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Ni bien las clases habían finalizado aquél día, Annabeth se dirigió al patio decidida a hacer su tarea debajo del cerezo qué había visto por la ventana en una de sus clases, sabía qué no había mucha gente y eso era lo qué necesitaba en este momento, es cierto qué le gustaba pasar tiempo con Thalia y las demás chicas pero ese día en especial tuvo ganas de estar en soledad.

Cuándo llegó al lugar, se sentó en el banco qué había y luego cerró los ojos para relajarse dejando qué cualquier preocupación qué tuviera empezará a desaparecer, estuvo en esa posición por un largo tiempo hasta qué alguien rozó la mano de ella, inmediatamente abrió sus ojos y se alivio al ver qué se trataba de Luke, corrió su mochila invitándolo a sentarse, él se sentó a su lado sin decir una palabra, no dijeron nada hasta qué el rubio decidió hablar.

-¿Cómo te sientes el día de hoy?-

-Creó qué sabes perfectamente la fecha qué se acerca ¿verdad?- Le cuestionó pero no lo miro.

-Si, aún lo recuerdo y créeme qué me duele cada vez qué llega ese día.- La rubia rodó sus ojos bastante incrédula ante las palabras del muchacho. -¿Por qué no me crees?-

-Por el hecho de qué luego de lo ocurrido te fuiste y jamás te volviste a acercar- Comentó la chica.

-Estaba destrozado, Annabeth. Era mi mejor amigo y no sabía cómo superarlo, además justo surgió lo de la beca para el instituto.- Se excuso el rubio.

-¿Y pensaste qué nosotras no?- Si las miradas fueran puñales Luke sabía qué ahora no estaría vivo por la mirada qué tenía su amiga. -Además a las dos nos bastaba con qué de vez en cuando nos mandaras una carta, Thalia tuvo qué ir al psicólogo para aceptar qué no era la culpa de ella, pero no. Te fuiste y nos dejaste sola sin saber nada de ti, por años hasta qué llegamos aquí y ahora quieres hacer cómo si nada hubiera pasado nada. -Luke agachó la cabeza dejando qué ella se descargará.- Así no funcionan las cosas, Luke. Por lo menos no para mi y para Thalia tampoco.-

Sin perder más tiempo para darle derecho a réplica ante lo qué había dicho, agarró la mochila y se levantó para alejarse del lugar, la chica sabía qué su amigo tampoco tenía la culpa, había sido un accidente, pero por primera vez tuvo la oportunidad de decirle lo qué había querido hace tanto tiempo.

Luke observó atentamente cómo la rubia desapareció de su vista, él se lo merecía, lo sabía perfectamente pero esperaba aquel reclamo por parte de la pelinegra no por parte de Annabeth, decidió quedarse allí hasta qué vio cómo el sol iba desapareciendo para dar paso a la noche.

Cuándo eso ocurrió se levantó del asiento y fue para su cuarto, se le había quitado el hambre además no se sentía preparado para enfrentar a sus amigas, en algún momento hablaría con ellas, pero por lo menos no aún.

A/N: ¿Qué les parece? Saben estoy segura de qué Malpomeme me bendijo, ya qué tengo qué hacer una historia donde pasen cosas buenas y mi inspiración desaparece, hay drama o cosas feas y ahí es cuando aparece de la nada. Prometo qué la próxima vez qué escriba sobre esto seré más profunda.

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