Capítulo 2.

"El examen de ingreso"

La decisión estaba tomada, Vegeta entraría a ese internado, por órdenes de su padre. Pasó menos de una semana para que el pequeño Vegeta pudiera siquiera estudiar un poco para que pudiera pasar la prueba de aptitud para poder ingresar a esa prestigiosa institución.

R.Vegeta: -En cuanto sea la fecha de ingreso, nos puedes llamar con gusto, Freezer.

Freezer: -Al final, ¿se ha decidio el futuro de su familia e hijo, majestad?

R.Vegeta: -Tsk, no es como si fuera una opción fácil de elegir, Frezeer, pero puede que sea la única opción que se nivele a nuestra familia. Vegeta es un niño de raza superior con inteligencia mayor a la de alguien de su edad, es justo que estudié acá.

El rey Vegeta se sentaba de brazos cruzados, con una mirada sería mientras veía a Freezer directo a los ojos. Freezer solamente le sonreía de lado, con una sonrisa de triunfo en sus labios.

Freezer: -Jm, sin duda alguna no fue una decisión fácil, sin embargo, fue la mejor decisión queha podido tomar. El examen de admisión se hará el día de mañana sin excepciones, mañana es un ingreso general a todos los aspirantes que anhelan poder estudiar en mi internado.

Freezer se levantó de la silla, y comenzó a caminar hacía un pequeño almacén en donde tenía unas tazas de té.

Freezer: -Pero... por otro lado, majestad, ¿estás consiente de que esto es un internado?

R.Vegeta: -Tsk! ¿¡Me tomas como un idiota!?

Freezer: -N-no, no me malinterprete señor, lo lamento. Simplemente le comento que al ser internado, Vegeta vivirá acá de manera completa, solamente tendra 2 veces al año para poder salir, debe tener su vida acá adentro.

R.Vegeta: -No me molesta y a él tampoco.

El Rey Vegeta se levantó de su silla de modo apresurado, y dirigió su vista hacía Freezer, anticipando un apretón de manos. Freezer, sin dudarlo, le lanzó una sonrisa un poco cínica y le apretó la mano sin dudarlo.

⏳️

En una habitación la cual era notablemente grande, se encontraba Vegeta sentado en un escritorio, leyendo de manera concentrada su libro. Sus pensamientos divagando un poco y el príncipe con un semblante serio. En un pequeño golpe que se escuchó del otro lado de su puerta, se pudo oir el dulce sonido de la voz de su madre, Echalotte.

Echalotte: -Vegeta, cariño, ¿cómo estás?


Vegeta la volteó a ver de re ojo, brindándole unos ojos amorosos, le comentó que estaba bien. Sin embargo, Echalotte sabía que no era así.

Echalotte: -Cariño, sé que esto no es lo que deseas,intenteé dialogar con tu padre, pero no tuve respuestas.

Al terminar esa frase, se sentó en la esquina de la enorme cama de aquel príncipe.

Vegeta, al escuchar lo que su madre dijo, volteó rápidamente hacía ella.

Vegeta: -Madre, Te dije que no tienes que cuestionar las decisiones de mi padre, esto no te compete a ti.

Vegeta no odiaba a su madre, al contrario, la adoraba con todo su ser, por ello sabía que desafiar a su padre la podría poner, de cierta manera, en peligro. Su padre no era un hombre abierto al diálogo.

Echalotte: -Vegeta, lo lamento, yo entiendo que intentes protegerme, pero quiero que entiendas que eres mi hijo; no puedo permitir que te quedes en ese internado, menos sabiendo que ese no es tu deseo.

La voz de Echalotte se fue entrecortando mientras dirigía la mirada hacia una puerta, la cual estaba cerrada pero ella sabía muy bien por qué veía hacía ese lugar.

Vegeta: -Entiéndelo, los deseos de mi padre son los únicos que valen.

Vegeta, aunque ya se había vuelto a su libro, sabía a lo que su madre se referia con "ese no es tu deseo". Sabía que su madre estaba dirigiendo su mirada hacía aquel cuarto el cual llevaba mucho tiempo sin abrir.

Echalotte: -Sí, lo sé, por eso estaba luchando para que fuese así.

