.

- Voy a pones las cosas claras, algo aquí no me cuadra, simplemente no me cuadra, hasta el mes pasado estaba todo retraído que ni me hablaba y de la noche a la mañana su comportamiento cambio drásticamente, es como la noche y el día, es que yo no lo entiendo.

- ¿Cómo que ni te hablaba? – Interrumpió México algo desconcertado, Perú siempre había sido un "niñito de papá", siempre apegado a él y buscando su aprobación.

- Nada, solo que me canse que sea tan apático, hice lo que cualquier padre hubiera hecho y se enojó mucho, se encerró en su cuarto y no soltaba el ordenador.

- ¿Qué hiciste exactamente? – Aquel comentario no le dio muy buena espina al tricolor, conociendo a su padre, presentía que había hecho algo realmente estúpido.

- Hice lo que cualquier padre haría ¡Lo lleve con unas putas para que lo hagan hombre y se le quite lo maricón!

- Y luego dices que el pendejo soy yo.

- ¡Coño! ¡Que no es para tanto! ¡Ya me hubiera gustado a mí que mi padre me pagara unas buenas putas!

- El dinero de las putas, tus apuestas, tus deudas, tus lujos, incluso esta casa te la pagamos nosotros – Pronuncio México con total seriedad y con un tono de enojo en su voz.

- ¿De que estas hablando, tío?

- Hablo de la herencia que me dejo mi madre.

- ¡¿Todavía sigues con eso?! Fue hace muchos años.

- Si, ya sé que no tiene sentido hablar de eso contigo... Esta fue una reunión bastante agradable, pero ya me tengo que ir, me voy a despedir de los chicos.

- ¡Espera!... Necesito que me hagáis un favor.

- ¿Y ahora qué?

- Quiero que hables con Perú.

- ¿Hablar? ¿Hablar de qué?

- ¡¿Cómo de qué?! De que no puede irse de viaje solo, de eso.

- Te recuerdo que yo tenía 15 años cuando me fui de la casa, él ya es un adulto, podrá cuidarse muy bien solo.

- ¡Precisamente por eso! Ya sabes cómo es el mundo y lo peligroso que es, Perú no tiene ninguna experiencia en el mundo exterior, no sé con qué mierda de gente pueda estar hablando por internet, quizás le vayan a robar los órganos o algo así.

- ¿No crees que estas exagerando? Además, sabes que nosotros no nos llevamos del todo bien.

- Pero eres su hermano mayor, si le dices algo seguro te hace caso, ya intenté de todo para convencerlo de que está yendo demasiado rápido al viajar solo, preferiría que vaya con alguien de confianza... Quizás si fueras con él...

- ¡Ni de vergas!

- ¡Joder! Que yo pagaría todo, tienes más experiencia que tus hermanos, podrían cuidarse mutuamente.

- ¿Y mi carrera? ¿Te has olvidado que mi gira está cerca?

- ¡Mejor aún! Perú puede quedarse en tu casa hasta que regreses, para que sepa lo que es vivir solo un tiempo.

- ¿Y por qué no puede irse con Chile o Argentina?

- Sabes que Chile vive con su madre y que Argentina vive en una pieza minúscula con un vago que no paga nada.

- España ¿No crees que te estas preocupando por nada?

- Es solo que – El mayor se puso de pie y camino hasta la chimenea, tomando entre sus manos una de las fotografías que lo adornaban – La última vez que tuve esta sensación... Fue la última vez que lo vi.

México vio como su padre parecía quebrarse mientas contemplaba esa foto, era la foto de su hermano "Gran Colombia", el cual había muerto hace dos años en un accidente de tránsito mientras conducía rumbo al hospital para ver a su mujer que estaba dando a luz a su último hijo, otro conductor se pasó la luz roja a alta velocidad en una intercepción, matándolo en el acto a pocos metros del hospital, no hubo nada que se pudiera hacer, el otro conductor solo resulto con heridas leves.

- Yo tenía esa sensación de que algo malo iba a pasar, algo me lo decía, tenía que haber ido con él.

- Y posiblemente hubieran muerto ambos – Dijo México con total frialdad.

- Al menos puedes hablar con Perú y averiguar si piensa viajar con alguien o si conoció a alguien en la red ¿Por favor?

- Hablare con él, pero no prometo nada – Respondió México mientras se ponía de pie y se dirigía con sus hermanos.

Los hermanos se reunieron nuevamente en el patio, ya algo agotados comenzaron a charlas, poniéndose al día de lo que había sido de sus vidas en ese último año que no se vieron, Perú era el único que se mantenía callado, escuchando atentamente a sus hermanos hablar y riendo con las situaciones graciosas que sus hermanos sufrían.

Generalmente las reuniones familiares terminaban con el almuerzo, pero en esa ocasión el ambiente estaba tan ameno que todos decidieron ir a una discoteca local a bailar y tomar unos tragos, sería la primera vez que Perú los acompañaría, así que era una celebración doble. España los despidió desde la puerta, tenía sentimientos encontrados, Perú no era su hijo más joven, pero si el que más inconvenientes le causo debido a su timidez y apatía, verlo tan sonriente y feliz lo aliviaba, pero también lo confundía, no esperaba un cambio tan drástico.

Las horas pasaron y España miraba impacientemente el enorme reloj colgado en su sala mientras leía una revista para "caballeros", se suponía que sus hijos regresarían a las 10:00 p.m. que solo saldrían por un par de tragos y que regresarían rápido para poder irse a sus casas, pero ya era más de media noche y no daban señal de vida, cuando el reloj marco las dos comenzó a preocuparse, tomo su chaqueta, busco sus llaves y se preparó para salir a buscarlos, pero no fue necesario, ni bien abrió la puerta para irse a su auto, pudo ver a la distancia a sus hijos regresando Chile y Argentina llevaban a rastras a Perú y México respectivamente, el tricolor y el blanquirojo no podían caminar de lo borracho que estaban.

- ¡¿Pero qué coño ha pasado?! ¡Se suponía que solo irían por un par de tragos! ¡¿No tenéis noción de lo que son los límites?!

- ¡Conocí el amor, jefe! – Dijo México a todo pulmón mientras su padre ayudaba a meterlo a la casa.

- ¡¿Acaso nadie me va a explicar que ha pasado?! – Exclamo España viendo como Perú trataba de incorporarse por sí solo, pero no lo logro, termino en el suelo de forma estrepitosa en cuanto se soltó del agarre de su hermano – Joder ¿Quién me manda a tener puro macho?

Tras mucho escándalo y peripecias, todos ingresan a la casa, los cuatro hermanos se quedan profundamente dormidos en el sofá y en el suelo. Sin poder hacer anda, España busca unas cobijas para cubrirlos y se va a dormir, al menos todos habían regresado sanos y salvo. 

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