Capítulo 7: "Se rompió por dentro"
-Yo solo....-SeokJin comenzó luego de despedirse de V y dirigirse a ___.-No debes hacerme caso si no quieres, solamente intenta no acercarte mucho a Kook.
-No planeaba hacerlo de todas formas.-Ladeó una sonrisa la extranjera con algo de ironía.-¿Por qué lo dices?
-Simplemente, porque sé que en este momento están viviendo juntos.-La miró a los ojos.-Él ha vuelto, ____. Sí, ha pasado tiempo desde que ese imbécil volvió, pero eso no le quita todo lo malo a lo que ha pasado antes, ¿Recuerdas? Sin embargo, aquí está él nuevamente. Bajo el mismo techo que tú y su familia.
-Lo sé.-Cruzó sus brazos.-¿Qué demonios quieres que haga, Jin?
-Múdate.
Ella palideció, tragó saliva mirando sus pies.-No puedo.-Negó totalmente resignada.-La familia Jeon me dio acilo, fueron amables conmigo, y la señora Jeon ha sido como mi madre estos años luego de que mi padre muriera.
La mano del castaño alcanzó suavemente el hombro de la -ahora- debilitada chica.- Debes.... intentarlo. Solamente sabe lastimar a las personas, él cambió. No es el mismo chico que solía ser amable y bueno contigo; ahora es todo un jodido playboy, jugador, follador o como quieras llamarle.
A ella le ardió algo que decidió pasar totalmente por alto, o al menos ignorarlo.
-No tengo dinero para mudarme, idiota.-Resopló con enojo.-Mi padre murió, y lo único que heredé de él son deudas que están pendientes desde hace años. Inclusive desde antes que me dejara, no puedo darme el lujo de vivir por mi cuenta. Joder, sí, llámame aprovechada, pero la familia que me ha acogido me ha dado todo lo que necesito para existir, es como si fuera mi propia familia.
Jin lo meditó cerrando sus ojos y pellizcando el puente de su nariz. Lamentablemente no podía pedirle que se fuera a vivir con él dado a que compartía su casa con otras personas, pero de lo contrario definitivamente lo haría. Haría lo que fuera por aquella chica, y siempre estaría dispuesto a demostrarlo aún siendo que hacía un tiempo que no se veían.
-Henderson...-Ella le miró con sus ojos totalmente cristalizados al recordar absolutamente toda su mierda de vida.-Si tienes problemas, no dudes en llamarme; te ayudaré en lo que quieras.
Ella sonrió antes de lanzarse a sus brazos y agradecerle en un suave susurro.
El viento azotaba al edificio en donde se encontraba, ella tembló y se envolvió aún más debajo de su chaqueta.
Observó su reloj, demonios, era tarde.
Nunca más se quedaría ensayando en el estudio de baile hasta dos horas después del fin de clases.
Se colocó un gorro de lana sobre su melena larga y echó un suspiro al aire mientras envolvía una gruesa bufanda alrededor de su cuello.
Lista para volver a casa.
Relamió sus labios y comenzó su marcha. Atravesó el campus buscando la salida de ese inmenso lugar al que luego de unos días aún no se había acostumbrado.
-¡Hey!- Una voz masculina le llamó. Giró su torso para enfrentarse con un chico que le sacaba dos cabezas fácilmente. Llevaba una gorra y el cabello de color rubio.- ¿Tú eres la chica nueva?- Sonrió con picardía.
Ella tragó duramente, algo no andaba bien. Asintió con el corazón en la garganta, estaba nerviosa.
-Mmhm.....-Ronroneó acercándose a ella. -¿Cuál es tu nombre, nena?
-No te importa.-Espetó duramente al sentir su mano sobre su hombro.
-Ey.... ¿Estamos de malas?-Rió guturalmente, se paralizó al ver la fríaldad en sus ojos.- Tengamos diversión, muñeca.
No tuvo reacción al ver como de sopetón la empujó dentro del armario del conserje detrás de ella, cerrando la puerta posteriormente. Abrió sus ojos como platos e intento empujarlo fuera de la salida, le fue imposible.
-¡Déjame!-El chico comenzó a desparramar besos sobre su cuello, bajando por el escote de su camisa.-¡IDIOTA! ¡IMBÉCIL! ¡VIOLADOR!- Se retorció inútilmente.- ¡Déjameeeee!
Las lágrimas de impotencia se juntaron en las esquinas de sus ojos.-Oh.... nena....-Ronroneó juguetonamente para luego abrir su camisa de golpe provocando que se saltaran los botones en todas las direcciones luego de arrancarle la chaqueta, apartó la bufanda de lugar.
Estaba pasmada, nunca le había pasado nada parecido, rodeó su torso con los brazos intentando resguardarse de la lujuriosa mirada de aquel asqueroso sujeto que comenzó a bajar los besos al valle de sus senos, se removió estallando en llanto.
-¡AYUDA!- Gritó despavorida al ver que su fuerza no era nada en comparación a la del rubio.
-Ni te molestes....-Sonrió victorioso.-Aquí nadie escucha, solo las paredes serán testigos.-La besó a la fuerza introduciendo su lengua dentro de la garganta de ____, quien sollozaba a más no poder.
Nadie la salvaría de aquello, y le dolía bastante.
Mientras seguía siendo besada por aquel depravado, este introdujo su mano dentro de la copa del sujetador de ella, oprimió su pezón.
Chilló de dolor y miedo.
-¡AAAAHHH! ¡AYÚDENME!- Sollozó.- ¿¡POR QUÉ!?- Suplicó a aquel insensible ser.- ¿Qué te he hecho yo...?
-No vales nada, campesina.-Gimió sobre sus labios, ella volvió a luchar en contra de él, volviendo a perder.
La golpeó.
En ese momento....sí que el ferviente deseo de ser salvada le invadió cada uno de sus poros, al igual que el dolor.
Su abdomen dolía donde el puño del chico se había clavado. Se dobló sobre sus rodillas, mientras más lágrimas rodeaban sus mejillas.
El chico le quitó los jeans a ella y a él mismo, dejándolos totalmente en ropa interior, se le abalanzó nuevamente.
-Por favor...-Susurró ahogada en su propia agua salada.-Por favor...
Por supuesto que no ocurrió nada. Solo lo que era de esperarse.
Le arrancó las bragas con toda la fuerza y ella cayó de rodillas, sin ser capaz de mantenerse en pie al recibir otro fuerte puñetazo en las costillas y su labio. Sollozó con la poca fuerza sobrante en su cuerpo.
La cogió del cabello poniéndola de pie, la sujetó contra la pared y finalmente...
La penetró con fuerza haciéndole gritar de dolor.
Aquel chico no era del campus.
Aquel chico estaba lastimándola.
Aquel chico estaba.... violándola.
Se rompió por dentro, y no pudo ser capaz de abrir sus ojos.
Se limitó a observar el hombro del chico, tatuado con un pequeño símbolo de dos espadas, mientras la envestía cruelmente.
Totalmente cegada por la rabia, dolor y sufrimiento, se puso su ropa una vez el chico obtuvo lo que quiso y salió a toda velocidad de allí adentro, dejándola desamparada y sentada en el frío suelo del armario.
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Sin comentarios.... supongo que ustedes los dirán...
Las amouuuuu, comenten y voten plizzzz si quieren que la siga!!
:D
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