Echalotte se levantó suavemente de la cama de Vegeta y caminó hacía él. En un movimiento muy sutil y tierno, acarició la cara de Vegeta, observándolo con una mirada mezlada entre amor, tristeza y angustia.

Vegeta: -Voy a estar bien, recuerda bien que soy hijo del Rey Vegeta y, por supuesto, tu hijo.

Vegeta le sostuvo suavemente la palma a a su madre contra su mejilla, sintiendo el calor de su mano y cerrando los ojos, queriendo que esa mano no se separara de él. Echalotte entendió el mensaje, su amor de madre le decía que Vegeta no quería esa vida y ella más que nadie lo sabía. En un pequeño momento, Vegeta salió de su pequeño trance y le palmeo suavemente la mano a su madre, como señal de que ya podía mover su mano.

Echalotte: -Te amo, Vegeta. Eres mi hijo y no importa lo que pase, yo siempre voy a estar contigo.

Vegeta: -Madre, yo también, te amo mucho.

En ese amoroso momento se escucha de manera estruendosa el choque de una puerta, anunciando que el Rey había vuelto de la reunión con el director de aquel enigmático internado. Echalotte salió de manera rápida del cuarto de Vegeta para poder charlar un poco con su esposo, antes que le dijera las novedades a Vegeta, de esa manera cerró la puerta de la habitación de su hijo y una vez cerrada, Vegeta soltó un suspiro de resignación. Estuvo un poco divagando entre sus pensamientos hasta que volteó hacía aquella misteriosa puerta la cual su madre había estado observando unos minutos atrás. Dispuesto a abrir esa puerta, se levantó de su escritorio y se dirigió a la perilla, justo cuando la iba a abrir, se escuchó un repentino sonido de una perilla girando, pero no era él quién hizo girar la perilla. De inmediato, hizo un movimiento rápido, y se sentó en su cama fingiendo buscar algo entre sus libros.

R.Vegeta: -Vegeta, tengo noticias para ti.

Vegeta se levantó de su cama en forma de respeto hacía el rey.

R.Vegeta: -Ya he ido a charlar con el director del internado, los exámenes de ingreso comienzan mañana, espero que te prepares porque al ser un lugar de prestigio, no tienes que fallar.

El rey hablaba de manera firme y seria, Vegeta no mostraba ninguna emoción en su rostro, era como un robot que seguía ordenes. Solamente asintió de modo que su padre entendiera que ya lo había entendido.

R.Vegeta: -Bien, espero lo mejor Vegeta.

El rey salió de la habitación y cerró la puerta con algo de rudeza, a comparación de como lo hacía su madre. Vegeta relajó un poco sus hombros y quedó un poco ido, mientras volvía en sí mismo, regresó su mirada a la misteriosa puerta y esta vez, sin interrupción, la abrió.

Detrás de aquella puerta misteriosa, se encontraba un pequeño estudio, lleno de pinturas hermosas, lleno de materiales de arte, antes de entrar, Vegeta ojeo un poco todo y entró sintiendo un poco de paz y notalgia al estar ahí adentro. Observó las pinturas que él había realizado, no pudo evitar sonreír al ver y recordar lo que él verdaderamente amaba hacer; arte.

En un pequeño rincón, encontro lienzos los cuales estaban, algunos sin terminar, otros en blanco, otros sin color. Vegeta los tocó sutilmente y adoraba con toda su alma sentir el tacto del lienzo con las yemas de sus dedos. Al sentirlo, inconscientemente, cerro los ojos y comenzó a entrar en algún tipo de espacio seguro para él, sonreía recordando cuando pintaba por hobbie y luego por pasión, sin duda alguna su madre sabía que Vegeta no era feliz de la manera en la que su padre controlaba su vida, pero ¿Qué se puede esperar de un rey?

Sin siquiera darse cuenta, Vegeta estaba sentado en un pequeño banco, dibujando en un lienzo en blanco lo que su corazón sentía, sabía que durante todo este tiempo, su padre jamás aprobó que un príncipe como él estuviera "perdiendo el tiempo" haciendo garabatos, o es lo que el rey decía.

