Su mano izquierda sostenía la guitarra negra y de hermosas cuerdas plateadas, mientras la derecha rasgaba cada una de ellas con la hermosa melodía que caracterizaba aquella canción. La guitarra estaba sumergida sobre sus piernas mientras que ellas estaban cruzadas. Nunca olvidaré ese video - El mejor que me han dedicado en mi vida- ni esa canción. Entre el video salían unas palabras algo borrosas a la primera vista, blancas y algo medianas.

 "La practiqué solo por tí"

  Nunca alguien había hecho algo parecido por mi atención, o sólo para coquetear. Pero lo único que sabía en ese momento es que ese chico con sólo unas palabras, hacía revolucionar a mi corazón con muchas palpitaciones muy frecuentes y demasiado rápidas para ser pulsaciones normales. Sé que pensarán que me ilusionaba muy rápido, y esa es la verdad. Pero, entiendanme; tenía 14 años en esa época. Y la verdad, pensaba en cualquier tipo de amor que era existente, creía en eso de los principes azules como los de las películas de Disney y además en el amor verdadero. Ahora realmente, pienso que todo ello es una completa farsa. ¡Vamos!, han roto mi corazón tantas veces que ni puedo contar con mis dedos todos mis desamores.

 Como me complicaba la vida en esos momentos, no tenía temas de conversación para sacarle a tan semejante mensaje y vídeo que me había mandado. Yo realmente quería seguir hablando con él,si fuera por la persona que soy ahora lo hubiera bloqueado o dejado en visto, pero como el "hubiera" no existe, creo que me conformaré con lo anterior.

  La conversación se manejaba bien, el tema eran bandas Rock Punk que comenzaban al principios de los 90's , 2.000 y más allá - Como My Chemical Romance, All Time Low, Pierce The Viel y Sleeping With Sirens- También de la vida de Alex ,como que era Mexicano y siempre había vivido allí, Además de la vida mía ;  que era Venezolana y que me encantaba tocar la guitarra. Le dí suerte con su banda y se sintió agradecido por notarlo.

    Desde el momento que le hablé sentí que compatimos con las mismas cosas, que teníamos una conexión aún así sin habernos conocido del todo. Nos gustaba la misma música, y para mí; todo eso lo hacía el hombre perfecto a la vista.

  Ahora que lo pienso,fue una idea algo descabellada ilusionarme por alguien a quién no conocía en persona ni sabía como era realmente. Pero en ese tiempo, para mí, todo era posible.

  Sólo por una oración hizo que mi mundo callera de picada

 "Hey, ¿Tienes Facebook? si quieres podrías darmelo para yo buscarlo, y así hablarnos más rápido"

 En mi mente pasaba todas aquellas fotos que tenía en Facebook - algo vergonzosas para ser vistas por un "desconocido"- y sólo me preguntaba, ¿Y si soy fea para él?, Tal vez no le guste ... , ¿Y si descubre las cosas que me etiquetan mis amigos?. Estaría acabada.

 Tuve que conformarme y darle mi nombre de Facebook, además de dar unas indicaciones para que me encontrara entre tantas personas que utilizan esta Red Social. Como por ejemplo, "Tengo la misma imágen de perfil en Instagram y Facebook", "Mi imágen de portada es de todas las bandas que hablamos", entre otras cosas.

  A los minutos me llega una nueva solicitud de amistad en esa Red Social, y era de nada menos que de Alex. Sin pensarlo dos veces, la acepté entusiasmada.Como toda chica adolescente, empecé a ver sus fotos de Facebook y a mirar sus amigos. En eso vi comentarios de chicas que no me gustaban para nada.

" Que Guapo 12:39 pm  "

               "Increíblemente lindo 10:00 pm"

            "Si no fueras mi amigo... 1:00 am"                                                                    

       La verdad, en mi mente debatía si sentirme celosa o no. Es decir, en ese momento no eramos nada, pero yo ya sentía que él era propiedad mía y que en su frente estaba tatuado mi nombre. El enfado subía más y me sentía impotente por aquellas chicas - más hermosas y más lindas que yo- pero al fín y al cabo; no podía hacer nada.

     Sólo tenía un objetivo en mi mente, hablar con él; y eso hice. Le envié un mensaje saludándolo y preguntando como estaba. Evadió aquellas preguntas para sólo preguntarme :

" ¿Qué edad tienes?".

   Sentí la necesidad de mentirle, ya que,  muchas veces me habían dicho que parecía mayor de la edad que tenía. Sólo le sumé un año a mi edad. En ese momento no lo creí tan grave, ni algo por qué debatir, pero me quedé boquiabierta al saber su edad.

  "Tengo 18 años".