Inconvenientes
Si algo disfrutaba hacer Jimin era dormir y no importaba lo que estuviera pasando a su alrededor él no se despertaba así estuvieran pateando la puerta de su habitación y mucho menos lo lograrían si estaba teniendo un lindo sueño con el que él llamaba su príncipe azul.
Extraño aquellos días.
Deseaba que aquellos días regresaran. Todo era mucho más fácil hace unas semanas y quería que así siguiera pero ya no había nada que pudiera hacer y en un instante todo se había complicado. Ahora no quería tener aquellos sueños.
Era un adolescente cuando todo había empezado, todavía recuerda aquella noche en la que se fue a dormir en cuanto llegó a su casa debido a que no aguantaba el cansancio después de la exhaustiva práctica que tuvo ya que pronto haría una presentación y se esforzaba demasiado para que la coreografía quedara perfecta.
Llegó a su habitación, lanzó sus zapatos y su mochila al suelo para después dejarse caer en su cama, a penas lo hizo quedo profundamente dormido.
Ese día tuvo el sueño más lindo que había tenido; recordaba que estaba en un bonito jardín mientras el sol iba saliendo pero de repente llegaba un chico a su lado que lo tomaba de la mano, de inmediato sus mejillas se pintaron de rosa y su sonrojó fue en aumento cuando su acompañante le sonrió.
Simplemente había tenido el mejor sueño de su vida que se había despertado con una gran sonrisa y afortunadamente después de esa noche esos sueños continuaron.
Sin embargo, no pensó que ese chico con él que soñaba desde hace años llegara un día a su vida. Abrió los ojos de golpe y pataleó en su cama haciendo berrinche.
— Estoy loco y el mundo se burla de mi.
Hace unas semanas su vida había cambiado por completo y no es que estuviera en contra del cambio pero para nada le agradaba lo que sucedía. Y no había más culpable que Cha EunWoo.
¿Por qué de todos lo chicos que había en la universidad, Jungkook, tuvo que hacerse su amigo? Simplemente para Jimin era una clara señal de que el mundo lo odiaba y ahora se burlaba en su cara.
Llevaba años con aquellos sueños con un joven apuesto que siempre lo tomaba de la mano, lo abrazaba o sonreía, jamás pensó que conocería a esa persona; para él solo era alguien producto de su subconsciente que se mostraba como era su tipo ideal y así estaba perfecto.
Hasta que sin previo aviso apareció el chico que tantos suspiros le robaba tanto en sus sueños como estando despierto. Eso era lo que no entendía porque llevaba años visitando sus sueños si hasta hace unas semanas no sabía de su existencia y así hubiera preferido seguir no que ahora debe lidiar con él.
No es que no le agradada EunWoo sino que se avergonzaba y esperaba porque esos sueños no regresaran pero por lo visto eso no pasaría porque todas las noches ahí estaba, intento varias cosas para que eso no pasara como estar tan cansado que su cuerpo solo quisiera descansar, ver una película de terror y la más drástica que era no dormir pero ahí seguía, solo cerró los ojos un momento y EunWoo había aparecido.
No había dormido muy bien pero ahora era lo que menos le preocupaba. A regañadientes se levantó y se preparo para ir a la universidad.
A diferencia de otras ocasiones, Jimin, salió temprano de su departamento y se dirigió a la universidad. Normalmente esperaba a Jungkook cerca de su casa para que llegarán juntos pero como desde hace días se les unió Eunwoo prefería no hacerlo con la excusa de que tenía un proyecto importante, no le gustaba estar lejos de su mejor amigo pero ahora no tenía tiempo ni cabeza para lidiar con EunWoo así que prefería ir por su lado.
Faltaba para que iniciarán las clases así que ya que tenia tiempo aprovecharía para ir a la biblioteca. El lugar estaba casi vacío solo había uno que otro estudiante, no era como esas ocasiones en las que la biblioteca estaba abarrotada y que no había ni un lugar vacío; bueno tal vez también era su culpa porque se le ocurría como a todos ir en época de exámenes o finales.