Vegeta se estuvo inspirando unas horas y pudo terminar su lienzo, observándolo con mucho orgullo y amor, lo llevó hacía un lugar donde podría secarse pronto, estaba tan entretenido y feliz haciendo lo que le gustaba, que olvidó que tenía que estudiar para el examen de admisión de esa pesadilla que no quería vivir. No tenía opción, o estudiaba y seguía las instrucciones de su padre o su padre lo despreciaria por el resto de vida, era algo que definitivamente no quería vivir. De manera apresurada, Vegeta salió de su habitación y se dispuso a estudiar el resto del día.

⏳️

A la mañana siguiente, el príncipe se levantó desde muy temprano, hizo un poco de meditación y ejercicio y se alistó para su día, si en verdad Vegeta sentía algo, no eran nervios. Vegeta sabía que era un niño inteligente para su edad, tenía un poco de preocupación de fallar o no hacerlo perfecto, sin embargo, confiaba en él, o al menos sentía esa confianza para no defraudar a su padre.

Vegeta se dispuso a estudiar un poco más antes de bajar a tomar su desayuno, sin embargo no podía dejar de pensar en todo lo que estaba sucediendo, su padre, sin su consentimiento, lo iba a meter a una clase de "cárcel" su vida iba a cambiar, sin duda alguna. Trató de no pensar mucho en el tema y en cuánto menos lo esperó, una voz dulce lo llamaba para que bajara a desayunar.

Echalotte: -Vegeta, baja a desayunar, por favor.

Vegeta bajó con los brazos cruzados, notó que su padre no estaba ahí, sin embargo, no hizo ningún comentario al respecto. Saludó a su madre con un beso en la mejilla y se sentó a comer, lo que sería quizás una de las últimas comidas que su madre le prepararía, ya que a pesar de ser de la realeza, la madre de Vegeta nunca permitía que las empleadas cocinaran, siempre lo hacía ella.

Vegeta: -Gracias por la comida, madre.

Echalotte: -No agradezcas, tienes que tener tu mente y cuerpo fuertes para el día de hoy- dijo mientras hacía una dulce sonrisa, aunque en el fondo, estaba demasiado triste y angustiada por ello.

Vegeta: -Estaré bien y lo sabes, no debes de preocuparte.-Soltó vegeta, mientras sabía que esa sonrisa solamente era fingida, sabía que, de alguna manera, su padre había obligado a su madre a actuar de esa forma.

Echalotte, con toda sus fuerza de voluntad, sostuvo su sonrisa y abrazó muy calidamente a Vegeta. Vegeta no dudó en devolver el abrazo y acariciar el cabello de su madre. Unos segundos pasaron y vegeta se levantó de su asiento dirigiéndose a su habitación, sin no antes consultar a su madre por su padre y a qué hora debían de partir para hacer el tan dichoso examen de admisión.

Echalotte: -No te preocupes, tienes aun un par de horas antes de que eso empiece, tu padre te avisara cuando debamos de irnos.

Vegeta: -Entendido, gracias nuevamente, madre.

Vegeta caminó hacía su habitación, sabía que era momento de estudiar un poco más, aunque estaba seguro de que iba a pasar ese examen sin duda alguna, algo dentro de él quería no pasarlo, desafiar a su padre, perderlo a propósito y no estudiar en ese infierno. Suspiró sin más y se dispuso a estudiar un par de horas.

Tres horas despues...

Vegeta estaba concentrado en sus libros de álgebra, cuando escuchó un golpe estruendoso en su puerta, sabía quién era, incluso antes que tocará su puerta.

R.Vegeta: Vegeta, es hora, vamonos ahora.

Vegeta: Por supuesto.

La familia real partió hacía su destino, el internado. En cuestión de unos 30 minutos aproximadamente llegaron.

Vegeta observó detenidamente lo que, muy probablemente, sería su nuevo hogar, observó que el lugar era verdaderamente inmenso, tenía jardines muy hermosos, sin embargo, sentía que de alguna manera, era tenebroso.

