Capítulo 39


Desplegué las herramientas cosméticas sobre la mesita blanca a mis narices, al igual que el resto de los asignados en colaborar con la parte estética de la obra. Todos teníamos asignados a alguien en particular a quien maquillar para el día de la obra, por lo que en los siguientes días nos dedicaríamos exclusivamente a ver imágenes de los personajes en los que se había inspirado el director para poder asemejársele lo más posible.

La iluminación en el camerino de chicas era excelente, abarcaba cada rincón del sitio. La rubia que hace unas horas estaba conversando animadamente con Jeon se sentó en el taburete frente a mí; ella era el personaje al que debía maquillar. Por supuesto que la idea de dejarla espantosa era tentadora, pero no quería arruinar la obra únicamente por mi propia inseguridad y envidia.

La muchacha sonrió amablemente, me tendió la fotito del personaje.

Un maquillaje natural se extendía en sus pómulos y párpados, con un simple delineado y un brillo de labios transparente.

Sonreí, esto sí estaba a mi alcance.

Asentí cortésmente antes de comenzar mi labor. Apliqué uniformemente la base en su rostro, procurando que encajara con su tez bronceada. Me era imposible no notar aún más su perfección desde este ángulo tan cercano. Parecía una muñeca de porcelana, y era muy posible que ella lo supiera también dada la seguridad con la que se desplazaba cuando caminaba.

Por otro lado, no podía evitar pensar en los mensajes de parte del acosador.

¿Cuál era su objetivo? ¿Jeon sabría de ello? ¿Qué pasaría si le mostrara los mensajes?

La curiosidad de saber lo que había detrás de todo ello era demasiado fuerte como para intentar frenar el rumbo de las cosas en ese momento. Si todo era cierto, significaba que Jungkook estaba escondiendo algo lo suficientemente grave como para tener muchas personas que, con sus propias palabras, le odian.

¿Serán ellos los malos de la película? ¿O después de todo.... Es él?

Iba a llegar al fondo de todo esto, aunque los resultados no me gustaran.

Necesitaba saber qué esconde, o si simplemente todo esto es una jugarreta.

Miré el rostro de la rubia antes de aplicarle el delineador, y espolvorear algo de rubor sobre sus definidos pómulos. Sonrió al notar que había terminado, antes de agradecerme y salir por la puerta principal para retomar el ensayo de sus diálogos.

Entrecerré los ojos en el momento que mi celular vibró en mi bolsillo trasero de los jeans. Lo saqué apresuradamente, la pantalla brilló frente a mis ojos. Efectivamente, era el acosador nuevamente.

"Ve a tu casillero cuando termines con todo esto, hay algo que debes ver"

Fruncí mis labios de forma pensativa, aislándome del bullicio de la sala en mis propios pensamientos. Miré a mis costados, todos concentrados en su labor, mientras que yo había terminado el mío al ser bastante más sencillo que el de ellos. Nadie notaría que ya no estaba allí.

Tomé mi bolso sobre mi hombro, para luego desaparecer detrás de la puerta. Aceleradamente, procurando no ser vista por algunos de los actores y el director que ensayaban las líneas en el escenario al costado de los camerinos.

Atravesé las grandes puertas del anfiteatro, dirigiéndome hacia la derecha, donde a unos metros de distancia el área de casilleros comienza a tomar lugar. Apresuré mi marcha, el pasillo era un desierto, sin un solo sonido más que el repiqueteo de mis zapatillas en las baldosas. Algunos rayos solares se filtraban entre las rendijas de las pequeñas ventanas sobre los casilleros, dándole un aire más tétrico al lugar.

Miré a mis costados, me sentía observada. Un escarmiento me recorrió la columna al llegar a mi casillero y notar que este había sido abierto. Tragué saliva duramente para luego, de forma lenta y miedosa, terminar de abrir la puerta del compartimiento metálico.

Una carta.

Fruncí mi seño sumida en el trance del misterio, totalmente absorta en un universo paralelo de incertidumbre y temor.

La tomé rápidamente entre mis manos, para nuevamente mirar hacia mis costados con recelo. Abrí la carta cuyo sobre ya había sido abierto anteriormente por alguien más. La carta entre mis dedos se encontraba arrugada, como si alguien hubiese intentado deshacerse de la misma, sin éxito alguno.

"Querida Julie, ¿Qué tan invisible soy ante tus ojos? ¿Somos solo amigos? ¿O la tensión entre ambos es el presagio de algo más?

Cuando te veo, es como si nos hubiésemos conocido antes. De hecho, me recuerdas a alguien más, y es por ello el ahínco que pongo en intentar conocerte. Tú refrescas mis recuerdos de esa persona que tanto adoro. No me enorgullezco, pero debo sacármelo del pecho. Déjame conocerte. Conozco de tus temores, déjame ser tu protector. No le des ni un solo segundo de tu tiempo a Mark, él no es suficiente para ti, y lo sabes.

Nos vemos más tarde,

Jeon Jungkook"

Relamí mis labios intentando quitarles la resequedad que el estar pasmada y con mi boca totalmente abierta me había dejado.

¿Quién es Julie? ¿Por qué conoce a Jungkook? ¿Es esta carta una confesión o una advertencia? La connotación de la misma era demasiado codificada y sin contexto alguno como para entender algo de ello. Debía saber más, quería saber más. No iba a descansar hasta llegar al fondo de todo esto.

Cueste lo que cueste

Seguida--->>>

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Hola! Estaré subiendo el próximo capítulo pronto, ya sé exactamente todo lo que va a pasar. Y déjenme decirles que se viene fuerte... Posiblemente no se lo vean venir, o quizás sí, quién sabe xD No queda mucho para darle final a esta corta y modesta historia que tanto me he atrasado en actualizar, y por ello me disculpo con ustedes. Espero que aún quede al menos una lectora ;_;

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