Pensaba que no estaba tan mal llegar temprano que tal vez podría hacérsele un hábito, de inmediato se puso a buscar los libros que necesitaba, tarea que no era nada fácil porque no tenia idea por donde empezar, reviso varias veces y simplemente nada; por eso siempre iba con Jungkook o tenia la suerte de encontrarse con Taehyung. Aun así no se dio por vencido.
— Tu puedes Jimin, no puede ser tan difícil.— se decía Jimin al mismo tiempo que se rascaba la cabeza.
Iba de pasillo en pasillo revisando si estaban los libros que necesita pero por lo visto no era bueno en eso así que con resignación decidió pedir ayuda. Sin embargo, la que pensaba que sería su salvadora era la encargada de la biblioteca que no estaba de humor y tenia una mirada de que iba a matar al primer tonto que se le pusiera enfrente y él no sería ese.
Ya se había dado por vencido hasta que vio a un chico que por el chaleco que traía supo que era de los alumnos que ayudaban en la biblioteca; él era su salvación.
Quiso acercarse pero como vio que una chica le estaba pidiendo ayuda para bajar un libro que estaba en lo alto decidió esperarse y que bueno que lo había hecho porque...
— ¡Aish! ¿Qué haces aquí?.— murmuró Jimin antes de salir corriendo de la biblioteca.
Nota: no regresar.
Si hace unos meses le hubieran dicho a EunWoo que se enamoraría a primera vista habría dicho que no era posible pero si además le hubieran asegurado que sería de un chico simplemente se hubiera burlado. No es que tuviera algo de malo enamorarse de un chico sino que ni él había pensado en esa posibilidad aunque siendo sinceros tampoco se veía con alguna chica; simplemente en sus planes no estaba enamorarse.
Sin embargo, hay ocasiones donde uno planea y el destino se encarga de cambiar todo, así le había sucedido a él aunque tampoco es como que estuviera decidido a no enamorarse solamente pensaba que en ese momento no sucederia pero por lo visto se había equivocado.
Y no podía estar más feliz con ello porque había conocido al chico más amable, lindo y tierno que robo su corazón tan solo con una sonrisa; se había enamorado de Park Jimin.
Lamentablemente y muy a su pesar nada iba como él quisiera y todo comenzó desde que llegó a Seúl y después en el primer día de clases cuando Jungkook los presentó y ahí había terminado su gran historia.
En un inicio pensó que era porque tal vez tenía un mal día pero las semanas pasaron y Jimin no le hablaba y menos le dirigía la mirada era como sino existiera para él pero aún así EunWoo terminó enamorado del rubio y haría todo lo posible por conquistarlo.
Sabía que no sería nada fácil pero aún así no planeaba rendirse, por alguna razón sentía que hacía lo correcto que debía esforzarse por ganarse el corazón del chico. Tal vez era el destino que los había unido otra vez porque tenia la sensación de que ya eran conocidos, no recordaba de donde pero así se sentía. Algo en él lo reconocía.
Hoy es el día.
No dejaba de repetirse para darse ánimos mientras entraba a la universidad. No negaría que después de las incontables veces que Jimin lo ignoraba, lo evitaba o simplemente hacia como que no existiera sus ánimos terminaban por los suelos pero tenia la creencia de que si algo costaba en la vida era porque valía la pena.
— Hola.— saludó a Jungkook que claramente estaba triste y se sentó junto a él.— ¿Tan mal están las cosas?.
— Horrible.— su amigo recargo su cabeza sobre la banca que compartían en clases.— Ahora ni siquiera quiere verme y no sé porqué.
— Ya somos dos.— comentó Eunwoo antes de soltar un suspiro y recargo su cabeza al igual que Jungkook quedando frente a frente.— ¿Qué piensas hacer?.
— Seguir insistiendo porque eso de preguntarle a Hoseok hyung no funcionó.— respondió Jungkook haciendo un puchero.— ¿Y tú?
— Jimin hyung no me da muchas opciones y solo me queda seguir insistiendo hasta que por lo menos se digne a voltearme a ver.— se escuchaba tan triste que Jungkook se sintió igual. Era testigo de todas esas veces en las que EunWoo buscaba agradarle a su hyung que hasta él se enojaba con Jimin por ser tan frío.
