๑ 04
Seokjin estaba bastante emocionado cuando despertó.
Sería la cita favorita de todas las que había planeado, irían a la fiesta de la primavera en el pueblo. Si era honesto, su familia no era de salir mucho y pasar tiempo con aquellos que llamaban "plebeyos", siempre se organizaban los festivales en el palacio, invitando obviamente a personas de alta clase, pero Seokjin estaba realmente harto de eso.
Recuerda haber pasado toda su vida queriendo ver más allá de las paredes del castillo cuando habían festivales, en serio deseaba ver cómo era que el resto del pueblo festejaba. Así que ese era el día en que finalmente podría hacerlo.
¿Su padre se opuso? ¡Por supuesto! No quería permitir que su hijo se mezclara con aquellos de sangre no pura. Así que uso la excusa de que era sólo por Yoongi, quién le había contado que nunca pudo asistir a los festivales a causa de su padre, y como el rey Kim se encontraba enfermo este año, el festival en el palacio había sido cancelado; era la excusa perfecta para salir y observar como su futuro pueblo ejercía los festejos.
Sin embargo, no debía mentir, estaba demasiado asustado cuando su padre seguía observándolo con aquella mirada que lo aterraba desde chico y soltó un pequeño suspiro de alivio cuando él finalmente respondió "debes ir con cuatro guardias, no pueden dejarlos solos ni un segundo". En ese momento quiso saltar de felicidad, pero sólo dio una reverencia y salió de la oficina del rey, saltando fuera de esta. Eso había ocurrido la noche anterior y tras su pelea con Hoseok, no había tenido a quién contarle lo emocionado que se encontraba por finalmente cumplir uno de sus sueños de infancia.
Ni modo, la vida no siempre es como queremos.
— Joven Seokjin, el carruaje está listo, ¿ya podemos partir?
— Vayan a buscar a Yoongi, enseguida partimos.
— Por supuesto —hizo una reverencia y se marchó.
Sería la primera vez que el pueblo tendría a la realeza entre ellos.
[🍁]
— El pueblo nos queda a sólo unos 10 minutos, llegaremos en un abrir y cerrar de ojos —comentó el conductor.
— Tendremos 2 horas para pasear y conocer el pueblo, luego iremos a un restaurante de un viejo amigo de su padre para que puedan comer ahí.
— Eso no era parte del plan —reclamó Jin—. Queremos comer la comida del pueblo.
— Su padre dijo-
— No me importa lo que haya dicho mi padre —interrumpió—. Toda mi vida me alejó del pueblo y cuando finalmente salgo también quiere evitar que haga algunas cosas, pues déjame decirte que no pienso seguir sus planes. Nos quedaremos en el pueblo y comeremos con ellos.
— Está bien —asintió.
Yoongi observaba la escena riendo, le sorprendía la valentía de Jin ante su padre, pero le encantaba verlo cumplir realmente lo que quería. Él jamás se hubiese atrevido a enfrentar al suyo, el rey Min era realmente temible y no podía faltarle el respeto. Así que la firmeza del príncipe Kim realmente lo estaba atrayendo, sin duda alguna sería un excelente gobernante.
El viaje transcurrió en silencio después del comportamiento del heredero, pero Yoongi se mantenía viendo por la ventana. Seokjin podía imaginarlo con una sonrisa y sus ojitos brillando cuando el paisaje de bosque se convirtió en casas pequeñas y coloridas. Niños reían y jugaban, familias paseaban por la zona, algunas personas se detenían y recibían al automóvil real con saludos.
Bajaron en el centro del pueblo, dónde había un escenario armado, al parecer habría funciones. Los dos chicos caminaban con cuatro guardias a su alrededor, tal y como su padre había ordenado, pero también se encontraba ahí el mayordomo del joven monarca.
— Jiyung, tómate el día libre —le dijo—. Puedes hacer tus propios planes, no te preocupes, yo estaré bien y me quedaré con los guardias. Nos vemos a las 6pm.
— Muchas gracias príncipe.
Se podía escuchar los murmullos de todas las personas que se encontraban ahí, la gran mayoría sorprendidos de ver a la realeza. Solamente habían visto crecer al príncipe por medio del periódico y televisión, nunca imaginaron llegar a verlo en persona.