Caminaron por un pasillo largo, lleno de ventanales con cortinas elegantes, llegando a una sala donde había muchas personas, se sorprendió al ver la cantidad de personas que estaban ahí, deseando ingresar a esa "prestigiosa" escuela, internado, cárcel, lo mismo. Pero ellos no harían esa larga fila, por supuesto que no, ellos pasaron directamente entre toda esa gente, algunos se pusieron furiosos, pero al ver de quiénes se trataban, no dijeron ninguna palabra de objeción.

El lugar estaba lleno, lleno de niños que se miraban inteligentes, se miraban muy rectificados y con familias que, desde lejos, se notaba que eran ambiciosos. Vegeta comenzó a sentir un poco de nervios en su interior; sin embargo, no quería hacerlo notar y menos en presencia de su padre.

Una señorita los guió hacía una habitación llena de escritorios alineados de manera perfecta, solicitaron cierta papelería al rey y la reina y luego Vegeta ya estaba listo para hacer el examen. Antes de que Vegeta caminara hacía el escritorio, su padre habló de manera baja pero que Vegeta pudiera escucharlo.

R.Vegeta: -Espero la perfección.

Vegeta solamente volteó de re ojo y asintió, haciéndole saber a su padre que había entendido, volteó a su madre y ella solamente le dio una sonrisa y curveando los ojos.

Vegeta y muchísimos niños más, tomaron asiento en sus lugares correspondientes, cuando la señorita encargada de estar revisando el tiempo de examen, comenzó a dar instructiones.

-Escuchen atentamente por favor, daremos inicio al examen de admisión del internado y academia más prestigiosa de todo el país, "La academia Zenith" que, tal como su nombre lo indica, es el punto más alto de la excelencia académica. Como ya sabrán, entrar aquí no es sencillo, solamente admitimos a los y las mejores, por favor, noten que solamente tienen 4 horas para hacer el examen completo. Las instrucciones son simples, pueden usar elementos de apoyo como calculadoras, lápices, libros de apoyo y elementos de estudio. No se permite hablar, no se permiten las distracciones y pueden consultar si pueden ir al baño; sin embargo, no se otorgan más de 2 permisos a la misma persona. Se dará 1 descanso de intermedio cuando se hayan cumplido 2 horas desde que inicien con el examen, este descanso será de 15 minutos, luego deberan regresar a completar su examen. Los resultados se entregarán en un período de 3 a 4 días, se les hará saber a través de correo postal a sus domicilios. El examan se califica sobre 100 puntos, la calificación mínima debe de ser de 89, si el resultado es menor a esta calificación, se tomará como un resultado negativo. Dicho esto, pueden comenzar.

Un gran reloj comenzó una cuenta regresiva de 4 horas exactas y todos los pequeños comenzaron su examen.

⏳️

Luego de las arduas 4 horas de ese examen, al fin sonó la alarma, alarmando a los niños. Algunos ya habían terminado su examen con orgullo, otros estaban preocupados, otros estaban sudando frío, y otros se rindieron antes de poder terminar el examen. Por su lado, Vegeta, había terminado el examen un poco antes de que pasaran las 3 horas, sin embargo, no quería que se le pasara nada, así que repaso ese examen al derecho y al revés, asegurándose que no hubiese algún tipo de error mínimo.

La señorita del principio habló nuevamente.

-Muy bien, ha terminado el tiempo estipulado, es hora de dejar sus exámenes sobre sus escritos designados, a partir de ahora, de parte de la academia Zenith, nos queda desearles mucho éxito, como mencioné al principio, los resultados tardan de 3 a 4 días de ser entregados, me despido.-. La señorita salió de esa habitación, mientras todos salían en filas ordenadas.

Al menos el martirio de Vegeta había terminado, por ahora. Vegeta salió de esa habitación llena de niños y niñas que no paraban de hablar a sí mismos, Vegetas salió con un porte serio y orgulloso, encontrándose con su padre y madre en la salida. Luego de eso, regresaron a su castillos, ansiosos por el resultado del examen.

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Holaa! Espero que se encuentren muy bien, he estado trabajando mucho en esta obra, espero que la gente que lea esto le esté gustando la historia, perdónenme lo confuso que puede llegar a ser. Sin embargo, quiero asegurarles que pronto todo se unirá y tendrá sentido. Gracias por su apoyo y no olviden comentar y dejar sus votos de apoyo.

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