— Me conformo con que me acepte como amigo.— susurró EunWoo algo decaído.— ¿Algún consejo?
Sinceramente no sabía que más decirle a EunWoo, desde que lo encontró el primer día de clases lo reconoció como el guardia que cuidaba a Taehyung y que tantas veces los ayudó a verse a escondidas; además que en ese tiempo para nadie era un secreto que había algo entre él y Jimin pero ninguno se atrevía a dar el paso, así que, pensó que ahora que se reencontraron las cosas serían más fáciles y empezarían siendo amigos como aquella vez. Sin embargo se equivoco porque Jimin huía cada que podía.
— Le encantan los mochis.— informó Jungkook que se acomodaba en su lugar mientras EunWoo seguía algo triste.— Cuando estaba triste le compraba mochis y mágicamente todo se le olvidaba.
Apenas acabo de hablar, EunWoo salió corriendo
en busca de mochis con la ilusión de que Jimin los aceptara y Jungkook solo rogaba que su amigo se apiadara de su compañero que hacía todo por llamar su atención.
Al parecer no era su día. Después de hablar con Jungkook no dudo en ir a comprar mochis para regalarle a Jimin y con toda la ilusión del mundo estaba decidido a hacerle frente y entregárselos. Pero tal parece que el destino se ensañaba con él y no había manera de que ese día coincidiera con el mayor.
Intento no.1: llegar al salón de Jimin.
Debido a lo que estudiaban, el edificio donde tomaban clases quedaban casi de extremo a extremo del campus así que llegar era toda una proeza más cuando había cambio de clase, todos salían y estorbaban. Solo tenía 5 minutos para llevárselos pero tal parece que el profesor de Jimin lo odiaba y no lo dejaba salir además de que a él le harían un examen sorpresa del cual no hubiera sabido si Jungkook no le hubiera llamado.
Intento no. 2: almorzar con él.
Simplemente no tuvo la más mínima oportunidad ya que era el cumpleaños de una de sus compañeras y le festejarían en su salón, por lo que Jimin ni siquiera puso un pie en la cafetería.
Intento no.3: esperarlo fuera de su salón.
Con ayuda de Jungkook logró salir antes de que terminará la clase pero resulta que ese preciso día el profesor de la última clase de Jimin faltó. Cuando el llegó al salón Jimin ya estaba en su casa y aunque quisiera presentarse en su puerta pensaba que no era el momento.
Tal vez ese día no era el correcto pero al siguiente lo volvería intentar.
Esta vez no se rendiría y así el destino le pusiera cuanto obstáculo quisiera Jimin tendría sus mochis pasara lo que pasara. Se había levantado temprano para ser de los primeros en llegar a la universidad, corrió al salón de Jimin y planeaba no moverse de ahí hasta hablar con él, sin embargo, el tiempo seguía avanzando y no había señales de él.
Soltó un largo suspiro porque muy pocas veces se había sentido tan frustrado como ahora pero de inmediato de recompuso y sonrió. Había llegado temprano para tener más posibilidades, así que solo había fallado una y el día apenas comenzaba pero sin esperarlo una gran oportunidad se le presento.
Iba bajando las escaleras cuando justo frente a él se encontraba Jimin sentado en una de las bancas que había debajo de los árboles. El mayor no se percató de su presencia porque tenía los ojos cerrados y no dejaba de cabecear porque al parecer tenía demasiado sueño. Estaba a punto de caer sobre la banca de no haber sido por EunWoo que se sentó en ese momento y Jimin terminó recargado sobre su hombro.
Jamás estuvo tan cerca de Jimin como ahora y su corazón estaba tan emocionado que casi podría salir de su pecho. Estaba encantado observando al mayor que se veía tan tranquilo durmiendo que no se atrevió a despertarlo, le parecía tan tierno y lindo que estuvo apunto de acariciar su mejilla pero prefirió no hacerlo por miedo a que abriera los ojos, sin embargo, se atrevió a tocar la cabellera rubia de Jimin porque tenía unos mechones en el rostro.
