Capítulo 23
—Muchas gracias...-Murmuré tímidamente.-Por darme el día libre.
La Sra. Jeon sonrió inmensamente antes de sofocarme entre sus brazos delgados.
—¿¡Por qué me agradeces, querida!? ¿Sabes lo mucho que esperé para que Jungkook por fin se animara a confesar sus sentimientos por ti? ¿Cuánto tiempo esperé para que tú fueras la única que estuviera frente a él?- Tomó mis hombros sacudiéndolos con algo de inquietud.- Recuerda que los horarios de la academia han cambiado, son por la tarde.- Me recordó haciendo referencia al instituto de artes al cual había sido aceptada con una beca.
Sonreí avergonzada, esquivando la mirada insistente de la madre de mi nuevo novio.
—Ahora ve y ten algo de tiempo con mi hijo, está en su habitación.-Sonrió ladeadamente, y no pude evitar que mis mejillas se calentaran ante semejante insinuación.
Tragué saliva antes de hacer una gran reverencia de noventa grados y encaminarme a la gran escalera de mármol, la cual subí trastabillando en cada escalón víctima de mis nervios.
Mordisqueé mi labio antes de tocar la puerta, pero esta se abrió antes dejándome con la mano levantada como una imbécil.
—Hey, ___.-Sonrió blancamente, bajé la mano con rapidez tragando saliva y jugando con mis dedos.
—Kook.-Sonreí tensamente dispuesta a seguir hablando, pero fui interrumpida por su mano arrastrándome dentro del cuarto. Cerró la puerta.
—Estaba por ir a buscarte.-Sonrió dulcemente, mi corazón sufrió una taquicardia.
Dios, ___, tranquilízate.
—¿Ah? ¿Sí?- Mis manos y espalda escurrían sudor de lo nerviosa que me sentía estando cerca de él. Su entrecejo se frunció con algo de confusión.
—¿Estás bien?- Apoyó sus labios en mi frente.
MIERDA.
VOY. A. MORIR.
Me sobresalté de inmediato, se retiró lentamente esbozando una sonrisita burlona.
—¿Qué te pasa? No tienes fiebre pero estás demasiado roja.-Soltó una risita palmeando mi espalda.
Namjoon.
¿Por qué me acordaba de él en un momento como este?
Él realmente parecía estar entusiasmado conmigo y yo ni le presté atención. Resoplé.
—Hey, enserio está pasando algo por aquí.-Tocó mi cabeza juguetonamente.- ¿No?
—Namjoon.-Protesté inconscientemente, me tapé la boca de inmediato. Arqueó una ceja arrastrándome a un sillón.
—¿Namjoon? ¿Qué te ha dicho ese idiota?
Oh mierda.
—No, no ha hecho nada.-Suspiré esquivando su mirada, me sentó sobre sus piernas con la suficiente fuerza como para no poder resistirme. Enredó sus brazos en mi cintura con confianza; iba a morir de un derrame nasal dentro de cualquier momento.
—Si no me dices tendré que averiguarlo por mí mismo.
Sus pulgares acariciaron mis caderas suavemente.
—El día que tuviste el coma etílico...-Besó mi cuello incitándome a que no me detenga. Tomé aire.- Él se había confesado... me dijo que yo le gustaba.
Lo sentí tensarse debajo de mí. —¿Y qué le respondiste tú?
—Pues nada... como que le hice entender que estaba más o menos en la 'friendzone'.-Soltó una risita, me giré a verlo algo fastidiada.- ¿Qué?
Su sonrisa era sorprendentemente inmensa. —Nada.-Se encogió de hombros mordiendo su labio.- Me alegra que hayas hecho eso...-Me miró con complicidad, rozando nuestras narices suavemente.- ¿Quieres que te dé una recompensa, 'baby'?
Mis mejillas ardieron.
¿Baby? ¿Por qué un sobre nombre como ese?
Sentí sus dientes contra la piel de mi cuello, los pelos de mi nuca se erizaron de inmediato haciéndome soltar un jadeo de sorpresa. Sus dedos jugaron por debajo de la falda que llevaba con el elástico de mis bragas.
—¿Recompensa?- Susurré como pude; sentí su sonrisa contra mi piel.
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