— Son como en las películas, realmente atractivos —alguien dijo aquello, en el suficiente volumen para ser escuchado por los dos jóvenes.
Ambos se vieron y rieron, pero el menor empezó a ponerse un poco rojo tras aquella confesión, aquello causó una risa más potente en Seokjin. Todo el pueblo quedó en silencio tras oír la contagiosa risa del príncipe y lo observaron, algunos notándose realmente confundidos y molestos, otros sosteniendo su risa que fue contagiada.
Finalmente dejó de reír y observó a su alrededor tras escuchar el profundo silencio con un par de susurros.
— Lo siento pueblo, pueden seguir en lo que hacían.
Todos volvieron a sus cosas y Yoongi también rio tras aquellas palabras. Seokjin era un tanto peculiar.
El MC del evento procedió a llamar la atención de todos y los dos chicos lo miraron con atención.
— ¡Hola, hola! ¿Cómo estamos hoy? —hizo una pausa escuchando al público gritar una respuesta, totalmente eufóricos—. ¡Bienvenidos al festival de primavera! Y hoy tenemos a dos invitados especiales. Nuestro príncipe Seokjin y al príncipe Yoongi del reino de Sina. Es un placer tenerlos aquí, esperamos puedan disfrutar del festival y sea de su total agrado.
Los dos sonrieron y asintieron con la cabeza. El show empezó, el primer número perteneciente a un grupo de danza tradicional. Yoongi observaba todo con sus ojitos brillando, y Seokjin a pesar de que se encontraba fascinado por el show, también se encontraba deslumbrado por la dulzura que emanaba el rostro del chico de piel pálida y cómo observaba todo con emoción. Los shows finalmente terminaron y era momento de cenar, se levantaron con un montón de personas ofreciendo llevárselos a sus respectivos restaurantes, sin saber a cuál escoger. Levantó su mirada y pudo ver a una señora empujando a una pequeña niña con un menú en sus manos y rio levemente tras verla acercarse al montón de gente totalmente tímida.
Volvió a ver a su madre y sólo pudo verla enojada por la actitud de la muchacha. Así que Seokjin levantó sus manos, buscando callar a la multitud que se había acumulado a su alrededor, pero sin llegar a tocarlos gracias a la presencia de los guardias.
— Prometemos volver otras veces y comer en cada uno de sus restaurantes, pero por ahora... Permiso —pidió tratando de acercarse a la chiquilla—. ¿Cómo te llamas, pequeña? —preguntó una vez delante de ella.
— Me llamo Seohyun.
— Un gusto Seohyun, yo soy Seokjin y él es Yoongi, ¿nos llevas a tu restaurante? —extendió su mano hacia la pequeña.
— ¡Con gusto! —agarró la mano extendida y dando brinquitos guió al príncipe hacia el restaurante de su madre.
Fueron recibidos con mucha educación por todos los trabajadores, quiénes fueron presentados por Chaerin, la dueña del lugar.
Mientras eran atendidos, Seokjin pudo notar varias cosas, que la niña claramente era maltratada por su madre y que los chefs de ahí eran excelentes. Había llegado hasta a comparar la comida ahí servida con la comida que se le daba en el palacio, sin duda alguna, ganando la que se encontraba en la mesa.
— Muchas gracias príncipe Kim, príncipe Min —realizó una venia—. Deseamos tenerlos de regreso muy pronto.
— Gracias a ustedes, su comida es deliciosa.
— ¡Es mejor que la del castillo! —dijo Seokjin, para respaldar lo que dijo el otro chico y recibió un codazo de su parte—. No puedes decir que no es cierto —insistió. Las personas alrededor rieron y la pareja finalmente subió al auto.
Se encontraban realmente cansados, había sido un día agotador. Y el castaño se sintió tan alegre cuando sintió la cabeza del menor en su hombro, tomó su mano y fueron en aquella posición todo su camino de regreso.
Llevo escribiendo esto desde hace un par de días, pero no tuve la inspiración para terminarlo hasta hoy. Espero que les haya gustado.
Lloro brillitos porque la relación de esos dos está avanzando rápido, pero se debe más a la química ya existente, simplemente están volviéndolo una atracción más fuerte.
¡Tengan una linda semana!
Dylan se despide~ (◠‿・)—☆
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