Todavía no había logrado lo que quería pero estaba feliz de estar junto a Jimin y velar su sueño que no podía borrar su sonrisa. No importaba lo que pasara después, él sentía que ya había ganado todo.
¡¿Por qué tenía que quedarse dormido en la escuela?! Simple no había dormido nada la noche anterior porque alguien de quien no quería decir su nombre se había aparecido en su mente apenas puso su cabeza en la almohada. Después de eso no quiso dormir aunque estaba más que cansado.
Sin embargo, solo basto que se sentará frente a su salón para que quedara profundamente dormido y por primera vez en mucho tiempo había descansado como un bebé que sentía que podía correr un maratón en ese momento además que era como si hubiera roto el encantamiento porque no soñó absolutamente nada y no podía estar más feliz por ello pero...
— ¿Dormiste bien, Jimin?.— abrió de inmediato los ojos cuando escucho esa voz que tanto evitaba y noto que era EunWoo él que estaba sentado a su lado y ...¡él estaba durmiendo sobre su hombro! Se alejó bruscamente y se sentó al extremo de la banca.
— ¿Q-qué haces a-aqui?.— tartamudeó el mayor que tenía las mejillas sonrojadas y mantenía la miraba en sus manitas que estaban sobre su regazo.
— Vine a verte, Jimin.— solo eso basto para que su pobre corazón latiera frenéticamente, ¿Por qué le decía tal cosa?.— Por cierto no respondiste mi pregunta.
— ¿Qué? ¿Cuál?.— preguntó Jimin que observaba de un lado a otro evitando la mirada de EunWoo. ¿Cuanto tiempo había dormido? Que ya no había nadie en los pasillos y en los jardines.— Tengo clase...
— Tu clase empezó hace media hora.— comentó EunWoo acercándose a Jimin casi arrinconándolo en la esquina de la banca.— Y como no quería dejarte aquí sólito mientras dormías te hice compañía.
¿Qué hago?
Jimin era consiente que todo este tiempo había sido grosero con EunWoo cuando él solo se portaba muy amable, cosa que lo hacía sentir mal y aunque quería correr para esconderse en cualquier lugar no podía hacer algo así.
Ya no faltaba mucho para su siguiente clase así que podía aguantar unos minutos junto a EunWoo ¿que más podía pasar? Además gracias a él pudo descansar.
— Gracias.— habló Jimin en tono bajito.— Lo siento...por mi culpa perdiste ... tu clase.— eso era lo que menos le importaba al menor que sonreía en grande por lo feliz que estaba ya que era la primera vez que conversaba tanto con su crush.— Lo siento.
— No te preocupes, Jimin.— el mayor solo asintió y siguió evitando a su acompañante.— ¿Sucede algo?
— No, ¿Por qué?
— Es que siento que estas nervioso y evitas mirarme.— respondió EunWoo intentando ocultar que le dolía su actitud hacia él.
Fue en ese momento fue cuando el mayor se llenó de culpa y un ligero dolor que apareció en su pecho porque sabía que EunWoo tenía razón así que por impulso levantó la mirada y se encontró con unos hermosos ojos que se iluminaron al verlo.
Sólo eso basto para que la gran muralla que había levantado Jimin, se derrumbara y sintiera que su corazón saltaba alegremente que parecía que quería salirse de su pecho.
Ahora sabía porque sentía esa necesidad de mantenerse lejos de EunWoo, porque siempre se sentía tan nervioso cuando estaba cerca, porque evitaba su mirada; inconscientemente estaba enamorado de él pero se negaba a aceptar tal cosa que lo evitaba.
Sus sueños eran tan hermosos que idealizo al protagonista de ellos pero al conocer a EunWoo y ver que su parecido era tanto con ese chico que quiso alejarse porque creía que era como si interfiriera en ellos, sin embargo, no logro hacerlo y cada que podía estaba al pendiente del menor que con cada gesto le recordaba al chico de sus sueños. Eran como la misma persona.
