La fiesta había transcurrido de una forma bastante agradable considerando los pocos incidentes; algún que otro idiota cayéndose borracho en la piscina, algún vaso roto, pero más allá de ello nada de gravedad mayor. Por supuesto que hice mi retirada al dormitorio mucho antes de que la fiesta culminara o estaría demasiado muerta como para levantarme en la mañana. Sí señores, las personas normales tienen obligaciones, y una de las mías era ir al instituto de artes, en el cual en un pupitre del suntuoso salón ya me encuentro sentada. El aula de artes, próxima al teatrillo, se comenzaba a colmar de forma modesta con el resto de los voluntarios –que al igual que yo- mendigaban por créditos extra a las siete de la mañana.

Claude hizo su aparición zarandeando su célebre barriga enfundada en una camisa de seda rosácea y un pañuelo del mismo material enroscado debajo de su pronunciada papada. Nos miró a todos los presentes en aquella ronda de bancos lustrosos para luego acomodarse las gafas de pasta negra y esbozar una sonrisa de puro orgullo. Sonreí escéptica ante la posibilidad de que alguno de los presentes estuviera allí por intenciones que no fueran obtener los créditos tan codiciados. —Bien muchachos....-Palmeó escuetamente sus manos mirándonos a todos con atención. —Esta obra es muy importante, y el que estén aquí para ayudar a que todo salga acorde al plan....-Hizo una dramática pausa apartando unas falsas lágrimas. —Hace que mi corazón haga boom boom...-Entorné mis ojos intentando disimular mi mirada de compasión. —Necesitamos ayuda en el área de escenografía, vestuarios, estética, y algún suplente en caso de que hayan percances con algunos de los actores. Ya me he tomado la libertad de organizar quién hará qué cosa.

Y luego de que brotara más palabrería de sus labios rechonchos enmarcados en barba incipiente, me asignó entre otras personas el área de cosmética. Avergonzada internamente por mi falta de experticia en el campo, asentí cabizbaja para luego dirigirme a una de las alas del teatrillo; atravesé el umbral abierto el cual del otro lado resguardaba unas pocas mesas blancas con sus respectivos espejos. Tendríamos unas pocas semanas para habituarnos a todo esto para llegar en condiciones al ensayo general. Por supuesto que esto no era nada en comparación a lo que los actores debían hacer, entre ellos Jeon, para exhibir de forma exitosa cada diálogo y expresión de forma que sean lo suficientemente convincentes. La obra, la cual había tenido el privilegio de leerla al igual que cada uno de los voluntarios, era sórdidamente melosa, pero poco se podía hacer si el director Claude deseaba revivir los años de juventud en los que él era un bailarín y cantante estilizado, para luego regodearse del posible éxito que la obra tendría por una buena cantidad de estudiantes destacados. Jungkook.... ¿Sería él bueno actuando?

Debía admitir que pocas veces le había visto hacer algo en lo que no fuera bueno, pero tal vez la actuación era una de ellas pudiendo explicarse su desmedido malhumor ante haberle sido encomendado el estelar de Edward. Por supuesto que donde hubiera un 'Edward' habría disfraces ridículos y de época antigua, acompañándole diálogos empalagosos y una historia de amor prohibido del príncipe con una pobretona del pueblo.

¡Oh! ¡Pero si es nuestra historia!- Pensé con pura ironía mientras me abría paso al salón bellamente iluminado con algunos alumnos dispersando el maquillaje por las mesillas espejadas. Mi celular vibró, de inmediato y un poco aturdida lo saqué de mi bolsillo. Desbloqueé el aparato para dejarme inundar por el estrés una vez abierto el mensaje recién recibido.

"Querida ___, ¿No habrás pensado que te has librado de mí? ¿Cierto? –insertar risa malvada- Jungkookcito será Edward... pero, ¿Quién es Erica, la receptora de los besos de él? Sabes que en la obra hay una escena de sexo, ¿No?

Curiosamente Edward es similar al personaje de Kook.... Rebelde, adicto al sexo, violento, pero se oculta tras la dulce fachada de un príncipe encantador y bondadoso...

¿No lo crees maravilloso? Y antes de que me respondas con un "Ya sé su pasado...." o "él me lo ha contado todo", déjame tirarte la excelente frase de "Nada es lo que parece" o "No todo lo que brilla es oro"

No desesperes, la verdad se avecina. ¿Quieres que te tire otro dato chistoso? Yo envié a esa persona a violarte aquel día, solo para mostrarle a Jungkook lo que se siente, y por supuesto, para que él al consolarte solidificara un lazo entre ambos para que pudiera romper luego. Quiero lastimarlo, y para ello ya tengo una pieza maestra para mostrarte, te va a fascinar –o tal vez no tanto."

No respondí.

Con un nudo en la garganta que incrementaba con tan solo en correr de los segundos, aparté el celular de mi vista volviéndolo dentro de mi bolsillo. Algunos actores ingresaron al recinto, entre ellos Jungkook acompañado por una esbelta rubia de bonita sonrisa y un guión entre sus manos. Ambos rieron por lo bajo mientras observaban los diálogos de la obra en aquel papel. Ella debe ser Erica, maravilloso.

Seokjin entró también, acompañado por Tae y su rectangular sonrisa. Jin me observó de forma seria, caminó en mi dirección sigilosamente para dejarse invadir por una pequeña sonrisa. Temblé, hacía mucho tiempo que no le veía.

Sin siquiera saludarle, solté. —¿Dónde has estado todo este tiempo?

Su sonrisa se evaporó tal como un charco en el verano. Miró por encima de su hombro a Jeon, como si le tuviera miedo, quien se encontraba demasiado atrapado en la conversación como para notarlo. Jin me sonrió tensamente. —He estado haciendo algunas cosas, ya sabes... -Se rascó la nuca nerviosamente.

—No, no sé.-Rectifiqué cruzándome de brazos. —Ya no me hablas como antes, tú eras mi amigo, ¿Qué te pasa?

—Sigo siéndolo, solo que estoy más ocupado que cuando estábamos en la secundaria, ___. Pero me sigue encantando conversar contigo.-Intentó tranquilizarme, bajó su mirada a sus zapatos como si fueran lo más interesante del mundo. Relamió sus labios resecos. —Además, tú novio nos tiene a todos limitados. No nos deja ni siquiera mirarte, a nadie. El único que parece valerle nada sus amenazas es a Namjoon, pero él es un demente...-Su voz pareció alterarse por momentos, volvió a observar a Jeon por encima del hombro. —Lo que sea....solo ten cuidado, me han contado cosas de Jungkook que quizás deban preocuparte, no podré contártelas porque ni siquiera sé si son ciertas, ¿Entiendes?-Hizo una pausa mirándome expectante, asentí duditativa.

¿Podría alguien decirme por el amor de Dios que era todo eso? ¿Cuándo alguien finalmente me dirá? Demonios, ¿Quién es mi acosador, qué quiere? ¿Qué esconde Jeon? ¿Por qué tantos le odian?

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Chan chan chaaaaaaaannnnnnnnn

Falta poco para el éxtasis del conocimiento! (?