Jimin soltó un gran suspiro y paso sus manos por su cabeza debía dejar de pensar tanto las cosas pero es que todo era muy raro que no entendía lo que sucedía.
Decidido a ignorar todo y solo siguió su camino a su departamento, ya era tarde cuando salió del supermercado que le hubiera gustado ir otro día pero tenía la alacena y el refrigerador vacío sin olvidarse de que debía hacer las compras antes de que sus padres fueran a visitarlo.
Vivía en una zona muy tranquila y podría decirse que cerca de la Universidad que no le daba miedo andar tan tarde en las calles hasta ese día.
Iba tan perdido en sus pensamientos que no escuchó que alguien caminaba detrás de él hasta que lo tomaron del brazo ocasionando que Jimin se asustara tanto que soltó las bolsas, gritó y golpeó a quien tenía a lado.
— Tranquilo Jimin soy yo.— decía EunWoo suavemente para calmar al mayor que no dejaba de golpearlo en el pecho y cuando abrió los ojos no dudo en darle una patada en la pierna.— ¡Auch! ¿Qué te pasa?.— dijo al mismo tiempo que se sobaba donde lo había golpeado.
— ¡¿Qué me pasa?! ¿Tú que crees?.— preguntaba el mayor que le daba unos pequeños empujones.— Me disculparía pero te lo merecías.
— Pero no hice nada, Jimin...
— ¿Jimin?. Soy tu hyung niño.— comentó el mayor que tenía las manos en la cintura.
— No soy un niño y solo nos llevamos por un año.— se defendió EunWoo que todavía se tocaba donde lo había pateado y hacia una mueca en señal de que le dolía.
— Aún así soy tu hyung.— habló Jimin que levantaba todo lo que había comprado y había terminado en el suelo.— ¿Qué hacías siguiéndome?
En ese instante EunWoo se agachó para ayudarle a levantar todo pero debido al comentario de Jimin y que estaba cerca de él, se sonrojó hasta las orejas.
— Te juro que no.— dijo rápidamente el menor a lo que Jimin oculto su risita detrás de su mano.— Lo que pasa es que yo vivo aquí.— señalo el edificio que estaba frente al de Jimin.
— ¿Qué?
Ahora si estoy perdido.
Estaba consiente de que Jimin no sabía que vivía frente al otro pero escucharlo de su boca vaya que le dolia. Tampoco era como que llevara años viviendo ahí pero eso no evitaba que se sintiera dolido porque él si había notado la presencia de Jimin desde el primer día que se mudo pero por lo menos ahora ya sabía dónde localizarlo y su relación había mejorado bastante.
Jamás olvidaría su primer día en Seúl y el hecho de que pensó seriamente tomar sus cosas e ir de regreso con sus padres porque de ahora en adelante le tocaba estar solo.
Siempre había escuchado lo emocionados que estaban sus hermanos porque dejarían la casa de sus padres y cuando llegó su momento también lo pensó pero cuando entró a su departamento la soledad del lugar lo abrumo. Sin embargo, no tuvo tiempo de pensar tanto porque tenía que acomodar los muebles y hacer algunas compras.
Ese mismo día conoció a Jimin. Estaba observando por la ventana cuando se encontró con un chico rubio que iba en su bicicleta, se notaba que ese día iba tan feliz que no dejaba de sonreír contagiándolo a él también.
Después de ese día, varias veces intento encontrarse con su vecino porque según él quería hacer un amigo ya que no tenía a nadie en Seúl. Sin embargo, ese plan no funcionó.
La segunda vez que lo encontró fue cuando estaba en el supermercado. Llevaba una lista larguísima que su mamá se había tomado el tiempo de hacer para que no le faltara nada por un tiempo, además de varios ingrediente para que preparara su comida que no tenia la menor idea de como hacer. Esa vez no tenía ojos para nada más que para esa lista y su carrito, tanto que no se percató que a lado de él un joven rubio estaba en puntitas para tomar un cereal que había en la parte de arriba del estante.
— Hola.—dijo tocándole el hombro pero EunWoo ni siquiera volteó.— ¿Me podrías pasar ese cereal?.— él solo levantó la mirada viendo lo que señalaba y se lo dio.— Gracias.
Solo volteó a verlo cuando Jimin ya estaba a punto de pagar y aunque se apuro a pagar ya no lo encontró.
Eso fue lo más cerca que estuvo de Jimin y se enojaba con si mismo por haber dejado pasar esa oportunidad porque no volvería a tener tanta suerte como esa vez.
Pero al parecer el destino le daría otra oportunidad el primer día de clases porque el chico que tanto se moría por conocer estaba delante de él en la fila para tomar el autobús. Quería hacer aún lado a todos los que estaban frente de él pero obviamente no era una buena opción y menos la impresión que le quería dar al rubio.
Con ansias espero subir al autobús y con la esperanza de sentarse con él o al menos cerca, sin embargo, nada de eso paso porque como si todo se pusiera en su contra los lugares cerca de aquel chico estaban ocupados y a él no le quedó de otra más que observarlo a lo lejos.
Con tristeza había entrado a la escuela ya que otra vez su oportunidad había terminado pero sin duda una gran sorpresa le esperaba.
Faltaban solo cinco minutos para su clase y ya se había dado por vencido porque por más que intentaba descifrar el mapa del campus no hallaba la manera. Se sentó en las escaleras e intento relajarse porque, no entraría a la primera pero haría todo para encontrar su salón para la segunda clase.
Estaba a punto de irse de ahí cuando sin querer chocó con un chico que casi cae sino fuera porque rápidamente lo tomó del brazo para evitar que se lastimara.
— Gracias.— comentó aquel joven que le regalaba una sonrisa mientras llevaba una mano a su corazón.— Oh, que bueno que encuentro a alguien, se me hizo tarde y ya me perdí.— un sonrojó se apoderó de sus mejillas.— Me preguntaba si me sabes dónde está este salón.
— Quisiera ayudarte pero yo tampoco se donde esta.— habló EunWoo con tristeza mientras le mostraba su horario y ambos se daban cuenta que iban en el mismo grupo.
— Bueno, por lo menos conocí un compañero. Me llamó Jeon Jungkook.
— Cha EunWoo.
A pesar de que ya se había rendido a que no entraría a su primera clase, tanto él como Jungkook tuvieron suerte porque su salón estaba en el edificio de enfrente de donde estaban. Había llegado unos minutos tarde pero por fortuna los dejaron entrar al ser nuevos y por ser el primer día.
Durante esa horas se olvido completamente de todo y solo se enfoco en lo emocionado que estaba por empezar la carrera de Medicina. Pero un golpe a la realidad se llevó cuando sus clases terminaron y la hora del almuerzo llegó, vio que varios de sus compañeros se retiraban acompañados porque ya habían hecho amigos, situación que le preocupaba porque no quería quedarse solo.
— ¿Quieres comer conmigo y con un amigo?.— cuestionó Jungkook mientras guardaba sus cosas.
— ¿En serio?.— preguntó con notable sorpresa a lo que su compañero asintió.
— Claro, además ya somos amigos.
Después de unas semanas en Seúl completamente solo, EunWoo se sentía mejor por tener un amigo que no dejaba de hacerlo reír mientras iban de camino a la cafetería.
— Ya nos esta esperando ven.— informo Jungkook que se abriera paso entre tantos estudiantes en la cafetería hasta llegar a una mesa al fondo del lugar.— Hola Jimin.— le dio una palmada en el hombro a su amigo que estaba revisando su celular por lo que no los miró.— Te presento a un nuevo amigo Cha EunWoo y EunWoo te presento a él pequeño...— añadió para molestarlo como ya era costumbre además de que se sentía ignorado porque seguía con el celular.— Park Jimin mi mejor amigo.
— Hola.— saludó el mayor con su manita al mismo tiempo que volteaba a verlo.
¡No puede ser! ¡No puede ser!
Repetía EunWoo en su cabeza, llevaba días intentando conocer a ese chico que era su vecino y resulta que por fin lo tenía delante de él.
Tristemente no todo fueron buenas noticias porque en cuanto lo vio Jimin volteó hacia otro lado.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top